Daddy Issues 3

Unos días después de aquella casi violación en la cocina, que me había dejado con unas terribles ganas de coger, planeé mi revancha. Era sábado y papá llegaría por la tarde para empezar sus 5 días de descanso. Era una tarde divina. El atardecer llegaba despacio y hacía un poco de calor. Yo estaba vestida solo con una remera larga, sin nada abajo. Cuando escuché su voz diciendo "Hola amor, ya llegué!" me estremecí. 
Lo esperaba con una cerveza fría en la cocina, sentada directamente sobre la mesada. Entró con su uniforme prolijo y una sonrisa radiante. 
- Al fin en casa!
- Hola "mi amor". Te estaba esperando. Cervecita? 
Se acercó hasta pegarse a mis rodillas y se clavó la cerveza. Sin perder tiempo, mientras bebía, le desabroché la camisa y él terminó de sacársela. Me besó con los labios aún fríos y el sabor metálico de la cerveza en su boca.
- Querés algo más?
Lo empujé un poco, separé mis piernas y me levanté la remera para ofrecerle la mejor opción. 
- Sí. Tengo más sed.
Sin decir más nada, se arrodilló y comenzó a pasarme la lengua por los bordes y labios de la concha. Enseguida gemí de placer. 
Siguió chupando, lamiendo y succionando con voracidad hasta que lo detuve.
- Pará. Levantate.
Como buen policía sabía obedecer órdenes. 
- Besame, Héctor!
En el momento en que nuestras bocas se unieron, le desabroché el pantalón y el cinturón, saqué esa pija gruesa y dura y me la froté por todos lados, casi metiendo la puntita. Me agarró de las rodillas y me miró a los ojos.
- Estás tomando la píldora? 
- Sí. Hace meses pá. No soy boba!
- Mmhmm... Entonces...
Me la metió despacio. Primero la punta, que me produjo una ráfaga de calor en todo el cuerpo que me hizo tirar la cabeza hacua atrás. Me besó el cuello y metió un poco más. Sentí que me abría por dentro como no había sentido hasta ese entonces. Me agarré de su nuca, él jugó un poco con mis tetas, moviéndose apenas en mi interior. No lo resistía, quería sentirla entera.
- Metémela toda, por favor!
- Segura? No te duele? 
- Que me va a doler!? Me está gustando!
- Entonces sigo...
Me clavó lo que faltaba, que resultó ser bastante. Ahora sí podía decir que me habían abierto la concha. La sensación fue de plenitud, calor, asombro, un poquito de dolor y mucho placer. 
- Aaayyy... que pija! Entró toda!
- Aaahh... ya no podía resistirme más. Se siente tan bieeennn!
- Es porque soy para vos, Héctor! 
Se quedó empujando toda su pija dentro mío unos segundos, besándome, antes de empezar a sacarla y meterla. Al principio fue muy lento, pero aumentó la velocidad cuando le clavé las uñas en la espalda. Munca me había sentido tan llena.
- Aaaahh... Síiii... que bien se sienteeee! Más, más!
- Uhh... sos hermosa, jugosa y apretada. Me vas a volver loco!
- Volvete loco conmigo! Cogeme más fuerte! 
Hizo demostración de la fuerza de sus músculos. Sostenía mis piernas y me daba durísimo. Sus golpes en mi útero me produjeron un orgasmo profundo, rarísimo, que me dejó hipersensible. Quería que gozara él de una vez.
- Aaayy... aaayyy.. Aaaaahh!
- No puedo creer lo bien que se siente, mi amor!
- Quiero... que te sientas... mejoooor!
Apreté lo que pude los músculos de mi concha y lami su cuello como una gata.
- Ufff... me vas a hacer acabaaarrr!
- Acabame adentro papiii!
- Aaaahh!
- Mmhhh... siiii! Aaaahh no puede seeeeeerrrr!
Empujó sus caderas contra mi pelvis una última vez, hasta que nos quedamos pegados. Su glande me abría el útero. Se estremeció y luego sentí el calor de su semen llenándome chorro tras chorro. Era mi primer creampie y se sentía muy lindo, como un abrigo por dentro. Lo apreté contra mí, para que todo quedara bien adentro. No quería que ese abrazo terminara. Él se empezó a aflojar, me besaba el cuello, los hombros, la boca.
- Guau... Fue el mejor sexo de mi vida, pa.
Ya vencidas sus resistencias no tenía sentido llamarlo por su nombre, cuando noté que el morbo que alimentaba mi deseo también aumentaba su calentura.
- Totalmente. Me volviste loco, hija. No creo que haya acabado así en mi vida!
- Espero que no sea la única vez!
- No, solo fue la primera. Y fue hermosa.
Se retiró y me besó. Un poco de semen se escapó hacia el piso. Nos miramos y reímos como tontos.