You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Una chica sencilla (4)

Desperté al día siguiente en los brazos de Bian, un ligero ardor en la colita y una sonrisa enorme mientras el sol pasaba entre las persianas disfrazandonos de tigresas. 


Le iba a dar un beso de buenos días cuando su teléfono nos exaltó a ambas y arruinó el clima matinal en el que estábamos. Atendió y era su novio, Fran. Estaba algo molesto porque se enteró que nos fuimos con un chico y le pidió explicaciones y bla bla bla... Inseguridades de chicos... 

Con fastidio cortó el teléfono y empezó a juntar su ropa. 

"Ce, le dije que me pase a buscar ahora por acá, hablamos después, dale?"

"Dale tranquila Bian, si necesitas que hablemos a la tarde me decís!"

Y la ví irse por la puerta de mi cuarto quedándome desnuda y sola en la cama. 

El día pasó con un asado en casa con mi hermano (quién traía muy mala cara) y mi papá con su novia, Sandra. La charla fue de lo más corriente y Sandra me estuvo preguntando si estaba ansiosa por empezar la Universidad en Buenos Aires, mi primer instinto fue con una sonrisa enorme decirle que sí, pero al momento caí en cuenta que iba a extrañar mucho al pesado de mi hermano, a mi papá y especialmente a Bianca. 

Un poco de nostalgia y tristeza me invadió los siguientes minutos para ser honesta con ustedes. Ni el rico sabor de la comida de mi papá era suficiente. Aunque el helado del postre sí sirvió un poco de consuelo. 

Después de comer mi hermano se iba a acostar un rato y me llamó a su pieza. 

Temí realmente por mi vida. Pensé que el pajero de Rafa había abierto la boca o alguien nos había visto en la fiesta y me iba a caer una terrible...

Fui completamente con la cabeza gacha y resignada a lo que me tocaba. Cuando entré, él no se veía enojado ni nada por el estilo, empecé a tener alguna gota de esperanza. 

Por cierto, qué distraída, jamás les dije el nombre de mi hermano. 

Él: "Junior oíme, te tengo que contar algo pero me vas a tener que prometer de antemano que no vas a decir nada"

Yo: "Si obvio, qué es tan importante para tanto misterio?"

Él: "El viernes salimos con los pibes y conocí una chica amiga de los amigos de Franco"

Interrumpí su frase con un "me vas a venir a decir que te enamoraste hermanuchi?"

"No boluda, la piba me da igual. Pero la empezamos a joder con los pibes que faltaba una piba tetona amiga de ella que se la íbamos a presentar a Mati y ella nos tiró medio por error que la flaca estaba con Franco"

De manera muy exaltada esta vez lo corto...
"QUÉ!? Franco? Fran? El novio de Bianca idiota?"

"Si, ése pibito"

"No no no, pero no puede ser, estás seguro?" Aunque en ése instante, mi cabeza se remontó al viernes pasado en donde a Fran "le dolía la panza y no fue por su novia". También tuve cierto flashback a las conversaciones con Bian sobre la falta de sexo entre ellos el último tiempo. No podía creerlo, siempre le había tenido aprecio por haber estado mucho tiempo con ella y en ese momento la rabia me había invadido. Incluso esa misma mañana tuvo la desfachatez de hacerle una escenita a mi amiga y arruinarnos la mañana. Qué pendejo hijo ...

"Si Bian, seguro sino no te digo. Pero no abras la boca" interrumpió mis pensamientos y un insulto al aire que estaba por decir sobre el imbécil en cuestión. 

"No, no me podés pedir ésto. Cómo no le voy a decir a Bianca?"

"No le decís, no abrís la boquita y listo Junior. La única manera que se ventilé es por mí, arreglate de cómo lo demotras pero sin decir ni una palabra de esto"

Acto seguido, me sacó de la habitación dejándome muda y con más preguntas que otra cosa. 

"Pensá Cecilia, pensá" me decía a mi misma mientras abría Instagram e intentaba jugar a la detective. 

Primero identifiqué a la chica que se había comido mi hermano en aquella fiesta, busqué su grupito de amigas y di con una tetona que oh casualidad no estaba en la última foto del viernes. 

Bingo! Qué buena era para ésto. Y ahora qué Cecilia? 

Empecé a revisar sus fotos y comentarios, pero nada. Fran o era vivo o simplemente la suerte estaba de su lado. 

Me pasé toda la tarde revisando ambos Instagram buscando algo que me ayude, terminé quedándome dormida con el teléfono en la mano y me desperté a la madrugada con un hilito de baba en la almohada y el teléfono sin batería. 

Lo puse a cargar y deambulé a eso de las 3am por mi casa buscando algo que comer. 
Helado! Sí! Al menos algo se me daba bien, matar a cucharadas ése pote blanco de felicidad. 

Volví y prendí el teléfono que ya había cargado aunque sea lo mínimo para prender. Tenía varios mensajes y llamadas perdidas de Bian. Le escribí asumiendo que era una causa perdida y me contestó casi al instante. 

"Amiga, estoy sin dormir todavía, me tenías preocupada" la ternura de su mensaje hizo que me derrita. Yo por mi parte, cargaba una cuota gigante de culpabilidad por causa de mi hermano y por mi floja tarea de detective. 

"Me quedé dormida después de comer como una cerda! Jajaja perdón!" Le mentí como nunca había hecho. Sentí mi corazón romperse de hacerle eso pero era la única forma de mantener mi palabra con mi maldito hermano.

"Ahora siiiiii, a dormir entonces! Besitooo" y me mandó una foto tierna de ella en pijama, tapada y mandándome un beso con una mueca. 

No les voy a mentir, me sentí la peor amiga del mundo y como si fuera poco, esa demostración de amor de su parte me llevó a tocarme a esa hora pensando en mi amiga. Espero no me vean como una persona terrible, pero mi cuerpo solo se fue moviendo hasta dejar mi mano en mi conchita y empezar dulcemente a frotarme hasta que me llevó a una paja con todas las letras mordiendo la almohada que antes había dejado con un hilito de baba, ahora fue quién ahogó mis gemidos hasta que acabé y volví a dormirme. 

Al otro día me tocó ir a trabajar para una expo que hacía una Municipalidad cercana. Como imaginarán, mi cabeza sólo podía pensar en cómo ayudar a Bianca sin traicionar a mi hermano. Llegué al lugar completamente perdida en mis pensamientos y agarré la ropa que me dieron para la presentación de unos productos locales. Fui a un cubículo a cambiarme y me encontré con la sorpresa que el traje parecía una suerte de cosplay bizarro de abeja. 

Era un conjunto entero tipo calza amarillo y negro, que me dejaba la cola súper marcada y un escote que por la tela, parecía que iría a explotar por mis tetas. Sentí mucha vergüenza de ponerme eso pero la plata la necesitaba y salí con la poca dignidad que me quedaba. 

Recibí enorme cantidad de comentarios babosos por parte de todo el mundo. Chistes de doble sentido sobre abejas, reina y "mi miel" incluso (ASCO). 

Por suerte mi cerebro ocupaba su tiempo pensando y pensando acerca de cómo destapar a Franco. 

Sin embargo, o los pajeros me distraían o yo no era tan lista como creía, pero pasaron las 4hs por las que me contrataron y no resolví nada. 

Me saqué feliz ese traje y volví a mi ropa holgada y gastada de siempre. Eso sí, al menos esta vez me quedaba el maquillaje. 

Cuando me estoy por ir, me frena un señor de traje, tendría 45 años quizás o 50. Se mantenía muy bien, pelo y barba canosas pero con un estilo muy moderno por su edad. Ya con la tonada se notaba que era de Buenos Aires. 

"Perdón, te puedo robar un segundo? Cómo te llamas?"

"Si claro! Cecilia y vos?"

"Mi nombre es Miguel, un gusto, trabajo para la empresa....blabla"

"Ah mirá vos! Y en qué te puedo ayudar Miguel?"

"Mirá, nosotros hacemos muchos eventos por la zona y vi que estabas trabajando de promotora y quizás podíamos tenerte en carpeta para otros trabajos de nuestra empresa. Prometo que no va a ser ni de abeja ni ningún insecto"

"Jajaja en mi defensa no sabía de eso hasta que me dieron el vestuario, pero sí. Aunque dentro de poquito me voy a Buenos Aires a estudiar, pero si coincide conmigo acá encantada Miguel!"

"Bueno, allá también hacemos eventos así que no te preocupes. Dame tu número que te agendo ahora Ceci, por cierto, decime Migue que sino me hacés sentir más viejo che!"

Me acerqué a él para darle mi teléfono y sentí su perfume que me embriagó, nadie en mi ciudad usaba algo así y eso me dejó algo distraída al punto que tardé unos segundos en poder recordar mi propio número. 

Miguel: "Dale, te mando un mensajito así ya me tenés. Pero agendame como Migue!"

"Si claro Migue" y le guiñé el ojo de manera cómplice. 

Cuando me disponía a irme, me llama de vuelta "Ceci!". 

Miguel: "Qué mal lo mío, no te ofrecí si querías que te alcance a algún lado"

"Eh... Si, gracias!" le dije con sorpresa pero a la vez entusiasmada por semejante gesto de un desconocido. 

Me llevó hasta la camioneta que tenía, una 4x4 negra en perfecto estado y limpia (cosa sorpresiva en el Sur por tanta tierra en general). 

Todo olía rico, su camioneta, él e incluso me dí cuenta que yo estaba con un buzo holgado que me había dado mi hermano de algún equipo de la NBA, un top deportivo abajo y un pantalón de estos estilo hippie suelto. Sentí algo de vergüenza en ese momento, Miguel venía de traje y yo parecía una pordiosera. 

"Y qué vas a estudiar en Buenos Aires? Se puede saber?"

"Quiero estudiar para Ingeniera Agrónoma! Es difícil pero soy perseverante jajaja"

"Pero qué bien! Nosotros buscamo mucho esos perfiles. Ya cuando estés más avanzada en la carrera seguro que vamos a poder contar con vos para mejorar nuestra empresa!"

"Jajaja ay ojalá!! No me voy a olvidar de ésto eh".

"Y contame, qué hace una futura ingeniera agrónoma disfrazada de abejita sexy? Perdón, abejita"

Totalmente sonrojada le respondí "es que ahora con el tema del viaje, necesito juntar plata para poder pagar los primeros meses de la residencia en la que voy a vivir allá, entonces nada, no hay trabajo malo"

Me mira y con mucha inocencia me preguntó "espero no lo tomes a mal, pero en general en estos viajes de trabajo suelo llamar a mi hotel para que me hagan masajes, si sabés hacer, contratada!"

Me quedé helada, no entendía realmente el fin de la propuesta, si era genuina, si me estaba ofreciendo un trabajo de puta o yo estaba interpretando todo mal. 

Tardé unos segundos en reaccionar y le dije con la vos temblorosa y de manera muy bajita...

"Pero... Vos pensas que soy puta?"

"Noooo Ceci, por favor! Jajaja masajes dije, pero sino olvidate, igual te vamos a llamar para trabajar de promotora y futura ingeniera en la empresa!"

"Si, acepto!" dije rápido y casi sorprendiendome a mi misma. 

"Genial! Entonces vamos para el hotel en donde me quedo ahora que está antes que tu casa"

Los siguientes minutos Miguel fue súper cordial y me siguió hablando de la vida y de lo bien que me iba a ir en Buenos Aires. Yo estaba algo atónita con lo que hice y también empecé a sentir sienta sensación en la panza de nervios y calentura. Sin darme cuenta estaba empezando a sentir que mi tanguita se empezaba a mojar con esa extraña situación.

Ya en el hotel, mientras él estacionaba pude percatarme de que en su mano, había un anillo de casado. Eso me tranquilizó, entendí que su propuesta era de verdad. Aunque por otro lado, también me aumentaba el morbo el pensar en que alguien que me duplicaba la edad y encima casado me haya llevado con tanta facilidad a su habitación. 

Llegamos y la habitación era la más cara del lugar con vistas a la montaña, una hermosura. Tenía toda su ropa dentro de la valija y todo en perfecto orden. 

"Me voy a dar una ducha sino te molesta, tanto ir y venir estoy algo transpirado, agarrá lo que quieras de la heladerita"

Sin dejarme casi responder, cerró la puerta del baño y abrió la ducha. 

Yo por mi lado, me quedé ahí sola y muy nerviosa. Nunca había hecho masajes y mucho menos de puta. Si bien esta última opción seguía creyéndola inverosímil, no podía dejar que mi cabeza se apodere de esas ideas. 

Seguí su consejo y para relajarme, busqué algo de alcohol en la heladera, lo único que ví fue un whisky chiquitito y casi buscando un milagro, le dí un fondo a una bebida que nunca había tomado. Sentí un ardor y un fuego en la garganta que eran contraproducentes con el calor inhumano de esa habitación. Me ví obligada sacarme el buzo y quedarme con mi top que poco dejaba a la imaginación de mi pecho. 

Para matar el tiempo prendí la tele y empecé a pasar los canales, realmente solo era la acción de ir cambiando para sacarme los nervios. Como conciencia del destino se reía de mi, dí con un canal porno que estaba pasando un negro cogiendo fuertemente la cola de una inocente chica. Sus taladradas eran impresionantes y la forma en que ella gemia pero disfrutaba de esa verga negra imponente. Sentí que la ducha se cortó y de los nervios por cambiar rápido el control cayó debajo de la cama, me tiré al piso para buscarlo y siento la puta puerta abrirse. Aunque, quien realmente parecía una puta mirando porno, con una petaca de whisky vacía y en 4 con la cola apuntando a un señor de 50 años que había conocido hace 30 minutos, era yo. 

"Jajajajaja qué te pasó Ceci?"

"PERDÓN MIGUEL, PERDÓN, TE JURO QUE..."

Cuando me giré, ví su pelo mojado perfectamente peinado y su cuerpo muy trabajado y mantenido por su edad, sólo lo cubría la toalla de cintura para abajo. Su olor a perfume me invadía nuevamente y sin darme cuenta de toda la escena me quedé muda a mitad de la frase, sin tener la capacidad de al menos sacarme el pantalón que tenía encajado en la cola por la pose. 

"Tranqui, yo también a veces lo miro y aparte eso viene gratis con esta habitación"

Lo simple y despreocupado que me respondió no me dió lugar a réplica ni intentar excusarme. Me levanté resignada y dejando la porno de fondo me quedé mirándolo esperando que me guiara. 

"Te parece si me acuesto? Acá en el bolso tengo un gel que seguro te viene bien"

Me dió el lubricante y se acostó con la toalla boca abajo en la cama. Yo me dejé llevar, me senté sobre él y tirandome un buen chorro de lubricante en las manos empecé a frotar su cuerpo. 

Sentía lo ejercitado de su cuerpo y cómo tenía la piel cuidada. Sin casi pensarlo y como si fuera una profesional, fui pasando mis manos por toda su espalda y brazos, ganandome ciertos cumplidos de su parte que me dejaron contenta. 

El calor de la habitación me estaba matando, o era yo que también sentía un calor en la entrepierna que no podía controlar. Mi nuevo y veterano amigo me había contratado realmente para unos inocentes masajes. Sin embargo, mi tanga estaba empapada y el porno de fondo era un condicionante enorme. Empecé a buscar frotarme disimuladamente mientras lo masajeaba. No me bastaba. Por consecuencia, y en algo que hasta hoy me pregunto cómo me animé le dije:

"Te querés dar vuelta así sigo por el pecho?"

Miguel confiando en mi disciplina y aparente habilidad para los masajes, se giró mientras yo levantaba un poco la cola para darle espacio a su movimiento mientras sentía el roce de su cuerpo en toda mi entrepierna. 

Me acomodé de nuevo, esta vez, mi conchita quedaba sobre su pija, sólo separadas por su toalla y mi ropa. Ya la tenía completamente dura Miguel, reacción natural si una pendeja de 21 años en ese momento te está pasando gel por todo el cuerpo. 

Le puse una buena cantidad de gel esta vez directamente en el pecho y empecé a esparcirlo por su cuello, brazos, vientre y la frontera entre su desnudez y la toalla que cubría su pija. 

Inconscientemente (o quizás no tanto) seguí jugando a frotarme a escondidas, aunque esta vez, ya directamente contra su pija. Me daba morbo la tranquilidad con la que Miguel manejaba la situación, disfrutando de mis masajes con los ojos cerrados e ignorando todo lo que pasaba. 

Si en ese instante decidía mirar, a los gemidos de la modelo porno de fondo que ya nos acompañaba, se le sumaba mi top que dejaba ver perfectamente mis pezones duros que solo hacían de confirmación a mi carita de exitación y mi juego de roces con su verga dura. 

Resistí cuánto pude, pero el morbo me venció y con una buena cantidad de gel en mis manos, tiré la cola un poquito para atrás y abrí su toalla. Dejé a la vista una pija normal pero muy hermosa y me abalancé con las dos manos a masajear su tronco y sus bolas. 

Miguel tuvo su primera reacción y fue un gemido profundo aunque sin abrir los ojos. 

Yo empecé a pajear su pija que tenía las venas muy marcadas y me producía una calentura mayor
El ida y vuelta de mi mano parecía por sus gemidos, ser lo mejor hasta ese momento del masaje. En un momento de enorme calentura, solté la mano que tenía en sus bolas para llevarla ya a mi conchita. Aprovechando el gel fuí directo a colarme los dedos y empezar a pajearme en simultáneo encima de este señor. 

Cerré los ojos y disfruté de pajear su pija mientras hacía lo propio con dos deditos en mi conchita. Empecé a gemir y gritar como mi compañera dentro de la televisión. Éramos un coro de dos putas dándole placer a nuestros respectivos hombres. Ya no sabía si ella era el mismo negro que había visto antes o también estaría dándole satisfacción a un señor 30 años mayor que ella. Pero no me importaba, sentir su pija toda venosa en mi mano me hizo empapar y finalmente sentir un chorro de humedad desde mi conchita, mientras me acababa sobre mi veterano cliente. 

Abrí los ojos sin frenar en ningún momento la paja que le estaba dando a él y lo ví por primera vez con los ojos abiertos y con una mirada de lujuria a mis tetas.

Con una sonrisa y entre gemidos me dijo:

"Que carita de putita pusiste recién mientras acababas Ceci"

Me encantó escuchar eso, en ese momento llevé mi otra mano que aún tenía mis propios fluidos y empecé a pajearlo con ambas. 

Casi al inmediato, un espeso y largo chorro de semen saltó cayendo en mis tetas y piernas, dejándome unas enormes líneas blancas en mi top negro y pantalón. 

Él aflojó su gesto y estiró los brazos demostrando lo relajado que había quedado. 

Con una sonrisa me dijo "Gracias, fue increíble".

En ése momento entendí que siempre fue un pedido inocente y quién había provocado al hombre casado fui yo por no poder controlar mi morbo y calentura. 

Me puse de nuevo mi buzo a pesar del calor para tapar las manchas de semen de mis tetas y aspiré a que no se verían las del pantalón que intenté limpiar con la sábana. 

Cuando me estoy por ir, Miguel nuevamente me detiene. 

"Ceci! Esperá que no te pagué, tomá"

Me dió en mano mil dólares. No sólo era una pendeja de lo más puta en ese momento, sino que encima lo había hecho gratis. Nunca le pregunté ni cuánto ni tampoco me había acordado de la plata. Solo el morbo me había llevado hasta ese lugar. 

2 comentarios - Una chica sencilla (4)

Pervberto +1
¡La detective se divierte! Esto va a seguir y se pone cada vez mejor.
BohemianFantasy +1
🙈 cosas que pasan
bale06 +1
Excelente! los que queremos seguir investigando a ceci somos nosotros
BohemianFantasy +1
🥰 acá me tienen! Voy a seguir contando