Spy x Big White Cock! (Spy x Family)

Sus rasgos estaban decorados con un rubor rojo en todas sus mejillas, sus ojos iluminaban la habitación mientras acariciaba una mano en su panza.

Mientras bebían limonada fría, Yuri no pudo evitar sonreír suavemente ante la tez radiante de su hermana. Quería asegurarse de que Yor estuviera bien, no sólo físicamente sino también emocionalmente.

Había pasado un tiempo desde que los hermanos pasaron tiempo de calidad juntos debido a las ocupadas vidas de los Forger, pero la visita de hoy tenía un significado especial.

La casa estaba vacía, Anya iba a la escuela y Loid en el trabajo, lo que les dio algo de tiempo para ponerse al día.

"Entonces, Yor", comenzó, "¿Cómo te sientes con respecto a todo? Ya sabes, convertirte en mamá".

Los ojos de Yor brillaron de vergüenza; Si pudiera escapar de esta pregunta, definitivamente lo haría. Ella procedió a sonrojarse torpemente y ponerse visiblemente nerviosa, antes de tartamudear un poco mientras intentaba articular sus emociones, "Yo-" sintiéndome un poco tímida al discutir asuntos tan personales con su hermano.

En su nerviosismo, Yor toma su vaso de limonada, su mano tiembla levemente. Justo cuando está a punto de responder, sus dedos se resbalan y el vaso se le cae de las manos. Se rompe en el suelo y el sonido resuena en el aire.



Yuri se levanta rápidamente, con los ojos muy abiertos por la preocupación, y corre a su lado.

"Yor, ¿estás bien? ¿Te lastimaste?" Exclama, su preocupación evidente en su voz.

Yor jadea de sorpresa y sus mejillas se ponen aún más rojas. "Oh Dios... Lo siento mucho", casi grita, sus manos moviéndose por todas partes mientras intenta explicar cómicamente su situación, nerviosa y avergonzada. "No quise hacer eso".

Físicamente ilesa, ella le asegura: "Estoy bien, Yuri, de verdad. Es sólo el vaso, lo prometo". Coloca una mano sobre su vientre y sonríe con una sensación de nostalgia mientras lo hace.

Yuri respira profundamente y su ritmo cardíaco vuelve gradualmente a la normalidad cuando se da cuenta de que ella está bien.

Él sonríe y la ayuda suavemente con la limpieza. "Solo ten cuidado, ¿vale? No podemos tener ningún accidente, especialmente con el pequeño en camino".

Comienza a recoger los pedazos rotos, mientras se ríe suavemente: “Siempre has sido tan torpe. ¡Me pregunto cómo sobresales en tu trabajo! Dice irónicamente.

"¡Ey! ¡Te encantó el guiso que hice! Ella trató de discutir mientras unía sus dedos a su brazo, pellizcándolo ligeramente, lo cual accidentalmente hizo con demasiada fuerza cuando su rostro se distorsiona de dolor. "¡Ups! ¿Me excedí un poco? Ella pregunta mientras se echan a reír.



“¡Mi brazo nunca volverá a ser el mismo!” Yuri se ríe mientras se frota la piel frenéticamente. “Pero siempre serás la misma Yor, embarazada o no…” añadió con una sonrisa que le recordó su vergüenza.

“Sobre mi embarazo…” comienza a decir, respondiendo finalmente a su pregunta. “Es increíble, Yuri”, continuó. “Quiero decir, nunca pensé que estaría aquí, pero estoy muy emocionada. ¿Y sabes quién está aún más emocionado que yo? Anya."

La visión de Anya, el pequeño bulto de alegría saltando de emoción pasó por la mente de Yuri mientras sonreía, y la idea de que ella se convirtiera en una hermana mayor llenó el aire con una capa extra de calidez.

"Sólo puedo imaginarlo", dijo Yuri. "Ella será una hermana mayor increíble, eso es seguro".

Yor asintió, su mano descansando suavemente sobre su vientre. "Sabes, es gracioso", reflexionó. "Recuerdo cuando conocí a Anya por primera vez. Nunca supe que terminaría desarrollando un vínculo tan estrecho con ella... y su padre..." Dijo mientras sus mejillas de repente se sonrojaban y escondía su rostro entre sus manos.

Incluso pensar en Loid hacía que su corazón hormigueara con mariposas. Estaba literalmente embarazada de su bebé y, sin embargo, todo parecía demasiado irreal.

Amaba demasiado a su marido como para dejar pasar la fase de luna de miel. “Ahora voy a ser mamá y ella será una hermana mayor. ¡Es como si la vida volviera a cerrar el círculo!", añadió para distraerse del tema de su marido.


Yuri sonrió, sintiendo un profundo orgullo por su hermana. La había visto convertirse en una mujer fuerte y cariñosa, y ahora se estaba embarcando en este increíble viaje de maternidad.

"Yor, estoy muy feliz por ti", dijo con sinceridad. "Y te prometo que estaré aquí en cada paso del camino para apoyarte y ayudar a Anya a adaptarse a su nuevo papel como hermana mayor".

Las lágrimas brotaron de los ojos de Yor mientras extendía la mano y abrazaba a su hermano, su gran barriga se interponía en el camino.

Afortunadamente, el abrazo fue lo suficientemente ligero y sorprendió a su hermano. "Gracias, Yuri. Eso significa muchísimo para mí".

Pero cuando se separaron del abrazo, el ojo observador de Yuri captó algo inusual asomando por la parte de atrás de la camisa de Yor. Tal como estaba diseñado, su blusa descansaba sobre sus brazos, dejando al descubierto algo de piel en su pálida espalda.

Extendió la mano suavemente y golpeó con el dedo lo que parecía ser un tatuaje cerca de su omóplato.

"Oye, Yor, ¿qué es eso?" -preguntó, despertado su curiosidad.

Las mejillas de la hermana instantáneamente se sonrojaron e instintivamente trató de pasar su camisa sobre la misteriosa marca, sus acciones solo llamaron más la atención sobre ella.

"¿Oh eso?" Ella tartamudeó, una risita nerviosa escapó de sus labios. "Debes estar viendo cosas, Yuri."

Pero Yuri no se dejó disuadir fácilmente. Definitivamente había visto algo y ahora se despertó su curiosidad. La forma que había vislumbrado parecía inconfundible. "Estoy seguro de que vi algo. ¿Qué es?"

La insistencia de su hermano sólo puso a Yor aún más nerviosa. Los recuerdos de la verdad detrás de este tatuaje simplemente volaron por su cabeza mientras intentaba mantener la calma.

Ella dudó por un momento y su rubor se hizo más profundo. Finalmente, se rió nerviosamente y admitió: "Está bien, está bien. Es una pequeña sorpresa que me dieron para el cumpleaños de Loid-san. Un tatuaje".

Los ojos de Yuri se abrieron con sorpresa y shock. "¿Un tatuaje? ¿Te hiciste uno? ¿Estando embarazada?"

Rápidamente sacudió la cabeza y tartamudeó: "¡Oh, no, Yuri, no te preocupes! Me hice este tatuaje unos meses antes de quedar embarazada. No tiene nada que ver con eso".

Yuri, algo aliviada por su respuesta, todavía no pudo evitar preguntarse sobre el significado del tatuaje. "¿En serio? ¿Qué te hizo decidir adquirirlo?"

Ella pensó en muchas cosas que decir, para evitar su pregunta, pero no encontró nada que decir.

"Bueno, era algo especial que quería hacer. Una pequeña sorpresa para mi marido". Ella le restó importancia.

“Oh, ¿no fue su cumpleaños hace cuatro meses? Ese es exactamente el tiempo que llevas embarazada, ¿no? Preguntó Yuri.

Yor sintió que la habían pillado con las manos en la masa. No reveló la historia completa detrás del tatuaje, pero su visión comenzó a volverse borrosa, a excitarse y a sentir un hormigueo en el coño mientras su mente ahora se concentraba en los recuerdos de los meses anteriores.

Un flashback del día en que todo sucedió pasó por su cabeza. Acababa de regresar a casa después de hacerse un hermoso y colorido tatuaje de reina de corazones.

Todavía podía sentir y recordar claramente cómo su corazón se aceleraba de emoción al pensar en la sorpresa que tenía reservada para el próximo cumpleaños de Loid.

Ella había estado mirando este tatuaje específico desde hace un tiempo. Todo comenzó cuando vio un artículo sobre el significado de las diferentes reinas de los naipes.

Lo que llamó su atención fue la reina de corazones, y no pudo dejar de pensar en ella durante los días siguientes. Un tatuaje de reina de corazones simbolizaría su dedicación y amor por su marido blanco, su único deseo para él y su polla blanca.

¿Cómo podría no hacerlo? Podía sentirse fanática de él como una adolescente, pateando con entusiasmo cada vez que él les preparaba comida o cuidaba de Anya como lo haría un buen padre.

Él fue amable y afectuoso con ella, su esposa asiática, lo que conmovió su corazón y le hizo darse cuenta de cuánto amaba a su marido blanco. Se referiría a sí misma como propiedad de blancos y quería que él supiera lo dedicada que estaba a ello.

Se había estado preparando para esto por un tiempo, así que llegó a casa con algunas cosas en la mano y entró de puntillas en su dormitorio, con una sonrisa traviesa jugando en sus labios.

Dispuso cuidadosamente pétalos de flores en su cama cuidadosamente hecha, creando una vista hermosa y fragante mientras agregaba algunas velas encendidas en las mesitas de noche.

Se cambió rápidamente y se acostó en la cama, sintió un hormigueo en el tatuaje reciente en su omóplato, un recordatorio de la dedicación y el amor que representaba.

No podía esperar a ver la expresión de alegría en el rostro de Loid cuando descubrió su sincero regalo de cumpleaños.

Con cada momento que pasaba, su emoción crecía y cerraba los ojos, imaginando la gozosa sorpresa que le esperaba a su amado esposo.

Se giró sobre su vientre plano, su elegante figura vestida y complementada con lencería sexy de encaje rojo que abrazaba sus activos bellamente redondeados, haciendo que sus suaves tetas parecieran aún más apetitosas de lo que ya eran, su largo cabello contrastaba con su piel pálida y su belleza como radiante como siempre.

Quería permanecer en esta posición, inclinándose para que él viera el tatuaje tan pronto como estuviera en la habitación, y esperó pacientemente mientras se mordía los labios.

Mientras esperaba con esa ropa diminuta, podía sentir una brisa de aire golpeando su sensible coño que ya estaba hambriento y necesitado de su marido blanco, moviendo su trasero en el aire.

Su anticipación crecía con cada segundo que pasaba, y mientras comenzaba a impacientarse, escuchó los sonidos familiares del ruido del pomo de la puerta principal y la melodía suave y rítmica de los pasos de Loid acercándose a su dormitorio poco iluminado.

No pudo evitar que sus pequeños chillidos de emoción salieran de sus labios, sonriendo de oreja a oreja mientras ajustaba su esbelta y hermosa figura curvilínea de descenso asiático arqueando aún más su espalda, enderezando sus hombros para poner énfasis en el tatuaje.

La puerta se abrió con un chirrido y allí estaba Loid, su típica expresión serena dando paso a una mezcla de sorpresa y curiosidad cuando sus ojos se posaron en el sorprendente tatuaje de la reina de corazones en el omóplato de Yor. No pudo evitar detenerse en la puerta, con la mirada fija en el sorprendente diseño.

Un silencio silencioso flotaba en el aire, lleno de anticipación, mientras Yor respondía a la expresión de asombro de Loid con una suave sonrisa. Ella sabía que él se había dado cuenta y estaba lista para explicarle el significado de su audaz gesto.

Loid finalmente encontró su voz, sus palabras casi se rompieron cuando sintió una ola de calor envolver su cuerpo.

"Yor, ¿eso es un tatuaje?" preguntó con entusiasmo, sin dejar nunca de mirar la cautivadora imagen grabada en su piel.

Se veía tan hermosa en las luces tenues, la mayor parte de su piel expuesta a él mientras solo ocultaba sus regiones sensibles debajo de su ropa interior de encaje. Dejó suficiente espacio para la imaginación, para permitirle llegar a un estado de excitación al imaginarla completamente desnuda.

La sonrisa de Yor se amplió y lentamente se levantó de la cama, con el corazón palpitando de amor. Ella se acercó a él, con pasos lentos pero concentrados, sus piernas largas y gruesas se tensaron ante el efecto mientras permanecía frente a él en la habitación con poca luz. Su voz, suave y llena de emoción, llevaba el peso de sus palabras.

"Es un símbolo de mi dedicación y amor por ti, Loid-San", comenzó, con sus ojos fijos en los de él. "Sabes lo que significa una reina de corazones, ¿no?" Preguntó mientras observaba su expresión comprensiva. "Lo recibí como una sorpresa para tu cumpleaños, para mostrarte lo mucho que significas para mí".

La conmoción de Loid comenzó a transformarse en una mezcla de emociones, suave asombro y profundo amor y necesidad por ella, por el gesto que había hecho. Su cuerpo anhelaba el suyo. Había entendido el significado, pero quería oírlo de ella. Para verlo escapar de sus labios carnosos y rosados.

Extendió la mano para tocar el tatuaje suavemente, trazando las líneas con los dedos, como si confirmara que era real.

“¿Puedes decirme qué simboliza otra vez?” Preguntó en un intento de que ella le explicara.

Ella sonrió. “Las reinas de corazones son para chicas como yo; los que aman ser propiedad de hombres blancos ". Dijo como para no hacerlo demasiado obsceno, pero Loid conocía sus intenciones.

Parecía interesado: “¿Hombres blancos? ¿Qué tenemos de especial que tú, la mujer asiática más sexy que jamás haya visto, quisieras? Preguntó mientras colocaba una mano en su mejilla, su pulgar yendo a su piel y acariciándola ligeramente.

Respiró pesadamente, casi suspirando de comodidad y un poco de timidez. “Me gustaría pertenecer a hombres con dotes blancas como tú. Simplemente... Amo tanto tu gran y gruesa polla blanca que tuve que grabarla en mi piel.

Conmovido más allá de las palabras, Loid envolvió a Yor en un abrazo sincero. Sus cuerpos se apretaron y en ese momento íntimo, compartieron la profundidad de su amor y necesidad mutua, expresado no sólo a través de la tinta en la piel de Yor sino también a través de las palabras no dichas, a través de la forma en que sus cuerpos reaccionaron a su proximidad.

Mientras abrazaba a Yor con fuerza contra él, ella ya podía sentir un eje endurecido pinchar en la parte inferior de su vientre, palpitando contra ella mientras se estremecía por el calor.

“¿Sabes lo mal que te has equivocado ahora mismo?” Preguntó Loid, lo que aumentó la curiosidad de Yor.

“¿Qué hice?” Preguntó cuando sintió que una mano de repente vagaba por su espalda baja, ya jugando con la cintura de sus bragas con cordones y deslizándose para tocar una de sus nalgas con la mano. Tomando puñados, amasó su carne, acariciándola como si fuera el juguete más preciado.

“Sabías que esto me excitaría. De hecho, lo hiciste todo para que estuviera desesperado por tu cuerpo. Creo que lo sabes y puedes sentirlo. Puedes sentir cómo mi cuerpo anhela el tuyo…” Le dijo mientras su polla endurecida presionaba más fuerte contra ella y ella chillaba de sorpresa.

“Mmhm… Entonces, ¿qué vas a hacer al respecto? ¿Vas a reclamar mi cuerpo? ¿Para mostrarme que eres mi dueño? Preguntó Yor, volviéndose repentinamente más atrevido, lo que agradó a Loid.

Él sólo respondió con una sonrisa que mostraba todo lo que tenía en mente. En un segundo, Yor ya estaba tirado sobre la cama, los pétalos se esparcieron por todas partes mientras él flotaba sobre ella mientras ella chillaba de sorpresa.

Su rostro desapareció en la curva de su cuello, oliendo su dulce aroma y depositando besos por toda su suave piel que se lastimaba con mucha facilidad con el impacto.

Con marcas de amor que manchaban su cuello, pasó a su pecho que sobresalía de su sostén, y avanzó un poco más, tratando de admirar la forma en que sostenía sus senos de manera tan sorprendente antes de inmediatamente jugar con los tirantes.

"Este color te queda tan hermoso, Yor", dijo mientras dejaba caer el tirante del sujetador sobre su hombro, y de repente agarró una de sus tetas con sus manos. Tomando puñados de su carne, se aseguró de memorizar la sensación de su tierna piel mientras ella comenzaba a gemir, aferrándose a su cuello mientras él la saboreaba. Le separó los muslos con las rodillas, colocándose justo en medio mientras seguía adelante.

Yor se aferró a su cabello rubio, sus uñas se clavaron en la parte posterior de su cuello mientras se mordía el labio, sabiendo que su hombre blanco estaba justo entre sus piernas, tan cerca de la fuente de calor que era su coño, empapándose. más la calentó.

Cada toque de él en su piel, cada respiración caliente aterrizando en ella, todo se unió para formar el sexo más íntimo y apasionado que jamás habían tenido.

En ese momento, Yor no podía pensar en nada más que en la gran polla de su marido, y llevó una mano a sus pantalones de trabajo que le ajustaban la entrepierna.

Su dedo se deslizó sobre la tela, riéndose de lo comprimido que parecía estar en su ropa, frotándola ligeramente mientras gemía contra su piel. Se sentía tan duro como una roca bajo su toque, su polla parecía crecer a un ritmo alarmante, a punto de destrozarle la ropa.

Bajando la cabeza, envolvió su boca alrededor de uno de los pezones de su esposa asiática, lamiendo los endurecidos capullos de rosa con pasión mientras acariciaba el otro, gruñendo cuanto más aceleraba su mano sobre su entrepierna vestida.

Incluso ella se estaba impacientando, y en un chasquido de dedos, él ya se había deshecho de sus pantalones y bóxers, su monstruo blanco saltaba fuera de su jaula como si hubiera estado deseando hacerlo durante mucho tiempo.

Su polla era enorme, la palidez de su piel sólo realzaba el enrojecimiento de su punta hinchada que ya estaba goteando con tanto líquido preseminal que Yor deseaba poder lamerlo.

Desafortunadamente para ella, Loid estaba tan interesado en chuparle las tetas como un niño hambriento que ni siquiera podía moverse, inmovilizada en su lugar mientras él gemía contra ella.

Ella sostuvo su eje en la mano, sintiendo la forma en que palpitaba entre sus dedos mientras él se estremecía bajo su toque, dejando sus tetas por un segundo para poder recuperar el aliento.