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El cuarto de lavado

Todo empezó cuándo cumplí 18 años y tuve que entrar a la universidad, debido a que no había una cerca dónde yo vivía tuve que mudarme de ciudad, para mi suerte una hermana de mi papá vivía cerca de mi universidad, así que mi papá habló con ella para que yo pudiera alojarme ahí.
Llegué un día viernes por la tarde, ella me fue a recoger a la parada ya que yo no conocía la ciudad, me llevó hasta su casa, me indicó dónde sería mi habitación y me dijo que me sintiera como en casa, me fui a mí habitación y me puse cómodo.
Ese mismo día por la noche ella me propuso comprar algo para cenar, y así hicimos, durante la cena ella me puso al día sobre las reglas de su casa, también me dijo que ella trabaja toda la noche y yo estudiaba todo el día, así que no nos veríamos muy seguido, y todo bien.
Empecé la universidad el día lunes, en el primer día hice muchos amigos, los maestros todos eran buena onda, al terminar clases me fui a casa, llegué, tome una ducha y un descanso para luego preparar la cena.
Y así la rutina día tras día, como de costumbre, lavaba mi ropa durate la noche, ya que durante el día estudiaba, un día que lo estaba haciendo, encontré una tanga de ella en el cuarto de lavado, como buen curioso la levanté y la olí y estaba riquísimo, luego la dejé en su lugar.
Un día salí de noche con mis amigos de la universidad, y regresé al rededor de las 2 am, al llegar me dirigia al cuarto de lavado y vi la luz encendida lo que se me hizo raro ya que yo la había apagado, al entrar al cuarto de lavado me quedé paralizado, mi tía se encontraba lavado su ropa totalmente desnuda.
Cuándo me vio me dijo que ya estaba por terminar y que tomaría una ducha luego para que yo pudiera lavar, fui a mí cuarto por mi ropa y cuando regresé ya ella estaba en la ducha, metí mi ropa a lavar y me acerqué a la ducha, la puerta estaba entreabierta, así que decidí echar un vistazo.
Ella estaba de espalda con su culo lleno de jabón y e jabonaba sus tetas, sin verme dijo "te estaba esperando", se giró y me jaló junto a ella y con voz sexy me dijo "sé que tú lo deseas tanto como yo", rapidamente la empecé a besar por todo su cuerpo, la giré, la puse contra la pared y empecé a meter mi verga en sí coño mientras el agua de la regadera corria por nuestros cuerpos... Desde ese día nos coordinamos para lavar ropa y ahorrar agua.

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