Tengo 50 años, casado dos hijos, siempre he sido muy timido y poco a poco noté que al sentirme sometido me exito sexualmente. Mi esposa lo ha notado y cada vez que me ordena, me somete, me exito muchisimo. Hemos llegado al punto en que me castiga y me golpea y yo me exito más y más. En el último años me he dejado golpear y maltratar pero en esas circunstancias mi pene se endurece más y más. Soy bastante bien provisto, mi pene es muy grande y ha sido casi un complejo para mi pues siempre mis parejas se rien o se sorprenden, sobre todo de mi glande o extremos superior, ahi tengo una cabezota gorda y bien dibujada que a algunas mujeres les fascina, como a mi mujer. Hace dos años, en un almacén de grandes marcas se produjo una discusión y el tipo que estaba delante de mi, me empujó y me golpeó, creyendo que yo le había robado. En medio de la confusión el hombre me seguia pegando hasta que llego la policia, pasamos todo el dia en la comisaria de policia prestando declaraciones. Pero yo estaba herido y mi pene endurecido por la exitación que me produjo el que me golpearan. Cerca de las 5 de la tarde llego la policia con el verdadero ladrón. El tipo me pidió disculpas, al fin todo fue una equivocación. Le dije que lo perdonaba. El hombre era muy atractivo, alto, pelo claro, dominante, musculoso, un macho alfa de unos 45 años. Para disculparse me dijo que me llevaba a mi casa o mejor aún me invitaba a su departamento a tomar un trago. Acepté, yo casi no hablaba. Me hizo ver que yo era callado. En su departamento tomamos cerveza y wisky me curo la herida en mi cabeza que el me habia causado. Lo note amable, cariñoso, pero al sentirlo cerca, parado a mi lado, curandome la cabeza... me exité. Noté que el también pues tenia un grueso paquete sexual, luego de un rato me conto que era bombero y que sabia hacer curaciones y dar primeros auxilios. Me subi la camisa y le mostré que me habia dejado adolorida la espalda con uno de sus golpes. Se volvio a disculpar y me toco la espalda, y me sugirio que me acostara para masajearme la espalda. Entendi que esto era muy gay pero lo deje seguir. Efectivamente me tocaba con pasión y calentura, luego de 20 minutos sus manos ya amasaban mis nalgas y mi cuello y yo gemia de calentura. Cinco minutos después me roza el agüero anal y entonces yo gemía como una chica. De pronto sin decir nada, el tipo se desnuda. Senti pánico, era la primera vez que estaba con un hombre pero estaba exitado. Era muy guapo. Su pene era largo, muy ancho, cabezon, con venas muy prominentes y curvo, dos gigantescas bolas le colgaban...tenía un cuerpo muy cuidado, musculoso. Me comenzó a desnudar y me dejé. Me besó la espalda, el cuello y mis nalgas, enseguida me puso el pene en mi boca y se empezo a mover como follándome la boca. Yo gemia como nenita, su pene era exquisito, duro, suave y su olor a sexo era maravilloso. Sus venas hinchadas le daban un aire salvaje. Me puse de rodillas ante él y le hice una mamada exquisita, eterna, le mamé sus huevos y me pase la verga por mi rostro. Me metí entre sus piernas y le bese el hoyo anal, sentir ese sabor agridulce y el olor a sudor me dejó loco. Luego nos besamos, me abrazo y me senti amado, exitado pero muy querido, fue maravilloso. Me tomo de la mano y camimanos a su dormitorio, de un cajón del armario saco un calzon rojo de mujer y me pidio que me lo pusiera. Enseguida me ordeno que me acostara boca abajo en la cama, puso una almohada en mi abdomen y senti que me besaba el trasero, liubricandome el ano. Mi pene estaba que explotaba de calentura, era exquisito. Fue entonces que hizo a un lado la tela del calzon y comenzo a penetrarme. Fue rico, exitante, comprendi por qué a las mujeres les gusta el pene. Es maravilloso, me follo mas de 20 minutos, me ordeno que me quejara ("lloriquea, gime, pídeme mas, como una niñita puta"). Obedecí, diciendole. “eso deme, demelo, tiene su rico pene señor, dame más, mas adentro, soy suyo, ordéneme, sometame, le grite. Me sujetó el cuello y me pidio que fuera su puta. Si, amorcito le dije, soy tu puta cuando quieras, soy tuya, soy tu esclava. Tu maraca, tu puta. Eyaculó en mi intestino y senti sus litros de semen. Dormimos abrazados un rato. Volvi a los 3 dias, y esto se me convirtió en un vicio. Me hice experto en mamarle su cosa y beber su leche. Me fascina meter mi lengua en su ano, oler y besar sus axilas y sus pies y dejarme penetrar todo el tiempo que él desee. Me cambió nombre y me llamó Teresa. Sigo casado, mi mujer no sabe nada, pero sospecha; ella tiene un amante y vivimos felices.
3 comentarios - dominado sexual
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