Al día siguiente del primer video, mi esposa está en el comedor limpiando el sillón en donde lo hizo con Pedro, no sé si se sentirá culpable, como si quisiera limpiar la culpa, pienso, se pone después a limpiar la mesa ratona junto al sillón, en ese momento escucho la puerta, ella sigue concentrada en la limpieza, al rato aparece Pedro con una lata de cerveza en la mano, está en remera y bóxer, se sienta en el sillón y la mira limpiar, ella parece incomodarse con la situación. Mientras limpia de espaldas a él, le dice.
-Dijimos que no íbamos a vernos muy seguido…
-Ya te extrañaba y tenía ganas de verte… -la atrae hacia él, le empieza a sobar los pechos.
-No podes venir todos los días… no esta bien… -el se pone de pie y la levanta con él. Le sigue sobando los pechos.
-Preferís que me vaya…
-No se… -dice gimiendo ya.- no esta bien que vengas todos los días… nos van a descubrir… -dice ella como revolviéndose, como si se quisiera resistir más a su propia pasión, que a las acometidas de mi padrastro.
-Hoy ya que vine podemos aprovechar… -dice mientras le sigue manoseando un pecho y con la otra mano juega con uno de sus dedos en su boca, noto como ella esta cada vez más caliente, en un punto en que ya no hay retorno. Le saca los dos pechos por encima de la blusa escotada que tiene y juega con los pezones, mientras le besa y chupa detrás de la oreja, lleva una mano a su conchita y la pajea mientras con la otra sigue magreando sus pechos, ella se inclina hacia adelante, otra vez como si quisiera escaparse de su propio deseo, la acomoda sobre el sillón arrodillada, la sigue acariciando desde atrás.
-Lo hiciste con tu marido ayer…
-No, le dije que estaba cansada…
Él le levanta una pollera muy corta, que nunca le había visto puesta, nunca la uso conmigo, me preguntó si la habrá comprado para la ocasión, la va chupando y acariciando suavemente, los pechos de ella por encima del sostén, esta deliciosa, mi pija crece en su encierro y la libero, me doy cuenta en ese momento que tiene puesta una tanga también, nunca las quiso usar, decía que no le gustaban, que no estaba bien usar ese tipo de ropa interior. Él tira de la tanga clavándosela en el culito.
-Te gusta como se siente usar tanga…
-Es raro… -dice con una voz ya totalmente tomada por el deseo
-Pero te gusta…
-Me gusta que te caliente tanto…
-Si no me esperabas hoy… porque te la pusiste… -ella no contesta, solo gime. La acaricia, la chupa, se incorpora y va a chuparle los pechos, así medio de costado, la maneja como a una muñequita, la empuja sobre el sillón mientras la apoya, ella esta encendidísima, se acerca al oído de ella, le habla sensualmente
-Tenes ganas de comértela toda de nuevo hoy eh… que le vas a decir a tu marido para no hacerlo con él… o lo vas a dejar… para que no sospeche…
Él se acomoda sentado en el piso, con la cabeza apoyada en el sillón y la acomoda a ella de espaldas a él para chuparla, sentándose en el, se ven sus pechos saliendo por encima del sujetador, es tan caliente la imagen, la chupa un montón, ella se gira, se arrodilla sobre el sillón con el cuerpo ahora apoyado en el respaldo, corre la tira del tanga a un lado y se sienta de nuevo sobre la cara de él, que vuelve a saborearla a placer, se sale de debajo de ella, que se pone sensualmente de costado, para que vea como sus pechos sobresalen sobre el sostén, la acomoda y la apoya así desde atrás, todavía con el bóxer puesto,
-Te gusta ser mi hembrita… -gemidos de respuesta,- hoy tampoco lo vas a hacer con él… -ella mueve la cabeza afirmativamente, la sienta en el sillón, sus pechos siempre por fuera, deliciosos, con esas aureolas rosadas que son una delicia, le toma la mano y la lleva a su miembro, lo acaricia sobre el bóxer, la acerca bien al borde del sillón y la acomoda entre sus pechos, todavía con el bóxer, se lo baja, le dice que se la chupe. Ella le dice que no está bien que haga eso,
-Frotala por tus pechos… -se la empieza a pasar sensualmente, acariciando sus pezones con el miembro de él, la tiene agarrada del cuello, como marcándole una posición de sumisión que parece encantarle, como si la liberara de cualquier culpa que pueda sentir, le levanta la cabeza y le da uno de esos besos, tan calientes, ella no se resiste para nada, marca el comienzo de una entrega más profunda hacia él, la levanta y se sienta él en el sillón, ella se arrodilla en el piso, sus pezones son dos piedras rosas, se nota lo caliente que está, la chupa encantada, se ve su culito con la tanga incrustada en él mientras chupa como una posesa, la hace poner en cuatro y le acaricia el culo mientras lo chupa, se acuesta en el sillón y ella se acomoda enseguida para seguirlo chupando, lo chupa y lo pajea, la agarra de la nuca, emite un suave quejido, ella pone una cara rara, debe ser la primera vez que se corren todo en su boca, no la tiene agarrada, solo el gesto, pero ella no se la saca, lo deja vaciarse del todo en su boca, después va soltando la corrida de él en su mano, como si le diera vergüenza haber hecho algo así, le alcanza un papel, ella se limpia la mano y se limpia un poco la boca también. Todavía tiene restos de la corrida en la boca, él se acerca con una servilleta y le dice que lo suelte ahí, pero que no tiene que desperdiciar la leche que él le da, seguro que la va a aprender a degustar,
-De a poco te vas a acostumbrar… sos viciosa… te va a encantar tomartela toda… -ella pone cara como de sorprendida, pero se nota que está encantada. – hoy no te puedo echar otro… la tengo que atender un poco a mi mujer también…
Se levanta y se va, ella queda de rodillas en el sillón un largo rato, con las tetas por afuera, cuando el sale, se acomoda en el sillón, se empieza a acariciar su pechos y con el papel lleno de la leche de él, empieza a pajearse su conchita, en un momentos se sacude, está teniendo un poderoso orgasmo, desaparece un rato y cuando vuelve, ya recompuesta, vuelve a limpiar el sillón, como si nada hubiera pasado.
Le hago un comentario en la noche que la noto muy distante, me dice que está muy cansada y preocupada últimamente, que ya se le va a pasar, me da un suave beso y se da vuelta para dormir, tiene una bombacha cualquiera puesta, la acaricio un poco y me pide que por favor durmamos.
-Dijimos que no íbamos a vernos muy seguido…
-Ya te extrañaba y tenía ganas de verte… -la atrae hacia él, le empieza a sobar los pechos.
-No podes venir todos los días… no esta bien… -el se pone de pie y la levanta con él. Le sigue sobando los pechos.
-Preferís que me vaya…
-No se… -dice gimiendo ya.- no esta bien que vengas todos los días… nos van a descubrir… -dice ella como revolviéndose, como si se quisiera resistir más a su propia pasión, que a las acometidas de mi padrastro.
-Hoy ya que vine podemos aprovechar… -dice mientras le sigue manoseando un pecho y con la otra mano juega con uno de sus dedos en su boca, noto como ella esta cada vez más caliente, en un punto en que ya no hay retorno. Le saca los dos pechos por encima de la blusa escotada que tiene y juega con los pezones, mientras le besa y chupa detrás de la oreja, lleva una mano a su conchita y la pajea mientras con la otra sigue magreando sus pechos, ella se inclina hacia adelante, otra vez como si quisiera escaparse de su propio deseo, la acomoda sobre el sillón arrodillada, la sigue acariciando desde atrás.
-Lo hiciste con tu marido ayer…
-No, le dije que estaba cansada…
Él le levanta una pollera muy corta, que nunca le había visto puesta, nunca la uso conmigo, me preguntó si la habrá comprado para la ocasión, la va chupando y acariciando suavemente, los pechos de ella por encima del sostén, esta deliciosa, mi pija crece en su encierro y la libero, me doy cuenta en ese momento que tiene puesta una tanga también, nunca las quiso usar, decía que no le gustaban, que no estaba bien usar ese tipo de ropa interior. Él tira de la tanga clavándosela en el culito.
-Te gusta como se siente usar tanga…
-Es raro… -dice con una voz ya totalmente tomada por el deseo
-Pero te gusta…
-Me gusta que te caliente tanto…
-Si no me esperabas hoy… porque te la pusiste… -ella no contesta, solo gime. La acaricia, la chupa, se incorpora y va a chuparle los pechos, así medio de costado, la maneja como a una muñequita, la empuja sobre el sillón mientras la apoya, ella esta encendidísima, se acerca al oído de ella, le habla sensualmente
-Tenes ganas de comértela toda de nuevo hoy eh… que le vas a decir a tu marido para no hacerlo con él… o lo vas a dejar… para que no sospeche…
Él se acomoda sentado en el piso, con la cabeza apoyada en el sillón y la acomoda a ella de espaldas a él para chuparla, sentándose en el, se ven sus pechos saliendo por encima del sujetador, es tan caliente la imagen, la chupa un montón, ella se gira, se arrodilla sobre el sillón con el cuerpo ahora apoyado en el respaldo, corre la tira del tanga a un lado y se sienta de nuevo sobre la cara de él, que vuelve a saborearla a placer, se sale de debajo de ella, que se pone sensualmente de costado, para que vea como sus pechos sobresalen sobre el sostén, la acomoda y la apoya así desde atrás, todavía con el bóxer puesto,
-Te gusta ser mi hembrita… -gemidos de respuesta,- hoy tampoco lo vas a hacer con él… -ella mueve la cabeza afirmativamente, la sienta en el sillón, sus pechos siempre por fuera, deliciosos, con esas aureolas rosadas que son una delicia, le toma la mano y la lleva a su miembro, lo acaricia sobre el bóxer, la acerca bien al borde del sillón y la acomoda entre sus pechos, todavía con el bóxer, se lo baja, le dice que se la chupe. Ella le dice que no está bien que haga eso,
-Frotala por tus pechos… -se la empieza a pasar sensualmente, acariciando sus pezones con el miembro de él, la tiene agarrada del cuello, como marcándole una posición de sumisión que parece encantarle, como si la liberara de cualquier culpa que pueda sentir, le levanta la cabeza y le da uno de esos besos, tan calientes, ella no se resiste para nada, marca el comienzo de una entrega más profunda hacia él, la levanta y se sienta él en el sillón, ella se arrodilla en el piso, sus pezones son dos piedras rosas, se nota lo caliente que está, la chupa encantada, se ve su culito con la tanga incrustada en él mientras chupa como una posesa, la hace poner en cuatro y le acaricia el culo mientras lo chupa, se acuesta en el sillón y ella se acomoda enseguida para seguirlo chupando, lo chupa y lo pajea, la agarra de la nuca, emite un suave quejido, ella pone una cara rara, debe ser la primera vez que se corren todo en su boca, no la tiene agarrada, solo el gesto, pero ella no se la saca, lo deja vaciarse del todo en su boca, después va soltando la corrida de él en su mano, como si le diera vergüenza haber hecho algo así, le alcanza un papel, ella se limpia la mano y se limpia un poco la boca también. Todavía tiene restos de la corrida en la boca, él se acerca con una servilleta y le dice que lo suelte ahí, pero que no tiene que desperdiciar la leche que él le da, seguro que la va a aprender a degustar,
-De a poco te vas a acostumbrar… sos viciosa… te va a encantar tomartela toda… -ella pone cara como de sorprendida, pero se nota que está encantada. – hoy no te puedo echar otro… la tengo que atender un poco a mi mujer también…
Se levanta y se va, ella queda de rodillas en el sillón un largo rato, con las tetas por afuera, cuando el sale, se acomoda en el sillón, se empieza a acariciar su pechos y con el papel lleno de la leche de él, empieza a pajearse su conchita, en un momentos se sacude, está teniendo un poderoso orgasmo, desaparece un rato y cuando vuelve, ya recompuesta, vuelve a limpiar el sillón, como si nada hubiera pasado.
Le hago un comentario en la noche que la noto muy distante, me dice que está muy cansada y preocupada últimamente, que ya se le va a pasar, me da un suave beso y se da vuelta para dormir, tiene una bombacha cualquiera puesta, la acaricio un poco y me pide que por favor durmamos.
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