Mi dulce e inocente Esposa

Mi dulce e inocente Esposa
 
¿Hola, como están? en esta oportunidad voy a contarles lahistoria de como intente llevar adelante mis mas oscuras fantasías con mi dulce e inocente esposa.
Mi nombre es Lorenzo, al igual que mi padre, y al igual quemi abuelo, de ellos no solo herede el nombre, sino que también unconcesionario de autos que mi abuelo fundo hace ya muchos años. Esto permitióque mi familia a lo largo de los años tuviera un excelente pasar, tal es así,que mi padre abrió un nuevo concesionario de autos de lujo en una conocidaciudad balnearia de buenos aires, al establecernos allí, pudo inscribirme desdepequeño en uno de los institutos mas reconocidos y exclusivos del país. Desdehijos o nietos de ex presidentes, grandes empresarios, embajadores y demás, nohabía un solo alumno que no sea familiar directo de un millonario. Una escuelade Elite. Por mi parte, nunca me sentí parte de esa “crew” y realmente tuve una estancia pocosatisfactoria en el instituto, al menos durante mis inicios, todo cambio cuando conocí a Ludmila, mi esposa. Ellaentro a la institución cuando su familia decidió mudarse de Córdoba haciaBuenos Aires a la edad de 14 años, su padre era un gran empresario textil. Alpoco tiempo de su ingreso, nos pusimos de novios y desde allí, nunca más nosseparamos. Ella provenía de una sede que el instituto tenía en su provincia deorigen, por lo que nos habían inculcado los mismos valores. El instituto eraconocido por su excelentísimo estándar de educación, como así también su cultoreligioso y todo lo que eso conlleva, especialmente las castidad, y los castigos hacia actitudes que ellos consideraban pecaminosas.
A los 23 años, luego de 9 años de noviazgo nos casamos,créanme o no, llegamos vírgenes al matrimonio, ese fue también uno de losmotivos por los que decidimos casarnos “jóvenes”.
Al terminar el colegio, mi padre me dio la posibilidad detomar las riendas del concesionario, él se encontraba con un estado de saludmuy deteriorado, por lo que rápidamente me hice cargo, y 2 años más tarde yamanejaba las 5 sucursales que teníamos en el país. Mi padre falleció al pocotiempo, mientras que mi madre ya lo había hecho hacia 5 años. Siendo hijo ynieto único, herede todo, contaba con todos los “avales” económicos paraproponerle matrimonio a Ludmila, era requisito fundamental para que los padresaceptaran nuestro casamiento.
Ella tuvo una infancia muy dura, siendo la mayor de 3hermanas, Ludmila cargo con toda la presión que su madre deposito en ella.Elvira, mi suegra, era egresada del instituto y llevaba los principios delcolegio marcados a fuego, por lo que siempre la oprimió, en todos los sentidosposibles. La escuela se caracteriza por su fuerte practica del culto al cualrendian tributos, misas y demás, para ellos el sexo solo era para concebir, porlo que se imaginaran lo difícil que puede ser para los adolescentes cursar enesa institución. Polleras hasta los tobillos, las camisas y chombas de laescuela no podían marcar la figura de los alumnos, y un sinfín de reglas que loúnico que generaban eran ganas de romperlas.
Ludmila es poseedora de un cuerpo muy bonito, una largacabellera castaña, que generalmente tiene atada con un prolijo rodete, unrostro bellísimo, una piel suave y  cubierta de pecas, lindas piernas y unospechos increíbles, los cuales corona con unos pezones muy “mordisqueables”,pero eso, para ella no fue más que un castigo. Desde muy joven desarrollo unbusto prominente, y esto le valió algunas burlas durante su infancia, sumado ala presión de su madre para que lo ocultara, ya que según ella eran vulgares, ypromovían la lujuria masculina. Realmente la paso mal, incluso durante nuestronoviazgo le daba mucha vergüenza que yo los viera o tocara, ya que si bienllegamos vírgenes al matrimonio, no es como si nunca hubiéramos hecho alguna“travesura sexual” sin llegar a la penetración.
A grandes rasgos así comenzó nuestra historia, al día dehoy, con 41 años, formamos una familia hermosa, junto a nuestro hijoadolescente, Fermin,  quien tambiénasiste al instituto, por presión de sus abuelos maternos y de Ludmila, siendoun alumno ejemplar con grandes calificaciones en cada una de las materias, perocon ciertas dificultades para socializar. Los 3 vivimos en una lujosa casadentro de uno de los countrys más exclusivos de la ciudad.
Déjenme contarles un poco de cómo es nuestra intimidad, situviera que describirla con una palabra, diría que es nula. Prácticamente notenemos sexo. Mi mente suele estar ocupada en el trabajo, sumado a esto, no hesido dotado con un gran miembro, ni siquiera uno “normal”, es mas bien pequeñoy la realidad es que hemos tenido muchísimas dificultades a lo largo de losaños para lograr que Ludmila disfrutara del sexo, de hecho, tengo serias dudas de sialguna vez sintió un orgasmo. Ella es una mujer con muchísimos tabooes encuanto al sexo, la suma de todas estas condiciones llevaron a que esta faceta de la pareja se fueradesvaneciendo. La menopausia precoz que le habían diagnosticado hace algunosaños, termino de enterrar prácticamente nuestra intimidad. A pesar de ser unamujer hermosa, Ludmila nunca se ha sentido así, ya que de alguna manera siempreoculto su sensualidad natural, su autoestima era muy bajo y mi poco deseo sexualacentuaba más ese pensamiento.
Sin embargo, somos una pareja que desde lo afectivo se amamuchísimo, solo que no hay sexo prácticamente. Incluso hemos hecho terapia depareja, pero tampoco funciono. Nos habíamos acostumbrado a vivir así, yrealmente estábamos bien, o al menos de eso nos convencíamos…


Actualidad 
 
Noviembre. Sábado por la mañana. Recibimos la noticia de quemi suegra había fallecido, llevaba algunos días internada por lo que mi mujer habíaestado poco y nada en casa, hasta que finalmente nos llamaron de la clínica. Sibien fue una noticia muy triste para ella, de cierta manera se sintió aliviada, como si un gran peso en su espalda hubiese sido retirado. Durante lossiguientes días, el dolor por la muerte de su madre fue disminuyendo mientrasque su alivio se fue acrecentando.
No fue hasta pasadas un par de semanas, que unos golpeteosen nuestra puerta, cambiarían nuestras vidas vertiginosamente…
Yo estaba trabajando desde casa ese día, chequeando algunasventas en la computadora, hasta que Ludmila ingreso a la habitación en la queme encontraba.
Lud:- amor, disculpa que te joda, pero.. no sabes lo que mepaso recién
Yo:- si amor, escuche la puerta, quien era?
Lud:- la mama de Bastián (era el mejor amigo de nuestro hijodesde hacía algunos años, él  ingreso ala escuela, proveniente de Francia)
Yo:- que quería?
Lud:- me trajo esto… (abrió sus manos y había algo así comoun pañuelo negro)
Yo:- que es eso?
Lud:- (lo abre) una bombacha amor
Yo:- te regalo una bombacha? ¿Así? ¿Sin caja?
Lud:- no amor, no entendes, una bombacha mía (yo la mirabasin entender nada)… es mía esta bombacha, la encontró en la habitación deBastián, no me la iba a traer, pero vio la marca, se dio cuenta que era de lascaras, y bueno… me la trajo, le dio muchísimo pudor… me dijo que lo habíacastigado y que seguramente por un largo tiempo no iba a venir a casa…
Bastian era un joven rubiecito, de ojos claros, estaturamedia, era un chico de pocas palabras, pero bastante “pillo”, se complementababien con nuestro hijo, y venía a casa día por medio, su familia también vive enel country.
Yo:- no entiendo mucho lo que paso amor, pero qué bueno quela recuperaste (me di media vuelta y continué trabajando)
No había escuchado con atención lo que ella me habíacontado, en simultaneo mientras me hablaba pensaba en las ventas que habíaestado controlando. Fue recién por la tarde, luego de trabajar, cuando estabapor pegarme un baño que recordé sus palabras. Y ahí, caí… de alguna manera me excitémucho, muchísimo, no sabía porque, pero tuve que masturbarme, no una, sino dosveces. Hacía meses, o tal vez años que no lo hacía… luego de la ducha continuécomo siempre, pensado que el suceso se quedaría ahí, y que al otro día, todovolvería a la normalidad, pero no fue así… me levante con una gran erección yun deseo muy fuerte de masturbarme de nuevo. Traté de pensar en otra cosa, y mefui a la concesionaria. Fue un día larguísimo, de mucho trabajo, pero… micabeza estaba en otro lado.
Aunque Lula (Apodo de Ludmila) de cierta manera no habíaentendido que hacia su prenda en la habitación de Bastián, yo sabía a laperfección lo que el chico había hecho, y lejos de molestarme o darme celos meexcitaba y mucho. Esa tarde espere a quedarme solo en la concesionaria, busqueen internet, y descubrí que era una practica bastante mas habitual de lo queuno imaginaria. ¿Excitarme con que otros deseen a mi mujer? Descubrí elCuckold, me masturbarme 2 veces leyendo historias e imaginándome a Bastián conla bombacha de mi mujer. ¿yo estaría dispuesto a algo así? Independientementede cual fuera mi respuesta, sabia que Ludmila nunca aceptaría eso. O al menosno, si se lo proponía directamente, pero tal vez podría llevar la situación deBastián y su ropa intima a otro nivel… ¿Qué estoy pensado? Me dije para misadentros, rápidamente me acomode, apague todo y me volví para casa.
Durante las siguientes semanas me fui imposible pensar enotra cosa, me estuve quedando mucho en la oficina, ya que en casa era difíciltener “intimidad”, Ludmila no trabaja, recibe regalías por las empresas de supadre a cambio de nada, y está prácticamente todo el día ahí. Por lo que elconcesionario era mi escape, donde todos los días leía historias, miraba videose imaginaba a mi esposa en situaciones cada vez más calientes. Me estabavolviendo adicto a esto, y el deseo de verla con otro hombre aumentaba día trasdía. Cualquiera moriría por esos pechos, pensaba cada tarde.
Por otra parte, Bastián había dejado de venir desde ese día,y las posibilidades de que algo sucediera nuevamente eran nulas, por lo quedecidí hablar con Lula.
Yo:- amor (ella se encontraba en la cocina preparando algo)
Había comenzado a ver a mi mujer con otros ojos, pero memasturbaba tanto en la oficina que cuando llegaba a casa mi deseo sexual estabamermado, además la frustración de no satisfacerla me alejaba del sexo con ella.
Lud:- hola, amor, llegaste! Si decime…
Yo:- sabes que noto últimamente a Fer ( Fermín nuestro hijo)muy apagado, será por lo de su amigo
Lud:- si, yo también te iba a decir, desde que no viene más Bastiánlo noto mal, además me dijo que casi ni le habla en el instituto…
Yo.:- si, porque no hablas con la madre, que le saque elcastigo, son cosas de adolescentes, no es para tanto, al menos que le de unaoportunidad.
Lud:- si, tenes razón, mañana la llamo para decirle, totalya pasaron varios días… te fue bien en el trabajo?
Yo:- si amor, todo bien.
El primer paso estaba dado, solo faltaba que la madreaceptara.
Al día siguiente volví a casa tarde del concesionario,cuando llegué me encontré con la linda de noticia de que Bastián había vuelto yse quedaba a cenar. Mi hijo era otro, muy contento, y obviamente mi mujertambién lo estaba al ver la felicidad de Fermín, no había nada que ella nohiciera por nuestro hijo.
Con la vuelta de Bastián en casa, comencé a alternarnuevamente los días en los que iba a la oficina. Me quedaba para ver si algopasaba, pero evidentemente los retos de la madre de chico habían surtido efecto….hasta que un día, me encontraba en la compu, y Ludmila me interrumpió con unagran cara de preocupación.
Lud:- Lorenzo!
Yo:- que paso amor?? ¿Pq esa cara?
Lud:- lo volvió a hacer!
Yo:- que? ¿De qué hablas?
Lud:- vi a Bastián salir de nuestra habitación, fui al baño(lo tenemos en suite) y me faltaba la bombacha que había dejado ahí…
Yo:- y Bastián? ¿Dónde está ahora?
Lud:- cuando baje ya se había ido (nuestra habitación quedaen el primer piso), si la madre lo descubre lo mata, lo que mas me preocupa esFer que se va a quedar sin su amigo…. No entiendo porque lo hace…
Yo:- como no entendes amor?
La ingenuidad e inocencia de mi esposa son tan grandes comosus pechos.
Lud:- si, claro, para que quiere mis bombachas? ¿Se laspone? ¿¿Las intenta vender??
Yo:- (riéndome un poco) amor, es obvio para que las quiere,se masturba con tus bombachas
Lud:- que? (se puso pálida)
Yo:- amor, no te pongas así, el chico está en esa edad
Lud:- pero yo soy una mujer grande, podría ser su madre…
Yo:- pero no lo sos, y sos una mujer hermosa…
Lud:- no entiendo, es demasiada información para mí, quevamos a hacer?? (se la notaba contrariada)
Yo:- lo único que se me ocurre es hablar con el…
Lud:- eh? Mira que el no sabe que la madre hablo conmigo yme devolvió la bombacha…
Yo:- pero no queda otra, hay que decirle que la devuelva,sino el que mas va a sufrir si lo descubren de nuevo es Fermín (sabia que eseera el punto débil de mi esposa)
Lud:- pero si hablamos con el y se lo toma mal? Hay no seque hacer (estaba entrando en pánico)
Yo:- yo hablaría con él, pero va a ser muy incómodo, loúnico que se me ocurre es que vos hables, le digas que la devuelva y que sitiene algo que hacer lo haga acá, pero no lleve nada tuyo a su casa..
Lud:- vos estás loco?? ¿Le voy a decir al chico que semasturbe en casa con mi ropa?
Yo:- no seria tan así, no tan directo, además lo hago pornuestro hijo… obvio que no me gusta la idea(mentira), pero es su único amigovarón… si lo descubren no lo ve más.
Lud:- ay dios, no sé qué hacer, necesito pensar…
Yo:- esto hay que resolverlo rápido, en lo posible mañanadeberías hablar con él, pensa en Fermin… (nuevamente un golpe bajo)
Se quedo mirándome, sabía que no tenía muchas opciones siquería mantener la amistad de nuestro hijo. La mañana siguiente Ludmila mecomunico que por la tarde hablaría con Bastián… Ese día tuve que ir al concesionario,pero ni bien pude me volví para casa, quería saber que había pasado.
Al llegar Ludmila me conto que había hablado con él, que enun principio se había asustado pensando que lo iba a acusar con su madre, perola solución que habíamos encontrado le había puesto a brillar los ojos.
Yo:- se lo dijiste directamente?
Lud:- vos enloqueciste? ¿Como se te ocurre? Le dije que yono sabia para que las usaba, pero que por favor no se las llevara a su casa,que si la mama lo descubría de nuevo lo iban a castigar severamente.
Yo:- y que te dijo?
Lud:- intento decir algo, pero lo interrumpí le dije que loque tuviera que hacer, lo hiciera acá, en casa. No me dijo nada, y se fue abuscarla.
Ambos nos quedamos en silencio unos segundos…
Lud:- amor no entiendo, en serio hace eso? ¿Por qué?
Yo:- amor vos sos una mujer hermosa, no lo podes ver pqsiempre tu mama te oprimió, y en parte también porque yo nunca pude ser elhombre que necesitas, pero… ella ya no está, deberías tener más confianza envos, incluso seria momento de hagas un cambio de imagen…
Lud:- eh?... Primero, no digas eso, vos sos todo lo quenecesito, el sexo no es importante para mi y lo sabes, y segundo, ¿a que tereferis?
Yo:- si, siempre que íbamos al shopping me mostrabas unmontón de ropa que te hubiera gustado usar, pero nunca te animaste por lo quediría tu mama…
Lud:- si pero ya estoy grande para eso, ya paso mi tren
Yo:- amor tu tren no paso nada, fíjate que estas levantandosuspiros de los amigos de tu hijo (se sonrio) pq no vamos el sábado al shoppingy cambias el guardarropa?
Lud:- (dubitativa) no se, lo voy a pensar, te noto cambiado avos últimamente? ¿Te paso algo?
Yo:- no amor, pero todo esto me hizo abrir los ojosnuevamente y darme cuenta de la hermosa mujer que tengo al lado.
En ese momento nos fundimos en un beso, como hacia años nonos dábamos, parecíamos dos adolescentes, pero…… Fermin nos interrumpióentrando con su amiga, y rápidamente el pequeño fuego se apagó.
Había venido a cenar con Miranda, su mejor amiga desde Jardínde Infantes. Ella era una joven de cabello castaño claro, de rasgos delicados,una carita redondeada, muy bonita y simpática, era la capitana del equipo dehockey del instituto. Su personalidad era muy chispeante, muy enérgica, locontrario a Fermín, entiendo que por eso se complementaban tan bien.  Ella y Bastián son sus únicos amigos.
Fermin:- mama! ¿¿Que están haciendo?? Ya están grandes….¿¿¿Que vamos a comer???
Ahí se había diluido por completo nuestro momento “hot” deldía, esa noche Ludmila se quedo viendo una peli con los chicos por lo que nopaso nada entre nosotros… Me fui a dormir pensado en que pasaría con Bastiáncuando venga a casa.
Esos días por diferentes motivos el chico no pudo venir acasa, había llegado el sábado así que aproveche para insistirle a Ludmila parair a hacer compras, al principio dudo mucho pero una vez que entramos al primerlocal, todo se desato. Compramos muchísimas cosas, el cambio de guardarropa eracompleto, tal es así que del banco me llamaron en varias oportunidades debido alos gastos que estábamos cargando en la tarjeta. En cada uno de los locales lasvendedoras quedaban obnubiladas con el cambio de Lula, no podían creer como conese cuerpo, “lomazo” según sus palabras, se vestía como una “señora”, a miesposa le daba muchísima vergüenza ese tipo de comentarios ya que noacostumbraba recibir piropos y mucho menos de mujeres. Definitivamente unanueva Ludmila había nacido ese día, al menos en cuanto a vestimenta.


El antes y el Despues














Durante los siguientes días Bastián volvió a venir, yademás, más seguido de lo habitual, al principio la situación había sido muyincómoda, mi mujer dejaba sus bombachas en un cajoncito de un mueble del bañode invitados esperando a que Bastián fuera para saciar sus deseos. Era muyevidente cuando lo hacia ya que se demoraba bastante y cuando salía susmejillas estaban muy coloradas. Yo, por mi parte, cada tarde que eso sucedía memasturbaba durante el baño, imaginando diferentes situaciones, en cambioLudmila trataba de no pensar en el tema, como siempre, su mecanismo de defensaera obviar las cosas, tal es así, que lo habíamos normalizado en cierta forma,pero nuevamente un pequeño suceso podía cambiar radicalmente la situación…
Esa tarde Bastián había estado mas tiempo de lo habitual, alsalir, aprovecho que Lula estaba sola en la cocina para hablarle…
Bas:- señora… (refiriéndose a Ludmila, siempre le habíadicho así, el chico era sumamente respetuoso más allá de sus picardías)
Lud:- ya te dije que no me dijeras así, me hace sentir masvieja de lo que soy (ella le hablaba como si nada, el poder de abstracción quetiene, es enorme, podía hacer como si nada de lo que pasaba en el bañoestuviese sucediendo)
Bas:- que…quería decir algo pero me da un poco de vergüenza…
Lud:- (su expresión cambio un poco, trato de disimularlo,imaginaba por donde podía venir el tema) decime Bastián, ¿qué pasa?
Bas:- usted siempre me deja bombachas nuevas en el baño,perfumadas, como recién lavadas..
Lud:- (sin entender hacia donde iba el chico) sí, claro, quetiene? No entiendo Bastian…
Bas:- bu.. bueno… no se bien como decirle, pero yo prefierode las otras (era un pedido descarado, la calentura del momento seguramentehizo que tomara el valor suficiente para hacer tal reclamo)
Lud:- (intentado procesar lo que el quería, apenas loentendía) ehhh, no sé, déjame que lo vea si? (necesitaba hablarlo conmigo, yaque no descifraba el pedido del joven)
Bastián asintió con la cabeza, fue hasta el baño a dejar labombacha en el cajón y volvió al living con Fermín a jugar a la Playstation. 
Ella rápidamente subió hasta mi oficina a contarme todo…
Su rostro era de preocupación absoluta, estaba totalmentedesencajada no entendía lo que quería el joven…
Yo:- amor, yo se que todo esto te cuesta, fueron muchoscambios en poco tiempo, pero tampoco te pongas así..
Tuvo que sentarse en mi silla, parecía que le había bajadoun poco la presión….
Yo:- el chico dice que prefiere las otras, se refiere a lasque no están recién lavadas, quiere la que tenes puesta…
Lud:- (Abrió los ojos como el dos de oro) que?? Está enfermoese chico, es un asco…
Yo:- (al tiempo que hablamos me había excitado mucho, teníapuesto un jean, y como mi juguete es pequeño, no se notaba mi erección) amor,tranquilízate, es normal lo que quiere, es algo de la edad, los chicos hoy sondistintos a nosotros, nosotros fuimos criados en una burbuja, llegamos vírgenesa casarnos amor, eso hoy es imposible… yo entiendo si no se la queres dar, perome da miedo lo que pueda hacer Bastián, evidentemente lo que le dabas hastaahora ya no le sirve, no sabemos de qué es capaz… y si la madre llega adescubrir algo va a ser un golpe terrible para Fermín.
Lud:- (estaba entre la espada y la pared) ¿y que hacemos?Justo hoy Sali a pasear un rato con Frida (nuestra caniche), debe ser un ascola bombacha (haciendo muecas de desagrado)
Yo:- amor (mientras la tomaba por los hombros) lo queimporta acá es nuestro hijo (y mis fantasías, pensé) llévale la que tenespuesta y ya está, pero decile que no va a ser algo de todos los días. Dejaleclaro eso.
Lud:- (un poco mas tranquila) ¿pero a vos no te molesta?
Yo:- amor, yo te amo y sé que vos a mí, no te voy a decirque me gusta, pero sé que lo haces por nuestra familia y eso es lo másimportante.
Ludmila se puso de pie, tenía puesta una polera naranja y unpantalón muy ajustado marroncito/beige (eran algunos de sus nuevos outfits)comenzó a bajárselo llevaba una vedetina blanca, muy delicada, se la quito, suconchita tenía algunos pelitos, me dio muchísima ternura y morbo a la vez. Estaba exitadisimo...










Verla con su polera y desnuda por debajo me excito comopocas veces en mi vida, volvió a vestirse, el hecho de que no se hubiera puestouna nueva bombacha me calentó demasiado, respiro hondo y salió hacia dondeestaban los chicos…. Yo estaba muy al palo, aunque indudablemente, ella no pudosaberlo.
Bastián al ver que mi mujer apareció en escena, invento una excusay se dirigió hacia la puerta del baño como esperando el regalo que mi mujer ledaría. Ludmila fue hacia él, yo espiaba desde las escaleras… con mucho pudorsaco su bombacha del bolsillo y se la dio sin mediar palabra… podía notarse a la distancia comosus manos temblaban, instintivamente el joven ni bien tomo el obsequio se lollevo hacia su nariz, dio media vuelta y entro rápidamente al baño… Ludmila al ver eso, habia quedado en shock….






Espero que les haya gustado el inicio de esta nueva historia, iré publicando las siguientes partes al llegar a 2500 puntos en el post, de esa forma sabré si la historia es de su agrado! Buen fin de semana!