Hace poco comencé a trabajar en una multinacional, para los que no sepan, son un profesional formado y hace poco di el salto.
Empecé en el área técnica, dando soporte a diferentes áreas. Una de ellas es la de marketing y allí la conocí a ella, Estefania. La directora del sector, una mujer rubia, de unos 47 años, casada hace 12 y con 2 hijos varones, donde el mayor tiene 10 años.
Entre proyecto y proyecto, charla va y charla viene, Estefanía me invita a almorzar fuera de la empresa y yo accedí. Nos subimos a su VW y terminamos en un resto de un shoppin muy conocido. En esa charla me cuenta que estaba atravesando problemas con su marido, que ya no sentía deseo y varias cuestiones más que me sorprendieron, porque no hacía mucho que nos conocíamos. Yo escuchaba inocentemente y le daba mi opinión hasta que caí en lo que realmente estaba pasando.
Luego de 1 hora de charla, me dice que necesitaba pasar a buscar por su casa unos archivos que no tenía en la oficina que si me molestaba acompañarla y le dije que no, entonces comenzamos el viaje hasta su casa en la zona de Tigre ( dicho sea de paso, nunca estuve por allí y es un country eso). Llegamos a su """humilde""" hogar y me pide que la espere en el living mientras ella busca los papeles. Habrán pasado 10 minutos y aparece en corpiño y con los pantalones de vestir que tenía puestos, yo descolocado veo la situación y me dice " perdóname, se me cayó maquillaje en la camisa y para que no quede manchada tengo que ponerla en el lavarropas, pasa por enfrente mío y va hacia el lavadero. Yo no lo voy a negar, se me paro a full el amigo, es decir, Estefanía está muy buena, a sus 47 años tiene los pechos redondos, naturales y con dos lunares muy llamativos, uno en cada lola, encima hace CrossFit ( como toda cheta de zona norte) y está muy bien, pero hasta el momento no había pensado en eso.
Se escucha que enciende el lavarropas y me dice si me podía acercar para ayudarla a correr un mueble para acceder a los papeles que necesitaba, cuando me acerco estaba en tanga ( si, en tanga) y claramente amargue a volves sobre mis pasos ( no por lo que ví sino porque soy nuevo en el laburo y no quería quilombos). Ella pilla, se da cuenta de la situación y me dice textual : " veni, no pasa nada. Ya sabes lo que va a pasar"
Ese fue el pie para que babee antes de siquiera intentar algo. Me acerco hacia el lavadero, en realidad al cuarto al lado del lavadero donde supuestamente estaba el mueble, y era una habitación increíble, la habitación de huéspedes y me dice es mejor acá porque nadie se da cuenta si esto está desordenado o usado o lo que fuere e instantáneamente me dice lo vas a sacar o vas a dejar que se asfixie sentó de ese pantalón. Mi cabeza hizo PUM!!!!!
Obviamente intentaba no entrar como un pajero de zona sur pero ya mi lado racional me había abandonado....
Si te gusto la semana que viene sigue la historia...
Empecé en el área técnica, dando soporte a diferentes áreas. Una de ellas es la de marketing y allí la conocí a ella, Estefania. La directora del sector, una mujer rubia, de unos 47 años, casada hace 12 y con 2 hijos varones, donde el mayor tiene 10 años.
Entre proyecto y proyecto, charla va y charla viene, Estefanía me invita a almorzar fuera de la empresa y yo accedí. Nos subimos a su VW y terminamos en un resto de un shoppin muy conocido. En esa charla me cuenta que estaba atravesando problemas con su marido, que ya no sentía deseo y varias cuestiones más que me sorprendieron, porque no hacía mucho que nos conocíamos. Yo escuchaba inocentemente y le daba mi opinión hasta que caí en lo que realmente estaba pasando.
Luego de 1 hora de charla, me dice que necesitaba pasar a buscar por su casa unos archivos que no tenía en la oficina que si me molestaba acompañarla y le dije que no, entonces comenzamos el viaje hasta su casa en la zona de Tigre ( dicho sea de paso, nunca estuve por allí y es un country eso). Llegamos a su """humilde""" hogar y me pide que la espere en el living mientras ella busca los papeles. Habrán pasado 10 minutos y aparece en corpiño y con los pantalones de vestir que tenía puestos, yo descolocado veo la situación y me dice " perdóname, se me cayó maquillaje en la camisa y para que no quede manchada tengo que ponerla en el lavarropas, pasa por enfrente mío y va hacia el lavadero. Yo no lo voy a negar, se me paro a full el amigo, es decir, Estefanía está muy buena, a sus 47 años tiene los pechos redondos, naturales y con dos lunares muy llamativos, uno en cada lola, encima hace CrossFit ( como toda cheta de zona norte) y está muy bien, pero hasta el momento no había pensado en eso.
Se escucha que enciende el lavarropas y me dice si me podía acercar para ayudarla a correr un mueble para acceder a los papeles que necesitaba, cuando me acerco estaba en tanga ( si, en tanga) y claramente amargue a volves sobre mis pasos ( no por lo que ví sino porque soy nuevo en el laburo y no quería quilombos). Ella pilla, se da cuenta de la situación y me dice textual : " veni, no pasa nada. Ya sabes lo que va a pasar"
Ese fue el pie para que babee antes de siquiera intentar algo. Me acerco hacia el lavadero, en realidad al cuarto al lado del lavadero donde supuestamente estaba el mueble, y era una habitación increíble, la habitación de huéspedes y me dice es mejor acá porque nadie se da cuenta si esto está desordenado o usado o lo que fuere e instantáneamente me dice lo vas a sacar o vas a dejar que se asfixie sentó de ese pantalón. Mi cabeza hizo PUM!!!!!
Obviamente intentaba no entrar como un pajero de zona sur pero ya mi lado racional me había abandonado....
Si te gusto la semana que viene sigue la historia...
1 comentarios - La Directora de marketing y el nuevo empleado.