Una vez me levanté a una minita con la que por un tiempo garchamos de lo lindo. Ella era petisa y un tanto gordita, pero de esas gorditas que hacen mucho ejercicio así era bastante firme. Le gustaba mucho el sexo anal, tanto dar (dedos y lengua) como recibir.
Cómo siempre estuvo claro que la relación era solo garche, nada de ser novios y eso, siempre hubo mucha confianza y pocas inhibiciones.
A ella le gustaba que además de garchar y pajearse mucho, yo me dejaba penetrar por la cola lo cual le gustaba tanto o más que las otras cosas que podía hacerle, y a mi me gusta mucho el sexo.
Ella tenía la particularidad de que solo podía acabar si se pajeaba el clítoris durante el acto sexual. Es algo que yo ya sabía, ya que en el primer polvo que tuvimos al ver que luego de más de media hora no acababa, yo le pregunté y me contó eso, entonces le dije que se tocara mientras yo la penetraba, que a mi no me importaba. Es más, me calentaba.
Un día, en una charla entre polvo y polvo, quise saber si el problema era solo conmigo o con otros hombres (y penes) también. Entonce le pregunté:
– ¿Es conmigo que no acabas sin pajearte o te pasó con otros también?
– Con todos lo que he estado –me respondió. – Y no fueron pocos.
– Porque yo pensé que quizás… no sé, como no la tengo muy grande, va, normal, promedio, yo que sé, quizás era por eso.
– No, no es por eso. Quizás nunca probé con una tipo actor porno, pero pijas normales he estado con varias, creeme.
– ¿Pero como normales? ¿Qué sería?
– Y… un poco más grande que la tuya.
– Pero si el promedio es 12cm dicen, y la mía mide 13.5cm.
– Pero no… Ese es el promedio mundial. Incluye a China y la India que son todos maniceros. Acá eso es más tirando a chico.
– Yo sabía que no era grande, pero tampoco pensé que era tan chica.
– Y… de todos con los que estuve vos debes estar entre los más cortitos. Ya mucho más chico que el tuyo directamente ni se animan a encarar minas.
Después el tema fue por otro lado. Fue una charla al pasar, pero me dejó bien en claro mi destino de pito chico. Alguna vez contaré un poco más de ella, ya que cogíamos muy lindo.
Cómo siempre estuvo claro que la relación era solo garche, nada de ser novios y eso, siempre hubo mucha confianza y pocas inhibiciones.
A ella le gustaba que además de garchar y pajearse mucho, yo me dejaba penetrar por la cola lo cual le gustaba tanto o más que las otras cosas que podía hacerle, y a mi me gusta mucho el sexo.
Ella tenía la particularidad de que solo podía acabar si se pajeaba el clítoris durante el acto sexual. Es algo que yo ya sabía, ya que en el primer polvo que tuvimos al ver que luego de más de media hora no acababa, yo le pregunté y me contó eso, entonces le dije que se tocara mientras yo la penetraba, que a mi no me importaba. Es más, me calentaba.
Un día, en una charla entre polvo y polvo, quise saber si el problema era solo conmigo o con otros hombres (y penes) también. Entonce le pregunté:
– ¿Es conmigo que no acabas sin pajearte o te pasó con otros también?
– Con todos lo que he estado –me respondió. – Y no fueron pocos.
– Porque yo pensé que quizás… no sé, como no la tengo muy grande, va, normal, promedio, yo que sé, quizás era por eso.
– No, no es por eso. Quizás nunca probé con una tipo actor porno, pero pijas normales he estado con varias, creeme.
– ¿Pero como normales? ¿Qué sería?
– Y… un poco más grande que la tuya.
– Pero si el promedio es 12cm dicen, y la mía mide 13.5cm.
– Pero no… Ese es el promedio mundial. Incluye a China y la India que son todos maniceros. Acá eso es más tirando a chico.
– Yo sabía que no era grande, pero tampoco pensé que era tan chica.
– Y… de todos con los que estuve vos debes estar entre los más cortitos. Ya mucho más chico que el tuyo directamente ni se animan a encarar minas.
Después el tema fue por otro lado. Fue una charla al pasar, pero me dejó bien en claro mi destino de pito chico. Alguna vez contaré un poco más de ella, ya que cogíamos muy lindo.
8 comentarios - Anécdotas de pito chico 4
Te lo aseguro amigo doy fe d eso