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Eva y la autoescuela: Primera clase práctica😳

Eran principios de abril los días empezaban a ser calurosos, como profesor de autoescuela tenía una nueva alumna que se llamaba Eva a la cual no conocía. Mis compañeros profesores de autoescuela, que dan la parte teórica, me habían comentado que la nueva  alumna estaba tremenda, qué tenía unas tetazas y unas piernas larguísimas.
Eva hacía las prácticas de la universidad en un centro de menores delincuentes y yo le esperaba a la salida de este con el coche de la autoescuela.
La vi salir y confieso que mi pene ya empezó a cosquillear, joven, guapísima, rubia, alta. Llevaba un ligero vestido de verano muy corto y con un amplio escote que apuntaban esa ya famosas tetas que me habían comentado mis compañeros.

Eva y la autoescuela: Primera clase práctica😳

tetas

rubia

La esperaba dentro del coche, ella se acercó abre la puerta y se inclina spara hablarme y pude ver que el vestido era incapaz de aguantar esas hermosas tetas que a falta de un sujetador que las mantuviese quietas, caían, pude admirar por primera vez esos pechos.
Le pedí que se sentase en el asiento del piloto una vez explicadas nociones básicas le ayude a colocarse el cinturón de seguridad un momento que aproveche para rozar disimuladamente con mi mano su pecho derecho.
Recuerdo también su maravilloso olor, que impregnó todo el coche. No podía dejar de mirarla viendo como los pezones que fugazmente había visto cuando se inclinó, con el vestido se marcaban claramente. Cuando estaba pensando la suerte que tenía de tener una alumna tan guapa y que no usase sujetador mire sus piernas y la verdad que no me lo podía creer.  Me costó enfocar la mirada y aunque lo veía mi cerebro me decía que era imposible que fuese cierto lo que estaba viendo. Al sentarse, el vestido, se había levantado ligeramente y no solo podía ver esas largas y preciosas piernas sino un coñito rubio increíblemente bello. La muy guarra iba sin bragas. No me podía creer la suerte que estaba teniendo, creedme cuando os digo que estaba en estado de shock. Tenía a mi lado a una rubia increíble y tante mí ese chochito que demostraba sin ningún género de dudas que era una rubia natural.


Culo


    Hostia si no llevas bragas -dije totalmente asombrado y en alto.
Según lo dije me arrepentí porque indudablemente eso iba a impedir seguir viendo esa maravilla ya que ella se bajaría el vestido una vez abertida de que se le veía el conejo.
-         Sí perdona, es que en el trabajo los de seguridad me han recomendado que no use bragas, llevo unas en el bolso pero con los nervios de la primera clase se me ha olvidado ponérmelas.
Mientras mi alumna decía esto seguía con las manos al volante sin bajarse el vestido. No entendía nada eso de que los de seguridad le recomendaban trabajar sin bragas y menos entendía que una vez sabía que tenía el coño al aire y me lo estaba mostrando no hiciste no hiciese ni un mínimo gesto para taparse. Ella continuó hablando normalmente y yo miraba el coño, claro.
-         ¿Qué tengo que hacer? Supongo que no puedo soltar las manos del volante para bajarme el vestido, ¿no?
Os confieso que estaba alucinado no podía creer lo que estaba viviendo, por mi cabeza incluso pasó que podía tratarse de una cámara oculta. Como estaba con esta reflexiones sin dejar de mirar la entrepierna de Eva ella seguía preguntándome.
-         ¿Qué hago aparco para poder coger las bragas del bolso?
Yo no tenía muy claro que hacer pero estaba seguro que a esta chiquilla no le importaba que le estuviese mirándole la entrepierna y que por supuesto mejor iba así que poniéndose en las bragas.
-         No, no no pares sigue conduciendo que eres muy libre de ir como quieras, perdóname ha sido la sorpresa.
 No perdóname tú por haber olvidado ponerme las bragas la verdad que después de siete días durante las prácticas sin llevarlas ya me he acostumbrado. Los dos primeros días notaba una sensación muy extraña… te va a parecer gracioso pero era como frío que me entraba aire por la pochetilla.


concha

Pochetilla, mi alumna había denominado pochetilla a ese hermoso coño rubio, la verdad que no pude contener la risa nerviosa Eva también sonríó, la verdad que tenía una sonrisa preciosa pero me seguía gustando más esa sonrisa vertical que marcaban los dos labios vaginales que estaba disfrutando.
-         Soy una persona totalmente convencida de que la mejor forma de vivir es por medio del naturismo, en casa o en la playa siempre practico el nudismo pero la verdad que esto de ir sin bragas al principio me costó un poco.  En mi primer curso de la universidad estuve una semana sin bragas, pero hace tanto tiempo que ya había olvidado esa sensación.
-         Y si no te importa que te pregunte, es simplemente por curiosidad. ¿Por qué no puedes llevar bragas en el centro de menores?
-         Es por el control de seguridad. Yo hago las prácticas de diez a una y como no soy personal del centro tengo que pasar un riguroso control de seguridad por parte de los guardias jurados del centro. Cuando entro y cuando salgo me cachean, como es lógico y es un cacheo muy profundo ya que los chicos que allí se encuentran son delincuentes y hay algunos muy peligrosos. El cacheo dura más de 20 minutos.
-         ¿20 minutos? ¿Pues qué hacen?
-         Paso por el detector de metales y luego tienen que cachearme con cuidado para asegurarse que no introduzco ninguna posible arma mi droga.
-         ¿Pero el que te cachea es un hombre?
-         Claro es un centro masculino y los guardias jurados son hombres los tres.
-         Claro claro.
Podía imaginar a esos afortunados guardias jurado toqueteando ese voluptuoso cierto, la polla me iba a reventar.

infiel

cornudo


 Al principio llevaba el tanguita y el sujetador pero como para el cacheo tenía que quitármelo y luego dejarlo a los guardias de seguridad he optado por ir directamente sin ellos, los llevo en el bolso y luego ponérmelos a la salida. Un par de días se lo dejé a ellos para que me lo guardasen y luego lo recogía al salir pero son una super desordenados y los dos días me perdieron el tanguita y el sujetador… son caros no puedo perder todos los días un tanga y un sujetador.
¿Desordenados? Seguro que los seguratas se lo quedaban de recuerdo.
-         Entonces, ¿ en el cacheo te desnudan?
-         Claro, ya me han explicado que es el protocolo del centro.
-         Curioso protocolo de seguridad
-         Pero son súper amables y conmigo tienen un detallazo, la verdad que los tres guardias jurados son muy buena gente. Me han pedido que no se lo cuente a nadie porque podrían meterse en un lío por no seguir correctamente los protocolos.
-         Pero a mí me lo puedes contar yo no voy a decírselo a nadie.
-         Pero no digas nada porque encima que me hacen el favor no quiero meterles en un problema.
No no podéis imaginar cómo estaba yo en ese momento, súper cachondo, no podía apartar mi vista del coño rubio solo quería tocarlo, bajarme la bragueta sacar mi polla y cascármela allí en medio de esa gran explanada donde dábamos vueltas con el coche.
-         Por supuesto que no diré nada pero me interesan mucho cuáles son los protocolos de seguridad.
 Pues pasado el detector de metales, me desnudo y me cachean,  después de cachearme tienen que asegurarse que no introduzco nada en ninguno de mis tres agujeros corporales por lo que se los muestro… creo que te puedes imaginar cuáles son.
-         Déjame adivinarlo – dije sonriendo.
-         Vale
-         Supongo que uno es la boca -le dije mientras posaba dos dedos sobre sus labios, tenía claro que me lo tenía que jugar, tenía una pedazo tía con todo al aire y no parecía estar incómoda pese a llevar más de 15 minutos con el coño al aire.
-         Sí ese es uno - me dijo Eva con una sonrisa si bien ella no apartaba los ojos de la conducción .
-         Supongo que el otro será este que tenemos aquí a la vista dije mientras tocaba por primera vez ese coño con mis dos deditos.
Ufff que suave la piel y el pelito rubio, fue un toque rápido, delicado pero inolvidable.
-         Sí sí ese es - dijo Eva sonriendo y sin mostrarme un reparo de que lo hubiese tocado su vagina. Me la había jugado y acerté.
Y el tercero es la nariz dije sonriendo y dándole un toque un toquecito en la misma.
-         Noooo  dijó riendo. No se trata de la nariz
-         Ya supongo, me imagino que será la puerta de atrás.
Lamentablemente estaba sentada y el culazo, que posiblemente tendría no pude tocárselo.
-         Sí, sí supongo que como diréis los profesores de autoescuela hablando del culo, el capó.
La verdad es que nunca me había referido al culo como el capó pero lo único que lamentaba era no poder cascarme una paja y no poder ver ese culazo que seguro que también era espectacular.
-         Entonces tras el cacheo te revisan los tres orificios
-         Así es
-         Lo que no entiendo es cuál es el favor que te hacen y que no se puede decir, ya que en teoría ellos están cumpliendo los protocolos para acceder al centro de menores.
Lo que tenía bastante claro en ese momento es que era imposible que el protocolo para acceder a un edificio público fuese poner a una trabajadora, aunque fuese en prácticas en pelotas, ponerse a tocartearla y encima inspeccionarle el coño, el culo y la boca.
-         Para comprobar que no llevo nada en los agujeros ellos tienen que introducir el mango de su porra. Es súper duro y muy rígido, hace un montón de daño porque el segundo día de hacer las prácticas lo hicieron con la porra y me dolió muchísimo.
-         Entonces, ¿ cómo lo hacen introduciendo los dedos?
-         No, con los dedos no se puede. Son muy cortos y no llegan hasta el final. ¿Cómo van a hacerlo con los dedos?, qué ocurrencias tienes. Tienen que introducir un mínimo de quince centímetros y golpear repetidamente por si se oculta algo para que se rompa.


Eva y la autoescuela: Primera clase práctica😳



 ¿Cómo quieres que sepa esas cuestiones de protocolo de seguridad?, no me parece tan raro pensar que te introducían los dedos.
-         Perdona, perdona, no quería molestarte ni reírme de ti, claro, no tienes por qué conocer estos protocolos. La verdad es que yo tampoco los conocía antes de ir porque en la universidad no nos habían explicado nada. Pero no te enfades conmigo por favor.
¡Que no se lo habían explicado en la universidad!, decía la jodida, me imaginé cómo sería esa clase donde le explicasen a las alumnas que lo que iban a hacerles en sus centros de trabajo, es ponerlas en pelotas y empezar a inspeccionarles el culo y el potorro. Me imaginaba a un alumna preguntando si eso entra para examen , la verdad que yo mismo me sonreí imaginando la escena.
-         Tranquila, no me enfado. Pero entonces qué es lo que te introducen si no son los dedos y tampoco la porra.
-         Pues para no causarme daño los pobres utilizan sus penes. Cada día se ocupa uno.

tetas

 Pues sí, se les ve que son muy buena gente y que lo que quieren es ayudarte. Son muy sacrificados por no hacerte daño con la porra e introducir sus cálidos y suaves penes.
Lo dije con un tono absolutamente irónico pero sin duda ella no lo captó.
-         Pero una vez que han hecho el cacheo por qué no te devuelven la braga y el sujetador?
-         Hombre, eso pueden transformarse en cuerdas, imagínate que algún chaval intenta suicidarse colgándose con mis bragas o con el sujetador.
-         Ahhh, claro dije. -pero sinceramente no lo entendía porque seguro que los chavales tenían acceso a otros muchos elementos. Alucinaba con que eso lo viese normal.
Estaba alucinando me estaba contando que tres tipos le follasen todos los días sus  tres agujeros. Cada vez estaba más convencido que esto tenía que ser una cámara oculta o la tipa una guarrilla que se tiraba a tres fornidos y buenorros guardias jurados pero un comentario me sacó de ese error.
-         Además le estoy especialmente agradecido a los tres guardias jurados porque están a punto de jubilarse de muchas ocasiones les cuesta mantener la erección para poder cumplir con el protocolo.
¡Viejos!, se estaba tirando todos los días a viejos que tenían problemas para que se les pusiese pina. No me podía imaginar que a un hombre no se le levantase, con independencia de la edad que tuviese, viendo ese cuerpazo que yo apenas había deslumbrado.
-         Y si no se les levanta ese rato que es lo que haces
-         Sobre Todo le pasa al pobre Enrique, los demás le insisten que deje correr el turno pero Enrique insiste en que él también quiere ayudarme y hacerme el favor.
-         Entendible que Enrique también quiera hacerte ese gran favor que te hace y que si sus dos compañeros corren el riesgo de ser sancionados pues él también lo corra (y se corra en ti, pensé yo)
-         Al final parece que hemos encontrado una solución ayer que le tocaba Enrique me trajo una pieza de lencería que se ponía su mujer para sujetarse las medias, un liguero. Me la puse y no perdió en ningún momento la era.

rubia

Culo


¿Pero tan mayores son los guardia jurados?
-         Si coges mi bolso en la carpeta azul tienes algunas fotos de ellos, nos las hicimos el tercer día y hoy me las han traído de recuerdo.
Quiero recordarlos que cuando Eva era universitaria y transcurre esta historia no existían móviles y las fotos se hacían con película y había que llevarla a revelar a una tienda de fotos.
En la carpeta había cinco fotos, en la primeras salían dos de los tres guardias jurados junto a Eva. Eva estaba en pelotas y los dos guardias jurados de uniforme. Los tres  sonreían, Eva estaba en medio y la tenían sujeta por las piernas y el culo, sentada a la sillita de la reina. En la foto se le veía claramente el coño abierto. Se veía claramente ese chichi con los labios vaginales abiertos. Sin duda el objetivo de la foto no era otro que mostrarla con el coño abierto en todo su esplendor.  Por primera vez lo pude ver de frente ya que desde el coche únicamente podía ver una parte. La foto era brutal, desnuda abierta de piernas y sonriendo,  confirmaba todo lo que me había contado. Pero lo que más destacaba era esos dos guardias jurados que parecían unos ancianos con esa impresionante Eva desnuda. Pero cómo una tía tan buena se podía dejar follar por esos vejestorios. La siguiente foto era igual pero con el tercer guardia jurado, gordo calvo con papada. Aquí se apreciaban menos el coño porque el gordo tenía dos dedos metidos en la conchita de Eva. Las otras fotos eran de Eva desnuda posando con los guardias jurados de forma individual. La mente que ninguna fuese tomada por detrás y haber podido admirar ese fantástico culo que seguro que tenía Eva.
Como era el primer día únicamente estábamos dando vueltas a una gran explanada Eva planteaba que igual era un poco aburrido estar todo el rato dando vueltas pero yo tenía claro que no íbamos a parar en ningún cruce y permitirle ajustarse el vestido, así que le insistía que en la primera clase únicamente íbamos a dar vueltas al polígono y sin parar. Y que por supuesto no soltarse el volante ni apartase la vista del frente. Me dolía un montón la polla, llevaba casi toda la clase en estado de erección y estaba alucinando con lo que me contaba. Sin duda todo era cierto, las fotos así lo demostraron. Necesitaba saber más, así que pregunté.


 Me dices que el segundo día probaron con la porra y te dolió muchísimo, ¿el primer día ya lo hicieron a pollazos? Perdón, quiero decir con sus penes.
-         No,  el primer día ni me cachearon únicamente pasé por el arco de metales… el primer día se les olvidó aplicarme el protocolo. Pero claro tuve un problema con uno de los chicos internos el primer día y ahí es cuando se dieron cuenta que no habían seguido el protocolo.
-         Cuenta, cuenta, ¿cuál fue el problema?
-         Perdona pero no me siento muy orgullosa, casi prefiero no hacerlo, era mi primer día. Además tenemos que haber consumido casi toda la hora de clase y yo he quedado que mi novio pasaba a recogerme por la autoescuela. Todavía tenemos que ir hasta allí. ¿Voy a llevar el coche conduciendo yo?
-         Ahhhh, tienes novio?
-         Sí, es él quien me está pagando el carnet. Yo no quería sacarmelo pero él insistió en que lo hiciese y que me lo pagaba.
Di gracias a Dios porque ese novio le estuviese pagando las clases de conducción y me permitiese estar disfrutando de ese chochito y sobre todo de esta historia.
-         Y a tu novio le has contado lo de los cacheos?
-         Noooo
-         Claro, entendible -por supuesto que entendía que no le iba a contar al cornudo del novio que tres guardias jurados se la tiraban todos los días. Pero parece ser que la razón no era esa según la respuesta que me dio Eva.
-         Mi novio es abogado, es una persona muy recta y no permite que se infrinja ninguna ley ni ordenanza. Estoy seguro que si se lo cuento se cabrearía con los guardias porque no usan el método reglamentario que es con la porra y terminaría denunciándoselo al director.
Yo no podía dejar de imaginar la escena de ese novio cornudo diciéndole al director del centro que exigiese que se cumpliesen bien los protocolos porque a su novia le tenían que introducir una porra por el coño y por el culo y no con la chorra, y que a su novia le introdujesen la porra como marca el protocolo.
-         Entiendo que tu novio sí que sabe que eres nudista
-         Claro yo ya era nudista antes de conocer a Rubén, él no suele practicarlo.
-         Y no le molesta que vayas con las tetas y el coño al aire
-         Jajajaja, qué bruto. Él no tiene nada que opinar, es mi filosofía de vida. Yo le respeto cuando él no quiere practicarlo y le quiero mucho. Él todos los jueves tiene una cena con amigos que coleccionan sellos y yo no le digo nada tampoco.
Sin duda era mejor que el novio no supiese el protocolo que le aplicaban a su novia todos los días pero quiero pensar que lo que le molestaría no es, como creía Eva, que usasen la porra sino que lo que le molestaría es que usen a su novia.
En este momento estaba muy desconcertado y alucinado con lo que estaba escuchando, estaba incrédulo de que lo hubiese puesto dos deditos en el coño y no hubiese dicho nada…
-         ¿Y tu novio sabe que sales sin bragas ni sujetador del control de los guardas?
-         No, si yo siempre me pongo el tanga y el sujetador antes de salir pero hoy con los nervios de la clase se me ha olvidado. Si no te importa voy a parar y ponérmelos antes de ir a la autoescuela.
Claro ponte el tanga, baja cógelo del bolso y ocupa el asiento del copiloto porque yo conduzco hasta la autoescuela que es el primer día hemos practicado poco y no quiero meterte por las calles de Barcelona.
Eva salió del coche cogió su bolso y sacó un sujetador y un tanguita muy, muy pequeño, se puso de espaldas a mí y en esa gran explanada del polígono se soltó los tirantes del vestido y se puso el sujetador. Yo lamenté que no se diese la vuelta y poder ver nuevamente sus tetazas pero entendía, esa muestra lógica de pudor. Al menos el tenerla de espaldas me permitió ver por primera vez ese culazo que tiene, aunque solo fue unos pocos segundos cuando se levantó el vestido

concha


Volvimos a la autoescuela y allí estaba su novio, Rubén, esperándola. No le quité ojo de encima a ese novio. No parecía mal tipo pero sin siquiera imaginárselo, estaba dando el beso  a su novia en esa boca que hacía unas horas había mamado la chorra del segurata.  Podía su novio imaginar que su novia esa mañana había tenido el zipote de un viejo en sus tres agujeros.   Podía su novio suponer que en esa carpeta azul del bolso de Eva se encontraban esas fotos donde su novia desnuda tenía los dedos de ese gordo metido por el coño.
No sabía qué hacer si contársela a mis compañeros o no pero estaba claro que mi nueva clienta iba a darme muchas alegrías. Lo que sí que hice inmediatamente es encerrarme en el baño de la autoescuela y cascarme una fantástica paja mientras recordaba ese potorrazo rubio que durante casi una hora estuve viendo y fugazmente había tocado.


Continuará...

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