Queres ver la primera parte, entrá a este enlace
http://www.poringa.net/posts/relatos/5485461/Pena-de-Crossfit-Parte-1-Carla.html
Carla- Te voy a contar algunas cosas de Xime, pero prométeme que entre nosotros va a seguir todo igual.
Javi- Te lo prometo pero me estas asustando, contame dale.
Carla- Lo de pedirte un tiempo, ambos sabemos que fue una excusa, hay alguien más y creo que lo conoces, es un loco de su trabajo.
Javi- Me estas jodiendo, debe ser Rafael ¿vos estás segura?
Carla- Me pidió la llave del departamento para estar con él cuando yo estaba en un evento haciendo fotos.
Javi- A forra vos estabas al tanto y le hiciste el aguante… Estuvimos en la misma cama que lo hizo ella con el amante.
Carla- Mira el lado bueno, todo eso nos trajo hasta acá a vos y a mí.
Ofuscado no contesté, le di la espalda y empecé a procesar lo que me acababa de decir, fui un ingenuo pensando que Xime iba a volver ya que lo único que hizo fue ponerme los cuernos, imaginé lo que se habrá reído a mis espaldas, pensé cuales fueron los motivos de la separación, quería encontrar culpables pero no podía hacerlo con Carla, ya que fue lo único bueno que me pasó desde entonces.
El ruido universitario matutino de la ciudad me despierta junto al leve resplandor que se cuela por una ventana cerrada, me había quedado dormido, al darme vuelta encuentro la soledad de la cama así que me levanté para ponerme la sucia ropa del día anterior y lavarme la cara para buscar a Carla, pero el departamento se encontraba vacío, el celular destellaba con un mensaje “te dejé un licuado en la heladera, anotate al turno de las 10am no te vas a arrepentir, beso”, entendí que era una especie de disculpas.. Faltaba poco, menos de una hora para la clase.
Llegué antes como de costumbre, veo a Carla charlando con 3 chicas más, que al verme me comieron con la mirada, era una clara señal de que estuvieron charlando de lo que pasó anoche.
Carla- Te las presento Javi, ellas son Aye, Mari y Emi.
Javi- ¿Qué hacen chicas, arrancaron con ganas la mañana? (mientras saludaba a cada una con un beso).
El atractivo y forma de vestir no era algo solo propio de Carla, sus amigas eran hermosas pero debido al fugaz encuentro, no logré verlas detenidamente…
Aye- Bueno Car, hoy nos toca personalizado así que acá los dejamos. Escucha vení esta noche a la peña y traes a tu amigo.
Carla- Va a depender de él si vamos (dijo poniendome en compromiso).
Javi- Cuentenme…
Carla- Nos vemos ahi Aye y te llevo a mi amiguito..
Carla- Calentón como te gusta mi amiga, no podes mirarla así
Javi- No nada que ver (le dije aun mirándole el culo mientras se iba).
Carla- Si te gusta me lo podes decir, en tanto nuestras charlas de amigos, la compañia que nos hacemos cuando estamos solos y el buen sexo siga, está todo bien Javi si te gusta alguien no pasa nada..
Javi- Me gustó mas Emilia pero no la pude ver bien.
Carla- A sos vivo Emi tiene 24 años.. esta noche seguro la cruzamos, pasame a buscar a las 21 hs.
Llegada la hora y como habíamos acordado pasé a buscarla, estaba hermosa, su pelo atípicamente suelto cortaba el top negro sin mangas que dejaba ver tanto la tinta en su brazo como su chato abdomen y un pantalón de verano largo y suelto color blanco que dejaba ver una transparencia mostrando su bien su entangada cola. Se sienta a mi lado y estira su mano apoyándola en mi pierna dejándola ahí durante el viaje.
Javier- Estas un fuego nena y con esa manito ahí me vas a hacer bajar encarpado a la casa.
Carla- Usted también está muy lindo abogado, lo trato con respeto porque ahora le gusta otra (Mientras ponía la mano en mi bulto de forma juguetona).
El lugar no era más que un quincho en el fondo de un gran lote cubierto de pinos y una parra donde se hallaban unas 15 parejas, todos jóvenes y a la mayoría los había visto Crossfit, saludamos a los anfitriones Ayelen y Esteban (su marido), mientras veo llegar a Emilia que viene acompañada, la pibita tenia una carita celestial, un pelo castaño ceniza hasta la cintura unos profundos ojos negros que resaltaban ante su blanca piel con algunos lunares, escondia unos pechos pequeños que levantaban levemente el top color crema sin mangas, su brillante short negro cubria solo su contorneada cola, dejando a la vista sus largas y blancas piernas.
La peña era un ambiente distendido en la que pudimos conocernos mejor con la gente del gym, todo era ameno, la buena comida, los tragos y buena compañia hicieron que la noche se pase volando, algunas parejas comenzaban a irse, los anfitriones se acercan a Carla y a mí y nos dicen que cuando la mayoría se termine de ir esto iba a seguir de forma “más privada”, si queríamos quedarnos estábamos invitados a hacerlo, luego de invitarnos se acercan a Emilia y su pareja discretamente haciendo lo mismo que hicieron con nosotros para luego perderse dentro del quincho.
La curiosidad por saber era enorme pero desde que vi que Emilia también estaba invitada lo era aún más, la mayoría de las parejas se habían ido solo quedábamos 6 de las 15, fue el momento en el que Esteban nos invita a pasar al quincho que era más grande de lo que afuera aparentaba y en su living tenía puesto en círculo 12 sillas donde nos invitó a sentarnos.
Esteban comenzó su charla contándonos que con Aye habían decidido ampliar sus experiencias sexuales y habían iniciado el camino de intercambio de parejas, la idea de verse con otra persona los calentaba mucho y hace ya 2 meses que lo practicaban.
Su grupo de 4 parejas buscaba ampliarse con gente atractiva sexualmente pero también debía ser conocida para estar en un ambiente tranquilo y seguro, si nos interesaba podíamos quedarnos o sino podíamos irnos con el simple halago que nos habían dado.
La pareja de Emilia estaba tan desconcertada como yo, por lo visto ellos también eran nuevos. En ese momento la miro a Carla y le pregunto por lo bajo
Javi- ¿Vos sabías de esto?
Carla- No pero ahora entiendo la insistencia de Aye para traerte. ¿Qué querés hacer vos?.
Javi- Algo de intriga me da pero no sé hasta qué punto, creen que somos novios.
Carla- A decir verdad los hombres están todos bastante bien.
Carla sirve dos Whiskys de una barra entregándome uno, frunce los hombros hacia arriba como diciendo “vamos a ver qué pasa”.
La gesticulación del novio de Emilia daba a entender que quería quedarse pero al parecer ella no, si quería que se quedaran debía actuar rápido.
Animando a Carla le digo “si querés nos quedamos a escuchar y después vemos”.
Carla- ¡Nosotros nos quedamos! (dice en voz alta, fue una forma indirecta de comprometer a Emilia y su pareja que terminaron aceptando también).
Esteban estuvo unos minutos explicando reglas y bondades del mundo swinger para luego alentar a algunos de los nuevos a pasar, Carla me señaló y arengó por lo cual me vi obligado a pasar delante , Esteban invita a Emilia al centro y nos hace poner de frente mientras iba haciendo preguntas a nuestra “parejas” a forma de generar comodidad, no era más que un juego de confianza donde nos íbamos acariciando y nuestras parejas iban dando consentimiento, entre el largo discurso de Ema tuve unos segundos para hablar con Emilia.
Javi- ¿Te vi indecisa, te costó quedarte?
Emi- Si, no se.. lo hice más por mí novio que insistió, yo no estoy segura de esto ¿A vos te costó decidirte?
Javi- Desde hoy a la mañana en Crossfit cuando te ví que estoy decidido.
Se sonrió mientras agachaba vergonzosamente la mirada.
Al ver nuestra timidez y queriendo desinhibir a todos rápidamente Esteban le pide a Ayelen que nos demuestre de forma más “práctica”, ese fue el pie para ella, con un fluido caminar fue hasta donde el novio de su amiga Marina y tomó su bragueta hasta que la pareja daba la aprobación de seguir.
Era un modo respetuoso de tocar, esperar el permiso y proseguir, una regla clara que se entendió a la primera.
Lo que pasó a continuación fue surrealista, Aye tomó al rubio de ojos claros que Marina tenía por novio y sacó su flácido miembro para llevarlo dentro de su boca a los ojos de todos los presentes, logrando que el falo del tipo se vaya parando completamente mientras con una mano parecía desenroscarlo, con su boca oscilaba en todo su largo, la confianza con la que lo hacía entendía que lo había hecho con anterioridad, miré detenidamente a todos los espectadores y lejos de estar espantados o avergonzados, su cara era de curiosidad y lujuria.
Lo que parecía algo ordenado y controlado se empezó a descontrolar, Esteban movía su enorme mano sobre su entrepierna mientras veía a su mujer comerle la pija a otro, las parejas empezaron a ocupar las habitaciones disponibles hasta dejarnos en el living del gran quincho solo a Carla, Emilia, Gastón y a mi.
Nos fuimos acomodando en los grandes sillones del living, me acomodé al lado de Emi comencé a besarle su carnosa boca roja que florecía ante su blanca piel, ella lo hacía con vergüenza al estar siendo observada, toque sus pechos bajo la atenta mirada de su novio que daba aprobación mientras Carla le masajeaba su miembro por encima del pantalón.
El top de Emi fue cayendo hasta dejar sus pechos al descubierto, eran pequeños apenas dos chichones rosados que sobresalían de su delgado cuerpo los cuales metí en mí boca, ella lanzó un suspiro, creo que la situación la calentaba más que mis besos, comienzo a bajar por su abdomen y tomó el cierre de su ajustado short mientras miro a Gastón, el veinteañero asiente mientras presta atención a la masturbación que Carla le propicia suavemente, logré bajar sus shorts ya tenía a Emi solamente en bombacha y con el top que había quedado en su cintura, la miro a los ojos y le pregunto ¿Puedo? le dije mientras tocaba su vagina por encima de su negra bombacha de encaje, ella aprobó mi pregunta al correrla para un costado dejando su diminuta conchita depilada ante mis claros ojos, decidí comerla suavemente y su respiración cambió, se hacia más fuerte yo no paraba de lamerla hasta que un suspiro me distrajo, era Gastón sentado con sus pantalones bajos que estaba disfrutando del sexo oral que Carla puesta en cuatro le daba, la cara del pibe viajaba en un mundo de fantasía donde solo la experiencia sexual puede llevarte y Carla era una experta.
Obviamente con Carla no éramos pareja, no necesitaban pedirme autorización de nada pero me hubiese gustado la devolución de cortesía por parte de Gastón ya que yo seguí las reglas a cada momento, su mal gesto me autorizaba a no seguirlas.
Me levanto del sillón, los oscuros ojos de Emilia se movían rápidamente al ritmo de la boca de Carla que abrazaba fuertemente el pene de su novio, su cara cambió al ver la escena.
Logré acomodarme en el centro de la alfombra a unos metros de la escena de sexo que estábamos presenciando y dejo caer mí pantalón invitando a Emilia a venir, queria que todo ocurriera bien cerca de su novio, ella lo entiende y de rodillas baja mí boxer soltando una exclamación cuando ve mí miembro libre saltar cerca de su cara, no solo era más grande que el de su novio, sino también más grueso. Con una mano detrás de su cabeza la invitó a engullir y ella complaciente comenzó a chupar mí glande, me encantaba la suavidad de su boca y como su lengua recorría la cabeza de mí miembro.
Podía sentir los ojos de Gastón viendome y provocativamente tomo la cabeza de Emilia para empezar a hacer un vaivén adentrando mí miembro que llegó hasta la mitad de su boca que no toleraba más, sus mejillas estaban llenas de carne, veo a Carla risueña mirando al perplejo Gastón que observaba la escena, su risa era casi una burla de como yo estaba probando los límites de Emilia que seguía chupando.
Carla la imitaba, moviendo majestuosamente sus rubio cabello de arriba a abajo con todo el pene del veinteañero en la boca que a esta altura rasguñaba el sillón mientras empezaba a gritar, previendo lo que venia Carla sacaba la verga de su boca y empezaba a masturbar hasta lanzar un fuerte chorro de semen que cae en la alfombra a centímetros de las rodillas de Emilia, las habilidades orales de la rubia tatuada que yo tenía como amante habían dado resultado y acabado con el joven.
Los desinhibidos gritos afloraban de las habitaciones como musica complaciente de que el sexo se estaba dando en cada rincon.
Mientras el novio de Emilia se reincorporaba, doy un paso hacia atrás y quito mí verga de la boca de Emi y un chorro preseminal cae al piso, con ambas manos logro levantarla fácilmente ya que era una pluma de liviana, la llevo hasta la punta del sillón para recostarla de piernas abiertas, el bien iluminado living me hace verla en detalle, no aparentaba 24 sino parecía de menor edad, ahí recostada flaquita con sus pequeños pechos sobresaliendo de su blanca piel con lunares parecía tener 18 años, su lampiña conchita quedó frente a mi, me recordaba a mí primer novia en mí época de adolescente.
Mí verga estaba durísima, golpeo sobre su pequeña vagina y puedo notar la diferencia de tamaños entre su sexo y el mío.
Empecé a introducirlo pero encontré resistencia que fui abriendo con rápidos movimientos cortos de pelvis, luego de unos minutos pude ingresar la mitad de mí miembro, no porque fuese enorme sino que su vagina era demasiado apretada, sus ojos cerrados y sus profundas respiraciones denotaban la concentración que ella tenía en esto, empiezo a masajear sus pechos para relajarla y sus rosados pezones comenzaban a endurecerse a la vez que su estrecha vagina cede e introduzco de un tirón la otra mitad de mí verga.
El grito tembloroso de Emilia alerta a Carla y Gastón.
Carla- Está todo bien?
Emilia- Sii.. Sii.. (haciendo fuerza)
Carla- ¿Javi todo bien?
Javi- Si.. es estrechisima
Dio la impresión que Gastón quiso levantarse a ver qué pasaba pero Carla ya sin sus pantalones se sentaba arriba de él y su ya recuperado miembro para comenzar a cabalgarlo.
Emilia temblaba, se notaba que le dolía, yo sentía como si me hubiesen puesto banditas elásticas alrededor de mí miembro, estaba atrapado y solo podía hacer pequeños movimientos, no era el sexo que quería pero su calidez estrechez iba a hacerme acabar pronto, nunca había sentido nada así.
Mis cortas arremetidas seguían, mientras que en el otro sillón podía verse la danza de tatuajes sobre el acabalgado miembro de Gastón, el culo de Carla se apreciaba en toda su magnitud, no podía creer que ayer estuve dentro de esa rubia infernal y hoy estaba en una casa con extraños cogiendole la novia a un flaco a dos metros de donde el se encontraba, el morbo me podia asi que tome a Emilia de su mentón y apunte su mirada al sexo que Carla le estaba dando a su novio que estaba apunto de regalarle su segunda acabada, el grito de Gastón se sintió fuerte la habil Carla habia salido un momento antes recibiendo la acabada en su espalda.
La situación me prendió fuego y mi más liberado miembro ya se movía con facilidad así que la tomé de sus tobillos abriendola enteramente de piernas y comencé a moverme fuertemente, cada embestida la corria unos centímetros de aquel sillón que estaba siendo testigo de toda esta lujuria, la fuerte contracción de su conchita y su posterior grito, daba señal que estaba acabando, se sacudía ferozmente, sus piernas quedaron colgando en mis manos, parecían de papel ya que carecían de toda fuerza, me había dejado pronto a acabar y no iba a quedarme con esa sensación.
La cargué apretando sus pechos contra el mío y coloqué la punta de mi verga sobre los labios de su vagina y al soltarla la gravedad hizo el resto, un pequeño grito sin fuerza salió de su boca y ensartada la llevé hasta el mismo sillón donde reposaban Gastón y Carla para seguir cogiendo su cuerpo sin fuerza, los 4 presentes podíamos sentir las vibraciones del sillón, Carla miraba mordiéndose el labio era una mezcla de calentura y de “que hijo de puta que sos que le estas haciendo a la piba”, el sacudón en mi espalda me avisó que iba a acabar, mi miembro comenzó a salir de esa apretada conchita que tanta satisfacción me había dado para posarse encima y regalarle la acabada que salió despedida hasta su cuello, fue mi forma de decirle a Gastón “ojo por ojo” vos acabas a mi pareja yo acabo a la tuya.
Continuará….
http://www.poringa.net/posts/relatos/5485461/Pena-de-Crossfit-Parte-1-Carla.html
Carla- Te voy a contar algunas cosas de Xime, pero prométeme que entre nosotros va a seguir todo igual.
Javi- Te lo prometo pero me estas asustando, contame dale.
Carla- Lo de pedirte un tiempo, ambos sabemos que fue una excusa, hay alguien más y creo que lo conoces, es un loco de su trabajo.
Javi- Me estas jodiendo, debe ser Rafael ¿vos estás segura?
Carla- Me pidió la llave del departamento para estar con él cuando yo estaba en un evento haciendo fotos.
Javi- A forra vos estabas al tanto y le hiciste el aguante… Estuvimos en la misma cama que lo hizo ella con el amante.
Carla- Mira el lado bueno, todo eso nos trajo hasta acá a vos y a mí.
Ofuscado no contesté, le di la espalda y empecé a procesar lo que me acababa de decir, fui un ingenuo pensando que Xime iba a volver ya que lo único que hizo fue ponerme los cuernos, imaginé lo que se habrá reído a mis espaldas, pensé cuales fueron los motivos de la separación, quería encontrar culpables pero no podía hacerlo con Carla, ya que fue lo único bueno que me pasó desde entonces.
El ruido universitario matutino de la ciudad me despierta junto al leve resplandor que se cuela por una ventana cerrada, me había quedado dormido, al darme vuelta encuentro la soledad de la cama así que me levanté para ponerme la sucia ropa del día anterior y lavarme la cara para buscar a Carla, pero el departamento se encontraba vacío, el celular destellaba con un mensaje “te dejé un licuado en la heladera, anotate al turno de las 10am no te vas a arrepentir, beso”, entendí que era una especie de disculpas.. Faltaba poco, menos de una hora para la clase.
Llegué antes como de costumbre, veo a Carla charlando con 3 chicas más, que al verme me comieron con la mirada, era una clara señal de que estuvieron charlando de lo que pasó anoche.
Carla- Te las presento Javi, ellas son Aye, Mari y Emi.
Javi- ¿Qué hacen chicas, arrancaron con ganas la mañana? (mientras saludaba a cada una con un beso).
El atractivo y forma de vestir no era algo solo propio de Carla, sus amigas eran hermosas pero debido al fugaz encuentro, no logré verlas detenidamente…
Aye- Bueno Car, hoy nos toca personalizado así que acá los dejamos. Escucha vení esta noche a la peña y traes a tu amigo.
Carla- Va a depender de él si vamos (dijo poniendome en compromiso).
Javi- Cuentenme…
Carla- Nos vemos ahi Aye y te llevo a mi amiguito..
Carla- Calentón como te gusta mi amiga, no podes mirarla así
Javi- No nada que ver (le dije aun mirándole el culo mientras se iba).
Carla- Si te gusta me lo podes decir, en tanto nuestras charlas de amigos, la compañia que nos hacemos cuando estamos solos y el buen sexo siga, está todo bien Javi si te gusta alguien no pasa nada..
Javi- Me gustó mas Emilia pero no la pude ver bien.
Carla- A sos vivo Emi tiene 24 años.. esta noche seguro la cruzamos, pasame a buscar a las 21 hs.
Llegada la hora y como habíamos acordado pasé a buscarla, estaba hermosa, su pelo atípicamente suelto cortaba el top negro sin mangas que dejaba ver tanto la tinta en su brazo como su chato abdomen y un pantalón de verano largo y suelto color blanco que dejaba ver una transparencia mostrando su bien su entangada cola. Se sienta a mi lado y estira su mano apoyándola en mi pierna dejándola ahí durante el viaje.
Javier- Estas un fuego nena y con esa manito ahí me vas a hacer bajar encarpado a la casa.
Carla- Usted también está muy lindo abogado, lo trato con respeto porque ahora le gusta otra (Mientras ponía la mano en mi bulto de forma juguetona).
El lugar no era más que un quincho en el fondo de un gran lote cubierto de pinos y una parra donde se hallaban unas 15 parejas, todos jóvenes y a la mayoría los había visto Crossfit, saludamos a los anfitriones Ayelen y Esteban (su marido), mientras veo llegar a Emilia que viene acompañada, la pibita tenia una carita celestial, un pelo castaño ceniza hasta la cintura unos profundos ojos negros que resaltaban ante su blanca piel con algunos lunares, escondia unos pechos pequeños que levantaban levemente el top color crema sin mangas, su brillante short negro cubria solo su contorneada cola, dejando a la vista sus largas y blancas piernas.
La peña era un ambiente distendido en la que pudimos conocernos mejor con la gente del gym, todo era ameno, la buena comida, los tragos y buena compañia hicieron que la noche se pase volando, algunas parejas comenzaban a irse, los anfitriones se acercan a Carla y a mí y nos dicen que cuando la mayoría se termine de ir esto iba a seguir de forma “más privada”, si queríamos quedarnos estábamos invitados a hacerlo, luego de invitarnos se acercan a Emilia y su pareja discretamente haciendo lo mismo que hicieron con nosotros para luego perderse dentro del quincho.
La curiosidad por saber era enorme pero desde que vi que Emilia también estaba invitada lo era aún más, la mayoría de las parejas se habían ido solo quedábamos 6 de las 15, fue el momento en el que Esteban nos invita a pasar al quincho que era más grande de lo que afuera aparentaba y en su living tenía puesto en círculo 12 sillas donde nos invitó a sentarnos.
Esteban comenzó su charla contándonos que con Aye habían decidido ampliar sus experiencias sexuales y habían iniciado el camino de intercambio de parejas, la idea de verse con otra persona los calentaba mucho y hace ya 2 meses que lo practicaban.
Su grupo de 4 parejas buscaba ampliarse con gente atractiva sexualmente pero también debía ser conocida para estar en un ambiente tranquilo y seguro, si nos interesaba podíamos quedarnos o sino podíamos irnos con el simple halago que nos habían dado.
La pareja de Emilia estaba tan desconcertada como yo, por lo visto ellos también eran nuevos. En ese momento la miro a Carla y le pregunto por lo bajo
Javi- ¿Vos sabías de esto?
Carla- No pero ahora entiendo la insistencia de Aye para traerte. ¿Qué querés hacer vos?.
Javi- Algo de intriga me da pero no sé hasta qué punto, creen que somos novios.
Carla- A decir verdad los hombres están todos bastante bien.
Carla sirve dos Whiskys de una barra entregándome uno, frunce los hombros hacia arriba como diciendo “vamos a ver qué pasa”.
La gesticulación del novio de Emilia daba a entender que quería quedarse pero al parecer ella no, si quería que se quedaran debía actuar rápido.
Animando a Carla le digo “si querés nos quedamos a escuchar y después vemos”.
Carla- ¡Nosotros nos quedamos! (dice en voz alta, fue una forma indirecta de comprometer a Emilia y su pareja que terminaron aceptando también).
Esteban estuvo unos minutos explicando reglas y bondades del mundo swinger para luego alentar a algunos de los nuevos a pasar, Carla me señaló y arengó por lo cual me vi obligado a pasar delante , Esteban invita a Emilia al centro y nos hace poner de frente mientras iba haciendo preguntas a nuestra “parejas” a forma de generar comodidad, no era más que un juego de confianza donde nos íbamos acariciando y nuestras parejas iban dando consentimiento, entre el largo discurso de Ema tuve unos segundos para hablar con Emilia.
Javi- ¿Te vi indecisa, te costó quedarte?
Emi- Si, no se.. lo hice más por mí novio que insistió, yo no estoy segura de esto ¿A vos te costó decidirte?
Javi- Desde hoy a la mañana en Crossfit cuando te ví que estoy decidido.
Se sonrió mientras agachaba vergonzosamente la mirada.
Al ver nuestra timidez y queriendo desinhibir a todos rápidamente Esteban le pide a Ayelen que nos demuestre de forma más “práctica”, ese fue el pie para ella, con un fluido caminar fue hasta donde el novio de su amiga Marina y tomó su bragueta hasta que la pareja daba la aprobación de seguir.
Era un modo respetuoso de tocar, esperar el permiso y proseguir, una regla clara que se entendió a la primera.
Lo que pasó a continuación fue surrealista, Aye tomó al rubio de ojos claros que Marina tenía por novio y sacó su flácido miembro para llevarlo dentro de su boca a los ojos de todos los presentes, logrando que el falo del tipo se vaya parando completamente mientras con una mano parecía desenroscarlo, con su boca oscilaba en todo su largo, la confianza con la que lo hacía entendía que lo había hecho con anterioridad, miré detenidamente a todos los espectadores y lejos de estar espantados o avergonzados, su cara era de curiosidad y lujuria.
Lo que parecía algo ordenado y controlado se empezó a descontrolar, Esteban movía su enorme mano sobre su entrepierna mientras veía a su mujer comerle la pija a otro, las parejas empezaron a ocupar las habitaciones disponibles hasta dejarnos en el living del gran quincho solo a Carla, Emilia, Gastón y a mi.
Nos fuimos acomodando en los grandes sillones del living, me acomodé al lado de Emi comencé a besarle su carnosa boca roja que florecía ante su blanca piel, ella lo hacía con vergüenza al estar siendo observada, toque sus pechos bajo la atenta mirada de su novio que daba aprobación mientras Carla le masajeaba su miembro por encima del pantalón.
El top de Emi fue cayendo hasta dejar sus pechos al descubierto, eran pequeños apenas dos chichones rosados que sobresalían de su delgado cuerpo los cuales metí en mí boca, ella lanzó un suspiro, creo que la situación la calentaba más que mis besos, comienzo a bajar por su abdomen y tomó el cierre de su ajustado short mientras miro a Gastón, el veinteañero asiente mientras presta atención a la masturbación que Carla le propicia suavemente, logré bajar sus shorts ya tenía a Emi solamente en bombacha y con el top que había quedado en su cintura, la miro a los ojos y le pregunto ¿Puedo? le dije mientras tocaba su vagina por encima de su negra bombacha de encaje, ella aprobó mi pregunta al correrla para un costado dejando su diminuta conchita depilada ante mis claros ojos, decidí comerla suavemente y su respiración cambió, se hacia más fuerte yo no paraba de lamerla hasta que un suspiro me distrajo, era Gastón sentado con sus pantalones bajos que estaba disfrutando del sexo oral que Carla puesta en cuatro le daba, la cara del pibe viajaba en un mundo de fantasía donde solo la experiencia sexual puede llevarte y Carla era una experta.
Obviamente con Carla no éramos pareja, no necesitaban pedirme autorización de nada pero me hubiese gustado la devolución de cortesía por parte de Gastón ya que yo seguí las reglas a cada momento, su mal gesto me autorizaba a no seguirlas.
Me levanto del sillón, los oscuros ojos de Emilia se movían rápidamente al ritmo de la boca de Carla que abrazaba fuertemente el pene de su novio, su cara cambió al ver la escena.
Logré acomodarme en el centro de la alfombra a unos metros de la escena de sexo que estábamos presenciando y dejo caer mí pantalón invitando a Emilia a venir, queria que todo ocurriera bien cerca de su novio, ella lo entiende y de rodillas baja mí boxer soltando una exclamación cuando ve mí miembro libre saltar cerca de su cara, no solo era más grande que el de su novio, sino también más grueso. Con una mano detrás de su cabeza la invitó a engullir y ella complaciente comenzó a chupar mí glande, me encantaba la suavidad de su boca y como su lengua recorría la cabeza de mí miembro.
Podía sentir los ojos de Gastón viendome y provocativamente tomo la cabeza de Emilia para empezar a hacer un vaivén adentrando mí miembro que llegó hasta la mitad de su boca que no toleraba más, sus mejillas estaban llenas de carne, veo a Carla risueña mirando al perplejo Gastón que observaba la escena, su risa era casi una burla de como yo estaba probando los límites de Emilia que seguía chupando.
Carla la imitaba, moviendo majestuosamente sus rubio cabello de arriba a abajo con todo el pene del veinteañero en la boca que a esta altura rasguñaba el sillón mientras empezaba a gritar, previendo lo que venia Carla sacaba la verga de su boca y empezaba a masturbar hasta lanzar un fuerte chorro de semen que cae en la alfombra a centímetros de las rodillas de Emilia, las habilidades orales de la rubia tatuada que yo tenía como amante habían dado resultado y acabado con el joven.
Los desinhibidos gritos afloraban de las habitaciones como musica complaciente de que el sexo se estaba dando en cada rincon.
Mientras el novio de Emilia se reincorporaba, doy un paso hacia atrás y quito mí verga de la boca de Emi y un chorro preseminal cae al piso, con ambas manos logro levantarla fácilmente ya que era una pluma de liviana, la llevo hasta la punta del sillón para recostarla de piernas abiertas, el bien iluminado living me hace verla en detalle, no aparentaba 24 sino parecía de menor edad, ahí recostada flaquita con sus pequeños pechos sobresaliendo de su blanca piel con lunares parecía tener 18 años, su lampiña conchita quedó frente a mi, me recordaba a mí primer novia en mí época de adolescente.
Mí verga estaba durísima, golpeo sobre su pequeña vagina y puedo notar la diferencia de tamaños entre su sexo y el mío.
Empecé a introducirlo pero encontré resistencia que fui abriendo con rápidos movimientos cortos de pelvis, luego de unos minutos pude ingresar la mitad de mí miembro, no porque fuese enorme sino que su vagina era demasiado apretada, sus ojos cerrados y sus profundas respiraciones denotaban la concentración que ella tenía en esto, empiezo a masajear sus pechos para relajarla y sus rosados pezones comenzaban a endurecerse a la vez que su estrecha vagina cede e introduzco de un tirón la otra mitad de mí verga.
El grito tembloroso de Emilia alerta a Carla y Gastón.
Carla- Está todo bien?
Emilia- Sii.. Sii.. (haciendo fuerza)
Carla- ¿Javi todo bien?
Javi- Si.. es estrechisima
Dio la impresión que Gastón quiso levantarse a ver qué pasaba pero Carla ya sin sus pantalones se sentaba arriba de él y su ya recuperado miembro para comenzar a cabalgarlo.
Emilia temblaba, se notaba que le dolía, yo sentía como si me hubiesen puesto banditas elásticas alrededor de mí miembro, estaba atrapado y solo podía hacer pequeños movimientos, no era el sexo que quería pero su calidez estrechez iba a hacerme acabar pronto, nunca había sentido nada así.
Mis cortas arremetidas seguían, mientras que en el otro sillón podía verse la danza de tatuajes sobre el acabalgado miembro de Gastón, el culo de Carla se apreciaba en toda su magnitud, no podía creer que ayer estuve dentro de esa rubia infernal y hoy estaba en una casa con extraños cogiendole la novia a un flaco a dos metros de donde el se encontraba, el morbo me podia asi que tome a Emilia de su mentón y apunte su mirada al sexo que Carla le estaba dando a su novio que estaba apunto de regalarle su segunda acabada, el grito de Gastón se sintió fuerte la habil Carla habia salido un momento antes recibiendo la acabada en su espalda.
La situación me prendió fuego y mi más liberado miembro ya se movía con facilidad así que la tomé de sus tobillos abriendola enteramente de piernas y comencé a moverme fuertemente, cada embestida la corria unos centímetros de aquel sillón que estaba siendo testigo de toda esta lujuria, la fuerte contracción de su conchita y su posterior grito, daba señal que estaba acabando, se sacudía ferozmente, sus piernas quedaron colgando en mis manos, parecían de papel ya que carecían de toda fuerza, me había dejado pronto a acabar y no iba a quedarme con esa sensación.
La cargué apretando sus pechos contra el mío y coloqué la punta de mi verga sobre los labios de su vagina y al soltarla la gravedad hizo el resto, un pequeño grito sin fuerza salió de su boca y ensartada la llevé hasta el mismo sillón donde reposaban Gastón y Carla para seguir cogiendo su cuerpo sin fuerza, los 4 presentes podíamos sentir las vibraciones del sillón, Carla miraba mordiéndose el labio era una mezcla de calentura y de “que hijo de puta que sos que le estas haciendo a la piba”, el sacudón en mi espalda me avisó que iba a acabar, mi miembro comenzó a salir de esa apretada conchita que tanta satisfacción me había dado para posarse encima y regalarle la acabada que salió despedida hasta su cuello, fue mi forma de decirle a Gastón “ojo por ojo” vos acabas a mi pareja yo acabo a la tuya.
Continuará….
5 comentarios - Peña de Crossfit (Parte 2 Emilia)