Mi esposa es una hermosa rubia, con buenos pechos, buen culo, formas muy marcadas, llevamos 15 años de matrimonio, tenemos un hijo de 8, me dijo él que quería empezar fútbol, muchos de sus compañeros iban a esa escuelita, si bien no le interesa tanto el fútbol si estar con sus compañeros.
Con mi esposa seguimos teniendo una apasionada relación, pero después de tanto tiempo hemos ido hablando de nuestras fantasías de que le gustaría a cada uno, ella después de un largo tiempo de no animarse a hablar un día mientras lo hacíamos, me contó muy caliente que le gustaría hacerlo con alguien más joven, nosotros estamos cerca de los cuarenta, con un cuerpo atlético, esos físicos marcados, bien flaco… alto…
Solemos hablar bastante cada vez que tenemos relaciones sobre nuestras fantasías, deseos, nos vamos sintiendo cada vez más cómodos, tratando de superar nuestras dudas e inseguridades.
Lo llevé finalmente a mi hijo a futbol y bueno, esa es la historia, como ya imaginaran el profesor era un pibe joven de unos veintipocos, flaco, alto, fibroso, ni bien lo vi tuve como un flash, imaginé que a mi esposa podía agradarle. Mi hijo estaba a gusto de ir a fútbol, la pasaba re bien con sus compañeros, yo solía ir a buscarlo cuando salía de futbol, por otro lado en la cama empecé a decirle a mi esposa que el profe de futbol de nuestro hijo, me parecía que estaba cerca de lo que ella me describía en sus fantasías.
-Si…? Es lindo…
-Es joven… alto… atlético…
-Ummm… que rico… pero solo es una fantasía amor… para que jugemos nosotros nada más…
-Si me encanta… pero como parte de nuestro juego, podrías ir a buscarlo vos al nene… te vestís linda… creo que le gustarías al muchacho… -ella estaba montada sobre mi, yo estaba re duro, su respiración se aceleró, la notaba más excitada.
-Y que querés que haga…?
-Nada… que te vea… que te conozca…
-Estás loco… no me voy a vestir muy arreglada para ir a buscar al nene…
-Tenes razón… te llega a ver cuándo te vestís con esos vestidos ajustados el culazo que marcas y se vuelve loco… -no dijo nada su respiración era cada vez más agitada, la noté cerca de llegar.
Ella lo fue a buscar un par de veces, no se vistió de ninguna manera especial, me contó que había estado bien, que el profe era muy simpático, que era muy mirón también, eso me lo dijo mientras cogíamos.
-Me parece que me hizo una radiografía del culo cuando nos íbamos…
-Eso que te pusiste un pantalón así nomás…
Pasaron un par de semanas sin novedad, había ido a buscarlo yo todo ese tiempo, esa noche en la cama, la noté más caliente, se ve que sus fantasías iban creciendo
-Estuve pensando que me gustaría vestirme bien sexy para ir a buscarlo… pero quiero ir con vos… no quiero ir sola… vos te arreglas bien también… que piense que vamos a salir… o que venimos de algún evento… te parece…
No le contesté nada, simplemente la calentura del encuentro fue cada vez más grande.
Cuando llegué la tarde en que habíamos quedado, se había planchado su melena rubia, un vestido ajustadísimo que sabe que me encanta como le marca el culo, no tenía sujetador, me vuelve loco ese vestido, se había pintado los labios, aros redondos, estaba infernal, cuando entré a casa me dijo.
-Anda a cambiarte… así vamos a buscar al nene… te gusta que vaya así… crees que le va a gustar… no creo que se fije mucho… con tantas madres que van…
Me arreglé y fuimos, el profe levantó la mano saludándome, me parece que no estuvo ese día muy atento al entrenamiento. Cuando terminó se acercó a nosotros vino con nuestro hijo. Yo hablé, él trataba de ser discreto en sus miradas a mi esposa, pero le costaba.
-Estamos muy contentos… Fede está muy feliz viniendo… te agradecemos mucho el trabajo que haces con él… algún día podrías venir a casa a tomar algo… -me miró como evaluando la situación, yo no sabía muy bien porque había dicho eso. No lo había hablado con mi esposa, tampoco lo había pensado, creo que me gano la calentura, tampoco sabía en qué plan lo estaba invitando, era todo raro.
Fuimos a casa en silencio, a la noche lo hicimos, ella me preguntó si estaba loco y que pretendía invitándolo a casa a tomar algo.
-No sé… me salió…
-Y te gustaría que lo invitemos… eh…?
Seguimos haciéndolo en silencio, los dos calientes. Pasó el tiempo sin novedades, un sábado teníamos una reunión en casa con unos amigos, decidimos invitarlo al profe, yo lo decidí, cuando le conté a mi esposa me dijo que estaba loco, se vistió con un vestido largo, no muy ajustado, pero con mucho escote, no tenía corpiño, estaba deliciosa, en la reunión todo normal, nosotros habíamos tomado bastante, el profe no tomaba nada, nuestros amigos se empezaron a ir, mi hijo estaba donde mis suegros, baje a abrirle a los últimos invitados, no esperaba encontrarlos sentados uno junto al otro en la cama. Mi esposa tenía una copa en la mano, sus piernas muy juntas con las de él, me serví una copa y fui hacia el cuarto.
-Que bueno que lo invitaste amor… -dijo y le acarició la nuca, levantó su copa y la chocó con la mía,
-Tenes ganas de divertirte un rato… -le dije.
-Si claro… -me dijo ella… no te va a molestar…? –dijo ella mientras le pasaba la mano de nuevo por la nuca y la apoyaba en su hombro, él había girado su cara hacia ella y la miraba fijamente, expectante, ella lo besó, pasó su pierna izquierda por encima de las de él, estaba sentada a su derecha, se besaron un largo rato, el vestido se fue levantando, se veía la tanga celeste que tenía puesta, dejaron de besarse y le acarició la cara, ella bajó su mano por la pierna izquierda de él y cuando subíó la dejó apoyada en su bulto, sobre el pantalón, tiró su cabeza hacia atrás, él le acariciaba el hombro, y le besaba el cuello,
-Se siente bien…? -le dije
-Si…
-Te gusta eh…? Te gusta que te bese el cuello… -dijo que si y su cara se notaba con un gesto de calentura, me dio su copa. –Querés tener las dos manos libres para jugar… -ella sonrió se empezaron a besar ella le sacó la remera, su torso bien marcado le encantaba, lo acarició un rato, levantó su vestido, su tanga se notaba muy húmeda, la corrió a un costado él empezó a acariciarla, le separaba los labios, la acariciaba.
-Tiene una hermosa conchita eh…? –le dije a él.
-Se ve y se siente deliciosa… -contestó, por primera vez hablaba. La agarré de la nuca, le acaricié el cuello, el sacó uno se sus pechos sobre el vestido y lo acariciaba, la agarró él del cuello y la besó,
-Vas a ser su puta esta noche…
-Claro que si… -lo acariciaba sobre el pantalón, tenía los ojos encendidos. –parece que hay algo grande acá… -me dijo mirándome. Le desabrochó el pantalón, él le dijo que quería ver su tetas, se desató el vestido en el cuello y dejó sus tetas expuestas para él que empezó a chuparlas, con la mano izquierda empezó a pajearla,
-Te gusta amor…
-Estoy tan caliente… me gusta que mires…
-Que querés hacerle amor…?
-Le quiero chupar la pija…
-Mostrale como abris la boquita… -abrió su boca y jugo sensualmente con su lengua llevando sus dedos a la boca, él se recostó en la cama, ella tiró del pantalón hacia abajo, le encantó el detalle que él no tuviera ropa interior, le pasó la lengua por la parte de atrás de su pija y empezó a chuparlo, me miraba mientras lo hacía,
-Viste lo duro que se pone por vos…? –le dije
-Está muy duro…
Se desnudó del todo y lo montó, sus pechos rozando el pecho de él, la agarró del culo dándole bien duro, se acostó sobre él, su cara de costado apoyada sobre la cara de él, mirándome
-Se siente tan bien… es muy bueno… -se besaron, ella le pidió que siguiera, que la cogiera mucho, su melena caía sobre la cara de él y sobre la cama,
-Ahora cógeme vos… -le dijo soltándole la cintura, ella se empezó a mover, serpenteando sobre él, cada vez más caliente, incorporada ahora sobre sus brazos, la atrajo hacia él y otra vez, volvió a ser él el que guiaba la cogida, el que se movía bien duro debajo de ella, yo los veía justo ahí, la agarraba del culo separándole los glúteos, su culito se veía hermoso, su pija se salió, ella paso su mano guiándolo de nuevo hacia dentro, el pibe le daba bien duro, bien rápido,
-Se siente tan profundo… tan bien… -dijo ella
-Si…? –dijo él. Ella empezó a moverse de nuevo. –sos una chica sucia eh…? Se quedó sentada sobre él que le acariciaba los pechos, ella empezó a sacarse los zapatos que los tenía puestos todavía. Me miró y me dijo.
-Se siente tan bien… tan duro y tan adentro mío… -se agarraron de las manos, ella acuclillada sobre él que le daba bien duro, la pintura de los ojos de ella un poco corrida, la melena rubia tapando la mitad de su cara, la acostó en la cama, de costado, le levantó la pierna de arriba y la penetró desde atrás, entraba y salía bien duro, con una mano le agarraba la pierna, la otra la tenía alrededor de su cuello, sus tetas se bamboleaban con la cogida, ella se masturbaba con una mano, la mano que tenía en su pierna la llevó a sus pechos, los amasaba a gusto, ella gemía un monton
-Te gusta sentirla así bien dura… eh…? –le dije.
-Si, me encanta…
Le daba bien duro, la agarraba del hombro, le habló un par de veces en el oído, volvió a alejarse y le dijo
-Querés que te llene de leche…?
-Si claro..
Se salió y la montó de frente a ella,
-Queres que acabe amor…? –le pregunté.
-Donde la querés… -le dijo él.
Ella se pasó la mano por la panza y los pechos, la sacó, le dio un par de toques y su pija escupió un montón de chorros de leche, que le salpicaron hasta el pelo, le manchó la cara, los pechos la panza. Se fueron calmando de a poco, le pedí que por favor se fuera después de un rato, le dio un beso antes de irse, se cambió así sin lavarse, lo acompañe hasta abajo, cuando volví ella me sonreía, la monté y estuve dándole hasta acabar, tratando de no apoyarme sobre ella que tenia toda la corrida de él, tampoco la bese estaba llena de su leche, me clavé bien profundo cuando acababa, ella me beso.
Con mi esposa seguimos teniendo una apasionada relación, pero después de tanto tiempo hemos ido hablando de nuestras fantasías de que le gustaría a cada uno, ella después de un largo tiempo de no animarse a hablar un día mientras lo hacíamos, me contó muy caliente que le gustaría hacerlo con alguien más joven, nosotros estamos cerca de los cuarenta, con un cuerpo atlético, esos físicos marcados, bien flaco… alto…
Solemos hablar bastante cada vez que tenemos relaciones sobre nuestras fantasías, deseos, nos vamos sintiendo cada vez más cómodos, tratando de superar nuestras dudas e inseguridades.
Lo llevé finalmente a mi hijo a futbol y bueno, esa es la historia, como ya imaginaran el profesor era un pibe joven de unos veintipocos, flaco, alto, fibroso, ni bien lo vi tuve como un flash, imaginé que a mi esposa podía agradarle. Mi hijo estaba a gusto de ir a fútbol, la pasaba re bien con sus compañeros, yo solía ir a buscarlo cuando salía de futbol, por otro lado en la cama empecé a decirle a mi esposa que el profe de futbol de nuestro hijo, me parecía que estaba cerca de lo que ella me describía en sus fantasías.
-Si…? Es lindo…
-Es joven… alto… atlético…
-Ummm… que rico… pero solo es una fantasía amor… para que jugemos nosotros nada más…
-Si me encanta… pero como parte de nuestro juego, podrías ir a buscarlo vos al nene… te vestís linda… creo que le gustarías al muchacho… -ella estaba montada sobre mi, yo estaba re duro, su respiración se aceleró, la notaba más excitada.
-Y que querés que haga…?
-Nada… que te vea… que te conozca…
-Estás loco… no me voy a vestir muy arreglada para ir a buscar al nene…
-Tenes razón… te llega a ver cuándo te vestís con esos vestidos ajustados el culazo que marcas y se vuelve loco… -no dijo nada su respiración era cada vez más agitada, la noté cerca de llegar.
Ella lo fue a buscar un par de veces, no se vistió de ninguna manera especial, me contó que había estado bien, que el profe era muy simpático, que era muy mirón también, eso me lo dijo mientras cogíamos.
-Me parece que me hizo una radiografía del culo cuando nos íbamos…
-Eso que te pusiste un pantalón así nomás…
Pasaron un par de semanas sin novedad, había ido a buscarlo yo todo ese tiempo, esa noche en la cama, la noté más caliente, se ve que sus fantasías iban creciendo
-Estuve pensando que me gustaría vestirme bien sexy para ir a buscarlo… pero quiero ir con vos… no quiero ir sola… vos te arreglas bien también… que piense que vamos a salir… o que venimos de algún evento… te parece…
No le contesté nada, simplemente la calentura del encuentro fue cada vez más grande.
Cuando llegué la tarde en que habíamos quedado, se había planchado su melena rubia, un vestido ajustadísimo que sabe que me encanta como le marca el culo, no tenía sujetador, me vuelve loco ese vestido, se había pintado los labios, aros redondos, estaba infernal, cuando entré a casa me dijo.
-Anda a cambiarte… así vamos a buscar al nene… te gusta que vaya así… crees que le va a gustar… no creo que se fije mucho… con tantas madres que van…
Me arreglé y fuimos, el profe levantó la mano saludándome, me parece que no estuvo ese día muy atento al entrenamiento. Cuando terminó se acercó a nosotros vino con nuestro hijo. Yo hablé, él trataba de ser discreto en sus miradas a mi esposa, pero le costaba.
-Estamos muy contentos… Fede está muy feliz viniendo… te agradecemos mucho el trabajo que haces con él… algún día podrías venir a casa a tomar algo… -me miró como evaluando la situación, yo no sabía muy bien porque había dicho eso. No lo había hablado con mi esposa, tampoco lo había pensado, creo que me gano la calentura, tampoco sabía en qué plan lo estaba invitando, era todo raro.
Fuimos a casa en silencio, a la noche lo hicimos, ella me preguntó si estaba loco y que pretendía invitándolo a casa a tomar algo.
-No sé… me salió…
-Y te gustaría que lo invitemos… eh…?
Seguimos haciéndolo en silencio, los dos calientes. Pasó el tiempo sin novedades, un sábado teníamos una reunión en casa con unos amigos, decidimos invitarlo al profe, yo lo decidí, cuando le conté a mi esposa me dijo que estaba loco, se vistió con un vestido largo, no muy ajustado, pero con mucho escote, no tenía corpiño, estaba deliciosa, en la reunión todo normal, nosotros habíamos tomado bastante, el profe no tomaba nada, nuestros amigos se empezaron a ir, mi hijo estaba donde mis suegros, baje a abrirle a los últimos invitados, no esperaba encontrarlos sentados uno junto al otro en la cama. Mi esposa tenía una copa en la mano, sus piernas muy juntas con las de él, me serví una copa y fui hacia el cuarto.
-Que bueno que lo invitaste amor… -dijo y le acarició la nuca, levantó su copa y la chocó con la mía,
-Tenes ganas de divertirte un rato… -le dije.
-Si claro… -me dijo ella… no te va a molestar…? –dijo ella mientras le pasaba la mano de nuevo por la nuca y la apoyaba en su hombro, él había girado su cara hacia ella y la miraba fijamente, expectante, ella lo besó, pasó su pierna izquierda por encima de las de él, estaba sentada a su derecha, se besaron un largo rato, el vestido se fue levantando, se veía la tanga celeste que tenía puesta, dejaron de besarse y le acarició la cara, ella bajó su mano por la pierna izquierda de él y cuando subíó la dejó apoyada en su bulto, sobre el pantalón, tiró su cabeza hacia atrás, él le acariciaba el hombro, y le besaba el cuello,
-Se siente bien…? -le dije
-Si…
-Te gusta eh…? Te gusta que te bese el cuello… -dijo que si y su cara se notaba con un gesto de calentura, me dio su copa. –Querés tener las dos manos libres para jugar… -ella sonrió se empezaron a besar ella le sacó la remera, su torso bien marcado le encantaba, lo acarició un rato, levantó su vestido, su tanga se notaba muy húmeda, la corrió a un costado él empezó a acariciarla, le separaba los labios, la acariciaba.
-Tiene una hermosa conchita eh…? –le dije a él.
-Se ve y se siente deliciosa… -contestó, por primera vez hablaba. La agarré de la nuca, le acaricié el cuello, el sacó uno se sus pechos sobre el vestido y lo acariciaba, la agarró él del cuello y la besó,
-Vas a ser su puta esta noche…
-Claro que si… -lo acariciaba sobre el pantalón, tenía los ojos encendidos. –parece que hay algo grande acá… -me dijo mirándome. Le desabrochó el pantalón, él le dijo que quería ver su tetas, se desató el vestido en el cuello y dejó sus tetas expuestas para él que empezó a chuparlas, con la mano izquierda empezó a pajearla,
-Te gusta amor…
-Estoy tan caliente… me gusta que mires…
-Que querés hacerle amor…?
-Le quiero chupar la pija…
-Mostrale como abris la boquita… -abrió su boca y jugo sensualmente con su lengua llevando sus dedos a la boca, él se recostó en la cama, ella tiró del pantalón hacia abajo, le encantó el detalle que él no tuviera ropa interior, le pasó la lengua por la parte de atrás de su pija y empezó a chuparlo, me miraba mientras lo hacía,
-Viste lo duro que se pone por vos…? –le dije
-Está muy duro…
Se desnudó del todo y lo montó, sus pechos rozando el pecho de él, la agarró del culo dándole bien duro, se acostó sobre él, su cara de costado apoyada sobre la cara de él, mirándome
-Se siente tan bien… es muy bueno… -se besaron, ella le pidió que siguiera, que la cogiera mucho, su melena caía sobre la cara de él y sobre la cama,
-Ahora cógeme vos… -le dijo soltándole la cintura, ella se empezó a mover, serpenteando sobre él, cada vez más caliente, incorporada ahora sobre sus brazos, la atrajo hacia él y otra vez, volvió a ser él el que guiaba la cogida, el que se movía bien duro debajo de ella, yo los veía justo ahí, la agarraba del culo separándole los glúteos, su culito se veía hermoso, su pija se salió, ella paso su mano guiándolo de nuevo hacia dentro, el pibe le daba bien duro, bien rápido,
-Se siente tan profundo… tan bien… -dijo ella
-Si…? –dijo él. Ella empezó a moverse de nuevo. –sos una chica sucia eh…? Se quedó sentada sobre él que le acariciaba los pechos, ella empezó a sacarse los zapatos que los tenía puestos todavía. Me miró y me dijo.
-Se siente tan bien… tan duro y tan adentro mío… -se agarraron de las manos, ella acuclillada sobre él que le daba bien duro, la pintura de los ojos de ella un poco corrida, la melena rubia tapando la mitad de su cara, la acostó en la cama, de costado, le levantó la pierna de arriba y la penetró desde atrás, entraba y salía bien duro, con una mano le agarraba la pierna, la otra la tenía alrededor de su cuello, sus tetas se bamboleaban con la cogida, ella se masturbaba con una mano, la mano que tenía en su pierna la llevó a sus pechos, los amasaba a gusto, ella gemía un monton
-Te gusta sentirla así bien dura… eh…? –le dije.
-Si, me encanta…
Le daba bien duro, la agarraba del hombro, le habló un par de veces en el oído, volvió a alejarse y le dijo
-Querés que te llene de leche…?
-Si claro..
Se salió y la montó de frente a ella,
-Queres que acabe amor…? –le pregunté.
-Donde la querés… -le dijo él.
Ella se pasó la mano por la panza y los pechos, la sacó, le dio un par de toques y su pija escupió un montón de chorros de leche, que le salpicaron hasta el pelo, le manchó la cara, los pechos la panza. Se fueron calmando de a poco, le pedí que por favor se fuera después de un rato, le dio un beso antes de irse, se cambió así sin lavarse, lo acompañe hasta abajo, cuando volví ella me sonreía, la monté y estuve dándole hasta acabar, tratando de no apoyarme sobre ella que tenia toda la corrida de él, tampoco la bese estaba llena de su leche, me clavé bien profundo cuando acababa, ella me beso.
4 comentarios - Mi esposa y el entrenador de futbol de mi hijo...