Hace 10 años conocí a Mili, mi actual esposa, ella es una deliciosa hembra de 39 años. Conocí poco a poco a su familia y luego de un par de años formamos un bonito grupo familiar. Ella tiene una hermana mayor, Fernanda, preciosa y simpática y confieso, miro con ojos sexuales hace mucho tiempo. Fernanda (le decimos Feña,) es muy risueña, amorosa, tierna. Mi esposa es también alegre, hermosa y simpática, muy inteligente y en la cama es muy puta. Le gusta todo lo sexual hasta el limite, antes de que nos casaramos ella había tenido una intensa vida sexual, su hermana en cambio se casó virgen. Pues bien poco a poco, mire más y más a mi cuñada y descubri en ella una hermosa y exquisita hembra. Tetas gruesas bastante mas gruesas que las de mi esposa y un culo increíble…y ricas piernas. Mi mujer es mas bien delgada, Feña en cambio es rellenita, curvilinea, anchas caderas y carnosa.
Un verano decidimos con Mili arrendar una casa en la playa, invitamos a Feña y su esposo con los dos hijos. Para mi fue impresionante ver en traje de baño a Feña, mi cuñadita era un espectáculo. Ella notó de inmediato mi cara de caliente, al ver ese tremendo culo. Las nalgas turgentes, blancas, duras y preciosas. Todo el primer dia me dedique a mirar a mi cuñada y por la noche Mili recibió las descargas de mi sexualidad exitada, sin explicarse muy bien por que andaba yo tan caliente, confieso que a cada sacudida mia imaginaba penetrando a Fernanda.
Una tarde fuimos a tomar unos tragos a un hotel cercano y el vestido cortito de mi cuñada me tenía loco. Mi erección era impresionante. Muslos blancos, carnosos, duros, pantorrillas firmes y bien hechas; la imaginé con las piernas abiertas y me imagine la vagina de mi cuñada. La imagine rubiecita, peluda y muy lubricada.
Mire todo lo que pude hasta que nos regresamos a casa. Dias después y ya de regreso en la ciudad, los invitamos a cenar para intercambiar impresiones de nuestro veraneo. Feña y Mili ambas con los cuerpos bronceados y minifaldas me tenían enfermo, Jaime esposo de Feña era mas bien indiferente al festival de piernas y culos. Esa noche nuevamente me disfrute a mi mujer pensando que era mi cuñada.
Paso mas de un mes y en un cafe veo a una exquisita mujer con un culo perfecto y cuyo calzon diminuto se dibujaba perfectamente a través de la apretada tela del pantalón, la miré bien y casi me desmayo…era mi cuñada Fernanda.
Andaba de compras y estaba preciosa, le invite un café y estuvimos mas de una hora hablando. Nos despedimos y a la media hora me llama para decirme que por favor no le cuente a nadie que nos vimos ya que Jaime es muy celoso. Esa llamada me dejo pensativo. ¿por qué ocultaba nuestro encuentro si no había nada de malo en ello?
Dos días después de ese encuentro, me llama. Me sorprendí. La excusa era la dirección de un dentista. Dos días después otra llamada, esta vez era simplemente un café a media mañana. Hice como que el secreto y nuestros café eran algo muy intimo, y se lo dije. En esa intimidad me confeso que ella admiraba a su hermana (mi esposa) pues la encontraba libre, coqueta y sexual y que ella era mas bien recatada y poco imaginativa. Me confeso además que su marido no era particularmente activo en la cama. “hacemos el amor y se duerme de inmediato, es como …. Aburrido, pese a tener un respetable miembro. Dos veces al mes es nuestro ritmo, supongo que es lo normal”. Cuando le conte que yo tenia sexo con su hermana dos a tres veces por semana no lo podía creer. “me fascina que Mili me haga sexo oral” le confesé…se produjo un silencio y me dijo que jamás le ha besado el miembro a su marido. Vaya le dije ustedes tienen sexo como de 80 años!!!. Nos despedimos y no nos volvimos a ver. Quede con la impresion de que habíamos traspasado una barrera y que nuestras intimidades se estaban mostrando en conversaciones absolutamente secretas. Paso un mes y me llama, otro café, esta vez andaba con un vestidito corto, liviano, al caminar Feña lucia un trasero descomunal y un triangulo de seda con encaje se dibujaba perfectamente; que rica mujer. Terminado el café la fui a dejar, andaba sin auto. Al subir a mi auto unos muslos deliciosos quedan desnudos. Blancos gruesos, piernas hechas a mano. Mire descaradamente y al bajar para tomar el metro, se despide de un beso y nuestros labios coinciden, nos besamos, bajo la mano y palpo un delicioso muslo caliente. Acaricio, palpo. Ella gime. Estira la mano y queda como congelada. No puedo creer que esto esté sucediendo me dice, mientras mi mano palpa la carne tibia, dura y apretada del muslo de mi cuñada.
Vamos a otra parte, me dice, pero rápido que nos pueden ver. Sin decir nada la lleve a un hotel. En el camino solo me miraba, me tomaba la mano y se sonreía con nerviosismo adolescente. Entramos a la cabaña. Antes de cerrar la puerta la abrazo y la beso, ella responde con su lengua juguetona escarbándome y lamiéndome, parece un animalito desesperado. Que vergüenza me dice al oido “no me depile hoy”. Nos besamos, nos tocamos. Meti mi mano por debajo del vestido y palpe unas nalgas duras, exquisitas, toque su chochito húmedo y muy peludo. Delicioso. Le quité el vestido y observe sus tetas de pezones rojos, anchos y prominentes. Chupe y chupe, hasta que Feña, me lleva a la cama, me desnudé la puse boca abajo, pude mirar el culo más hermoso que jamas había visto, redondo, perfecto, duro, parado, besé las nalgas, subi por la espalda, la gire, bese su boca nuevamente y baje hasta mamarle las tetas perfectas, enseguida baje mas y mas bese su ombligo y entonces ella abre las piernas, las flecta y separa los labios vaginales, lami y chupe la concha mas hermosa que haya visto, peluda, jugosa y perfumada. Luego me la culié.
SABROSA MUJER. Desnuda piernas abiertas, me monto encima y me abraza, le sujeto de las nalgas y se lo meto. “…eres precioso” me dice; sentir que mi verga se resbala por entre las piernas de mi cuñada fue una sensación deliciosa. Ella es suave, muy lubricada, de vagina apretada. Diez minutos estuve fornicando con mi cuñadita. Entonces me detuve, y me fui a chuparle el coño una vez más. Una joya, rubiecita muy peluda, rosada y con mucho jugo. Lamí, chupé y succione su clítoris; luego me monte encima para poner en su cara mi verga groseramente dura y erecta. Senti su torpeza era su primera vez. Impresionante, casi 50 años y nunca había mamado una verga. Me la volví a tirar y esta vez con un misionero la hice acabar. Gritaba como animal, cuando hundí la tranca sujetándole del culo para entrar entero. Luego, volví a ponerle la verga en la boca y le pedi que me hiciera eyacular. “que asco -me dijo- ¿y quieres echarme tu cosa en la boca?” Linda ella, me pareció de una ingenuidad increíble.
No alcancé a responderle y me vacié en su boquita. Casi vomita la pobre. Puso cara de asco, pero tragó. Fue su primera vez. Luego me confesó que el semen era bastante agradable.
Quedamos calientes, yo no me podía sacar de mi cabeza y de solo pensar en ella mi verga se endurecia. Nos volvmos a ver, nuevamente la cabaña, la cama, el 69, esta vez la puse de pie mirando de frente un espejo, por detrás su culo pàrado, blanco y grueso me esperaba, por delante su cara de caliente, boca entreabierta, tetas colgando estaba lista para recibirme.
La sujete de las caderas y me la culie, ver su cara desfigurada cuando le iba entrando fue perfecto. Luego un misionero y acabamos juntos. Creo que me empezaba a enamorar de Fernanda, en la cama era perfecta.
Nos volvimos a ver una semana después, me conto que el sexo con su marido es muy aburrido. Mientras le chupaba las tetas note que Fernanda podía acabar, asi es que segui y mame y a los 5 minutos tuvo un orgasmo. La puse boca abajo una almohada en su abdomen, separe las hermosas nalgas y palpe el agujerito anal, mi proxima meta, me la culie un rato por la vagina y cambie de hoyo, Feña pego un grito mi cabezota alcanzo a entrar, para me dijo que dieron ganas de ir al baño. Luego de soltar el esfínter logre culiarme a mi cuñada por el culo, apretado y oscuro. Hasta hoy me sigo culiando a mi cuñada y nadie mas lo sabe.
8 comentarios - Me como a mi cuñada en absoluto secreto