Jesi se vuelve Rocha y me garcha en una joda (cap 43)

A medida que la situación económica de la mal cojida del fondo iba mejorando cada vez más y la nuestra empeoraba al nivel de básicamente depender solamente de la asignación universal por hijo y alguna otra ayuda estatal, las cosas en el garche iban en sentidos opuestos. Con Jésica teníamos un fuego sexual cada día más grande (sin contar mis aventuras con Nahiara) era esa cosa de pasar el día en la casilla rosandonos jodiendo hinchando las bolas y como ya conté antes noches de cumbia y garches. Por otro lado mi cuñada del fondo ya básicamente no garchaba con el marido no cojian nunca pues según contaba mi suegra se la pasaban trabajando y cuando no estaban trabajando discutían por boludeses. Esto hay que aclararlo porque me lo preguntan mucho por mensaje y es que hay varias clases de turras. No es todo igual. Mi cuñada del fondo es una turra nacida en calle de barro pero con aires de cheta o aspiraciones de ser cheta. Odia La Matanza odia a su gente y con los años eso se va agigantando. Jésica, por el contrario, ama ser una turra luchona. Le encanta el barrio la cumbia escabiar hasta las seis de la mañana le encanta ser mantenida y que le regalen cosas. 

En otras palabras y con detalles más gráficos mientras los del fondo tenían mejores cosas como tele nueva, mesa nueva una heladera más grande y un baño más parecido a un baño terminado, nosotros disfrutábamos más de garchar en nuestra pobre pieza sin lujos solo las llantas y la ropita de Jesi. Sin privacidad pero con garches que volarian la mente a más de uno. Y así la cosa fue creciendo en roses y discusiones entre las hermanas. La turra con alma de cheta le exijia a Jésica que deje de hacer jodas juntadas y poner música todas las noches porque el patio daba a su pieza y no podían dormir. Mi turra con alma de villera hermosa le respondía: "jodete". Así de corta. Mi suegra quien debería tener que intervenir en el asunto se había conocido con un turro de Catan y estaba más tiempo allá que acá asique nadie podía realmente poner orden. La casilla era un barco a la deriva. 

Una tarde me despierto de la siesta por los ruidos que hacían mi turrita y Nahiara en la pieza. "Mira bebu mira le afanamo todo". Me decía Jésica con botellas de escabio en la mano y plata en la otra cama. Había varios billetes de cien pesos y recuerden que la plata valía en esa época. "Que" pregunté yo confundido, no entendía absolutamente nada. 
Jésica: le reventamos la casa a la pelotuda de mi hermana que se vaya a la mierda. Hoy hacemos alta joda. 
Nahiara asentía con la cabeza y se reía como si nada, como si fuera algo de todos los días. El verdadero bautismo de fuego de un turro no es solamente cuántas turras podés preñar sino que tanto de paras de manos (que tanto peleas y defendes lo tuyo). Por su puesto que yo no estaba listo para eso. Todas mis peleas habían sido con chetitos nenes de mamá y no pasó nada. Acá es otro mundo pero ya estábamos en el baile evidentemente. 

Hacía la noche empezaron a caer amigos de Nahiara y algunas amigas de Jesi. Mi turra estaba que rajaba la tierra mal y con un vestidito fuccia pegado al cuerpo muy pero muy cortito me tenía loco. Dejaba ver bien sus piernas carnosas (no gorda) pero si carnosas. Esa cola bien redonda bien de hembra luchona que explotaba en el pequeño vestidito y se transparentaba todo el triángulito y el hilito de la tanga blanca. Incluso sentada podías verle la tanguita blanca y sabías que detrás estaba esa concha un poco peludita. Las tetas se Lucian con el escote y como no usaba corpiño los pezones quedaban bien marcados. Las amigas de Jesi estaban bien perras también, algunas con jean marcando bien esos ortos Turros y otras con una pollerita engomada que les quedaba una locura. Los amigos de Nahiara eran bien villeros mal y enseguida pusieron los parlantes que trajeron ellos y hacían vibrar toda la casa. 

Mi turra me perreaba que daba gusto, ya estaba escabiando hace rato, y el calor más el calor del alcohol la tenía en llamas. Me movía el orto sobre mi bulto todo parado. Les daba plata que se habían afanado a los Turros para que vayan a comprar Faso y escabio. Mientras perreabamos nos comíamos a besos mal pero mal. Tan desatados estábamos que yo le metía la mano por debajo del vestidito y le tocaba la conchita peluda mientras me bailaba. "Hoy te cojo todo bebu" me repetía mi turra una y otra vez. Pasadas las dos de la madrugada mi cuñada vino por primera vez a quejarse. Todavía sin saber que toda la joda estaba armada con su plata. 
Cuñada: dale loca yo mañana trabajo paren un poco loco.
Jésica mientras todavía me perreaba: tomatela acá tamo re en una joda con las wachas. 
Cuñada: SOS una planera de mierda a vos no te importa nada pero yo trabajo nena. 
Jésica: y weeeee me la chupa tu trabajo. Yo quiero joda q tanto. Dormite y listo.
Soltó una risita cómplice con las turras de las amigas que ya se estaban encarando a los Turros que trajeron los parlantes. 

Así abremos seguido perreando y provocandonos como hasta las cuatro de la mañana. Yo tenía la verga bien hinchada durísima bien caliente mal y mi turrita tenía la concha caliente mal mojadita diría empapada. Pudimos haber ido para la pieza pero mi turra tenía otros planes. Me llevo de la mano para el comedor de la casilla y me tiró en el sillón. Me empezó a comer a besos mal pero mal y rápidamente se me subió ensima. Mientras afuera se escuchaba la joda y la cumbia al palo mi turra dejo que mi verga deslice con su flujo y rápidamente se ensarte toda hasta el fondo de su conchita peluda. Grito de placer bien fuerte: "ayyy bebuuuuu siiiii rompeme la concha". "Soy tu rocha bebu". Me repetía mientras mi verga se ensartaba más y más.

Yo saqué sus tetas del escote y teniendo las frente a mi cara comencé a chuparlas. Le pasaba la lengua por los pezones y la hacía volar de calentura mientras mi Rocha me saltaba ensima destrozandome la verga piel con piel sin forro. Jesi gritaba, no gemia, gritaba como putita en celo y pronto los gritos alocados de las amigas se hicieron escuchar. "Eeeee mírala la jeesiii e" "destrosalo amiga ya fue". Yo estaba como loco y algunas de las amigas miraban desde la entrada al comedor como mi turra me cabalgaba que daba gusto. No sé cuánto tiempo había pasado hasta que una de sus amigas paso con uno de los Turros del parlante directo para nuestra pieza. Obviamente a garchar. Entre los gritos de placer de mi turra se escuchaban algún grito de la amiga que estaban re garchando en nuestra pieza. 

Mi turra se levantó con mi verga completamente dura y parada y se paró sobre el sillón. Puso su concha en mi cara y yo se la empecé a chupar con locura. Ella gritaba que retumbaba en toda la casa. Pocos minutos después y mientras con mi boca le comía esa conchita peludita y empapada me empezó a acabar todo en la boca. Eran chorros de flujo y de pis que me estaban mojando todo mal. Sentía salir si flujo su pis y escuchaba sus gritos sus gemidos. "Siiiii bebuuuuu soy tu rocha tu rocha putita" me repetía una y otra vez. Después de empaparme todo y que el sillón sea un mar de flujo y meo, se volvió a sentar ensima mío para terminar de cabalgarme. Algún grito de la amiga se escuchaba de fondo y pronto le llene la concha de leche a mi turra. Fue una acabada increíble bien sarpada y bien dentro suyo. Toda la leche calentita en su concha. 

Era tanta la calentura que teníamos por todo lo que había pasado que mi turrita me siguió comiendo a besos y rápidamente mi verga se puso dura de nuevo. Nunca había salido de dentro suyo. Y con movimientos suaves me comenzo a cabalgar de vuelta con las tetas al aire. En ese momento apareció mi cuñada del fondo echa una ráfaga de furia y empujó a mi turra de encima mío al grito de: "chorra de mierda rastrera la puta que te parió te voy a matar".
Mi turrita se incorporo y se le fue ensima. 
Jesica: khe agita sucia quien te afanó boludita yo no toque nada gila

Se trensaron en una discusión 100 % turra todo de pico. Atrás cayó mi cuñado re caliente y se me vino encima acusándome de chorro y de que mi mujer es chorra. Yo me subí el pantalón y me prepare (con miedo lo reconozco) para pelear. Lo que más recuerdo fue la mirada de mi turra claramente esperando mi reacción. Más por esa mirada que por otra cosa le puse una buena mano al del fondo. Sangro el labio. Nos trensamos en una ida y vuelta de dos golpes y cayeron rápidamente los amigos de Nahiara, incluso el que estaba garchandose a la amiga de Jésica en nuestra pieza. Hubo un par de gritos de careos y uno de los amigos de Nahiara sacó un fierro y lo agitaba con las manos. Ahí si que todos retrocedieron. Mi cuñado se llevó a mi cuñada mientras nos gritaban cosas pero llendose. Mi turra le gritaba cosas desde donde estábamos y el del fierro se cagaba de risa. 

Para no hacerla tan larga la pelea nos había dejado todavía con más exitacion es como si la leche se multiplicara te sentís un turró salvaje y mi turra estaba encantada bien caliente. Sin mediar palabra me agarró de la mano y me llevo para nuestra pieza. Me pegó una cabalgada salvaje sobre la cama que la amiga y el turró habían garchado recién. Sus gritos se habían echo todavía más fuerte y me decía: "ay bebu como me calentas SOS mi rocho" "te amo mi rocho". Garchamos como una hora a pura calentura mal y me volvió a acabar todo sobre mi. Yo le volví a llenar de leche la concha bien salvaje. Estábamos bien desatados mal. 

Cuando salimos de la pieza Nahiara se estaba comiendo a uno de los Turros. Un poco de celos me dió pero bueno mi turra de venida en Rocha me tenía loco.