Mi amigo se saboreó a mi mamá

Era fin de semana y mi mamá tenía planeado salir al boliche con sus amigas, yo no tenía planeado salir así que me quede a cuidar a mi hermano menor.

Mi mamá es una mujer muy hermosa, aunque casi esta entrenado a sus 50's todavía se mantiene bastante bien, teniendo unos pechos de tamaño medio y un gran culo, además de una linda cintura y ancha cadera, aunque esta un poco pasada de peso la verdad le sienta muy bien.

Eran casi las 4 de la madrugada y yo seguía despierto, estaba entretenido jugando y viendo porno en la computadora. Justo cuándo escucho el sonido de una moto parándose frente a la casa, me asomó por la ventana y veo dos siluetas que se bajaban de la moto y se acercaban a la casa.

Por un momento pense que era mi padrastro que la fue a buscar pero al acercarme a la puerta pude escuchar una voz conocida, aunque me costo acordarme al principio después me di cuenta de que era un amigo de la secundaria con el que ya no hablaba tanto.

Mamá: Gracias por traerme, no podía conseguir remis en ningún lado

A: No importa jaja. Igual no esperaba encontrarte en el boliche

Mamá: No soy tan vieja, todavía puedo salir a bailar

A: Se nota, la verdad te ves muy bien che

Mamá: vos también che, te conozco desde chico y ahora sos todo un hombre


Los dos continuaron hablando y aunque las intenciones de mi amigo eran bastante obvias, mi mamá le seguía el juego y bromeaba sobre eso. La conversación se fue alargando hasta que las preguntas y respuestas se hacían mas y mas picantes. Después de un rato, pude escuchar cómo dejaron de hablar y unos momentos después podía escuchar el sonido de besos.

No lo podía creer, mi mamá se estaba besando con un pendejo que tenía mi misma edad, me sentía humillado y a la vez caliente. Estaba muy oscuro por lo que no podía ver nada, pero si podía escucharlos susurrar y continuar saboreandose uno al otro.

Mamá: Mmh... Para.. que haces..

Mi mamá le decía que parará y mi amigo continuaba, ella tampoco hacía mucho para detenerlo ya que el beso seguía y seguía. Los suaves gemidos de mi mamá se hacían presente, seguramente mi amigo le estaba metiendo mano y ella se dejaba nomás.

Dejé que siguieran en lo suyo un buen rato, estaba bien duro y quería masturbarme pero no podía hacerlo al lado de la puerta. Después de un rato, prendí la luz de mi pieza para que viera que me había despertado, después de eso dejaron de besarse y comenzaron a despedirse, yo volví a mi pieza.

Me quede un rato en mi pieza esperando que mi erección bajará, cuándo estaba controlado salí y fuí hasta el cuarto de mamá para ver cómo estaba. Ella se notaba nerviosa y agitada, estaba sudando y tenía la cara roja, me dió una excusa de que estaba cansada y me dijo que me fuera que ella quería dormir.