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Los negros y mi bajita esposa Viviana

Este Relato no es de mi autoría, lo extraje de un foro de esta fantasía que nos gusta a muchos, ese deseo de ver a nuestra mujer disfrutando con otros hombres hasta quedar satisfecha es algo tan maravilloso. Espero les guste...


Me llamo Claudio y les voy a contar lo que sucedió hace unos
meses con mi esposa Viviana mora. Estuvimos de novios durante 4 años y ya hacia 3
que estábamos casados. Ella tenía entonces 27 años y yo 31.

La viví es una chica linda. Cara de niña y cuerpo chiquito.
Mide apenas 1.50 metros de altura es morena de pelo lacio hasta los hombros y
tiene tetitas medianas. Una cola gordita y linda y una conchita muy apretada y
depilada.

Vivimos en Santiago de chile. Yo trabajo como vendedor y ella está
terminando su carrera de diseño gráfico. Estábamos bien en nuestro departamento de 2 ambientes en recoleta. Ella además iba al gimnasio 1 vez por semana con su mejor amiga, Mariana, porque siempre tenía miedo de ponerse
gordita, pero la verdad es que le sobraban 2 o 3 kilos que le quedaban hermosos.

Resulta que una tarde, como a la 7.30, levanté el teléfono de
la habitación y escucho que ella estaba hablando por el aparato del living con
Mariana. Escuché una conversación rara, que me sorprendió. Estaban hablando de
un tal Joao y un pedro a quien yo no conocía.

Mariana: -Si, muy lindo no lo *******, pero ******* simpáticos los grandotes
y viste el...

Vivi: Si, yo también me di cuenta que tiene un pico
desproporcionado. ¿Es casi desagradable no?
Mariana: Si, pienso igual que tú.
Pero te digo que a ti te miran mucho el culo y la zorra con esas calzas negras
que te pones para ir al gym.

vivi: Cállate, no seas loca...

Mariana: En serio te digo, lo vi que te miraban el culo,
parece que les gustas. Bueno, ¿cómo está Claudio?

vivi: ¿Bien y Pablo?

Mariana: super

vivi: Nos vemos mañana en el gimnasio

Mariana: Mañana no puedo porque tengo médico.

vivi: Uy que lastima, bueno nos vemos el jueves entonces.

Chau.

Cortaron. Yo me puse un poco celoso, pero después pensé que
dos chicas tenían derecho a mirar a los hombres. Sin embargo, me había como dado
una puntada en el estómago. Me quede como obsesionado de la conversación.

La vivi mirando picos? Por más comprensivo que fuera, los celos me
carcomieron. Decidí no darle importancia.

Al otro día llegué de trabajar a las seis y encontré una nota
de mi esposa: Claudio, estoy en el gimnasio, vuelvo a las 8.
Ahí me acordé que Mariana no iba porque iba al médico y
decidí darle la sorpresa de pasarla a buscar en auto.

Llegué al lugar y decidí que no me viera. Ella estaba
haciendo bicicleta y no había mucha gente. Cerca de ella había un par de negros
gigantes, como de 2 metros de altura y llenos de músculos haciendo pesas. Al rato vi que ella miraba de reojo lo que los hombres hacían. Se bajo de la bicicleta y los tipos se pararon cerca de ella, la vivi les llegaba casi al pecho a los dos
los tipos le dijeron algo y ella los miro. Me acerqué para escuchar
qué era lo que decían. Ellos le estaban haciendo un verso sobre la gimnasia y
ella asentía y cada tanto bajaba disimuladamente su vista hacia los picos de los
tipos. Ellos estaban con un pantalón de gimnasia y se le notaban bastante la verga.
Ellos le contaron a la vivi que eran nigerianos y que tenían 58 y 62 años.
Ella se hacia la interesada se presentó como la vivi y que tenía
27 y le contó que le encantaba ese deporte y demás. Ellos le dijeron a la vivi si quería tomar un café con ellos después del gym.

vivi: No, saben que me espera mi marido en casa.
Bien por la vivi dije yo, es fiel.

Pero al rato se me cayó el alma al piso porque le dijo que
quizás otro día... Dejo la puerta abierta

Entré al gimnasio y los tipos ya se alejaban después de haberle
dado un beso en la mejilla a ella para lo cual tuvieron que agacharse mucho...

Hola vivi te vine a buscar – le dije.
Ella se dio vuelta como asustada: ¿Hola Claudio, viniste?
Me cambio y vamos para casa.

A la noche yo ya me había acostado y ella estaba en el
comedor. Escuché que marcaba el teléfono, levanté, estaba perseguido. Hablaba
con Mariana otra vez.

Le contó que había ido al gimnasio y que había vuelto rápido
porque yo la fui a buscar.
A lo último de la conversación le dijo...
No sabes lo que me pasó, los nigerianos y me invitaron
a salir con ellos... Yo le dije que era casada para que no molestaran, pero me parece
que tenías razón, están caliente conmigo.

Mariana: Tiene cuidado porque no los conoces. Además si te
agarran los grandotes con esa verga de caballo que deben tener... ja,ja

vivi: que loca, eh, eso de los picos tan grandes es mito.
Además ni me gusta, ******* feos de cara. Bueno te dejo que si Claudio escucha se va a
pensar cualquier cosa. Chau

Esa noche mi mujer no podía dormir, se levantó a tomar agua
un montón de veces, estaba como nerviosa. Parece que a pesar de que ellos no eran de su tipo, la habían excitado el hecho de que la invitaran a salir.

Le pregunté qué le pasaba y se hizo la idiota.: Nada bebe,
Duerme.


Al otro día fue al gimnasio a las 6 como siempre y, me
preguntó Sí la pasaba a buscar... No-le dije- llego tarde de trabajar
porque tengo una reunión – le mentí-.

A la noche la fui a buscar sin ser visto y ella ya estaba
terminando, ellos se acercaron y la invitaron a tomar una gaseosa al bar del gym
y ella les dijo que se tenía que ir, el insistieron, que sí, que no, al final
aceptó con cara de inocente.

Fueron bar y se sentaron en la barra en unos taburetes, desde
allí ella de vez en cuando bajaba la vista y se los miraba haciéndose la
distraída
Qué pasa decía yo para mis adentros, esto no me gusta nada,
pensé.

Ellos le metían un verso terrible para ganársela, pero eran feo en
serio, pensé que jamás pasaría algo entre ellos. viviana tan linda, tan
delicada y tan chiquita con esas bestias que la doblaban en tamaño parecía una
pesadilla para mí.

Al rato ellos le dijeron que la llevaban hasta casa, tenían una
camioneta vieja y ella inconsciente de lo que pasaría aceptó.

Era una Ford del año 75 y bastante rota. Y yo los seguía
desde cerca y en un semáforo uno le quiso dar un beso. Ella no quiso y el
insistía acercándole su boca, ella le corrió la cara y él intentaba besarle el
cuellito. Así hasta casa en donde ella se bajó rápido como asustada...

Al rato llegué yo y le dije que la reunión había estado muy
dura.
Le pregunté cómo Le fue.

vivi: También trabajé duro en el gimnasio.

Si – pensé yo- dura le dejaste la verga a ellos maraca culia...


Estuvo un rato en el baño, le pregunté si pasaba algo y me
dijo que no. Pero yo sabía que se había mojado la concha con el pantalón del
negro.

Esa noche vino a cenar Mariana con su marido Pablo y en un
momento Viviana y Mariana charlaban en la cocina. Le dije a mi amigo que iba
al baño y me puse detrás de la puerta a escuchar.

-Me quería besar uno y me paso la mano por la concha por arriba
de la calza, quería que le tocara el pico y me puso la mano arriba de su
garrote. Es un zarpado, encima se llevaron mi billetera y me dio este papelito con
su dirección y esta nota que dice que si no voy a buscarla no me la devuelven.

-Pero denúncialos, ******* unos hijo de puta

-No puedo, mira si se entera Claudio.

-Bueno, yo te acompaño

-No, déjame que yo sola lo soluciono- dijo la vivi

-Donde es?

-En estación central

-Vas a ir sola ahí

-No me queda otra, no pasa nada, quédate tranqui.

Claro, yo veía que ellos intentaban besarla pero no veía lo
que pasaba por abajo en esa camioneta.

Ante de irnos a dormir ella me dijo que al otro día iba de
compras a la mañana con Mariana. Era sábado y yo le dije que la acompañaba y me
respondió que me aburriría con dos mujeres.

Se llevo el auto y la seguí en un taxi, obviamente no iba a
hacer compras sino a la casa de ellos.
Era una casa vieja y ella se bajó del auto y no atravesó la
reja toda rota, golpeo sus manos y un negro grandote abrió y le dijo que pase.

-No, JOAO, no voy a entrar, dame la billetera y me voy.

-Dale, pasa un ratito, olvidemos todo, nos portamos, en
serio.

El negro le hizo un sonrisa amistosa y ella dudo pero se
confió y devolviendo la sonrisa entró.
Yo me acerqué a una de las ventanas de la casa, había unas
plantas y allí me escondí.
Los tres Se sentaron en un sofá color marrón de cuerina y como uno de
los vidrios estaba roto yo oía lo que decían.

-Te calentaste ayer?

-Basta pedro, me dijiste que olvidamos todo, ya paso.

-Es que nos vuelves locos , no viste como se nos puso la verga?.

-Si, pero yo estoy casada y quiero a mi marido.

-Es solo para divertirnos

-No, dame la billetera y me voy. Quedamos en eso.

-Sabes que pasa, es que nos gustas mucho

Allí empezó de nuevo a querer sobajearla, la abrazaban a
pesar de que ella se resistía y le quería besar.
Cada uno por su lado la abrazaba

Ella se levantó y ellos también y los brazos desde atrás, Cuando
se los veía parados uno al lado del otro eran terribles ver la diferencia de
altura. Ella 1.50 y ellos 2 metros.

Uno se agachó y la empezó a sobajear la zorra por arriba del
Pantalón de la vivi.,

-Basta Joao y pedro, ¡¡¡¡¡basta!!!!!

Pero de golpe empezó a besarlos, la extorsión comenzaba dar
sus frutos. Ella se había calentado, mirando aquellos bultos enormes.

Ellos no quisieron perder tiempo ya que la tenían confundida, le bajaron
de un tirón el pantalón y el calzón celeste y la sentaron en el sofá y rápidamente la
empezaron a chupar esa conchita y chica que ella tiene.

-AYY, AYY, NO , NO QUIERO MAS, ME ESTAN CALENTANDO HIJOS DE
PUTAS, PERO NO QUIERO.

-DEJAME VIVIANA, -dijo uno- DEJAME HACERTE GOZAR.

Le mamaron la concha por unos 5 minutos hasta que estuvo bien
mojada , la babearon toda la vagina y con sus dedos gigantes
le masajeaban el clítoris.
Al rato ellos se pararon y ella se sentó al filo del sofá.

-Vivi queremos que nos chupes el pico- Chúpamela – le dijeron en al tiempo que se bajaban el short-

Lo que salió de allí me dejó pasmado. Unas vergas que tenían
como 30 cms de largo y eran gruesas como un rollo de papel higiénico. Mi viviana
quedo de piedra con los ojos muy abiertos y sin querer dejó escapar un: UFF,

Ella agarró cada verga en cada mano y vio lo pesada que eran.

-ESTO ES MUCHO MAS DE LO QUE ESPERAB, UFF
Suspiraba, miraba para otros lados, no era mi Viviana mora de
siempre, estaba perdida, no sabía lo que hacía. Yo esperaba que en cualquier
momento recapacitara y se fuera de allí, pero estaba como obnubilada.

-QUE PEDAZOS TAN GRANDES, NO SABIA QUE HABÍA TAN GRANDES.

Y claro, lo que le faltó decir es que el mío mide 13 en
erección y el flaquito.

La vivi con sus pequeñas manitos les pegó una pajeada a cada una y a medida que lo hacía brotaban liquido preseminal.

La vivi Se las chupo con su lengüita, no podía meterla en su boca, eran
tan gruesas como sus tobillos. Ella estaba sentada en el sofá y mientras pasaba
delicadamente su lengua por los picos negros, ellos le abrían las piernas y le
frotaban la concha con sus dedos, le hicieron una paja en la vulva y esto
hacían que ella le chuparan con mucho mas cariño sus picos.

Ellos se cansaron y la pusieron en cuatro patas en el sofá y se escupieron
la mano y la pasaron por la conchita de ella. Parecía unos caballos que se iba a
montar a una perrita. Ella es tan bajita.

-Ellos le seguían pasando saliva por el ano y de mientras
se pajeaban su verga para tenerla más dura todavía. Parecía que lo hacía
apropósito porque sabrían que la harían doler, pero la querían tener más dura
todavía.

Ella era inconsciente de lo que ellos hacían porque estaba con los
ojos cerrados. En un momento uno se puso en cuclillas en el sofá y la montó.
Sabía que en esa posición la penetración sería terrible.
Ella solo dijo

-DESPÁCITO, EH

No sabía lo que le esperaba. De un empujón le entró ¼ de
verga e hizo que mi chica quedara con la boca contra el sofá y le hizo pegar
un gran gemido de placer, en eso otro le pone su tremenda verga en la boca de mi querida esposa.

-OOOH, AY, AY, ME GUSTA MUCHO, ES DEMASIADO GORDA, CULEAME MAS.

Trataba de decir con la verga en su boca.
Como uno estaba en cuclillas se veía claramente el grosor del
aparato y la pequeñez de la vagina. Cada vez que la culeaba le metía los labios mayores para adentro de tan apretada que estaba.


Otro empujón y le metió la mitad, viviana gemía como un corderito al que están matando.
Otro empujón y le metió ¾ de verga no pudo meter más, llegó
al fondo, pero seguía empujando y le taladra el fondo del útero.

-auch, ouch, me lastimas la matríz, me duele mucho, ella tenía que agarrarse de la tela del sofá porque su boca era atravesada hasta la garganta por la otra verga.

-AYY, ME GUSTA MUCHO NO PARES.

El aceleró a el ritmo y ella recién recordó que estaban
Culeando sin condón: SACALA, ACABAME AFUERA, POR FAVOR.
Ya era tarde ellos estaban en proceso de acabar y le hundieron la
verga tan fuerte cada uno por su lado que la llenaron por completo de semen espeso.

-AYYYYYYY, OUCCHHHHH, ESTA CALIENTE, NO ME LLENES, NO ME
LLENES.

Aunque sentía que le estaba entrando como ¼ litro de esperma
seguía diciendo: NO ME LLENES,. NO ME LLES, AYYYYY, ME DUELE,,,,
se salieron y ella quedo tirada en el sofá boca abajo como 20
minutos, a cada rato ponía cara de dolor y se tocaba la concha con la mano
retirando los restos de leche de su concha y boca.

A la media hora se vistió, camino renqueando hasta la puerta y
se fue.

Llego a casa y pidió un turno con el ginecólogo, se puso
pomadas durante una semana porque tenía la concha a la miseria.
Por suerte no quedo embarazada.

Pero creo que la voy a dejar.



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5 comentarios - Los negros y mi bajita esposa Viviana

eltrampa +2
No la dejes si deseas verla déjala y mira
aleabu +2
Patada en el orto y que pase la que sigue...
Por mentir... Lo hablan antes y que se baje a todos lados senegaleses que quiera.
pcuckold +1
hermoso! que ganas de ver asi a mi esposa
Whitecuckfeet
Si yo tambien quisiera ver asi a la mia.
cornu99 +1
nooooooooo, nada mejor que una esposa bien putaaaaaaaaaaa