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El exquisito cuerpo de Armanda

Me divorcie a los 49 años, mi mujer era una exquisita hembra muy buena en la cama, pero neurótica a decir basta. Logre mantener una buena relación con mis hijos, comencé a tener novias a las que podía llevar a mi departamento pues comencé a vivir completamente solo.  Despues de un año de divorciado, calculo que me tire unas 15 chicas, desde la mujer del aseo del depto. vecino, hasta la hermana de mi ex, mi ex cuñada, a quien siempre me quise follar.
 
También me tiré a una amiga de mi hija, una deliciosa flaca de 23 años… en fin. La lista crecia año tras año. Para el tercer año de divorciado me había tirado a mas de 35 mujeres y hay que decirlo bien, el 90% de ellas andaba en busca de un marido y yo siempre prometi matrimonio, de otra forma es imposible acostarse con tanta mujer!!! pero nunca cumpli...jaaaa...!
 Una tarde, me llama José un viejo amigo que además es dentista de la familia, me cuenta una larga historia donde finalmente resultó que se tiraba a un chico gay: José estaba saliendo del closet y se declaraba gay, me rei, medite una tarde y cerre en mi cabeza el episodio, hasta que Jose quiso presentarme a su chico, claro, me divertiría mirando a los mariconcitos un rato asi es que los invité.  Cuando llego José, entro, venia con una mujer preciosa, de tetas pequeñas pero perfectas y un culo maravilloso. Discretamente le pregunté por su chico y me hizo una mueca,…esa cosa que había entrado maravillosa y bella, era él, Armando. Dios mio, que piernas, que culo...!
No lo podía creer, siempre pensé que me presentaría a un maricon feo, una parodia de mujer pero no, esta era realmente una mina. Muslos perfectos, culo hecho a mano, hermosa de cara. Ademas simpática  e inteligente. Me conto que se llamaba Armando y me dijo que se había atrevido a venir pues le dijeron que yo era un tipo de mente abierta “…y ahora veo que además eres guapo”; asi ya que se siente en confianza con los amigos de su novio. Estuvimos hasta las 3 de madrugada y se retiraron. Volvi a mirar una y otra vez a Armando y estaba delicioso. O deliciosa…Un gran culo y un pantalon semitraslucido permitia ver una cola less deliciosa.
Dormi pensando en que me había pasado algo raro, era la primera vez que me gustaba un hombre, aunque esto era mas bien una mujer… exquisita además. Me masturbé pensando en el chico.
 
Jose y Armando fueron dos veces mas a mi depto.. todas las veces disfrazada de mujer y cada vez mas provocativa que la vez anterior. La ultima vez Jose  y Armando terminaron ebrios de wisky y como no podían conducir su auto los invite a alojar. Cuando me acosté, en mi mente giraba la imagen de mi amigo follándose a su novio. No podía dormir. Fui al baño y al volver, efectivamente Armando el travesti estaba cómodamente cabalgándose a mi amigo, pero ojo, habían abierto la puerta, casi en plan mostrarse. Quedé atónito, era la primera vez que veía dos hombres tirando, aunque Armando tenia tetitas, anchas caderas y preciosas piernas. Me vio, se tapó con la sabana y pedi disculpas, “no te preocupes cariño me dijo Armando, fuimos nosotros los impertinentes,  aunque Jose duerme…” Efectivamente mientras Armando se tiraba a mi amigo, éste dormía profundamente; me retire a mi pieza; 20 minutos mas tarde siento que alguien va al baño, de regreso Armando se detiene n mi puerta y me comienza a hablar, me dice que José duerme y que ella se siente mal, me levanto y le ofrezco pastillas para el dolor de cabeza. La miro y estaba desnudo, depilado entero, cuerpo perfecto, deliciosas tetas, culo carnoso redondo y duro; caderas exquisitas...y un diminuto pene colgaba entre sus muslotes preciosos;  mi pijama mostró mi erección y enseguida, Armando me toma la cara y me besa.  “me gustaste desde que te vi por primera vez, eres un maduro exquisito” me dice. Toqué sus nalgas, perfectas. Toque su cadera: perfecta, baje y palpe sus muslos: perfectos. El en cambio me agarra la verga, se arrodilla y me la chupa como una puta caliente. “…eres un maduro precioso, sabia que estabas bien provisto”.
Armando estaba feliz engulléndose mis 22 cms de pene. Lo lleve a mi cama, lo puse boca abajo subi su culito con un cojin y lo penetré. Estuve 15 minutos dándole hasta eyacular… tratamos de no meter bulla y todo fue en silencio. Al pararse note que Armando tenia su diminuto pene erecto, me abrazo, se rio y me dijo “no me dejes asi, malito”. Se sento a la orilla de la cama, abrió sus muslotes blancos, preciosos y me arrodille para hacerla feliz. No duró nada, pero descargo litros de semen en mi boca. Se fue a dormir con mi amigo y al dia siguiente desayunamos sin decirnos nada, salvo buenos días. Jose nunca supo.
 

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