Lo hablamos hace mucho tiempo, sin darle mayor trascendencia al tema, nuestras remanidas fantasías, que no salían de lo normal.
Yo deseaba la experiencia de sentir dos vergas juntas, rozándome, chuparlas, manosearlas y sentirlas por cada orificio de mi cuerpo. Si se pudiera, quería una en el culo y otra en la concha, pasa que mi culo es muy estrecho y no resulta fácil cogermelo.
Mi marido a su vez me relató la suya con dos mujeres, en ambos casos teníamos en cuenta que sumariamos a un protagonista a nuestra cama, o sea en cualquiera de los casos seriamos nosotros más otro u otra.
Pero todo quedó allí, nunca volvimos a tocar el tema, aunque viniera de vez en cuando a mi mente, máxime cuando estamos cogiendo; Aclaro que nuestra relación sexual es la mejor que haya vivido yo. Mi marido es mayor que yo, pero es tan sexual que nunca hemos tenido una cogida que puedas decir, fue medio pobre, NOOOOOOO, siempre son hermosas y muy calientes, él sabes arrancarme muy buenos polvos, su pija no es la más grande del mundo, pero la usa con verdadera maestría. Yo por mi parte soy también muy caliente, y respondo enseguida a los estímulos que significan sus besos o mordiscos entregándome al placer de sus deseos.
Así fue que dos semanas atrás me manda un mensaje , ¿Te acordás de tu fantasía sexual. te gustaría cumplirla?, realmente me cayó tan de sorpresa que mi conchita reaccionó de inmediato humedeciéndose de golpe. pero estaba en el trabajo, le dije. ¿y por qué ahora salís con eso y con quién sería?, me explicó que con el único que se animaría a hacerlo es con un amigo suyo que no me conoce, pero seguro le voy a encantar, que es divertido, buena gente y me cuidaría mucho.
-Bueno, pero lo charlamos cuando nos veamos, no tomes ninguna desición, le dije.
En los días previos, lo que era mi fantasía y a la que mi pareja se negaba, pasó a ser "nuestra fantasía".
Lo charlamos poniendo en claro límites y formas de manejarnos, ya que sería la primera vez de ambos y no me gusta la violencia o cosas raras digamos, todo fue asentido y aceptado por él. Esa noche, creo que fue una de las cogidas más intensas y amorosas de nuestras vidas, y creo también que se debía a la calentura que nos provocaba la posibilidad del trio tan ansiado.
Durante la semana él se ocupó de todo, hasta puso camaritas y luces led, más un espejo en nuestra habitación, y estábamos muy calientess todo el día, pactamos para el sábado siguiente, pero se hizo eterna la espera, la ansiedad se acrecentaba debido a que mi compañero me bombardeaba con mensajes calientes, fotos armadas mías comiéndome dos pijas, me tenía mojada por completo, y así transcurrió la semana.
Primero les cuento, tengo 46 años, según mi pareja estoy re fuerte, pero los años están allí, buenas piernas, mi cola es abundante digamos y mi cintura más bien pequeña en relación a la cola
Mi pareja tiene 60 años, canchero para vestir, elegante, siempre perfumado muy pero muy atento siempre a mí, mis deseos, vive comprándome ropita interior y de la otra, se desvive por lucir a su mujer, eso lo noto. ël se mantiene muy bien, es muy caliente, no solo en la cama, siempre que puede me acaricia y manosea, sabe que me mojo de manera automática ente sus manos o sus besos, le gusta que use polleras cortas y tacos, para cuando vamos en el auto me abra de piernas y juega con mi conchita hasta que queda empapada, y así cuando llegamos, me la limpia entera con su lengua.
El amigo de mi pareja me mandó dos fotos de su pija, se la veía muy gruesa y linda, ya la imaginaba en mi boca, aunque no me gusta que me manden fotos de pijas a menos que sea la de mi pareja.
Llegó finalmente el sábado y estábamos muy nerviosos los dos, en realidad él más que yo, aun así, con gran esmero, compró un ramo de flores para la mesa. preparó la cena , un exquisito pollo a las hierbas y una ensalada, no queríamos come mucho para estar livianitos.
A las 21,15 llegó Juan, el amigo de Roberto mi pareja, me dio un beso suave en la mejilla y me recorrió entera con su mirada, noté que le gusté de inmediato, el guacho de Roberto dispuso que yo me sentara al lado de Juan, para que pueda mirarme las piernas mientras cenábamos.
Olvidaba contarles que para esa noche me puse una tanguita roja que a Roberto lo vuelve loco en juego con el corpiño, que levanta mis tetas, arriba un vestido muy entallado y ajustado que hace resaltar mis piernas y mi cola, más unas sandalias negras de taco fino, estaba sensual pero no puta digamos. Juan se pasó la cena observando mis piernas, es que el vestidito se subía mucho al sentarme, mientras Roberto nos servía la cena y el vino, amable como siempre.
Cenamos bástate rápido y comenzamos a charlar ahora si sobre que fuera delicado y nada de violencia (ya lo habían hablado entre ellos). en eso Roberto le dice, che, ¿y qué te parece mi hembra? - es hermosa y está muy fuerte¡¡¡ exclamó Juan de inmediato, mientras sentí que me comía con los ojos, ahí supe que lo pasaríamos hermoso.
Así fue que me acerqué a Roberto y nos comenzamos a besar y tocar, enseguida me empezó a acariciar la zona cercana a mi conchita, que ya se había comenzado a humedecer, el vestido era incómodo para que me toque las tetas…Roberto me ayudó a sacármelo y quedé en tanguita y corpiño, luciendo mi culo redondo ante la mirada desesperada de Juan, quién se acercó de inmediato ante la señal que le hizo Roberto.
Roberto, como ya les dije es un excelente amante, sabe hacer lo suyo siempre; Juan nos miraba y se acercó por detrás, Roberto le hizo señas que aún no era momento (el guacho quería que se caliente mirándonos). de allí nos corrimos hasta una mesa ratona, me senté allí
Sentada en la mesita, agarré las dos pijas con desesperación, tanto Roberto como Juan ya estaban solo con sus bóxeres parados frente a mi cara y yo maravillada y sorprendida por mi desesperación ante la tremenda imagen de dos hombres para mi placer. comencé a manosear las dos pijas que latían ante el contacto, no aguanté y las puse cerca de mi rostro dándoles sendas chupadas sin soltarlas, primero una luego otra, Juan tiene como dije, una pija grande y colorada, ambos estaban bien depilados igual que mi conchita, (la preparé bien para las lenguas que estaba dispuesta a disfrutar). Las chupaba con tanto placer que no podía creer que estuviera allí entregada a dos hombres, muy calientes, con semejantes vergas que me iban a clavar por cada agujero de mi cuerpo y que no pensaba dejar de chupar un solo momento¡¡¡
En ese momento lo agarré de la mano a Roberto yendo a nuestro cuarto, ya estaba muy caliente y Juan me estaba besando la espalda, cosa que me pone muy loca.
Al entrar y sin decir demasiado, Roberto se puso arrodillado sobre la cama mientras Juan (que no dejaba de besarme la espalda y el cuello) comenzó a tocarme la concha empapada.
Mirando a los ojos a Roberto, estiré la mano hacia atrás para agarra la hermosa y enorme verga de Juan que estaba el palo, durísima, igual que la de Roberto que ya estaba sobre mi cara con pequeñas gotas de lechita blanca y tibia
Juan se puso por detrás mío me abrió la cola y su lengua comenzó a chuparme la concha con desesperación, la misma que le imponía yo a la pija de Roberto que disfrutaba cada vez que me tragaba entera su verga, estaba caliente esa pija. Juan, se nota que estaba enloquecido con lo que veía estando atrás, mi concha totalmente mojada y mi orto cerradito adornado por mis nalgas que como dije, son bastante grandes. se puso un forro, y me enterró la pija en la concha provocando mis primeros gemidos, era una locura, cogida por atrás y chupando la pija de mi pareja, que me decía, -chupala así perra hija de puta¡
Juan tomado de mis caderas comenzó a darme unas clavadas violentas y fuertes en la concha que yo agradecía chupando más y más la verga de Roberto quién estaba tan caliente que, comenzó a pajearse en mi boca con esa desesperación que sabe hacerlo y yo, clavada por Juan esperaba toda esa leche en mi boca fascinada con lo que estaba viviendo. Mi hombre y su amigo se estaban dando un festín con esta hembra, y yo sin creer que estaba recibiendo dos tremendas vergas, ahí Roberto me dio señales de que iba a acabar, así que abrí bien la boca para que no se me escape una sola gota de esa leche que adoro tomar, acabó con su grito que me llena de calentura una lechita hermosa que llenó mi boca hasta casi ahogarme, al tiempo que los bombazos de Juan se hicieron más violentos, señal que acabaría en momentos, cosa que hizo diciéndome, tomáaaaaaaa ahí la tenes todaaaaaaaaaa mamitaaaaaaaa.
Me latía la concha toda mojada por mis jugos y roja de tanta fuerza con que me metió la pija Juan, exhaustos nos tiramos los tres en la cama, yo en el medio.... relajados y mi sonrisa casi dibujada, incrédula de lo que estaba viviendo.
Claro que eso fue solo el comienzo de una noche mágica, así es que dejaré que sus mentes imaginen, hasta que les cuente la segunda parte, que es mucho más caliente aun, la primera vez fue con ciertos temores o cuidados, pero la cosa se pondría mucho más intensa más tarde.
Es mi primer trio y la primera vez que me atrevo a contar algo sobre mi vida sexual, espero lo disfruten y esperen la segunda parte.
Besitossss
17 comentarios - Mi marido trajo a su amigo y pude debutar en un trio
falto alguna foto ilustrando tu disfrute de 2 pijas...saludos