El sábado siguiente lo esperábamos a Eric, habíamos tenido un montón de discusiones, estaba realmente celoso, le dije que me parecía que teníamos que parar, que otra vez me parecía que se estaba enamorando, obviamente no hizo caso de mis objeciones, el sábado siguiente Eric vino a la tarde, misma hora más o menos, en varios mensajes Ceci le había dicho que era muy tierno, el venía enojado, había hablado con Carlos, entró a nuestra casa, Ceci lo esperaba en la cocina, le dijo que fuera al cuarto se quedara en ropa interior, se arrodillara en el piso con el cuerpo arriba de la cama, se desnudo él y paso al cuarto, así estaba ella como el le había dicho,
-Asi que soy muy tierno eh…? –tiró de la tanga incrustándola en su conchita y culo, y le descargo dos sonoros cachetazos, los gemidos de Ceci fueron intensos, le dio unos cuantos más viendo como gemía al cachetearla, le corrió la tanga, se mojó los dedos y la pajeo con ellos, la cacheteó de nuevo y volvió a pajearla, ella me miro, me parecía que su mirada decía algo así como esto es lo que quiero, la pajeaba haciendo que se movieran bien sus glúteos, los gemidos crecían y mi calentura también. siguió pajeandola y cacheteándola y llegó de una manera increíble
-Puta… -dijo mientras seguía en lo suyo y ella no paraba de gemir, maldije a Carlos en silencio, no se que le habría dicho, pero veía como Ceci se deshacía con su trato, le manoseaba el culo groseramente alternando con cachetazos y seguía pajeandola, me miraba con cara de puta, la pajeaba con cuatro dedos en su conchita y otra vez volvió a llegar
-Re puta, culona re puta… me encanta… -mientras la pajeaba con cuatro dedos volvió a cachetearla, ella estaba desatada. Le escupio en el culo y siguió pajeandola, no paraba de gemir ni un segundo, el pibe no podía creer lo que pasaba le hacía lo que fuera y ella cada vez más caliente, la pajeó un largo rato, le dio dos sonoros cachetazos
-Puta, culona puta…
Puso sus dos pies sobre la cama y la penetró, nada que ver con el trato que le había dado antes, era una cogida salvaje y los gemidos de ella eran impresionante, como si no creyera que el pendejo la pudiera tratar así, la clavó contra la cama con todo su peso en ella, era un orgasmo continuo el que estaba teniendo, siguió dándole duro un montón, parecía otra persona, la giro, la hizo acostar boca arriba al borde de la cama, agarrarse sus rodillas llevándolas hacia su pecho y volvió a descargarle sonoros cachetazos en su culazo, volvió a escupirla y dedearla, ella me miró, no pude descifrar lo que esa mirada quiso decir, la pajeaba violentamente, ella quiso detenerlo pero no paraba, ella estaba muy sensible pero estaba llegando de nuevo, las piernas le temblaban ahora, la tenía agarrada por los tobillos levantándole las piernas, otra vez le soltó sonoros cachetazos y volvió a pajearla, ella se agarraba con las manos de las sábanas, volvió a cogerla ahora de frente, no se habían besado para nada, le daba bien duro, la giro, la puso con la cabeza sobresaliendo de la cama y le cogió la boca hasta vaciarse en ella, había tragado un montón y restos de su corrida quedaban en su boca, él fue al baño a lavarse, cuando volvió, seguía al palo, la hizo ponerse en cuatro en el piso, me preguntó si tenía un cinturón, no sabía qué hacer, se lo dí y empezó a darle en el culo con él, ella otra vez gemía, le dio tres o cuatro fustazos, se acomodó y lentamente la fue penetrando por el culo, otra vez gemía como una puta caliente, le dio tres o cuatro viajes profundos y ya estaba llegando la muy puta, le daba cada vez más duro, y se la metía hasta el fondo, en ningún momento dejaba de gemir, las piernas le temblaban y le pedía más, él estaba embrutecido, parecía otra persona, la puso acostada en la cama boca arriba y le pasó el cinturón alrededor del cuello volvió a penetrarla por detrás mientras tiraba del cinturón, llevó su mano derecha al cuello y se lo apretaba muy fuerte, sus gemidos eran cada vez más fuertes, le dio un cachetazo de revés en su cara
-Soy tu puta bebe… toda tuya… podes hacer lo que quieras conmigo…-le dio otro suave cachetazo mientras seguía dándole duro por detrás, sus pechos se bamboleaban de una manera increíble, le estaba dando muy duro, la sacó para acabar y le tiró un montón de leche en su conchita y en su panza, se la volvió a meter por detrás volviendo a serrucharla bien duro, la sacó después todavía dura, ella separaba sus glúteos con sus manos, se veía el agujero de su culo totalmente dilatado, ese fue un encuentro diferente, y a partir de ese encuentro, todos los encuentros con él se volvieron diferentes y mucho más intensos.
Él se fue a lavar, ella estaba tirada en la cama, él seguía caliente, la puso de costado sobre la cama, con las piernas recogidas, se veía que su culito estaba bastante maltrecho, se la volvió a meter mientras le pajeaba la conchita, ella lo miraba con cara de sumisión total, la estuvo chupando un montón después, fue a la heladera y se sirvió una cerveza, tomó un par de tragos y volvió a la habitación, ella lo esperaba como la había dejado, le separó bien los glúteos y escupió en su ogete, se veía lo dilatado que estaba, se la metió un poco en la conchita y volvió otra vez a darle por detrás, cruzó su pierna por encima de ella, le tiró del pelo fuerte hacia atrás, empezó a besarle la cara, chuparla, darle besos mientras la taladraba bien duro, se montó sobre ella girándola solo un poco, otra vez el concierto de gemidos de Ceci era increíble, esta vez se clavó bien a fondo cuando estaba llegando el gemido de Ceci era de un placer y una aceptación total, se quedó un rato largo sobre ella hasta vaciarse totalmente, después la beso y se fue de nuevo hacia el baño, escuche la ducha la abrirse, Ceci estiro sus piernas y se quedó dormida.
Continuación relato primeros pasos hacia mis cuernos capitulo 18
-Asi que soy muy tierno eh…? –tiró de la tanga incrustándola en su conchita y culo, y le descargo dos sonoros cachetazos, los gemidos de Ceci fueron intensos, le dio unos cuantos más viendo como gemía al cachetearla, le corrió la tanga, se mojó los dedos y la pajeo con ellos, la cacheteó de nuevo y volvió a pajearla, ella me miro, me parecía que su mirada decía algo así como esto es lo que quiero, la pajeaba haciendo que se movieran bien sus glúteos, los gemidos crecían y mi calentura también. siguió pajeandola y cacheteándola y llegó de una manera increíble
-Puta… -dijo mientras seguía en lo suyo y ella no paraba de gemir, maldije a Carlos en silencio, no se que le habría dicho, pero veía como Ceci se deshacía con su trato, le manoseaba el culo groseramente alternando con cachetazos y seguía pajeandola, me miraba con cara de puta, la pajeaba con cuatro dedos en su conchita y otra vez volvió a llegar
-Re puta, culona re puta… me encanta… -mientras la pajeaba con cuatro dedos volvió a cachetearla, ella estaba desatada. Le escupio en el culo y siguió pajeandola, no paraba de gemir ni un segundo, el pibe no podía creer lo que pasaba le hacía lo que fuera y ella cada vez más caliente, la pajeó un largo rato, le dio dos sonoros cachetazos
-Puta, culona puta…
Puso sus dos pies sobre la cama y la penetró, nada que ver con el trato que le había dado antes, era una cogida salvaje y los gemidos de ella eran impresionante, como si no creyera que el pendejo la pudiera tratar así, la clavó contra la cama con todo su peso en ella, era un orgasmo continuo el que estaba teniendo, siguió dándole duro un montón, parecía otra persona, la giro, la hizo acostar boca arriba al borde de la cama, agarrarse sus rodillas llevándolas hacia su pecho y volvió a descargarle sonoros cachetazos en su culazo, volvió a escupirla y dedearla, ella me miró, no pude descifrar lo que esa mirada quiso decir, la pajeaba violentamente, ella quiso detenerlo pero no paraba, ella estaba muy sensible pero estaba llegando de nuevo, las piernas le temblaban ahora, la tenía agarrada por los tobillos levantándole las piernas, otra vez le soltó sonoros cachetazos y volvió a pajearla, ella se agarraba con las manos de las sábanas, volvió a cogerla ahora de frente, no se habían besado para nada, le daba bien duro, la giro, la puso con la cabeza sobresaliendo de la cama y le cogió la boca hasta vaciarse en ella, había tragado un montón y restos de su corrida quedaban en su boca, él fue al baño a lavarse, cuando volvió, seguía al palo, la hizo ponerse en cuatro en el piso, me preguntó si tenía un cinturón, no sabía qué hacer, se lo dí y empezó a darle en el culo con él, ella otra vez gemía, le dio tres o cuatro fustazos, se acomodó y lentamente la fue penetrando por el culo, otra vez gemía como una puta caliente, le dio tres o cuatro viajes profundos y ya estaba llegando la muy puta, le daba cada vez más duro, y se la metía hasta el fondo, en ningún momento dejaba de gemir, las piernas le temblaban y le pedía más, él estaba embrutecido, parecía otra persona, la puso acostada en la cama boca arriba y le pasó el cinturón alrededor del cuello volvió a penetrarla por detrás mientras tiraba del cinturón, llevó su mano derecha al cuello y se lo apretaba muy fuerte, sus gemidos eran cada vez más fuertes, le dio un cachetazo de revés en su cara
-Soy tu puta bebe… toda tuya… podes hacer lo que quieras conmigo…-le dio otro suave cachetazo mientras seguía dándole duro por detrás, sus pechos se bamboleaban de una manera increíble, le estaba dando muy duro, la sacó para acabar y le tiró un montón de leche en su conchita y en su panza, se la volvió a meter por detrás volviendo a serrucharla bien duro, la sacó después todavía dura, ella separaba sus glúteos con sus manos, se veía el agujero de su culo totalmente dilatado, ese fue un encuentro diferente, y a partir de ese encuentro, todos los encuentros con él se volvieron diferentes y mucho más intensos.
Él se fue a lavar, ella estaba tirada en la cama, él seguía caliente, la puso de costado sobre la cama, con las piernas recogidas, se veía que su culito estaba bastante maltrecho, se la volvió a meter mientras le pajeaba la conchita, ella lo miraba con cara de sumisión total, la estuvo chupando un montón después, fue a la heladera y se sirvió una cerveza, tomó un par de tragos y volvió a la habitación, ella lo esperaba como la había dejado, le separó bien los glúteos y escupió en su ogete, se veía lo dilatado que estaba, se la metió un poco en la conchita y volvió otra vez a darle por detrás, cruzó su pierna por encima de ella, le tiró del pelo fuerte hacia atrás, empezó a besarle la cara, chuparla, darle besos mientras la taladraba bien duro, se montó sobre ella girándola solo un poco, otra vez el concierto de gemidos de Ceci era increíble, esta vez se clavó bien a fondo cuando estaba llegando el gemido de Ceci era de un placer y una aceptación total, se quedó un rato largo sobre ella hasta vaciarse totalmente, después la beso y se fue de nuevo hacia el baño, escuche la ducha la abrirse, Ceci estiro sus piernas y se quedó dormida.
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2 comentarios - El alumno de mi esposa la vuelve a visitar...