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Daddy Issues 1

Daddy Issues 1



Hola, me llamo Tamara y tengo 30 años. Soy nutricionista y me gusta mantenerme bien. Tengo buena cola, cinturita y tetasredondas y paradas. Mi papá dice que soy hermosa. Y sí, hace años que me lo cojo cuando tengo ganas o necesito un hombre que me mime, me consienta y me vuelva loca de placer.
Voy a empezar por la primera vez, que fue todo un descubrimiento. Para darles un poco de contexto les cuento que mi papá es policía, como lo fue su padre. Es alto, de pelo castaño, y a sus 43 años siempre andaba bien afeitado y con un cuerpo bien tonificado. En ese entonces más de una mujer quería ser detenida y castigada por él. Pero mi papá solo tenía ojos para mi madre. Ella era una mujer hermosa y muy inteligente, pero bastante fría emocionalmente. Siempre le hacía comentarios despectivos a mi padre por ser "poco intelectual" y "apenas más inteligente que un mono". No importaba que dijera ella, él jamás se enojaba y nunca fue violento en casa.
Sin embargo discutían bastante. A veces por pavadas llegaban a hacer escenas novelescas. Casi siempre con un portazo final de mi padre.
Una noche llegó a casa cabizbajo. Mamá no estaba en casa. Había salido al cine con una amiga. Lo vi tan caído que me paré enfrente para interrogarlo.
- Hola pá. Qué pasa que estás triste?
- Hola princess. Creo que tu madre me engaña con otro hombre.
- Qué?? Como sabés que te engaña?
- Porque me lo comentó un compañero que estaba de patrulla y la vio abrazada a otro tipo paseando muy contenta. Salían de un albergue transitorio.
- Mamá en un telo? Que puta!
- Hija! No hables así de tu madre. Aún no sabemos si es seguro.
- Bueno, dijo que fue al cine. Miremos la cartelera para ver que hay hoy. Mañana le preguntás que película vio. Ahí sabremos si mintió o no.
Así fue como descubrimos que mi madre le era infiel al único hombre que la amaba con entrega total. Eso lo destrozó. Se divorciaron. Mamá se fue de casa y yo me quedé a vivir con mi papá.
Casi 3 meses después de eso se desató el inicio de la locura. Yo iba a salir con un chico muy lindo y me vestí para matar. Tenía un vestido strapless corto ajustable beige que me quedaba pintado. Obviamente no llevaba corpiño así se notaban mis pezones.
Cuando fui a despedirme de papá vi un brillo nuevo en su mirada. Como si toda la tristeza que tenía se hubiera ido. Sonrió, me miró de pies a cabeza y me dijo:
- Estás hermosa... demasiado hermosa! Espero que ese chico lo valga!
Me acarició un brazo y me dio un beso tierno en la frente. Yo lo abracé fuerte y pude sentir su duro torso contra mis pechos. Él también debió haber sentido algo porque se separó de mí rápidamente.
- Divertite hija. Pero cuidate mucho por favor!
- Siempre lo hago pá!
Mi cita fue una decepción. El pibe se comportó como un idiota casi todo el tiempo y encima se burló de mi padre por ser policía. Le pedí que me llevara a mi casa, él se negó así que lo dejé y me volví en taxi a casa.
Entré llorando, intentando pasar desapercibida, pero mi papá vino casi corriendo tras de mí.
- Tami! Que pasó?
Le resumí mi noche de mierda y él escuchó tranquilo. Cuando terminé, me abrazó y me dijo:
- Querés que se lo haga pagar? Que lo meta una noche en el hotel calabozo?
Me hizo reír su ocurrencia y me hizo sentir bien su cariño. Apoyé mi cabeza en su pecho y suspiré aliviada.
- Estas cosas te van a pasar. Es parte de crecer. Hay mucha gente de mierda y mucha gente buena. Por suerte los buenos somos mayoría.
Me abrazó y yo agarré su mano sin darme cuenta que la puse en mis tetas.
- Guau! No me había dado cuenta lo mucho que creciste!
- Ay. Perdón! No me di cuenta.
Él retiró su mano despacio, acariciando mi pecho al sacarla.
- Se sienten... firmes.
Esa frase me hizo mirarlo a los ojos. Otra vez ese brillo casi alegre, esa mirada casi curiosa. Era una mirada de hombre.
Me acaloré como una tonta en un segundo. Mi papá me elogiaba las tetas! Un calor en el estómago me gizo sentir que tenía que ir más lejos. De un tirón me bajé el vestido.
- Vos dirías que son lindas?
Se quedó boquiabierto mirando sorprendido primero y excitado después.
- So son hermosssasss...
Sin pedir permiso, me las agarró con las dos manos y me las chupó enloquecidamente. Yo lo dejé hacer mientras disfrutaba de esa atención prohibida. Mentiría si dijera que nunca había fantaseado con una situación así. Quien tenga un papi policía como el mío lo entendería.
El tema es que me estaba empezando a mojarme y le apreté la pija sobre el boxer que usaba de pijama. La tenía durísima. Tener a mi padre con una erección por chuparme las tetas era de un morbo altísimo. No pude contener un gemido.
De repente, como si le hubiera dado electricidad, se levantó de mi cama y se tapó la boca.
- Qué hice? Qué acabo de hacer? Aay soy un padre horrible!
Como estaba por ponerse a llorar, no pude evitar abrazrlo fuerte para calmarlo, apoyando mis tetas en su espalda y mis manos en su abdomen.
- No digas eso. Sos el mejor papá del mundo. Estás muy solo. Te entiendo.
- Pero lo que hice... está muy mal!
- No pasó nada. Solo jugaste con mis tetas un poco. No me molesta que lo hagas. De hecho me gustó bastante!
- Pero soy tu padre! No debería tocarte así!
- Está en el código penal?
- No...
- Soy mayor de edad, di mi consentimiento y no es ilegal... por qué está mal?
- Yo...
- No te parezco linda? No te gustan mis tetas?
- No es eso... yo no...
- Mirame. Te gustan mis tetas?
Me separé un paso de él para que me mire mejor y las estrujé provocadoramente.
- S-sí... son perfectas!
- Tocalas!
- No... no debo!
- Pero te lo estoy pidiendo!
- Ahhh... no me hables así! Sos mi hija!
- Soy una mujer. Vos sos un hombre. Un gran hombre!
Al decir eso, no pude evitar mirar su bulto. Que puta!, pensé.
- Un gran hombre no se calentaría con su hija!
Decidí llevar las cosas más lejos.
- Te calientan mis tetas? Y si vieras más?
Se quedó quieto.
Me di vuelta y me levanté el vestido. Ahora mis tetas y mi cola estaban a la vista. Solo una pequeña tanga tapaba mi desnudez.
- Tamyy!
- Está bien, quiero que me mires, Héctor.
Cuando escuchó su nombre algo debió aflojarse, porque estiró sus manos y acarició mis nalgas. Apoyé las manos en la cama para hacerle más fácil el manoseo y me llevé una sorpresa cuando se arrodilló atrás mío y comenzó a besarme la cola y la tela que cubría mi concha.
- Aahhh... como me gustan esos besos. No puedo más!
Me saqué el vestido y me tiré abierta de piernas en la cama. Corrí mi tanga y le mostré mi concha empapada.
- Mirá como me ponés Héctor! Me tenés muy caliente!
Él no dijo nada. No hacía falta. Su cara lo decía todo. Era una mirada de lujuria. Ese no era mi padre, era un macho en celo. Se acercó, me acomodó con sus manos y me lamió toda. Tres lengüetazos en el clítoris bastaron para producirme el primer orgasmo.
- Aaaahh... aahh... uuhhmmmm...
Me dejó recuperar el aliento y unos segundos después me metió dos dedos, que resbalaron bien adentro. Volvió a chuparme. Esta vez aguanté casi 2 minutos creo.
- Aaaahhhh!
Se incorporó y me miró asustado. Me tiré sobre él antes de darle tiempo a reaccionar, le arranqué el boxer hasta lis tobillos y lo tiré sobre mi cama.
- Pero Tamy!
Miré su pija al mismo tiempo que la apretaba con una mano. Era grande y dura. Hermosa! Y ahora iba a ser toda mía.
Primero lamí el tronco como si fuera un helado. Luego pasé mí lengua por la punta. Lo hacía desear que se la coma entera. Lo miré a los ojos justo antes de meterme su pija en la boca. Me rogaba con la mirada para que siguiera.
Cerré los ojos y me concentré en dar lo mejor. Me metí lo más que pude y se la chupé fuerte y rápido. Dos minutos después sentía como se tensaba y como él se ponía todo rígido. Hundí mi boca hasta el fondo y esperé su leche. Explotó en un grito ahogado y soltó una descarga enorme en mi boca. Tragué mucha haciendo un esfuerzo, pero parte se escapaba por mis labios.
- Mmmhh... Cuanta leche tenías guardada!
- Ahhh...
Lamí la base de la pija y las bolas por donde había más semen. Estaba poseída.
- Que rica leche papi!
Lo que dije lo trajo de vuelta. De un salto se paró, me agarró por los hombros, me hizo a un lado como a un mueble y salió corriendo y gritando de mi habitación.
- Nooooo! Que hiceeee!?

Fin de la parte 1

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