Esta historia no la olvido nunca. Ya la conté en mi cuenta anterior, y me di cuenta que acá aún no la había subido.
Allá vamos, pasemos a la historia.
Allá por 2000, yo trabajaba en un kiosco en Buenos Aires, frente a la ESMA, y en la esquina era terreno de ella, una prostituta que me tenía loco. Ella venía a comprar forros y chicles, y a veces se quedaba a charlar cinco minutos ventanita de por medio, luego empecé a fiarle, volvía del telo y me pagaba...pero como era de la zona, no me quería quemar, entonces nunca se me ocurrió que pase algo, hasta que un día alrededor de las 8 de la noche viene a comprar ella, y post compra, charlando...
P : Prostituta | Y: Yo
P: Papi, ¿hasta qué hora estás acá?
Y: Yo hasta tarde, hasta las 9 está abierto pero entre que hago caja, viene mi socio y ordenamos todo, tipo 22:30 u 11 de la noche. ¿Por qué, hermosa? (nunca supe su nombre)
P: (se empieza a enrular el pelo y mascar chicle) No, preguntaba...tenía alguna idea.
Y: ¿Qué idea?
P: No, no nada...si viene tu (silencio)
Y: Si viene mi qué? contá dale, estás en confianza.
P: Nooo, había pensado que está todo muy duro, y viste que cada vez vengo más tiempo a charlar con vos, la calle ya no está como antes. A mi me traían del telo, y al toque me iba con otro, y ahora cuesta...entonces ...no, soy muy boluda, perdon. Nada.
Y: (risa) Daleee, contá no me dejes así.
¨P: Bueno nada, me gustás desde el primer día y pensé en venir a cogerte (se ríe nerviosa).
Y: (silencio, levanto las cejas sorprendido)
P: Nada, no me hagas caso, ay me quiero morir.
Y: Pará. (abro la puerta que tenía con candado por seguridad, salgo, miro disimuladamente para ambos lados) Pasá, dale.
P: (sorprendida) ¿Ahora?
Y: Si, es ahora o nunca.
P: (se manda para adentro rápido)
Ahí nomás, agarro el cartelito de "VUELVO EN 5" y me la llevo al pasillo que llevaba al baño.
Mientras nos sacábamos la ropa le confesé lo que me pasaba a mi, que siempre le había tenido ganas, etc, etc...y le pedí que me deje sacar unas fotos para que me quede de recuerdo, y no tuvo problemas así que acá de las dejo.
Nos acomodamos y empezamos el rapidito.
Comenzó arrodillada, sacando mi verga del pantalón, chupándola bien rico, me la mordió despacito varias veces, como a mi me gusta, y mientras tanto yo le amasaba las tetas y con la otra mano cada tanto la agarraba de la nuca diciendo "comela toda, puta" y la atragantaba. Ella por momentos sacaba mi verga de la boca y me decía cosas, pero en uno de esos momentos me dice "sos un hijo de puta, tal como te imaginé, cogeme toda puto". Y escuchar eso me la puso totalmente dura, me dio ese plus en la verga para darle duro. La ayudé a levantarse, le manoseé las tetas, le comí la boca, le apreté todo el culo, le froté toda la mano por la concha, le hice un poco la paja a ella jugando con su clítoris, y la puse contra la pared, piernitas separadas. Agarré mi verga, y se la calcé en la concha bien rico. Empecé a bombear muy rico, ella gemía bajito para que no se escuche nada si llegaba a venir algún cliente. Esos gemidos me ponían más loco todavía, pero entre esos gemidos se oye un "que pija puto, la quiero en el culo"...y no pregunté ni quise asegurarme haber oído eso, automáticamente le saqué la pija, empecé a frotársela por las nalgas, la apoyaba y "bombeaba"...ella se gira, tira un brazo hacia atrás, y me dice "no seas hijo de puta, rompeme el culo de una vez, que se te hace tarde y yo no puedo más", así que estuve un buen rato dándole por el culo de parados, en un momento acerqué una silla, y le puse la pierna derecha arriba, para darle más profundo, hasta que frené porque quería disfrutar un ratito más, y ella debe haber pensado que frené porque iba a acabar, deduzco porque me dijo "dame la lechita en la boca, putito mio" y así fue, le llené la boquita de leche y un poco la cara.
Esto no termina acá, pero no voy a hacer segunda parte, lo explico acá.
Salí como si hubiera ido al baño cualquier día, abrí la puerta, volví a mirar disimulado y "salí hermosa, estamos solos". Entonces ella vino y volvimos "dibujar" una escena normal. Ella en la ventanita y yo adentro. Ahí charlando, dijimos que ahora que ambos habíamos confesado las ganas que nos teníamos, nos pasamos los teléfonos y comenzamos mandarnos mensajitos de texto y nos veíamos en mis francos, o alguna que otra vez, repetimos en el kiosco.
Allá vamos, pasemos a la historia.
Allá por 2000, yo trabajaba en un kiosco en Buenos Aires, frente a la ESMA, y en la esquina era terreno de ella, una prostituta que me tenía loco. Ella venía a comprar forros y chicles, y a veces se quedaba a charlar cinco minutos ventanita de por medio, luego empecé a fiarle, volvía del telo y me pagaba...pero como era de la zona, no me quería quemar, entonces nunca se me ocurrió que pase algo, hasta que un día alrededor de las 8 de la noche viene a comprar ella, y post compra, charlando...
P : Prostituta | Y: Yo
P: Papi, ¿hasta qué hora estás acá?
Y: Yo hasta tarde, hasta las 9 está abierto pero entre que hago caja, viene mi socio y ordenamos todo, tipo 22:30 u 11 de la noche. ¿Por qué, hermosa? (nunca supe su nombre)
P: (se empieza a enrular el pelo y mascar chicle) No, preguntaba...tenía alguna idea.
Y: ¿Qué idea?
P: No, no nada...si viene tu (silencio)
Y: Si viene mi qué? contá dale, estás en confianza.
P: Nooo, había pensado que está todo muy duro, y viste que cada vez vengo más tiempo a charlar con vos, la calle ya no está como antes. A mi me traían del telo, y al toque me iba con otro, y ahora cuesta...entonces ...no, soy muy boluda, perdon. Nada.
Y: (risa) Daleee, contá no me dejes así.
¨P: Bueno nada, me gustás desde el primer día y pensé en venir a cogerte (se ríe nerviosa).
Y: (silencio, levanto las cejas sorprendido)
P: Nada, no me hagas caso, ay me quiero morir.
Y: Pará. (abro la puerta que tenía con candado por seguridad, salgo, miro disimuladamente para ambos lados) Pasá, dale.
P: (sorprendida) ¿Ahora?
Y: Si, es ahora o nunca.
P: (se manda para adentro rápido)
Ahí nomás, agarro el cartelito de "VUELVO EN 5" y me la llevo al pasillo que llevaba al baño.
Mientras nos sacábamos la ropa le confesé lo que me pasaba a mi, que siempre le había tenido ganas, etc, etc...y le pedí que me deje sacar unas fotos para que me quede de recuerdo, y no tuvo problemas así que acá de las dejo.
Nos acomodamos y empezamos el rapidito.
Comenzó arrodillada, sacando mi verga del pantalón, chupándola bien rico, me la mordió despacito varias veces, como a mi me gusta, y mientras tanto yo le amasaba las tetas y con la otra mano cada tanto la agarraba de la nuca diciendo "comela toda, puta" y la atragantaba. Ella por momentos sacaba mi verga de la boca y me decía cosas, pero en uno de esos momentos me dice "sos un hijo de puta, tal como te imaginé, cogeme toda puto". Y escuchar eso me la puso totalmente dura, me dio ese plus en la verga para darle duro. La ayudé a levantarse, le manoseé las tetas, le comí la boca, le apreté todo el culo, le froté toda la mano por la concha, le hice un poco la paja a ella jugando con su clítoris, y la puse contra la pared, piernitas separadas. Agarré mi verga, y se la calcé en la concha bien rico. Empecé a bombear muy rico, ella gemía bajito para que no se escuche nada si llegaba a venir algún cliente. Esos gemidos me ponían más loco todavía, pero entre esos gemidos se oye un "que pija puto, la quiero en el culo"...y no pregunté ni quise asegurarme haber oído eso, automáticamente le saqué la pija, empecé a frotársela por las nalgas, la apoyaba y "bombeaba"...ella se gira, tira un brazo hacia atrás, y me dice "no seas hijo de puta, rompeme el culo de una vez, que se te hace tarde y yo no puedo más", así que estuve un buen rato dándole por el culo de parados, en un momento acerqué una silla, y le puse la pierna derecha arriba, para darle más profundo, hasta que frené porque quería disfrutar un ratito más, y ella debe haber pensado que frené porque iba a acabar, deduzco porque me dijo "dame la lechita en la boca, putito mio" y así fue, le llené la boquita de leche y un poco la cara.
Esto no termina acá, pero no voy a hacer segunda parte, lo explico acá.
Salí como si hubiera ido al baño cualquier día, abrí la puerta, volví a mirar disimulado y "salí hermosa, estamos solos". Entonces ella vino y volvimos "dibujar" una escena normal. Ella en la ventanita y yo adentro. Ahí charlando, dijimos que ahora que ambos habíamos confesado las ganas que nos teníamos, nos pasamos los teléfonos y comenzamos mandarnos mensajitos de texto y nos veíamos en mis francos, o alguna que otra vez, repetimos en el kiosco.
4 comentarios - "vuelvo en 5" en pleno laburo