Con Fede ese último tiempo nos habíamos mensajeado casi todos los días. La verdad que él era súper atento y se había vuelto la persona en la que más confiaba en Buenos Aires.
Mi sorpresa fue tremenda cuando el jueves me invitó a salir. No lo esperaba realmente y me dijo si aceptaba ir a comer con él solos a un restaurante!
Obvio me derretí de amor y acepté.
Decidí usar algo de la plata que había ganado en el evento para comprarme algo ya que si iba con mi ropa de siempre, iba a ser un desastre (por cierto, no los USD, esos seguían guardados como oro!).
Fui a comprar y la chica que me atendió una divina, empezamos a chismosear que tenía una cita, me empezó a darme mil cosas para probarme y me hizo ir y venir al vestidor 40 veces...
Me terminó convenciendo con un vestidito azúl oscuro de lunares blancos. Era súper tierno! El escote era recto entonces tenía las tetas bastante apretadas y sobresaliendo por arriba y la pollerita era tipo tablita (cuál colegio). La verdad me encantaba!
Fede pasó por mí y el tierno vino de camisa y todo! Abajo llevaba un jean y hasta tuvo el detalle de venir perfumadito! Así como me subí al auto lo morfé a besos.
Fuimos a cenar, súper bien, nos reímos un montón y estuvimos tomando vino toda la noche.
Me levanté para ir al baño y Fede me preguntó por el postre, le dije que me espere que después definíamos!
"Fede ya te pedí el postre!"
"Eh?" Respondió sin entender nada.
En ese momento le dejé mi tanguita blanca en su mano y él todo asustado la guardó en su bolsillo.
"No me podés hacer esoooooo" me dijo todo colorado. Y después agregó "NOS VAMOS YA".
Fue a pagar a la caja de lo desesperado que estaba.
Me llevó hasta el auto y en el asiento de atrás me empezó a chupar la conchita. Realmente estábamos en una zona transitada, yo cerré los ojos pero sabía que más de uno nos habría visto. A él poco le importó, quizás el vino o quizás que le encantaba lo que estaba haciendo.
Me colaba los dedos mientras su lengua me recorría toda la rayita. Yo me agarraba de su pelo prohibiendo que se escape su cabeza de mis piernas.
En un momento no podía más, lo saqué y le dije "por favor vamos YA a tu casa que te quiero coger"
No dudó, arrancó y yo aproveché para ir tocandome en el asiento de atrás. Me gustaba provocarlo. Gemia incluso más de lo necesario sólo para distraerlo.
Para cuándo llegamos, yo ya estaba hecha agua. Me abrió la puerta y me tironeó afuera. En el ascensor, me arrodillé, acaricié su bulto por arriba del pantalón y mientras lo miraba, desabroché su cinturón y dejé salir su verga. Estaba toda dura y con algunas gotitas de líquido en la punta. Pobrecito. No quise seguir jugando, le dí el gusto y me empecé a comer su pija. Lamentablemente el ascensor llegó muy rápido, pero yo ya había empezado, no iba a parar. La puerta se volvió a cerrar y seguí peteando a mi cita. Empecé a notar que su pija me entraba cada vez más fácil y lograba metermela toda en la boca sin dificultad. Le agarré de la cola y con mucha intensidad fui tragando y succionando cada centímetro de él.
De golpe el ascensor se movió, lo habían llamado. Me incorporé rápidamente y como pudo se subió el pantalón como para disimular. Para cuando se abrió la puerta, yo estaba totalmente despeinada, con el maquillaje corrido y su pija escondida debajo de la pollerita de mi vestido. La sentía toda mojada producto de mi saliva y su propio líquido, me chorreaba entre las piernas. O quizás era yo que estaba empapada.
Se subió una pareja jóven también, ambos muy lindos. Supongo que sabían lo que había pasado y eligieron hacerse los tontos. Marcaron el piso anterior al nuestro y les pedimos marcar el siguiente para nosotros.
Fuimos avanzando y yo todavía tenía su pija entre mis piernas, apoyada justo debajo de mi conchita. Parte de mi quería agacharme y seguir con lo que estaba haciendo. Que la pareja mire, nos imite o aplauda. Lo que quieran. Pero me contuve esos pisos mientras seguía mojandome.
"Buenas noches" dijeron al bajar y se fueron.
No se terminó de cerrar la puerta, que me di vuelta, lo chapé a Fede y con una mano lo pajeaba.
Llegamos a nuestro piso, entramos al depto y me tiró sobre la mesada. Me dejó con una pierna en una banqueta y me empezó a coger. Estábamos los dos volando de calentura.
No existió término medio, me partía al medio el hijo de puta. Me estaba destrozando la conchita. Teníamos una calentura acumulada que de solo vernos, se entendía.
Mi cita me dejó de coger de golpe y se tiró a besarme.
"Me estaba por acabar, no puedo más tu concha es una locura"
Para qué.
Me dijo eso y lo tiré al piso y empecé a saltar encima de él. Me pidió por favor que pare que no se quería acabar. Yo solo le salté con más fuerzas y empecé a sentir cómo iba largando una terrible acabada dentro mío.
Mientras me seguía llenando de leche, lo besaba, le mordía el labio, le chupaba el cuello, estaba sacada. Estaba sintiendo toda esa descarga en mi conchita.
"Me llenaste bombón"
Él ni respondía.
Pero mi cita no terminaba ahí.
Salí de encima y mientras sentía su leche bajar por mi pierna. Me fuí a limpiar su pija. Tenía una mezcla de flujos de ambos increíble. Cuando quedó bien limpia y durita otra vez, me volví a subir. Esta vez, lo empecé a coger más lento. Tenía una idea más.
Llevé sus manos a recorrerme el cuerpo, empecé por el cuello, lo hice bajar a mis tetas, mis caderas y lo dejé sobre mi cola.
Fede se agarraba de mis cachetes para darme embestidas a mi conchita. Estiré una mano, agarré la de él y se la dejé sobre la entrada de mi culito. Entendió todo, al instante sentí un dedito entrando mientras me cogía por la conchita.
Empecé a gritar de placer y caí sobre su pecho, mis gemidos iban directo a sus oidos y ahogaba mis gritos mordiendo su hombro.
Me metió un segundo dedo y seguimos cogiendo.
"Por favor bebé, me la das en la colita?"
Se le transformó la mirada, me sacó de encima, me puso en 4 sobre el sillón y empezó a acomodar su pija en mi cola.
La fue mentiendo despacio y fui sintiendo cómo mi cola se abría después de mucho tiempo. Y menos que menos, siendo abierta por una pija.
Empecé a morder en sillón, respiraba buscando dejar entrar todo. Sentí que me rompía, pero amaba esa sensación.
Mientras iba moviendo su pija, empecé a tocarme. Él ya con más confianza, fue metiendo y sacando, cada vez a más ritmo. En cada momento el placer era mayor. Para cuándo me dí cuenta, me estaba rompiendo la colita sin piedad. Me estaba realmente taladrando. Empecé a acabar y gritar como loca con semejante cogida.
"Como apreta por favor, te voy a llenar el culo de leche"
"Si por favor, dame tu lechita"
Al instante y casi a la par mía, empecé a sentir su segunda descarga de la noche. Esta vez, me había dejado toda la colita llena de su leche.
Caímos rendidos. A la mancha del primer día que estuvimos juntos, se le sumaron las que fueron saliendo de mis agujeritos.
La cara de Fede era de puro éxtasis. Los dos estábamos fusilados. Esta vez al menos, llegamos a ir a la cama a acostarnos.
A la mañana siguiente unos besos que recorrían mis piernas me despertaron. Mi cita estaba despierta y recorriendo con su lengua mi entrepierna hasta llegar a mi cola.
Me dió mordisquitos en los cachetes que me hicieron dar mis primeros gemidos de la mañana.
"Lo que me hizo delirar esa cola" me dijo en lugar de buenos días. Aunque lo tomé casi como sinónimo.
Todavía sentía restos de su leche por todos lados y sensaciones en mi cuerpo que daban a entender que la noche había sido hermosa.
Mientras el sol nos pegaba en nuestros cuerpos desnudos, Fede siguió subiendo con sus besos hasta mi boca. Me dió un tierno beso y se puso de rodillas al lado de mi cabeza. Me venían a dar el desayuno a la cama.
No dudé y sin chistar fui correspondiendo por su glande sus besos de hacía unos segundos atrás. Me detuve a jugar con su cabecita, mientras mi lengua la envolvía con movimientos circulares. Cuando la sentí preparada a mi cita, me tragué todo su tronco llegando con mi mentón hasta sus bolas y sacando suavemente su pija al exterior de mi boca otra vez.
Eso fue todo lo que el necesitaba. Al instante se acomodó encima mío, llevó mis piernas a sus hombros y me empezó a coger nuevamente. Si bien había habido poco juego previo, seguía muy abierta de la noche de sexo que habíamos tenido, en dos minutos estaba recibiendo toda su verga adentro con la misma furia que anoche. Los gritos de placer no se hicieron esperar. Mordía la almohada insultando con amor a Fede y su hermosa pija.
Como si se tratara de un juego, sacó su pija brillante de mis flujos y subiendo por mi cuerpo se sentó dejandola entre mis tetas. Entendí a qué quería jugar ahora. Le faltaba llenarmelas de leche. Apreté con mis manos para hacer prisionero a su glande que entraba y salía por mi escote con mucha velocidad.
A los pocos segundos, varios hilos espesos fueron llegando a mi cuello, mentón y obviamente inundando mi pecho.
Sonreí con mucha ternura ante su carita de placer. Lo traje a mí y le dí un beso que duró varios segundos con su verga ya flácida entre mis tetas enlechadas.
Ahora sí, tocó seguir durmiendo. Ese día lamentablemente les fallé a mis compis de la facu.
Mi sorpresa fue tremenda cuando el jueves me invitó a salir. No lo esperaba realmente y me dijo si aceptaba ir a comer con él solos a un restaurante!
Obvio me derretí de amor y acepté.
Decidí usar algo de la plata que había ganado en el evento para comprarme algo ya que si iba con mi ropa de siempre, iba a ser un desastre (por cierto, no los USD, esos seguían guardados como oro!).
Fui a comprar y la chica que me atendió una divina, empezamos a chismosear que tenía una cita, me empezó a darme mil cosas para probarme y me hizo ir y venir al vestidor 40 veces...
Me terminó convenciendo con un vestidito azúl oscuro de lunares blancos. Era súper tierno! El escote era recto entonces tenía las tetas bastante apretadas y sobresaliendo por arriba y la pollerita era tipo tablita (cuál colegio). La verdad me encantaba!
Fede pasó por mí y el tierno vino de camisa y todo! Abajo llevaba un jean y hasta tuvo el detalle de venir perfumadito! Así como me subí al auto lo morfé a besos.
Fuimos a cenar, súper bien, nos reímos un montón y estuvimos tomando vino toda la noche.
Me levanté para ir al baño y Fede me preguntó por el postre, le dije que me espere que después definíamos!
"Fede ya te pedí el postre!"
"Eh?" Respondió sin entender nada.
En ese momento le dejé mi tanguita blanca en su mano y él todo asustado la guardó en su bolsillo.
"No me podés hacer esoooooo" me dijo todo colorado. Y después agregó "NOS VAMOS YA".
Fue a pagar a la caja de lo desesperado que estaba.
Me llevó hasta el auto y en el asiento de atrás me empezó a chupar la conchita. Realmente estábamos en una zona transitada, yo cerré los ojos pero sabía que más de uno nos habría visto. A él poco le importó, quizás el vino o quizás que le encantaba lo que estaba haciendo.
Me colaba los dedos mientras su lengua me recorría toda la rayita. Yo me agarraba de su pelo prohibiendo que se escape su cabeza de mis piernas.
En un momento no podía más, lo saqué y le dije "por favor vamos YA a tu casa que te quiero coger"
No dudó, arrancó y yo aproveché para ir tocandome en el asiento de atrás. Me gustaba provocarlo. Gemia incluso más de lo necesario sólo para distraerlo.
Para cuándo llegamos, yo ya estaba hecha agua. Me abrió la puerta y me tironeó afuera. En el ascensor, me arrodillé, acaricié su bulto por arriba del pantalón y mientras lo miraba, desabroché su cinturón y dejé salir su verga. Estaba toda dura y con algunas gotitas de líquido en la punta. Pobrecito. No quise seguir jugando, le dí el gusto y me empecé a comer su pija. Lamentablemente el ascensor llegó muy rápido, pero yo ya había empezado, no iba a parar. La puerta se volvió a cerrar y seguí peteando a mi cita. Empecé a notar que su pija me entraba cada vez más fácil y lograba metermela toda en la boca sin dificultad. Le agarré de la cola y con mucha intensidad fui tragando y succionando cada centímetro de él.
De golpe el ascensor se movió, lo habían llamado. Me incorporé rápidamente y como pudo se subió el pantalón como para disimular. Para cuando se abrió la puerta, yo estaba totalmente despeinada, con el maquillaje corrido y su pija escondida debajo de la pollerita de mi vestido. La sentía toda mojada producto de mi saliva y su propio líquido, me chorreaba entre las piernas. O quizás era yo que estaba empapada.
Se subió una pareja jóven también, ambos muy lindos. Supongo que sabían lo que había pasado y eligieron hacerse los tontos. Marcaron el piso anterior al nuestro y les pedimos marcar el siguiente para nosotros.
Fuimos avanzando y yo todavía tenía su pija entre mis piernas, apoyada justo debajo de mi conchita. Parte de mi quería agacharme y seguir con lo que estaba haciendo. Que la pareja mire, nos imite o aplauda. Lo que quieran. Pero me contuve esos pisos mientras seguía mojandome.
"Buenas noches" dijeron al bajar y se fueron.
No se terminó de cerrar la puerta, que me di vuelta, lo chapé a Fede y con una mano lo pajeaba.
Llegamos a nuestro piso, entramos al depto y me tiró sobre la mesada. Me dejó con una pierna en una banqueta y me empezó a coger. Estábamos los dos volando de calentura.
No existió término medio, me partía al medio el hijo de puta. Me estaba destrozando la conchita. Teníamos una calentura acumulada que de solo vernos, se entendía.
Mi cita me dejó de coger de golpe y se tiró a besarme.
"Me estaba por acabar, no puedo más tu concha es una locura"
Para qué.
Me dijo eso y lo tiré al piso y empecé a saltar encima de él. Me pidió por favor que pare que no se quería acabar. Yo solo le salté con más fuerzas y empecé a sentir cómo iba largando una terrible acabada dentro mío.
Mientras me seguía llenando de leche, lo besaba, le mordía el labio, le chupaba el cuello, estaba sacada. Estaba sintiendo toda esa descarga en mi conchita.
"Me llenaste bombón"
Él ni respondía.
Pero mi cita no terminaba ahí.
Salí de encima y mientras sentía su leche bajar por mi pierna. Me fuí a limpiar su pija. Tenía una mezcla de flujos de ambos increíble. Cuando quedó bien limpia y durita otra vez, me volví a subir. Esta vez, lo empecé a coger más lento. Tenía una idea más.
Llevé sus manos a recorrerme el cuerpo, empecé por el cuello, lo hice bajar a mis tetas, mis caderas y lo dejé sobre mi cola.
Fede se agarraba de mis cachetes para darme embestidas a mi conchita. Estiré una mano, agarré la de él y se la dejé sobre la entrada de mi culito. Entendió todo, al instante sentí un dedito entrando mientras me cogía por la conchita.
Empecé a gritar de placer y caí sobre su pecho, mis gemidos iban directo a sus oidos y ahogaba mis gritos mordiendo su hombro.
Me metió un segundo dedo y seguimos cogiendo.
"Por favor bebé, me la das en la colita?"
Se le transformó la mirada, me sacó de encima, me puso en 4 sobre el sillón y empezó a acomodar su pija en mi cola.
La fue mentiendo despacio y fui sintiendo cómo mi cola se abría después de mucho tiempo. Y menos que menos, siendo abierta por una pija.
Empecé a morder en sillón, respiraba buscando dejar entrar todo. Sentí que me rompía, pero amaba esa sensación.
Mientras iba moviendo su pija, empecé a tocarme. Él ya con más confianza, fue metiendo y sacando, cada vez a más ritmo. En cada momento el placer era mayor. Para cuándo me dí cuenta, me estaba rompiendo la colita sin piedad. Me estaba realmente taladrando. Empecé a acabar y gritar como loca con semejante cogida.
"Como apreta por favor, te voy a llenar el culo de leche"
"Si por favor, dame tu lechita"
Al instante y casi a la par mía, empecé a sentir su segunda descarga de la noche. Esta vez, me había dejado toda la colita llena de su leche.
Caímos rendidos. A la mancha del primer día que estuvimos juntos, se le sumaron las que fueron saliendo de mis agujeritos.
La cara de Fede era de puro éxtasis. Los dos estábamos fusilados. Esta vez al menos, llegamos a ir a la cama a acostarnos.
A la mañana siguiente unos besos que recorrían mis piernas me despertaron. Mi cita estaba despierta y recorriendo con su lengua mi entrepierna hasta llegar a mi cola.
Me dió mordisquitos en los cachetes que me hicieron dar mis primeros gemidos de la mañana.
"Lo que me hizo delirar esa cola" me dijo en lugar de buenos días. Aunque lo tomé casi como sinónimo.
Todavía sentía restos de su leche por todos lados y sensaciones en mi cuerpo que daban a entender que la noche había sido hermosa.
Mientras el sol nos pegaba en nuestros cuerpos desnudos, Fede siguió subiendo con sus besos hasta mi boca. Me dió un tierno beso y se puso de rodillas al lado de mi cabeza. Me venían a dar el desayuno a la cama.
No dudé y sin chistar fui correspondiendo por su glande sus besos de hacía unos segundos atrás. Me detuve a jugar con su cabecita, mientras mi lengua la envolvía con movimientos circulares. Cuando la sentí preparada a mi cita, me tragué todo su tronco llegando con mi mentón hasta sus bolas y sacando suavemente su pija al exterior de mi boca otra vez.
Eso fue todo lo que el necesitaba. Al instante se acomodó encima mío, llevó mis piernas a sus hombros y me empezó a coger nuevamente. Si bien había habido poco juego previo, seguía muy abierta de la noche de sexo que habíamos tenido, en dos minutos estaba recibiendo toda su verga adentro con la misma furia que anoche. Los gritos de placer no se hicieron esperar. Mordía la almohada insultando con amor a Fede y su hermosa pija.
Como si se tratara de un juego, sacó su pija brillante de mis flujos y subiendo por mi cuerpo se sentó dejandola entre mis tetas. Entendí a qué quería jugar ahora. Le faltaba llenarmelas de leche. Apreté con mis manos para hacer prisionero a su glande que entraba y salía por mi escote con mucha velocidad.
A los pocos segundos, varios hilos espesos fueron llegando a mi cuello, mentón y obviamente inundando mi pecho.
Sonreí con mucha ternura ante su carita de placer. Lo traje a mí y le dí un beso que duró varios segundos con su verga ya flácida entre mis tetas enlechadas.
Ahora sí, tocó seguir durmiendo. Ese día lamentablemente les fallé a mis compis de la facu.
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