Amigos, contiúa el relato. Les agradezco el apoyo. Por favor, es una gran motivación recibir mensajes, comentarios o cualquier feedback de ustedes. no dejen de hacerlo..
Bueno... vamos.
Bajamos del auto los 3. Yo por adelante y ellos dos por atrás. Cuando bajaron, se abrazaron y chaparon apretados al costado. Yo miré reojo y caminé hacia la puerta de casa. Ellos vinieron algunos pasos más atrás, en la suya.
Abrí la puerta y entramos todos. Ella dice:
S: Bueno… no hace falta que te diga nada. Ya conocés, jaja.
Nacho la miró como incómodo y asumiendo lentamente la situación.
N: Vamos al cuarto dale.
S: me vas a coger?
N: Si dale vamos.
Nacho le agarró la mano y la llevó para el cuarto. A mi ni me miraron. En ese momento dudé. Daba para seguirlos y mirarlos? Participar? O aunque sea desde la puerta?
La pregunta se respondió sola cuando escuché el portazo. Claramente, no me tocaba.
Otra vez, como la primera vez, me metí en el cuarto de al lado a escuchar. Me hice la paja una o dos veces mientras escuchaba gemidos, gritos, alguna cachetada claramente en el culo de Sofi. Cuando terminaron de coger, se escuchaba como que charlaban. No se entendía nada, pero los graves de Nacho se sentían. Hasta que en un momento ocurrió la magia.
Escucho abrirse la puerta, y así como sacando apenas la cabeza, sofi me grita.
S: gordo, tenés porro?
Nosotros fumábamos porro cada muerte de obispo. Poco y nada. Pero tenía algo en casa, sobre todo de cuando venían amigos y dejaban. Como sabían que yo nunca tenía, no les molestaba olvidarse algún que otro faso para fumar la próxima.
Yo sorprendido pero entusiasmado por formar parte, respondí al segundo
Y: Creo que hay un faso. Dejame ver.
S: Ok dale si hay traé.
Salí corriendo al cajón de la cocina y lo encontré, envuelto en una servilleta.
Fui al cuarto, toqué la puerta y dije desde afuera.
Y: Acá encontré uno entero.
S: Ok pasá.
Abrí. No les puedo explicar lo que significó ver eso.
Primero que nada, había un olor a sexo hermoso. Esa mezcla de olores a perfume, fluidos, encierro. Todo junto.
Ropa tirada por todos lados. Claro signo de que las ganas eran muchas y probablemente hayan empezado a desnudarse desde el mismísimo momento en que cerraron la puerta.
Estaba él, acostado pero erguido sobre el respaldo de la cama, tapado hasta la cintura. Y ella, desnuda, con una pierna y también tapada hasta la mitad, pero recostada sobre su pecho y con una pierna cruzando sobre las piernas de él.
En modo novios, relajados y disfrutando.
Él parecía un poco molesto por mi presencia, pero ya más tranquilo que hace un rato.
S: Trajiste encendedor?
Y: Uh busco.
N: Yo tengo. Agarrá de mi pantalón que está ahí.
Me habló, y miró mientras me hablaba. Seco, pero resolutivo.
Fui a buscar el pantalón, revisé los bolsillos y agarré el encendedor que compartía bolsillo con la billetera.
Cuando se los fui a alcanzar, dispuesto a ser echado con la mirada nuevamente, me dice Sofi:
S: quedate a fumarlo con nosotros.
Y: Na tranqui fumenlo después consigo otro.
S: no posta quedate. No pasa nada.
Nacho no hablaba. Pero no negaba. Y me quedé. Me senté en el borde de la cama, a los pibes de Sofi. Prendí el faso, le dí la primera pitada y lo pasé.
Eran flores premium. No se mucho del tema, pero me daba cuenta que era rico de fumar, y también sabía que con poco ya te mareaba.
Sofi fumó, y se lo pasó Nacho que le dio una pitada profunda, como para probarlo bien y calificarlo. Con cara de juez de reality show de cocina.
S: Viste que es más rico que el de Gonza?
N: Si es verdad está muy bueno.
Ah bueno…. me gustaba la idea de escucharlos hablar de amigos de él. Me gustaba ver que tenían sus historia propia, y que lo hablaban adelante mío. Me gustaba.
S: Este es de un amigo de Juan que planta en la casa. Es de los mejores que probé.
N: Qué onda tiene muchas plantas? (Mirándome a mí)
Ahí, otra vez sorprendido, caí en que el flaco me estaba dando charla a mi. Contacto visual contínuo y relajado. No le voy a transcribir la charla porque no tiene sentido. Solo importa que sepan que seguimos compartiendo pitadas un rato, hasta casi consumir el faso entero.
Las charlas fueron todas banalidades. Del tópico de mi amigo y el faso pasamos a un amigo de él que tuvo un problema judicial porque lo frenaron en la ruta con pastillas. Contó que cada tanto va a fiestas electrónicas y que le gusta tomar pastis de vez en cuando.
Ya llegando al final del faso, Sofi se empezó a poner más melosa. Lo que empezó siendo caricias en el pecho, pasó a ser que su mano desapareció abajo de las sábanas. Al rato se veían directamente como le acariciaba la pija, que se empezaba a ver crecer sábana de por medio. Lo que se notaba no era la pija en sí, si no el trayecto de la mano de Sofi que se hacía cada vez más largo.
Yo por supuesto no podía colgarme mirando, pero me era imposible no dejar ir la mirada.
En ese contexto, la charla seguía. Él no le prestaba atención a Sofi. Hablaba conmigo, hasta intercambiamos alguna risa. La que no nos prestaba atención a nosotros era Sofi. no participaba de la charla. Parecía ida. Entre el faso y la concentración que le ponía al cuerpo de Nacho, no le quedaba espacio en la cabeza para participar de la conversación. No la registraba directamente.
En un momento, empezó a darle besos en el pecho. Fueron 1, 2, 3, hasta transformarse en una secuencia definitiva. Esos besos empezaron a subir al cuello. Ya Nacho empezó a demostrar algún signo de darse cuenta. Me hablaba, pero registraba. De a ratos miraba para abajo. En un momento, Nacho empezó a mover su mano izquierda. Desde que entré a la habitación, Sofi estaba acostada sobre ese brazo. Imaginen un segundo. Ese brazo cruzaba por debajo de Sofi, le rodeaba la espalda como abrazándola. En esos instantes, le empezó a hacer caricias en la espalda que luego bajaron al culo. Le acariciaba el culo entero. La manzana completa, de arriba abajo y los costados. Y mientras me seguía hablando a mi como si nada.
Sofi lo iba invadiendo, y él se iba dejando invadir.
De un momento a otro, ella empiezó a darle besos en el cachete, que al toque se transformaron en besos en la boca.
Ahí la conversación ya se transformó en imposible, y él se entregó a Sofi. Empezó a seguirle los besos y a manosearla más. Yo miraba sin poder creer lo que veía. La pija me explotaba amigos.
Sofi se subió arriba de él, y lo empezó a chapar furiosa. No paraban de chapar. Y cuando no chapaban, se chupaban todos. Nacho seguía en la cama pero ya reclinado, apoyando la la nuca sobre el respaldo. Ella se sentó en su pecho, y le puso las tetas a la altura de su cara. Y él empezó a chupar como si no hubiera un mañana.
Ella miraba para arriba, con una cara de placer que nunca había visto. Estaba ida. Él seguía chupándole las tetas. Ella se las juntaba para que pudiera hundirse entre medio de esas tetas hermosas que tiene..
Sofi tiró una de sus manos para atrás, mientras seguía en la misma posición sentada en su pecho, y le agarró la pija que todavía seguía tapada por las sábanas, pero que con el movimiento comenzaba a asomar.
Cuando salió… por favor.
Más allá del tamaño, que a mi entender rondaba los 18 cm parada, lo que me sorprendí era su estética. Perfectamente depilada, muy venosa y con bastante grosor. Literalmente parecía una pija de actor porno premium. Ahí entendí la devoción de Sofi.
Le empezó a hacer la paja con la mano para atrás. De arriba hacia abajo, le recorría toda la pija que ya estaba durísima. Mientras, él le chupaba las tetas y chapaban alternadamente.
Hasta que ella de repente cambia su postura. Vieron cuando una mujer asume esa personalidad en la que saca un poco los labios, habla susurrando y tiene una mirada voraz y provocadora? Bueno, ya lo saben. Así. Y al toque le dice con los labios así para afuera:
S: Dale, tratame adelante de él como me tratás siempre.
N: Como querés que te trate?
S: Como lo que soy. Una puta.
N: Ah si? Segura?
S: Si.
N: Entonces chupamela. Quiero que la mojes entendiste?
Ahí, bien obediente, ella empezó a descender por el cuerpo de nacho hasta quedar arrodillada entre sus piernas bien abiertas, de frente al tronco gigante que estaba totalmente parado.
Lo agarró, y le dio la chupada más húmeda que vi en mi vida. Se atragantó al punto que salía baba por los costados de su boca que no estaban rellenos de pija, y le dijo:
S: Así?
N: Si seguí dale.
Sofi siguió chupando como loca. Mientras, se mandaba dedos en la concha.
Él, la agarraba del pelo o de la nuca y le empujaba los movimientos. Cada tanto la levantaba del melo como si fuera un caballo, la obligaba a que lo mire, y la volvía a bajar para que sugiera succionando.
Se preguntarán… y yo? Yo estaba como loco, pero quieto. La pija me explotaba de solo mirarlos a escasos centímetros. Entiendan que el culo de Sofi arrodillada lo tenía literal a 30 centímetros de mi cara. Seguía sentado al borde de la cama mirándolos sin parar.
En un momento, empecé a rozarme con las manos el pantalón, no podía más de la calentura. Al principio ni me prestaron atención, y siguieron con lo suyo.
En un momento, todavía prendida a la pija de Nacho, Sofi gira la cabeza, me mira, lo mira a él y me vuelve a mirar. Y me dice:
S: Querés hacerte la paja cornudito?
Y: Si por favor.
S: Vos qué decís Nacho? Lo dejamos?
N: Si él quiere si, no tengo problema.
S: A él lo tenés que tratar igual que a mi. Le gusta al cornudo. Debe estar como loco por meterse.
N: mmm no se no da
S: Me dejás a mi que soy tu puta y también hago cumplir tus órdenes?
N: Dale a ver…
S: Desnudate cornudo. Desnudate ahora y parate en un costado de la habitación así no molestás.
Yo no dude un segundo en ponerme en rol. Estaba cumpliendo mi fantasía de la vida.
Me saqué la ropa lo más rápido que pude, y me fui a parar contra la pared. Imagínense una cama que está contra una de las cuatro paredes de la habitación. Yo me paré en una pared lateral, a la altura de donde Sofi estaba chupándole la pija a Nacho. La habitación no es muy grande, así que seguía cerca y tenía vista directa de lo que pasaba. Estuve bastante rápido, porque si me paraba en la pared de enfrente a la cama, sólo iba a ver el culo de ella, perdiéndome ese paisaje tremendo,
S: Dale, hacete la paja.
Empecé a darle al muñeco parado, mientras los miraba. Ella volvió a concentrarse en su pija. Él me miró un segundo al principio. Ni siquiera fichó mi verga. Es como que me miró para tomar conciencia de lo que estaba pasando, y se volvió a ir.
Sofi chupaba compenetrada, pero cada tanto miraba al costado para chequear que yo cumpliera su orden. En su mirada totalmente transformada, escondía algo más que su cara de estar mirando un cornudo. Yo sentía que con su mirada humilladora me estaba haciendo sentir celos, pero no solo celos por lo que ella hacía con otro hombre, si no porque sospechaba que también estaba celoso de la pija que se estaba devorando.
Ella presentía mis ganas, que ya le había demostrado en ocasiones anteriores con gestos e indirectas.Y jugaba el juego mejor que nadie.
Mirando a Nacho, le dijo:
S: Y? Cuándo me vas a decir lo que tengo que hacer? Te la voy a chupar toda la noche?
Se ve que Sofi estaba buscando que él retomara el personaje y se soltara un poco más. Mi situación en bolas pajeándome al lado lo había descolocado un poco y entiendo que había retrocedido algunos casilleros en su calentura.
Sofi siguió en ese rol fenomenal. Nos fue aflojando y nos fue llevando cada vez más adentro de la fantasía, y por otro lado llenaba su ego de reina de las putas, que evidentemente le fascinaba.
Ante el silencio de él, aceleró la chupada y se mandó un fondo increíble. Se la clavó entera en la garganta, al punto de que ya casi no se vía pija fuera de la boca.
Se notó que él se enloquecía, mientras se le estremecía todo el cuerpo. Giró la cabeza para arriba, no se le veían los ojos. Se mandó una respirada increíble, acompañada del primer gemido fuerte que le escuché a él en la noche. Ahí noté de nuevo que reaparecía su personalidad más sacada. Volvió a Sofi, le levantó la cara tirando del pelo y le dijo:
N: Sentate arriba de la pija dale puta.
S: ah sii… y con el cornudito que hago?
N: que siga haciéndose la paja gratis mirándonos a nosotros coger el cornudo
S: Entendiste cornudito? - mirándome, todavía agarrada de los pelos por Nacho-
Y: si.
Ella se fue para atrás, y se volvió a subir a sus piernas. Agarró la pija inmensa de Nacho y mirándolo a él de frente, se la metió toda adentro de la concha. Entró como si tuviera lubricante, pero sin necesidad de usar ninguno.
Ahí arrancaron los gritos de los dos. Empezó a saltar como una loca. Él, rotaba entre agarrarla del cuello, pegarle en el culo y chuparle las tetas.
Ella gritaba y gritaba. Se chupaba los dedos, lo chapaba, o solo gritaba.
Fue increíble ver de costado el recorrido que hacía la pija, como se iba liberando tronco, que volvía a ser absorbido por la concha de Sofi.
Era increíble verlo así.
Yo no paraba de hacerme la paja. Sinceramente, frenaba para no acabar. Y volvía a arrancar. Tenía esperanza de participar.
Cogieron y cogieron. Él le decía barbaridades, y su única reacción era poner cara de puta insatisfecha.
N: Ponete en cuatro mirándolo al cornudo puta. Te voy a coger mirándolo a él.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH. Por favor. Qué increíble lo que había escuchado.
Ella, callada y sumisa, se puso en cuatro automáticamente. Se arrodilló, sacó el culo bien para arriba y la cara lo más contra el colchón posible, y me miró. Me miró fijo, con la misma cara de antes.
Él se arrodilló atrás, y en menos de un segundo ya tenía la pija adentro y empezó a darle fuerte. No les puedo explicar cómo le tiraba del pelo. Era literalmente un caballo. Le levantaba la cabeza con una mano, con la otra le agarraba el cuello, y le enterraba la pija bien profundo.
N: Le gusta al cornudo lo que ve?
S: aooohhh para mi sí. Que decís vos cornudo?
Y: me encanta no puedo más.
S: Ah si no podés más? querés acabar?
Y: Si quiero verlos a ustedes
N: No podés acabar. Aguantátelas. Si acabás te vas del cuarto.
S: Entendiste lo que dijo Nacho cornudito?
Y: Si entendí.
S: Querés que se la chupe un poco?
N: no ni en pedo. Que mire y listo
S. Bueno. Me puedo chupar el dedo para mostrarle como sería?
N: Si eso si.
Sofi me miró de nuevo, con cara de puta codiciosa y superadora. Y se empezó a mandar dos dedos a la boca. Siempre mirándome, de a ratos cerrando los ojos, y de ratos con los ojos blancos perdiendo la mirada hacia arriba.
Siguió así un rato, hasta que me dijo.
S: Te gusta lo que ves?
Y: si me encanta dejenme entrar por favor.
S: preguntale a nacho
Ahí lo miré a él. No entendía si tenía que rogarle, pedirle normal, callarme. Sinceramente no entendía nada y sobre todo, no quería cagarla.
Elegí ir a fondo. La situación daba, y estábamos en ese mood.
Y: nacho puedo? por favor.
N: como jodés cornudo de mierda. acercate arrodillado
S: ay si veni cornudito dale.
Y ahí nomás me arrodillé. Interpreté que arrodillado era gateando en 4, y fui acercándome.
N: mirá como gatea el cornudo de mierda y nadie se lo dijo.
S: es obediente el cornudito.
Me acerqué al borde de la cama y me puse casi cara con cara con Sofi. no saben lo que era el momento.
Estar cerca de ella, mirando esos labios todos salidos para afuera tipo patito. Sus ojos que de a rato me miraban y de a rato quedaban blancos de placer. El olor a pija que le salía de la boca cuando me respiraba en la cara. Él le tiraba del pelo, y de repente su cabeza se alejaba. Ella miraba para arriba, y él le tiraba, la ahorcaba. Y ella sacada mal gemía.
Yo miraba de cerca, y me pajeaba.
En un momento la levantó del pelo, y la hizo doblarse tanto que su cabeza quedó casi dirigida al techo hacia el techo.
N: Mirame puta.
S: ay si. qué queres que haga?
N: Abrí la boca bien grande puta.
Sofi abrió la boca. Ella literalmente estaba en éxtasis. Y ahí, él le escupió adentro de la boca. Se empezó a ver como chorreaba por esos labios carnosos que encima estaban más hinchados que nunca. La saliva empezó a bajar por la pera, el cuello, casi llegando a las tetas.
Ella, seguía agarrada de los pelos, tocándose las tetas, gimiendo de placer, y desparramándose la saliva por todo el pecho.
N: cornudo, chupala. Chapátela y chupale toda la zona. Ya.
Y ahí nomás fui. Me sumergí. Le di con la lengua por todos lados. Me transé todo su cuerpo. Las tetas, el pecho, el cuello, los cachetes, la boca también.
Todo.
Ella, mientras gemía, me hablaba.
S: Te gusta lo que chupás?
Y: si (sin mirarla, solo compenetrado en chupar)
S: Fijate que quedó un poquito acá (señalándose un pedazo del cuello).
Y ahí fui, a seguir chupando. Estábamos muy calientes. Y Nacho también. Se notaba que cambiaba de ritmo cuando veía estas cosas. Cambiaba la respiración, la velocidad de penetración, hasta gemía un poco.
Dónde iba a terminar todo esto? Cuál era el límite? Ninguno sabía bien. Lo que estaba claro es que el que los pondría era Nacho.
N: Vení puta, date vuelta que te quiero acabar en la boca.
Sofi automáticamente frenó todo lo que estaba haciendo. Giró, dejándome el culo frente a mi cara, y arrancó a chupar como una enferma. En 4 también.
Nacho también parecía ido, como cualquiera que está a punto de acabar. Así y todo, se hizo un momento, me miró y me dijo:
N: Cornudo, chupale la concha mientras me hace acabar.
Y ahí fui, a cumplir la orden. Como pude, arrodillado, empecé a pasarla la lengua por donde pude. Culo, concha, el camino del medio. Todo. Qué gusto a pija que tenía por favor.
Sofi gemía cada vez más, mientras se la chupaba a Nacho como una trola profesional.
En un momento todo se intensificó. Nacho empezó a gemir como un toro, Sofi a succionar como una mamadera, y yo entendí mi mensaje y enfurecí la chupada.
Hasta que se escuchó el “aaaahhhhh” de Nacho. Y sucedió. Le llenó la boca de leche. Bah… la boca, la cara, el cuerpo, la cama. Todo lleno de leche.
Y Sofi haciendo lo que jamás me hizo a mi. Pasando la lengua por todos lados, con todo el cuerpo lleno de leche y todavía en 4. Beboteando bien mojada.
Nacho la volvió a levantar del pelo, hizo que lo mire, y le dijo:
N: qué vas a hacer con toda esa leche?
S: lo que vos me digas.
N: dale putita, decime que querés hacer con esa leche.
S: quiero compartirla.
N: con quién?
S: con Juan.
Mis amigos…. exploté. Explotamos los 3 en realidad.
Nacho la miró, me miró a mi, y dijo:
N: vení cornudo. Arrodillate al lado de la puta esta.
Me subí a la camara instantáneamente. Obedeciendo al 100 y listo para que pasara lo que tuviera que pasar.
Nacho nos agarró a los dos de los pelos, uno con cada mano. Nos levantó la cabeza obligándonos a mirarlo, y nos dijo:
N: hagan lo que tengan que hacer, pero no quiero que quede nada de leche en la sábanas. Está?+
Continuará
Bueno... vamos.
Bajamos del auto los 3. Yo por adelante y ellos dos por atrás. Cuando bajaron, se abrazaron y chaparon apretados al costado. Yo miré reojo y caminé hacia la puerta de casa. Ellos vinieron algunos pasos más atrás, en la suya.
Abrí la puerta y entramos todos. Ella dice:
S: Bueno… no hace falta que te diga nada. Ya conocés, jaja.
Nacho la miró como incómodo y asumiendo lentamente la situación.
N: Vamos al cuarto dale.
S: me vas a coger?
N: Si dale vamos.
Nacho le agarró la mano y la llevó para el cuarto. A mi ni me miraron. En ese momento dudé. Daba para seguirlos y mirarlos? Participar? O aunque sea desde la puerta?
La pregunta se respondió sola cuando escuché el portazo. Claramente, no me tocaba.
Otra vez, como la primera vez, me metí en el cuarto de al lado a escuchar. Me hice la paja una o dos veces mientras escuchaba gemidos, gritos, alguna cachetada claramente en el culo de Sofi. Cuando terminaron de coger, se escuchaba como que charlaban. No se entendía nada, pero los graves de Nacho se sentían. Hasta que en un momento ocurrió la magia.
Escucho abrirse la puerta, y así como sacando apenas la cabeza, sofi me grita.
S: gordo, tenés porro?
Nosotros fumábamos porro cada muerte de obispo. Poco y nada. Pero tenía algo en casa, sobre todo de cuando venían amigos y dejaban. Como sabían que yo nunca tenía, no les molestaba olvidarse algún que otro faso para fumar la próxima.
Yo sorprendido pero entusiasmado por formar parte, respondí al segundo
Y: Creo que hay un faso. Dejame ver.
S: Ok dale si hay traé.
Salí corriendo al cajón de la cocina y lo encontré, envuelto en una servilleta.
Fui al cuarto, toqué la puerta y dije desde afuera.
Y: Acá encontré uno entero.
S: Ok pasá.
Abrí. No les puedo explicar lo que significó ver eso.
Primero que nada, había un olor a sexo hermoso. Esa mezcla de olores a perfume, fluidos, encierro. Todo junto.
Ropa tirada por todos lados. Claro signo de que las ganas eran muchas y probablemente hayan empezado a desnudarse desde el mismísimo momento en que cerraron la puerta.
Estaba él, acostado pero erguido sobre el respaldo de la cama, tapado hasta la cintura. Y ella, desnuda, con una pierna y también tapada hasta la mitad, pero recostada sobre su pecho y con una pierna cruzando sobre las piernas de él.
En modo novios, relajados y disfrutando.
Él parecía un poco molesto por mi presencia, pero ya más tranquilo que hace un rato.
S: Trajiste encendedor?
Y: Uh busco.
N: Yo tengo. Agarrá de mi pantalón que está ahí.
Me habló, y miró mientras me hablaba. Seco, pero resolutivo.
Fui a buscar el pantalón, revisé los bolsillos y agarré el encendedor que compartía bolsillo con la billetera.
Cuando se los fui a alcanzar, dispuesto a ser echado con la mirada nuevamente, me dice Sofi:
S: quedate a fumarlo con nosotros.
Y: Na tranqui fumenlo después consigo otro.
S: no posta quedate. No pasa nada.
Nacho no hablaba. Pero no negaba. Y me quedé. Me senté en el borde de la cama, a los pibes de Sofi. Prendí el faso, le dí la primera pitada y lo pasé.
Eran flores premium. No se mucho del tema, pero me daba cuenta que era rico de fumar, y también sabía que con poco ya te mareaba.
Sofi fumó, y se lo pasó Nacho que le dio una pitada profunda, como para probarlo bien y calificarlo. Con cara de juez de reality show de cocina.
S: Viste que es más rico que el de Gonza?
N: Si es verdad está muy bueno.
Ah bueno…. me gustaba la idea de escucharlos hablar de amigos de él. Me gustaba ver que tenían sus historia propia, y que lo hablaban adelante mío. Me gustaba.
S: Este es de un amigo de Juan que planta en la casa. Es de los mejores que probé.
N: Qué onda tiene muchas plantas? (Mirándome a mí)
Ahí, otra vez sorprendido, caí en que el flaco me estaba dando charla a mi. Contacto visual contínuo y relajado. No le voy a transcribir la charla porque no tiene sentido. Solo importa que sepan que seguimos compartiendo pitadas un rato, hasta casi consumir el faso entero.
Las charlas fueron todas banalidades. Del tópico de mi amigo y el faso pasamos a un amigo de él que tuvo un problema judicial porque lo frenaron en la ruta con pastillas. Contó que cada tanto va a fiestas electrónicas y que le gusta tomar pastis de vez en cuando.
Ya llegando al final del faso, Sofi se empezó a poner más melosa. Lo que empezó siendo caricias en el pecho, pasó a ser que su mano desapareció abajo de las sábanas. Al rato se veían directamente como le acariciaba la pija, que se empezaba a ver crecer sábana de por medio. Lo que se notaba no era la pija en sí, si no el trayecto de la mano de Sofi que se hacía cada vez más largo.
Yo por supuesto no podía colgarme mirando, pero me era imposible no dejar ir la mirada.
En ese contexto, la charla seguía. Él no le prestaba atención a Sofi. Hablaba conmigo, hasta intercambiamos alguna risa. La que no nos prestaba atención a nosotros era Sofi. no participaba de la charla. Parecía ida. Entre el faso y la concentración que le ponía al cuerpo de Nacho, no le quedaba espacio en la cabeza para participar de la conversación. No la registraba directamente.
En un momento, empezó a darle besos en el pecho. Fueron 1, 2, 3, hasta transformarse en una secuencia definitiva. Esos besos empezaron a subir al cuello. Ya Nacho empezó a demostrar algún signo de darse cuenta. Me hablaba, pero registraba. De a ratos miraba para abajo. En un momento, Nacho empezó a mover su mano izquierda. Desde que entré a la habitación, Sofi estaba acostada sobre ese brazo. Imaginen un segundo. Ese brazo cruzaba por debajo de Sofi, le rodeaba la espalda como abrazándola. En esos instantes, le empezó a hacer caricias en la espalda que luego bajaron al culo. Le acariciaba el culo entero. La manzana completa, de arriba abajo y los costados. Y mientras me seguía hablando a mi como si nada.
Sofi lo iba invadiendo, y él se iba dejando invadir.
De un momento a otro, ella empiezó a darle besos en el cachete, que al toque se transformaron en besos en la boca.
Ahí la conversación ya se transformó en imposible, y él se entregó a Sofi. Empezó a seguirle los besos y a manosearla más. Yo miraba sin poder creer lo que veía. La pija me explotaba amigos.
Sofi se subió arriba de él, y lo empezó a chapar furiosa. No paraban de chapar. Y cuando no chapaban, se chupaban todos. Nacho seguía en la cama pero ya reclinado, apoyando la la nuca sobre el respaldo. Ella se sentó en su pecho, y le puso las tetas a la altura de su cara. Y él empezó a chupar como si no hubiera un mañana.
Ella miraba para arriba, con una cara de placer que nunca había visto. Estaba ida. Él seguía chupándole las tetas. Ella se las juntaba para que pudiera hundirse entre medio de esas tetas hermosas que tiene..
Sofi tiró una de sus manos para atrás, mientras seguía en la misma posición sentada en su pecho, y le agarró la pija que todavía seguía tapada por las sábanas, pero que con el movimiento comenzaba a asomar.
Cuando salió… por favor.
Más allá del tamaño, que a mi entender rondaba los 18 cm parada, lo que me sorprendí era su estética. Perfectamente depilada, muy venosa y con bastante grosor. Literalmente parecía una pija de actor porno premium. Ahí entendí la devoción de Sofi.
Le empezó a hacer la paja con la mano para atrás. De arriba hacia abajo, le recorría toda la pija que ya estaba durísima. Mientras, él le chupaba las tetas y chapaban alternadamente.
Hasta que ella de repente cambia su postura. Vieron cuando una mujer asume esa personalidad en la que saca un poco los labios, habla susurrando y tiene una mirada voraz y provocadora? Bueno, ya lo saben. Así. Y al toque le dice con los labios así para afuera:
S: Dale, tratame adelante de él como me tratás siempre.
N: Como querés que te trate?
S: Como lo que soy. Una puta.
N: Ah si? Segura?
S: Si.
N: Entonces chupamela. Quiero que la mojes entendiste?
Ahí, bien obediente, ella empezó a descender por el cuerpo de nacho hasta quedar arrodillada entre sus piernas bien abiertas, de frente al tronco gigante que estaba totalmente parado.
Lo agarró, y le dio la chupada más húmeda que vi en mi vida. Se atragantó al punto que salía baba por los costados de su boca que no estaban rellenos de pija, y le dijo:
S: Así?
N: Si seguí dale.
Sofi siguió chupando como loca. Mientras, se mandaba dedos en la concha.
Él, la agarraba del pelo o de la nuca y le empujaba los movimientos. Cada tanto la levantaba del melo como si fuera un caballo, la obligaba a que lo mire, y la volvía a bajar para que sugiera succionando.
Se preguntarán… y yo? Yo estaba como loco, pero quieto. La pija me explotaba de solo mirarlos a escasos centímetros. Entiendan que el culo de Sofi arrodillada lo tenía literal a 30 centímetros de mi cara. Seguía sentado al borde de la cama mirándolos sin parar.
En un momento, empecé a rozarme con las manos el pantalón, no podía más de la calentura. Al principio ni me prestaron atención, y siguieron con lo suyo.
En un momento, todavía prendida a la pija de Nacho, Sofi gira la cabeza, me mira, lo mira a él y me vuelve a mirar. Y me dice:
S: Querés hacerte la paja cornudito?
Y: Si por favor.
S: Vos qué decís Nacho? Lo dejamos?
N: Si él quiere si, no tengo problema.
S: A él lo tenés que tratar igual que a mi. Le gusta al cornudo. Debe estar como loco por meterse.
N: mmm no se no da
S: Me dejás a mi que soy tu puta y también hago cumplir tus órdenes?
N: Dale a ver…
S: Desnudate cornudo. Desnudate ahora y parate en un costado de la habitación así no molestás.
Yo no dude un segundo en ponerme en rol. Estaba cumpliendo mi fantasía de la vida.
Me saqué la ropa lo más rápido que pude, y me fui a parar contra la pared. Imagínense una cama que está contra una de las cuatro paredes de la habitación. Yo me paré en una pared lateral, a la altura de donde Sofi estaba chupándole la pija a Nacho. La habitación no es muy grande, así que seguía cerca y tenía vista directa de lo que pasaba. Estuve bastante rápido, porque si me paraba en la pared de enfrente a la cama, sólo iba a ver el culo de ella, perdiéndome ese paisaje tremendo,
S: Dale, hacete la paja.
Empecé a darle al muñeco parado, mientras los miraba. Ella volvió a concentrarse en su pija. Él me miró un segundo al principio. Ni siquiera fichó mi verga. Es como que me miró para tomar conciencia de lo que estaba pasando, y se volvió a ir.
Sofi chupaba compenetrada, pero cada tanto miraba al costado para chequear que yo cumpliera su orden. En su mirada totalmente transformada, escondía algo más que su cara de estar mirando un cornudo. Yo sentía que con su mirada humilladora me estaba haciendo sentir celos, pero no solo celos por lo que ella hacía con otro hombre, si no porque sospechaba que también estaba celoso de la pija que se estaba devorando.
Ella presentía mis ganas, que ya le había demostrado en ocasiones anteriores con gestos e indirectas.Y jugaba el juego mejor que nadie.
Mirando a Nacho, le dijo:
S: Y? Cuándo me vas a decir lo que tengo que hacer? Te la voy a chupar toda la noche?
Se ve que Sofi estaba buscando que él retomara el personaje y se soltara un poco más. Mi situación en bolas pajeándome al lado lo había descolocado un poco y entiendo que había retrocedido algunos casilleros en su calentura.
Sofi siguió en ese rol fenomenal. Nos fue aflojando y nos fue llevando cada vez más adentro de la fantasía, y por otro lado llenaba su ego de reina de las putas, que evidentemente le fascinaba.
Ante el silencio de él, aceleró la chupada y se mandó un fondo increíble. Se la clavó entera en la garganta, al punto de que ya casi no se vía pija fuera de la boca.
Se notó que él se enloquecía, mientras se le estremecía todo el cuerpo. Giró la cabeza para arriba, no se le veían los ojos. Se mandó una respirada increíble, acompañada del primer gemido fuerte que le escuché a él en la noche. Ahí noté de nuevo que reaparecía su personalidad más sacada. Volvió a Sofi, le levantó la cara tirando del pelo y le dijo:
N: Sentate arriba de la pija dale puta.
S: ah sii… y con el cornudito que hago?
N: que siga haciéndose la paja gratis mirándonos a nosotros coger el cornudo
S: Entendiste cornudito? - mirándome, todavía agarrada de los pelos por Nacho-
Y: si.
Ella se fue para atrás, y se volvió a subir a sus piernas. Agarró la pija inmensa de Nacho y mirándolo a él de frente, se la metió toda adentro de la concha. Entró como si tuviera lubricante, pero sin necesidad de usar ninguno.
Ahí arrancaron los gritos de los dos. Empezó a saltar como una loca. Él, rotaba entre agarrarla del cuello, pegarle en el culo y chuparle las tetas.
Ella gritaba y gritaba. Se chupaba los dedos, lo chapaba, o solo gritaba.
Fue increíble ver de costado el recorrido que hacía la pija, como se iba liberando tronco, que volvía a ser absorbido por la concha de Sofi.
Era increíble verlo así.
Yo no paraba de hacerme la paja. Sinceramente, frenaba para no acabar. Y volvía a arrancar. Tenía esperanza de participar.
Cogieron y cogieron. Él le decía barbaridades, y su única reacción era poner cara de puta insatisfecha.
N: Ponete en cuatro mirándolo al cornudo puta. Te voy a coger mirándolo a él.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH. Por favor. Qué increíble lo que había escuchado.
Ella, callada y sumisa, se puso en cuatro automáticamente. Se arrodilló, sacó el culo bien para arriba y la cara lo más contra el colchón posible, y me miró. Me miró fijo, con la misma cara de antes.
Él se arrodilló atrás, y en menos de un segundo ya tenía la pija adentro y empezó a darle fuerte. No les puedo explicar cómo le tiraba del pelo. Era literalmente un caballo. Le levantaba la cabeza con una mano, con la otra le agarraba el cuello, y le enterraba la pija bien profundo.
N: Le gusta al cornudo lo que ve?
S: aooohhh para mi sí. Que decís vos cornudo?
Y: me encanta no puedo más.
S: Ah si no podés más? querés acabar?
Y: Si quiero verlos a ustedes
N: No podés acabar. Aguantátelas. Si acabás te vas del cuarto.
S: Entendiste lo que dijo Nacho cornudito?
Y: Si entendí.
S: Querés que se la chupe un poco?
N: no ni en pedo. Que mire y listo
S. Bueno. Me puedo chupar el dedo para mostrarle como sería?
N: Si eso si.
Sofi me miró de nuevo, con cara de puta codiciosa y superadora. Y se empezó a mandar dos dedos a la boca. Siempre mirándome, de a ratos cerrando los ojos, y de ratos con los ojos blancos perdiendo la mirada hacia arriba.
Siguió así un rato, hasta que me dijo.
S: Te gusta lo que ves?
Y: si me encanta dejenme entrar por favor.
S: preguntale a nacho
Ahí lo miré a él. No entendía si tenía que rogarle, pedirle normal, callarme. Sinceramente no entendía nada y sobre todo, no quería cagarla.
Elegí ir a fondo. La situación daba, y estábamos en ese mood.
Y: nacho puedo? por favor.
N: como jodés cornudo de mierda. acercate arrodillado
S: ay si veni cornudito dale.
Y ahí nomás me arrodillé. Interpreté que arrodillado era gateando en 4, y fui acercándome.
N: mirá como gatea el cornudo de mierda y nadie se lo dijo.
S: es obediente el cornudito.
Me acerqué al borde de la cama y me puse casi cara con cara con Sofi. no saben lo que era el momento.
Estar cerca de ella, mirando esos labios todos salidos para afuera tipo patito. Sus ojos que de a rato me miraban y de a rato quedaban blancos de placer. El olor a pija que le salía de la boca cuando me respiraba en la cara. Él le tiraba del pelo, y de repente su cabeza se alejaba. Ella miraba para arriba, y él le tiraba, la ahorcaba. Y ella sacada mal gemía.
Yo miraba de cerca, y me pajeaba.
En un momento la levantó del pelo, y la hizo doblarse tanto que su cabeza quedó casi dirigida al techo hacia el techo.
N: Mirame puta.
S: ay si. qué queres que haga?
N: Abrí la boca bien grande puta.
Sofi abrió la boca. Ella literalmente estaba en éxtasis. Y ahí, él le escupió adentro de la boca. Se empezó a ver como chorreaba por esos labios carnosos que encima estaban más hinchados que nunca. La saliva empezó a bajar por la pera, el cuello, casi llegando a las tetas.
Ella, seguía agarrada de los pelos, tocándose las tetas, gimiendo de placer, y desparramándose la saliva por todo el pecho.
N: cornudo, chupala. Chapátela y chupale toda la zona. Ya.
Y ahí nomás fui. Me sumergí. Le di con la lengua por todos lados. Me transé todo su cuerpo. Las tetas, el pecho, el cuello, los cachetes, la boca también.
Todo.
Ella, mientras gemía, me hablaba.
S: Te gusta lo que chupás?
Y: si (sin mirarla, solo compenetrado en chupar)
S: Fijate que quedó un poquito acá (señalándose un pedazo del cuello).
Y ahí fui, a seguir chupando. Estábamos muy calientes. Y Nacho también. Se notaba que cambiaba de ritmo cuando veía estas cosas. Cambiaba la respiración, la velocidad de penetración, hasta gemía un poco.
Dónde iba a terminar todo esto? Cuál era el límite? Ninguno sabía bien. Lo que estaba claro es que el que los pondría era Nacho.
N: Vení puta, date vuelta que te quiero acabar en la boca.
Sofi automáticamente frenó todo lo que estaba haciendo. Giró, dejándome el culo frente a mi cara, y arrancó a chupar como una enferma. En 4 también.
Nacho también parecía ido, como cualquiera que está a punto de acabar. Así y todo, se hizo un momento, me miró y me dijo:
N: Cornudo, chupale la concha mientras me hace acabar.
Y ahí fui, a cumplir la orden. Como pude, arrodillado, empecé a pasarla la lengua por donde pude. Culo, concha, el camino del medio. Todo. Qué gusto a pija que tenía por favor.
Sofi gemía cada vez más, mientras se la chupaba a Nacho como una trola profesional.
En un momento todo se intensificó. Nacho empezó a gemir como un toro, Sofi a succionar como una mamadera, y yo entendí mi mensaje y enfurecí la chupada.
Hasta que se escuchó el “aaaahhhhh” de Nacho. Y sucedió. Le llenó la boca de leche. Bah… la boca, la cara, el cuerpo, la cama. Todo lleno de leche.
Y Sofi haciendo lo que jamás me hizo a mi. Pasando la lengua por todos lados, con todo el cuerpo lleno de leche y todavía en 4. Beboteando bien mojada.
Nacho la volvió a levantar del pelo, hizo que lo mire, y le dijo:
N: qué vas a hacer con toda esa leche?
S: lo que vos me digas.
N: dale putita, decime que querés hacer con esa leche.
S: quiero compartirla.
N: con quién?
S: con Juan.
Mis amigos…. exploté. Explotamos los 3 en realidad.
Nacho la miró, me miró a mi, y dijo:
N: vení cornudo. Arrodillate al lado de la puta esta.
Me subí a la camara instantáneamente. Obedeciendo al 100 y listo para que pasara lo que tuviera que pasar.
Nacho nos agarró a los dos de los pelos, uno con cada mano. Nos levantó la cabeza obligándonos a mirarlo, y nos dijo:
N: hagan lo que tengan que hacer, pero no quiero que quede nada de leche en la sábanas. Está?+
Continuará
17 comentarios - Mi novia, su ex y yo. La cama.
O
W
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Amigo. ¡Qué relataso! ¡La calentura que me agarré! No pude dejar de ponerme en tu lugar todo el tiempo. ¡Sofi es una loba!