Buenas, este es mi primer relato (real). La cosa empieza así, tengo 30 años y en ese momento cuando todo empezó tenía unos 22 o 23. Trabajo en un lugar en el que trabajan muchas mujeres y nunca pude evitar pensar en que me cojia a alguna de estas en el trabajo, hoy les voy a hablar de una en especial que fue la que desencadenó todo esto. Bueno hablemos de esta chica estatura promedio, unas tetas hermosas o al menos eso suponía (ya que todavía no las había visto), de colá estaba más o menos ahí y una concha de esas gordas que te dan ganas de morder. Volviendo a los hechos todo comienza cuando esta putita empieza a garcharse a un compañero de trabajo, el tenía pareja y ella también pero eso no importaba, la cuestión es que cojian cada vez que podían, se chuponeaban en cada fiesta o reunión qué hacíamos y se veían a escondidas para cojer como dos desquiciados. Un día este muchacho compañero mio muestra una foto de las tetas de esta chica, no saben lo que eran, 2 melones hermosos con unos ricos pezones que exitados te daban ganas de chuparlos toda la tarde. Ese día es en el que me vuelvo más pajero qué nunca y digo listo yo necesito más de esto, entonces de ahí sale el título de este post... Desde ese momento la empece a mirar distinto ya no la veía a ella sino a ese par de tetas hermosas y a pensar en todas las cosas que le haría, pasaron los días y mi compañero empezó a mandarme fotos de ella y se podrán imaginar como me ponía, las pajas qué me hice pensando en esa puta calienta verga qué le encantaba sacarse fotos de las tetas y alguna qué otra de la conchita. Mi compañero obviamente me las mandaba para que se vieran una sola vez pero yo ni lerdo ni perezoso les sacaba captura de pantalla (tenía una carpeta llena de fotos de ella), un día la veo con su celular y veo cuando escribe la contraseña para desbloquearlo, en ese momento me voló la cabeza dije listo es mi momento si esta puta le encanta mandar fotos debe tener un montón en el cel, pasaban los días y nada hasta que un día me decido, listo es hoy, el día llego voy a ver que esconde esta putita....
Procedo con mi plan y un día luego de que entraramos a trabajar voy a su locker tomo su celular ingreso la contraseña y empieza mi búsqueda, no encuentro nada que no haya visto eran más o menos las mismas fotos que mi compañero me había enviado y alguna qué otra más (las que más me volaban la cabeza eran las que se sacaba en el baño del trabajo, me calentaba saber que se ponía caliente y se destetaba a menos de dos metros de donde estaba yo). Pasaban los días y esto ya se había vuelto un hábito cada vez que podía iba a revisar su celular, la búsqueda se volvía más profunda (carpetas, papelera, chats de wsp, Facebook) hasta que un día se me ocurre buscar una carpeta oculta, ya era un profecional jajaj. Ahí estaba la frutilla de la torta, una carpeta oculta qué llevaba el nombre de "prohibida", allí dentro habían un montón de fotos de esas tetas hermosas, fotos en 4, fotos en las que se estaba tocando la conchita, un par de videos tocandose y hasta uno en donde estaba en un sillón abierta de piernas metiéndose un juguete de cotillon (un pepino) entre los hermosos labios re gordetes de la concha... Tremenda puta resultó mi compañera. En ese momento con la adrenalina al mango, y mirando para todos lados no lo dude agarre el WhatsApp y me mande cada una de esas fotos y videos, tenía un montón de material de esa tremenda puta y ella ni enterada. Y si, soy un pajero de ahí va el post....
El tiempo paso, ella ni enterada y yo me mandaba las mejores pajas pensando en esas dos gomas, nunca la pude cojer. Al tiempo ella renunció pero hasta el día de hoy la cruzó en la calle y sigue teniendo esas hermosas gomas. Un día en un momento de madurez o enojo por así decirlo borre todo dije listo no puedo ser tan pajero y créanme hasta el día de hoy extraño esas fotos.
Espero les guste este relato, es 100% real y si quieren luego les continuo como siguió con el resto de mis compañeras obviamente esto fue el principio... No se imaginan lo que llegue a encontrar en otros, por más puritanas que se creyeran el resto de mis compañeras, hasta la más santa tenía una que otra fotito...
Procedo con mi plan y un día luego de que entraramos a trabajar voy a su locker tomo su celular ingreso la contraseña y empieza mi búsqueda, no encuentro nada que no haya visto eran más o menos las mismas fotos que mi compañero me había enviado y alguna qué otra más (las que más me volaban la cabeza eran las que se sacaba en el baño del trabajo, me calentaba saber que se ponía caliente y se destetaba a menos de dos metros de donde estaba yo). Pasaban los días y esto ya se había vuelto un hábito cada vez que podía iba a revisar su celular, la búsqueda se volvía más profunda (carpetas, papelera, chats de wsp, Facebook) hasta que un día se me ocurre buscar una carpeta oculta, ya era un profecional jajaj. Ahí estaba la frutilla de la torta, una carpeta oculta qué llevaba el nombre de "prohibida", allí dentro habían un montón de fotos de esas tetas hermosas, fotos en 4, fotos en las que se estaba tocando la conchita, un par de videos tocandose y hasta uno en donde estaba en un sillón abierta de piernas metiéndose un juguete de cotillon (un pepino) entre los hermosos labios re gordetes de la concha... Tremenda puta resultó mi compañera. En ese momento con la adrenalina al mango, y mirando para todos lados no lo dude agarre el WhatsApp y me mande cada una de esas fotos y videos, tenía un montón de material de esa tremenda puta y ella ni enterada. Y si, soy un pajero de ahí va el post....
El tiempo paso, ella ni enterada y yo me mandaba las mejores pajas pensando en esas dos gomas, nunca la pude cojer. Al tiempo ella renunció pero hasta el día de hoy la cruzó en la calle y sigue teniendo esas hermosas gomas. Un día en un momento de madurez o enojo por así decirlo borre todo dije listo no puedo ser tan pajero y créanme hasta el día de hoy extraño esas fotos.
Espero les guste este relato, es 100% real y si quieren luego les continuo como siguió con el resto de mis compañeras obviamente esto fue el principio... No se imaginan lo que llegue a encontrar en otros, por más puritanas que se creyeran el resto de mis compañeras, hasta la más santa tenía una que otra fotito...
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