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Una chica sencilla (14)

Por fin, estaba de vuelta. Mi ciudad me recibía sólo con sonrisas y cariño. Ése ambiente tan armonioso con el que me crié. Esos paisajes que sólo podían hacerte creer que vivías en un cuento de hadas y vos era la protagonista. Los ruidos, los colores, los olores, todo se disfrutaba el doble cuando uno volvía a su tierra.

Hay algo curioso, irse es triste, pero sin esa sensación de abandonar algo (aunque sea por un tiempo) no tendríamos la contrapartida que es retornar.

Esa sensación maravillosa, existe no solo con los lugares, sino también con las personas. Mi familia era más tierna que cuando los dejé. Mis vecinos más atentos que antes. Mi heladería favorita era aún más rica. Bianca estaba todavía más hermosa que la última vez que la ví en persona.

No quiero irme por las ramas contando mis primeros días, se imaginarán la atención que recibí y los miles de planes que hice. Pero todos, inocentes digamos. No dignos para contar en esta página.

Esos primeros días, se volvieron semanas. Ahí empecé a notar algo en mí, no era culpa de mi ciudad, sino que era yo que algo había cambiado. Mi sexualidad.

Antes de irme, tenía breves y poco interesantes experiencias para contar. Si bien disfrutaba mucho del sexo, no ocupada un rol tan trascendental en mi vida ni tampoco mis fantasías ocupaban tanta de mi capacidad mental.

Ese contraste de mí misma lo noté al volver. Al ser otra vez una niña buena como quién diría.

Más de una vez con Bianca hubo insinuaciones de mi parte a ella, algún toqueteo abusando de nuestra confianza, pero nada más. No se daba una situación como para llegar a eso. Era más un juego casi adolescente que teníamos. Aunque insuficiente para mí.

Por primera vez en mi vida, exploré el sexting con bastante intensidad. Los chats con Fede o Nadia se hacían presentes. En general yo empezaba, pero ambos encontraban delicioso ese ida y vuelta después. Aunque repito, insuficiente para mí.

Casi al llegar al primer mes de mi retorno y con otro mes por delante, estaba en un pico de excitación constante. Las pajas eran más frecuentes y en reiteradas ocasiones durante el día a veces.

Quizás por eso, se dió lo que les voy a contar ahora.

El día estaba hermoso, era un martes, Bianca tenía el día libre y yo obviamente, no tenía ningún tipo de obligación más que disfrutar mi merecido descanso.

Fuimos a un lago cerca de nuestras casa, algo perdido pero conocido por todos en la ciudad. Muy pacífico.

Estuvimos charlando y disfrutando de algunas facturas y mates, ambas teníamos un shorcito y la parte de arriba de las bikinis. Al ser un martes estábamos solas y súper tranquilas.

De golpe de lejos, Bian me hace señas y vemos que venían 3 personas caminando, como bordeando el lago. Su buena vista hizo que casi 10min después, recién llegaran a acercarse y podamos verlos con más precisión. No eran de la ciudad, ni tampoco parecíamos haberlos visto jamás.

Lo primero que miramos ambas, fue un chico morocho bastante alto, muy lindo cuerpo, bastante marcado pero sin exagerar. Traía una camisa corta abierta completamente y una malla de color amarilla que resaltaba mucho con su bronceado. Realmente era muy lindo, fue difícil no centrar la mirada en él.

Lo acompañaban dos chicos más, no tan llamativos como él, pero de lindo aspecto. Un chico pelirrojo como Bianca y el otro morocho también. Se los notaba en forma pero no tan entrenados como el primero.

El primero en tomar la palabra, fue este segundo morocho:

- "Hola chicas, perdón que las molestemos, saben si acá cerca hay para calentar agua? Nos olvidamos de poner antes de salir"

- "NO, NO NOS OLVIDAMOS. TE OLVIDASTE"  interrumpió el chico pelirrojo con bastante euforia de manera bastante divertida por sus expresiones. Ya por la tonada, sabíamos que eran de Buenos Aires.

- "Ves Hernán, sos una marica mala, si a ellas no les importa!! Es solo para exponerme!!" Se defendió el morocho

Ese comentario nos hizo reír a ambas a carcajadas sin llegar a contestar la pregunta inicial. Se notaba que esos dos eran pareja por esa forma de pelear.

- "Perdonen a mis amigos, los tiene sensibilizados el tema de la falta de mate..."

Por primera vez, le escuchamos la voz al chico lindo. Tenía una sonrisa hermosa para colmo! Se nos notaba a las dos embobadas aunque en ése momento asumí que sería gay también.

- "Tomen con nosotras, vinimos preparadas!" Dijo Bianca mostrando el bolso con dos termos más aparte del que estábamos usando...

- "GRACIAS MIS REINAS, SON NUESTRAS SALVADORAS" nos dijo el pelirrojo manteniendo la efusividad inicial.

- "Vos sos Hernán, cierto?" dije señalando al morocho que se había olvidado de su tarea de cargar los termos. "Y ustedes?"

- "Dani" dijo el pelirrojo y "Gonzalo" dijo el morocho que me encantaba!

La charla fue súper divertida, Hernán y Daniel eran pareja y parecían un cliché de alguna serie o película, constantemente tenían comentarios filosos y no paraban con los chistes picantes, parecíamos conocerlos de toda la vida. Gonzalo, era mucho más educado, se mantenía algo más al margen pero tenía una forma tremenda de hablar cuando lo hacía, se lo notaba súper culto.

- Daniel: "Qué lindas que son yeguas! Vos no podés tener esos ojos, te los tendrían que arrancar!" dijo mirando a Bianca y haciendo una mímica con sus manos. Ambas reímos, aunque a ese punto ya nos dolía la panza de ese mero acto. "Y vos! Directamente te quiero ahogar en el lago, mirá esas tetas que tenés nena! Qué comes? Aparte sos preciosa!" Me había tocado a mí ahora. Obviamente las risas no paraban.

- "Ves Gonzalo! Teníamos razón de venir acá, mirá las dos reinas que encontramos!"

Él se puso notoriamente nervioso por primera vez, ahí aclaramos con toda certeza que no era gay él también. En ese momento se me dibujó una sonrisa que no sé si habré podido disimular.

- Gonzalo: "Si, son muy lindas. Pero seguro que no quieren que ustedes las estén amenazando ni emparejando con cualquier tonto que conocen" 

- Dani: "Agggh por favor, por eso estás solo nene, activaaaaa, ACTIVAAA!"

Obviamente las risas no se hicieron esperar... Y tampoco el cruce de miradas con Bianca. Lo bueno de ser amigas hace tanto, es que con un segundo bastaba.

- Yo: "Chicos y hasta cuándo se quedan?"

- Hernán: "Un día más y ya volvemos lamentablemente..."

- Gonzalo: "Por cierto, nos salvaron de lo que hubiera sido llamada la tragedia del mate. Podemos aunque sea devolverles el favor con un helado después?"

Dios, si ya me gustaba, cuando dijo eso lo sentí como una señal divina! Estaba a punto de tirarme a besarlo básicamente, pero Dani interrumpió.

Dani: "AYY UN HELADO, YO ME MUERO DIRECTAMENTE. Perdonenlo, se olvida cómo es interactuar con humanos. Vengan que las invitamos un vino a la tarde y de paso las enveneno por lindas"

Si bien el comentario me hizo reír muchísimo, tuve que defender a Gonzalo.

- "A ver, cuando dijo helado ya estaba por tirarme encima jajaja, me tocó un punto sensible. Puedo aceptar ambas?" me había regalado, lo sé. Pero que más daba.

Quedamos en encontrarnos en el centro (obviamente en mi heladería favorita) a las 8. La idea era comprar helado e ir para donde tenían la cabaña que iban a comprar alguna cosa para comer y juntarnos a tomar.

Con Bian volvimos a su casa a ducharnos y prepararnos.

- Bian: "Estabas regalada eh!"

- "Siii, lo sé. Pero vos viste lo lindo que estaba?"

- Bian: "Si, si me ganaste de mano. Sino te ponías el moño y te regalabas tan rápido yo iba atrás jajaja"

- "Pero yo nunca dije que vos estabas afuera"

- Bian: "aahhhhh buenoo... Y esta propuesta?"

- "Vos pensalo" fue lo último que dije, me saqué la bikini y me metí a la ducha.

Cuando salí, Bian ya estaba cambiada, se había puesto un shorcito que le dejaba la cola gigante que tenía bastante al descubierto y arriba un top transparentito, se podía ver el corpiño de encaje que llevaba puesto.

- Bian: "Tomá, si vas a ir regalada usa esto"

Me dió un vestido negro sin espalda y bastante suelto delante. Era para usarlo sin corpiño y dejaba ver todo el costado de mis tetas. La pollerita era súper corta, me puse literalmente la tanga negra de encaje que hacía juego con el corpiño de Bianca. Si, ella no llevaba nada abajo aparentemente.

Fuimos al lugar de encuentro y apenas lo ví me encantó. Tenía un perfume riquísimo y una camisa azul oscura con un pantalón negro. Estaba derretida. Dejé bastantes claras mis intenciones desde un principio. Aproveché toda oportunidad para abrazarlo, acercarme o darle alguna caricia disimulada. Ni había tomado encima...

Ya en la cabaña, empezó a circular el vino que después se transformó en Fernet.

Eran casi las 12 y media y Dani propuso jugar un juego que incluía castigos para el perdedor.

Al principio iba todo muy tranquilo. Las prendas eran del estilo "contá tu primera vez", "tu mayor ridículo", "hacé 20 flexiones" cositas así tontas.

- Dani: "Ganeeee gane!! Bueno, elijo lo que hace Hernán que perdió. Le tenés que dar un pico a Ceci"

- Hernán: "Pfff, soy gay pero no es castigooo, vení para acá nena!"

Me agarró la cara entre risas y me encajó un pico bastante poco inocente!

- Hernán: "cuidado amor que me puedo acostumbrar a no sentir barba eh"

Obvio reímos y siguió el juego. Sin embargo, ya la inocencia se había perdido un poquito.

- Bian: "Perdón Ceci, te tengo que poner algún castigo. Lo que queda del juego, vas a tener que jugar a upa de Gonza"

Hija de puta pero la mejor amiga que había. Me dió el mejor castigo del mundo.

Me hice la que no quería pero al segundo ya estaba acomodandome en sus piernas. A partir de ahí, en todo momento aprovechaba para hacer movimientos con la colita, no tardó en hacer efecto y podía sentir como su pija se marcaba y se acomodaba entre mi cola. Así seguí jugando feliz.

Las prendas siguieron. Hernán y Daniel se habían autodestruido y terminaron ambos en bóxer. Bian sin su top y jugando en corpiño. Gonzalo sin la camisa. Ya nos habíamos dado besos entre casi todos, inclusive con Bianca mientras Gonzalo me tenía a upa, podía sentir su pija en todo momento súper hinchada con la escena de las dos amigas apretando frente a él. No nos guardamos nada, ese juego inocente nos dió la excusa que buscábamos hace semanas para comernos la boca de nuevo.

Vi también a Bianca comerle la boca a Gonza. La turra aprovechó y recorrió con su mano todo su pecho marcado.

Por suerte había tenido mi momento también, girando y quedando cara a cara con él, apretamos en un beso apasionado. Su lengua iba y venía por toda mi boquita mientras yo me dejé llevar e hice movimientos con la cadera buscando que su pija disfrute a la par nuestra.

- Hernán: "chicas perdón pero yo necesito agarrar a este coloradito en nuestra habitación"

Sin más, la pareja se fué arriba donde estaban las habitaciones y desaparecieron.

- Bian: "Uyyy se terminó el juego, estos chicos andaban calientes jajaja"

- "Ufa, me tengo que bajar entonces?" haciendo puchero lo miré a Gon.

- Gon: "o podemos seguir nosotros 3 el juego!"

Sin dudar aceptamos con Bianca.

"Gané!" Dijo Bianca contenta.

"Ceci, así como están, Gon te tiene que sacar la tanga!"

Ninguno se sorprendió. Inmediatamente llevé las mano de él a que me levanten lo poco de vestido que me cubría y muy delicadamente el fue bajando mi tanguita por mis piernas hasta llegar a las rodillas. Podría haber sentido vergüenza al ver que mi tanga estaba notoriamente mojada, pero poco me importó. Levanté un poco las piernas haciendo una presión enorme sobre la pija de Gon, (que ya nada me interponia más que su propia ropa) y dejé que me la saque completamente dejándola sobre la mesa.

- "Contenta?" Mirando a Bianca que se la notaba muy caliente viendo la escena y mirándome la entrepierna aprovechando la visual que tenía.

Ella asintió con la cabeza y seguimos.

- "Ahora me toca a mi!" dije feliz y quise de una vez por todas, ver sobre qué me estaba sentando.

- "Gon, quiero que vayamos al sillón los 3 y vos te pajees aunque sea 20 segundos"

Su carita fue hermosa. Era una mezcla entre una enorme calentura y vergüenza por el desafío que le había tocado.

Cada una se puso a un lado, él se bajó el pantalón y descubrimos dos cosas. La primera que no llevaba nada abajo, al instante su pija se dejó ver. Y la segunda, fue que si bien mi cola ya había palpado bastante, su pija no decepcionó sino que todo lo contrario, tenía un pijón hermoso que nos dejó a ambas fascinadas mirándolo.

Él no demoró nada en cumplir su castigo. Bueno, castigo.

Se empezó a pajear suave con nosotras al lado, su mano subía y bajaba con mucha paz pero con firmeza. Apenas aligeró el ritmo un poco al ratito. En un momento logré sacar los ojos de esa hipnótica pija y miré a Bian, estaba totalmente perdida mirándola, se mordía los labios dando muestras de la calentura que llevaba.

Miré a Gon y él se cruzó conmigo. Me gustó mucho la sensación de estar viendo cómo se pajeaba ante nuestra atenta mirada y poder compartir ese contacto visual.

El tiempo claramente había pasado, pero nadie tenía intención de frenar eso.

Yo no resistí y ya fuera de toda necesidad del juego, me tiré a darle un beso súper fogoso mientras él seguía en su tarea ante Bianca que no perdía detalle.

Nos quedamos así un buen rato hasta que decidí relevarlo en su tarea y fui yo la que lo empezó a tocar. El beso no cesó, solo que liberé sus manos para que me bajen el vestido y me dejen completamente desnuda al igual que él.

El intercambio de saliva siguió, mi mano por nada del mundo soltaba su vergón y las suyas tampoco se apartaban de mis tetas o de mi conchita. Podía sentir sus dedos ya empapados por mí culpa, jugando en mi rayita.

Bianca era un espectadora de lujo en ese momento. Estaba en un transe. Decidí mejorar aún más el show.

Me bajé del sillón y me puse de rodillas entre las piernas de Gon. Miré a mi amiga y le dije "mi boca va a estar ocupada, vos me podés reemplazar mientras tanto?"

Fueron palabras mágicas que la hicieran reaccionar. Ella se tiró a besarlo y dejar que las manos de él también la vayan desnudando a ella. Primero sacó el corpiño, masajeó sus tetas y después bajó por su shorcito, dejándonos a la vista la conchita de mi amiga que estaba empapada también. Repitió la fórmula que usó conmigo y empezó a jugar con sus dedos en su conchita.

Mientras tanto, yo ya estaba lidiando con mi desafío. Poder meter todo ese pedazo de carne en mi boca. Ya mi lengua se había encargado de ensalivarla bien y con tímidos intentos fuí buscando ir tragando todo centímetro que Gon me ofrecía.

Después de varios intentos y ahogarme en todos. Logré tomar la medida y sentir mi nariz contra su vientre. A partir de ahí, lo que siguió fue una demostración de cuánto había aprendido a chupar pija este tiempo con Fede. Le regalé a él y a mi amiga, una chupada para que recuerden. Fui tragando ese pedazo mientras mis lágrimas caían e iban corriendo mi maquillaje. Dejaba hilos de saliva en cada intento de tomar aire, mientras lo pajeaba viendo cómo él y Bianca seguían a los besos y maneseandose.

Petee como loca a nuestro nuevo amigo. Quería que recuerde con cariño mi ciudad.

Debo confesar, que en un momento me ví tentada teniendo la conchita de Bian tan cerca. No pude evitar y mi atención fue a parar a ella. Volví a sentir el contacto de mi lengua con la humedad que Bian ofrecía para mí. Ése aroma, ese sabor. Tan buenos como los recordaba.

No dejé de pajear a Gon, ni tampoco me olvidé de él. Mi cabeza fue y vino dándole placer a esos dos amantes que seguían besandose mientras yo cumplía mis deberes en ese examen oral con ambos. Cambiaba los fluidos de Bianca por el duro pedazo de carne de Gon. Así iba y venía.

En un momento, aparentemente me gané mi premio.

Gon se acomodó atrás mío y hundió su cara en mi cola, devolviéndome ese jugueteo con su lengua mientras yo atendía a Bianca que estaba arqueada contra ese sillón.

Los gritos y gemidos, ya eran imposible de distinguir de quién provenía.

Bianca fue la primera en acabar, todo en mi boquita. Mis labios seguramente brillarían, al igual que mi sonrisa después de sentir otra vez a mi amiga acabarse por causa de mi lengua.

Esto me generó mucho morbo, la seguí yo haciendo lo mismo pero en la carita de Gon, dejando toda su carita enchastrada.

Él se levantó y Bian me reencontró en el piso. Ambas de rodillas fuimos a su pija directo. Chupamos compartiendo como dos buenas amigas de toda la vida. Yo se la ponía en la boca a ella y ella chupaba, después su mano era la que me traía ese pijón a mis labios y me ocupaba de hacer lo propio.

Gon tiraba su cabeza atrás y disfrutando de las dos recientes amigas que había hecho, dejaba que nosotras nos encarguemos del resto.

Su pija se sentía hinchada y al borde de explotar. Pero no quería que acabe aún.

Levanté a mi amiga y nos pusimos las dos en cuatro en el sillón. Le dejamos nuestros dos culitos apuntando a él como si fuera la mejor de sus fantasías.

Seguramente nunca habría visto un culo como el de mi amiga tan de cerca, ni tan predispuesto. Las dos teníamos las conchitas mojadas esperando a que nos cojan.

Nos pajeamos esperando el turno y sabiendo que ya nos tocaría.

Tuve la suerte de que empiece por mí, fui sintiendo cómo su pija se iba abriendo camino. Me encantaría mentir y decir que ponía algún tipo de resistencia, pero mi conchita deseaba enormemente eso y se lo hizo notar.

Empezó con suavidad pero poco duró. Al minuto tenía a Gon taladrandome y haciéndome ahogar contra el sillón. Las manos de Bianca recorrían mi cuerpo, especialmente mis tetas.

Ella me besó y ahogó por un tiempo los gritos que esa pija me hacía dar.

Al ratito sentí un vacío dentro mío, la sacó y fue por mi amiga.

Recuperando el aliento aún, disfruté de la escena tocandome. Veía como Bianca tenía los ojitos dando vueltas y su boca completamente abierta intentando buscar aire entre jadeos.

Gon tampoco tuvo piedad con ella. No lo culpo. Si yo pudiera cogerla así, hubiera hecho lo mismo.

Le dí una nalgada a Bianca que hizo resonar todo, mi mano quedó marcada en su colita blanca. Sin embargo, podía cubrir un poco de esa cola enorme!

Gon se unió. Le dió varios chirlos seguidos que fueron tapando la huella roja de mi manito, dejando unas nuevas marcas más grande y más brutales.

Después de eso, su pija volvió a tomar aire y otra vez me tocaba a mí.

Mientras me cogia sin piedad, podía ver a Bianca tirada aún sin poder recuperarse. Pero cuando lo hizo, fué por venganza. Empezó a darme nalgadas tremendas en la cola, Gon se ocupó de cogerme mientras me dejaba rojo el otro cachete.

Sentía mi culito caliente de tantos azotes que me dieron. Su pija iba y venía con facilidad de lo mojada que estaba. Bianca me frotaba el clítoris y las tetas, yo gritaba, pedía más, invocaba súplicas, etc... Me hicieron acabarme otra vez entre los dos. Sentí un orgasmo increíble que recorrió todo mi cuerpo y me dejó rendida en el sillón.

Eso hizo que le vuelva a tocar a mi amiga. Ella deseosa paró la colita y se dejó coger una vez más.

Cuando recuperé el aire, salí de ahí y pasando entre las piernas de ambos, me ubiqué con mi boca debajo de la conchita de Bianca. Fui chupando mientras sentía la pija de Gon rozando mi lengua y los jugos de esa cogida, ir cayendo sobre mi boca que no hacía más que recibir todo lo que alcanzaba.

Ella tampoco aguantó mucho de eso y se acabó bastante rápido otra vez. Estando tan cerca pude ver cuando sacó su pija y dejó un hueco en mi amiga que apenas si se llenaba con sus flujos del reciente orgasmo.

El se sentó agotado, pero aún no derrotado.

Nosotras le debíamos algo y fuimos a cumplir nuestro deber. Su pija brillante de nuestras acabadas, nos esperaba firme.
Empecé yo mientras Bianca volvía en sí. Después se me sumó y juntas, alternando entre succión a su pija y lamida a sus huevos, fuimos jugando con él. Estábamos muy contentas y se lo hicimos saber pidiéndole la leche.

Nosotras le debíamos algo y fuimos a cumplir nuestro deber. Su pija brillante de nuestras acabadas, nos esperaba firme.
Empecé yo mientras Bianca volvía en sí. Después se me sumó y juntas, alternando entre succión a su pija y lamida a sus huevos, fuimos jugando con él. Estábamos muy contentas y se lo hicimos saber pidiéndole la leche.

Nos la dió, mientras sus hilos blancos iban cayendo en nuestras lenguas, recibiendo el premio.

Cada una se tomó lo que le correspondía y lo cerramos con un beso final, para que la escena porno esté completa.

Estábamos muertos. De verdad que no quedaban restos de ninguno. Así desnudos y como pudimos, nos dormimos en ese living.

4 comentarios - Una chica sencilla (14)

bale06 +1
que linda amistad, que mujeres completas que nos hacen desear
BohemianFantasy
🥰
fabro304 +1
Que lindo reencuentro! Al final se corto el relato, pero van los 10
BohemianFantasy
Mil gracias por avisarme! Ya está corregido 🥰♥️
Pervberto +1
Es tan bueno irse, aprender y también volver a las fuentes para disfrutarlo...
BohemianFantasy +1
♥️