Hacia un par de años que no sabia nada de mi amiga Marianela, fuimos muy complices un tiempo, ella ya cumplio 40 y yo 55 y en nuestros años de amistad nunca pude tener sexo con ella. Siempre me senti algo desplazado por ella, ya que al ser muy linda, preciosa diría yo, ella escogía a sus parejas, y yo nunca clasifiqué, aunque ella sabia que yo le tenia ganas.
La llamé y acordamos vernos en un café luego de tanto tiempo. Llegó hermosa como siempre, no se tiñe las canas, asi que su rostro se ve algo envejecido pero hermoso, delgada, de tetas paraditas pero pequeñas, vestido corto con botas altas. Marianela era una modelo, insisto, mayorcita pero hermosa. Ambos nos emocionamos al recordar viejos tiempos. Me contó de sus amantes ,le conte de las mias y poco a poco fuimos entrando en intimidades. Le conte que tenia dos novias y que mi vida sexual estaba bastante completa. Ella, en cambio no tenia pareja, ni novio, ni nadie. Se había separado, vivía sola y sus hijos vivian con su padre. Su trabajo en una consultora de mercados pagaba pésimo y apenas le alcanzaba para llegar a fin de mes. Pero mientras ella hablaba yo me deleitaba con sus piernas perfectas y sus tetitas pequeñas. La verdad es que ella estaba atravesando un periodo muy malo y yo por el contrario tenia buen sueldo, amantes y un buen pasar. Pasada las dos horas, ya hablábamos de sexo. Al final de la charla amena, y resumiendo su estado de pobreza, mi conclusión era que siempre la mujer tendría dinero mientras aceptara tener sexo. Ella lo interpretó como una propuesta y aunque no era eso lo que quise decir, avancé hasta decirle que ella ganaría buen dinero con el cuerpo que tiene. Amiga, le dije, ¿tu crees que los hombres no fantaseamos imaginando nuestro pene en tu boca? Me dijo que era grosero, pero enseguida y casí como jugando me preguntó “¿y cuanto pagarías por estar una hora conmigo?”
Cien dólares le respondi. Ella riendo me dice que es poco. Yo le respondo que tiene 40 años y eso influye en el valor de mercado. Seguimos riendo y cambiamos de tema hasta despedirnos. De regreso casa me quede pensando en lo rico que seria concretar con ella un coito bien depravado, pero en fin, soñar no cuesta nada me dije.
El lunes siguiente recibo un whats app de ella. Me invita un café y me dice que quiere hablar conmigo. Voy más que rápido, quería sospechar que esa llamada tendría que ver con sexo, pero fueron tantas las veces en el pasado en que me imagine eso, que no quería frustrarme una vez mas. De seguro querría que le prestara dinero o le diera una carta de recomendación para un nuevo trabajo. Fue al grano, “José, me dijo estoy en la bancarrota, no tengo dinero ni para pagar la cuenta del agua, ni la luz, de hecho el gas ya me lo cortaron”. Amiga, le dije, te puedo prestar algo para salir del paso. Se rio mirándome con lágrimas en los ojos. No has entendido nada tontito, me vendo a 100 dólares la hora.
Quedé mudo. Verla hermosa y tan barata me dio algo de pena. Pero la verdad, me moría de ganas de culiarmela ¿Quieres ir ahora? Pregunté. Tendrá que ser un hotel pues mi novia ira a mi casa pronto, dije. Su vestido corto mostraba sus piernas, su blusita delgada exhibia sus pechitos pequeños. No sabia de verdad si se me pararía al estar desnudo con mi amiga. Pero tenía que intentarlo. En el auto le meti mano, era suave y tenia un pelillo rubio que recorria sus muslos. Imagine su vagina rubia también, llegamos al hotel. Trate de besarla y no me dejó. Reconozco que estaba nervioso, toque sus piernas, deliciosas, delgadas pero bien hechas. Subi y llegue a su vagina, mi verga se disparo, pero ella estaba seca. La acosté, le quite la ropa lentamente, sus tetas eran tal como las imaginé, pequeñitas y de pezones erectos; una rica mata de pelos rubiecita me recibió en la entrada de su concha. Me puse un condon y lubricante, me desnude, me monte sobre ella bese sus piernas y me la culie. Todo sin decir una sola palabra. Fue sexo técnico, 25 minutos tardé en eyacular. Su vagina era estrecha, pero sus labios prominentes, un clítoris largo asomaba de su vagina. Dispare mis chorros de semen y quede feliz, pero fue sexo algo desabrido. Pagué y mientras nos vestíamos me pregunto si quería mas sexo la semana siguiente.
Volvimos a juntarnos y esta vez me la culie estando ella sentada sobre mi, abrazada, asi le pòdia morder las tetitas cuando iba entrando, esta vez fue mas rico, le gusto que le mordiera la oreja mientras le metia la verga. Ella reaccionó mejor “que buena pija tenes, jamas me habría imaginado que eras talla XL, hace tiempo que no pruebo una cosota grande” me dijio en uno de los pocos diálogos que sostuvimos mientras nos agitabamos para gozar. La tercera cachita intente culiarmela anal. Para me dijo, cobro 20 dólares mas si quieres entrar por el lado estrecho, acepté y mientras se iba sentando yo le iba metiendo la verga por el trasero, fue exquisito oir sus quejidos y sus gemidos cuando iba entrando. Terminamos la sesión con un 69 y le eyacule la boca. Escupió con asco, Si quieres que trague te saldrá 20 dolares mas caro me dijo. Al final me gaste mas de 150 dolares por coito, ese mes me eché como 400 dolares en su trasero. Marianela estaba muy feliz conmigo pues se estaba haciendo un sueldo extra. Poco a poco salió de sus deudas y se convirtió hasta hoy en en mi putita barata.
La llamé y acordamos vernos en un café luego de tanto tiempo. Llegó hermosa como siempre, no se tiñe las canas, asi que su rostro se ve algo envejecido pero hermoso, delgada, de tetas paraditas pero pequeñas, vestido corto con botas altas. Marianela era una modelo, insisto, mayorcita pero hermosa. Ambos nos emocionamos al recordar viejos tiempos. Me contó de sus amantes ,le conte de las mias y poco a poco fuimos entrando en intimidades. Le conte que tenia dos novias y que mi vida sexual estaba bastante completa. Ella, en cambio no tenia pareja, ni novio, ni nadie. Se había separado, vivía sola y sus hijos vivian con su padre. Su trabajo en una consultora de mercados pagaba pésimo y apenas le alcanzaba para llegar a fin de mes. Pero mientras ella hablaba yo me deleitaba con sus piernas perfectas y sus tetitas pequeñas. La verdad es que ella estaba atravesando un periodo muy malo y yo por el contrario tenia buen sueldo, amantes y un buen pasar. Pasada las dos horas, ya hablábamos de sexo. Al final de la charla amena, y resumiendo su estado de pobreza, mi conclusión era que siempre la mujer tendría dinero mientras aceptara tener sexo. Ella lo interpretó como una propuesta y aunque no era eso lo que quise decir, avancé hasta decirle que ella ganaría buen dinero con el cuerpo que tiene. Amiga, le dije, ¿tu crees que los hombres no fantaseamos imaginando nuestro pene en tu boca? Me dijo que era grosero, pero enseguida y casí como jugando me preguntó “¿y cuanto pagarías por estar una hora conmigo?”
Cien dólares le respondi. Ella riendo me dice que es poco. Yo le respondo que tiene 40 años y eso influye en el valor de mercado. Seguimos riendo y cambiamos de tema hasta despedirnos. De regreso casa me quede pensando en lo rico que seria concretar con ella un coito bien depravado, pero en fin, soñar no cuesta nada me dije.
El lunes siguiente recibo un whats app de ella. Me invita un café y me dice que quiere hablar conmigo. Voy más que rápido, quería sospechar que esa llamada tendría que ver con sexo, pero fueron tantas las veces en el pasado en que me imagine eso, que no quería frustrarme una vez mas. De seguro querría que le prestara dinero o le diera una carta de recomendación para un nuevo trabajo. Fue al grano, “José, me dijo estoy en la bancarrota, no tengo dinero ni para pagar la cuenta del agua, ni la luz, de hecho el gas ya me lo cortaron”. Amiga, le dije, te puedo prestar algo para salir del paso. Se rio mirándome con lágrimas en los ojos. No has entendido nada tontito, me vendo a 100 dólares la hora.
Quedé mudo. Verla hermosa y tan barata me dio algo de pena. Pero la verdad, me moría de ganas de culiarmela ¿Quieres ir ahora? Pregunté. Tendrá que ser un hotel pues mi novia ira a mi casa pronto, dije. Su vestido corto mostraba sus piernas, su blusita delgada exhibia sus pechitos pequeños. No sabia de verdad si se me pararía al estar desnudo con mi amiga. Pero tenía que intentarlo. En el auto le meti mano, era suave y tenia un pelillo rubio que recorria sus muslos. Imagine su vagina rubia también, llegamos al hotel. Trate de besarla y no me dejó. Reconozco que estaba nervioso, toque sus piernas, deliciosas, delgadas pero bien hechas. Subi y llegue a su vagina, mi verga se disparo, pero ella estaba seca. La acosté, le quite la ropa lentamente, sus tetas eran tal como las imaginé, pequeñitas y de pezones erectos; una rica mata de pelos rubiecita me recibió en la entrada de su concha. Me puse un condon y lubricante, me desnude, me monte sobre ella bese sus piernas y me la culie. Todo sin decir una sola palabra. Fue sexo técnico, 25 minutos tardé en eyacular. Su vagina era estrecha, pero sus labios prominentes, un clítoris largo asomaba de su vagina. Dispare mis chorros de semen y quede feliz, pero fue sexo algo desabrido. Pagué y mientras nos vestíamos me pregunto si quería mas sexo la semana siguiente.
Volvimos a juntarnos y esta vez me la culie estando ella sentada sobre mi, abrazada, asi le pòdia morder las tetitas cuando iba entrando, esta vez fue mas rico, le gusto que le mordiera la oreja mientras le metia la verga. Ella reaccionó mejor “que buena pija tenes, jamas me habría imaginado que eras talla XL, hace tiempo que no pruebo una cosota grande” me dijio en uno de los pocos diálogos que sostuvimos mientras nos agitabamos para gozar. La tercera cachita intente culiarmela anal. Para me dijo, cobro 20 dólares mas si quieres entrar por el lado estrecho, acepté y mientras se iba sentando yo le iba metiendo la verga por el trasero, fue exquisito oir sus quejidos y sus gemidos cuando iba entrando. Terminamos la sesión con un 69 y le eyacule la boca. Escupió con asco, Si quieres que trague te saldrá 20 dolares mas caro me dijo. Al final me gaste mas de 150 dolares por coito, ese mes me eché como 400 dolares en su trasero. Marianela estaba muy feliz conmigo pues se estaba haciendo un sueldo extra. Poco a poco salió de sus deudas y se convirtió hasta hoy en en mi putita barata.
3 comentarios - Convertí a mi amiga en puta
GRACIAS POR COMPARTIR!
nada de complicarse la vida.
Negocios son negocios.