"Ni una palabra a mi hermano".
Esa fue la última frase que le dije antes de volver a entrar.
Todavía me quedaba leche en la mano. Fui directo a buscar a Bian para contarle lo que me pasó, pero no lograba encontrarla. Tampoco a su novio. Empecé a sospechar que estarían cogiendo en el auto o en algún lugar de la casa, ella el día anterior me había dicho que estaba necesitada de que la cojan y me pareció coherente que nuestra aventurita no haya sido suficiente.
Mi búsqueda terminó de la peor manera, a quien encontré fue a mi hermano. Afortunadamente para mí, estaba a los besos con una chica de otro pueblo todavía más lejos. Sin embargo, Rafa su amigo, me había mentido diciéndome que él no estaba. Lo había pajeado a escasos metros de mi hermano y me podrían haber visto. Ahora más que nunca necesitaba a mi amiga con urgencia.
Seguí buscando y empecé a preguntar, efectivamente me dijeron que habían salido. Sabía que no me iban a dejar por lo que intuí estarían en el auto cogiendo.
Algún impulso, celos, curiosidad o la calentura que tenía por antes, me llevó a ir a mirar.
Me asomé cerca del auto desde atrás y vi cómo Bian con mucha intensidad estaba haciéndole un pete al novio. Él estaba con los ojos cerrados disfrutando de la mamada de mi amiga, que con mucha intensidad subía y bajaba recorriendo la pija de su novio.
Nunca le había visto la pija a él, si bien sabía por ella que no cargaba nada muy interesante, fue aún más mi sorpresa al ver que mi pelirroja amiga podía tragar su pija con tanta facilidad.
Bianca estaba sumamente concentrada en su tarea, así que me animé a acercarme más. Estaba muy mojada de antes y ésto sólo me tenía más caliente, realmente quería empezar a tocarme pero tenía miedo de que me descubran.
Me quedé viendo enamorada cómo mi amiga seguía su pete, ya con más detalle, podía ver los hilos de baba que dejaba caer sobre su verga y los chupones que le daba.
Fran empezó a agarrarla del pelo y empujarla bien hasta el fondo, ella apenas respondía con una tocecita y un escupitajo a su pija como reacción al movimiento de él.
Siguió así apenas unos segundos más hasta que pude ver cómo él se inclinó aún más para atrás y empezó a acabar dentro de la boca de mi amiga. Quien nunca separó sus labios de la base de su pija, tragando hasta la última gota.
Cuando se incorporó, me fui alejé para evitar que me vean, no sabía cómo volver a la fiesta, me temblaban las piernas de la calentura.
Me quedé tomando aire afuera por no querer entrar, ni enfrentarme a mi hermano en ese estado de calentura.
A los pocos segundos, de manera muy brusca Brian se cuelga de mí agarrándome las tetas por detrás.
"Qué buenas tetas tiene mi amiga por favor".
Estaba sola, eso me sorprendió y le digo "Y Fran?".
"Se quedó dormido del pedo que tenía, después del pete que le hice no pudo más pobrecito, aunque ni me cogió el boludo".
Me sorprendí cuando me dijo del pete, no respondí nada.
"Dale Ce, te pensas que no te vi? El show lo hice para vos" cerrando con un guiño.
"Eh... Eh..." Mi gran elocuencia en ese momento.
La reacción de Bian fue darme un tierno beso. Tenía el sabor y el olor a la leche que acababa de tragar. Eso me cegó, me olvidé que estábamos en una fiesta y pasé de ese beso tierno a un beso pasional de dos amantes. Sin casi poder reaccionar, como una ironía terminamos en la misma pared que había pajeado al amigo de mi hermano, matandonos a besos nosotras.
"Le digo a Fran de que me voy a dormir a tu casa, querés?"
"Por favor" fue mi reacción casi suplicando.
Nos acomodamos la ropa y huimos de aquél lugar. Golpeamos el vidrio del auto para despertar a su novio pero no pudimos hacer que reaccione más que apenas saludarnos.
Estábamos calientes y con ganas de cogernos. Pensamos en ir al asiento de atrás y arriesgarnos a que no se despierte de la borrachera, sin embargo, la cordura fue mayor y entramos a la fiesta otra vez.
"Rafa, pelotudo. Me mentiste con lo de mi hermano" le dije bastante furiosa.
"Perdón Junior, pero tus tetas me pudieron"
"Ahora me devolves el favor, queremos volver a casa y el novio está muy en pedo para manejar"
"Uf, dale te llevo antes de que tú hermano te vea así".
De esa manera, logramos subirnos a su auto y conseguir volver. Nos dejó en la puerta, se bajó Bien ante la atenta mirada del pajero de Rafa, que no se perdió ningún detalle de su culo. Cuando me voy a bajar, me tiró del brazo y me robó un beso. Ya me daba igual, yo estaba volando de calentura. Lo acepté y me libré lo antes posible.
Entramos sin hacer mucho ruido, tenía miedo de despertar a mi papá.
Nos dimos unos besos en la cocina, ella me sacó el corset y me dejó en tetas. Me las empezó a chupar como si fuera la primera vez que lo hacía.
"Ce, chupamela ya por favor" me dijo. Fue como una orden que me hipnotizó. Me arrodillé, bajé su calza y su tanga de un tirón. Puso un pie sobre una silla cercana y me abrió la conchita para mí.
Yo feliz, me acerqué y empecé a comerle la conchita. No me importaba que mi papá pueda bajar por un vaso de agua, no me importaba que mi hermano pueda entrar por la puerta que estaba a escasos centímetros de nosotras. Nada de eso me importaba más que sentir los fluidos de Bian en mi boca mientras le daba con mi lengua todo lo que su novio no le había dado hacía instantes.
Elle tapaba sus gemidos como podía, apretando los labios, llevando la mano a su boca o hasta incluso mordiendo una parte de su remera.
Nada me importó. Yo seguía con mi tarea, rodeando su conchita con mi lengua, metiéndole los dedos con algunos cambios de ritmo que hacían que sus gemidos crezcan. Cada vez me gustaba más sentir mi boquita llena de sus jugos.
Seguí así un poco más, hasta que a Bian se le escapó un fuerte gemido, apretó mi nariz contra su pelvis y empezó a acabarse en mi boca. Sentí cómo me inundaba los labios de su sabor. Eso sólo me insentivó a seguir.
Cuando sentí que ya no acababa más, la solté y me reincorporé, volvimos un poco en sí y nos dimos cuenta la locura que estábamos haciendo. Me tapé como pude las tetas con su pantalón que estaba en el piso y ella llevó mi top. Al pasar el pasillo, vimos una noticia que cambió todo.
Estábamos solas en casa.
No medianos palabra, como mejores amigas entendimos perfectamente lo que eso significaba.
Ella de un golpe brusco me giró contra la pared del pasillo poniéndome con las tetas contra la pared y me empezó a colar con violencia los dedos.
Sólo quería escucharme gritar y chillar. Lo lograba, yo sólo podía gritar y pedirle más.
Me llevó de la mano a mi pieza y me dejó en 4. Abrió mi cola con sus manos y empezó a chuparme la cola. Sentía una electricidad que recorría todo mi cuerpo, acompañó cada lengüitazo con varios dedos colados en mi conchita. Me los metía y sacaba con mucha velocidad.
Empecé a sentir cómo un dedo entraba por mi cola. Ahora tenía dedos en mi conchita y también en el culito. Estaba empapada, gimiendo y repitiendo una y otra vez lo mismo.
"Si Bian si, por favor, seguí, si Bian si, por favor seguí....."
Me hizo acabar como una yegua. Caí rendida sobre la cama. Recibí un nalgazo de su parte que me encantó.
Ella se acomodó cerca mío y con el gusto a la leche de su novio aún me dió un beso tierno, como felicitándome. Amaba tener su aprobación.
Ya vuelta en mí misma, la miré y empecé a reír. Le contagié la risa así que estábamos tentadas abrazadas t
otalmente desnudas.
"Me hiciste la cola hija de puta"
Y así nos fuimos a dormir.
Esa fue la última frase que le dije antes de volver a entrar.
Todavía me quedaba leche en la mano. Fui directo a buscar a Bian para contarle lo que me pasó, pero no lograba encontrarla. Tampoco a su novio. Empecé a sospechar que estarían cogiendo en el auto o en algún lugar de la casa, ella el día anterior me había dicho que estaba necesitada de que la cojan y me pareció coherente que nuestra aventurita no haya sido suficiente.
Mi búsqueda terminó de la peor manera, a quien encontré fue a mi hermano. Afortunadamente para mí, estaba a los besos con una chica de otro pueblo todavía más lejos. Sin embargo, Rafa su amigo, me había mentido diciéndome que él no estaba. Lo había pajeado a escasos metros de mi hermano y me podrían haber visto. Ahora más que nunca necesitaba a mi amiga con urgencia.
Seguí buscando y empecé a preguntar, efectivamente me dijeron que habían salido. Sabía que no me iban a dejar por lo que intuí estarían en el auto cogiendo.
Algún impulso, celos, curiosidad o la calentura que tenía por antes, me llevó a ir a mirar.
Me asomé cerca del auto desde atrás y vi cómo Bian con mucha intensidad estaba haciéndole un pete al novio. Él estaba con los ojos cerrados disfrutando de la mamada de mi amiga, que con mucha intensidad subía y bajaba recorriendo la pija de su novio.
Nunca le había visto la pija a él, si bien sabía por ella que no cargaba nada muy interesante, fue aún más mi sorpresa al ver que mi pelirroja amiga podía tragar su pija con tanta facilidad.
Bianca estaba sumamente concentrada en su tarea, así que me animé a acercarme más. Estaba muy mojada de antes y ésto sólo me tenía más caliente, realmente quería empezar a tocarme pero tenía miedo de que me descubran.
Me quedé viendo enamorada cómo mi amiga seguía su pete, ya con más detalle, podía ver los hilos de baba que dejaba caer sobre su verga y los chupones que le daba.
Fran empezó a agarrarla del pelo y empujarla bien hasta el fondo, ella apenas respondía con una tocecita y un escupitajo a su pija como reacción al movimiento de él.
Siguió así apenas unos segundos más hasta que pude ver cómo él se inclinó aún más para atrás y empezó a acabar dentro de la boca de mi amiga. Quien nunca separó sus labios de la base de su pija, tragando hasta la última gota.
Cuando se incorporó, me fui alejé para evitar que me vean, no sabía cómo volver a la fiesta, me temblaban las piernas de la calentura.
Me quedé tomando aire afuera por no querer entrar, ni enfrentarme a mi hermano en ese estado de calentura.
A los pocos segundos, de manera muy brusca Brian se cuelga de mí agarrándome las tetas por detrás.
"Qué buenas tetas tiene mi amiga por favor".
Estaba sola, eso me sorprendió y le digo "Y Fran?".
"Se quedó dormido del pedo que tenía, después del pete que le hice no pudo más pobrecito, aunque ni me cogió el boludo".
Me sorprendí cuando me dijo del pete, no respondí nada.
"Dale Ce, te pensas que no te vi? El show lo hice para vos" cerrando con un guiño.
"Eh... Eh..." Mi gran elocuencia en ese momento.
La reacción de Bian fue darme un tierno beso. Tenía el sabor y el olor a la leche que acababa de tragar. Eso me cegó, me olvidé que estábamos en una fiesta y pasé de ese beso tierno a un beso pasional de dos amantes. Sin casi poder reaccionar, como una ironía terminamos en la misma pared que había pajeado al amigo de mi hermano, matandonos a besos nosotras.
"Le digo a Fran de que me voy a dormir a tu casa, querés?"
"Por favor" fue mi reacción casi suplicando.
Nos acomodamos la ropa y huimos de aquél lugar. Golpeamos el vidrio del auto para despertar a su novio pero no pudimos hacer que reaccione más que apenas saludarnos.
Estábamos calientes y con ganas de cogernos. Pensamos en ir al asiento de atrás y arriesgarnos a que no se despierte de la borrachera, sin embargo, la cordura fue mayor y entramos a la fiesta otra vez.
"Rafa, pelotudo. Me mentiste con lo de mi hermano" le dije bastante furiosa.
"Perdón Junior, pero tus tetas me pudieron"
"Ahora me devolves el favor, queremos volver a casa y el novio está muy en pedo para manejar"
"Uf, dale te llevo antes de que tú hermano te vea así".
De esa manera, logramos subirnos a su auto y conseguir volver. Nos dejó en la puerta, se bajó Bien ante la atenta mirada del pajero de Rafa, que no se perdió ningún detalle de su culo. Cuando me voy a bajar, me tiró del brazo y me robó un beso. Ya me daba igual, yo estaba volando de calentura. Lo acepté y me libré lo antes posible.
Entramos sin hacer mucho ruido, tenía miedo de despertar a mi papá.
Nos dimos unos besos en la cocina, ella me sacó el corset y me dejó en tetas. Me las empezó a chupar como si fuera la primera vez que lo hacía.
"Ce, chupamela ya por favor" me dijo. Fue como una orden que me hipnotizó. Me arrodillé, bajé su calza y su tanga de un tirón. Puso un pie sobre una silla cercana y me abrió la conchita para mí.
Yo feliz, me acerqué y empecé a comerle la conchita. No me importaba que mi papá pueda bajar por un vaso de agua, no me importaba que mi hermano pueda entrar por la puerta que estaba a escasos centímetros de nosotras. Nada de eso me importaba más que sentir los fluidos de Bian en mi boca mientras le daba con mi lengua todo lo que su novio no le había dado hacía instantes.
Elle tapaba sus gemidos como podía, apretando los labios, llevando la mano a su boca o hasta incluso mordiendo una parte de su remera.
Nada me importó. Yo seguía con mi tarea, rodeando su conchita con mi lengua, metiéndole los dedos con algunos cambios de ritmo que hacían que sus gemidos crezcan. Cada vez me gustaba más sentir mi boquita llena de sus jugos.
Seguí así un poco más, hasta que a Bian se le escapó un fuerte gemido, apretó mi nariz contra su pelvis y empezó a acabarse en mi boca. Sentí cómo me inundaba los labios de su sabor. Eso sólo me insentivó a seguir.
Cuando sentí que ya no acababa más, la solté y me reincorporé, volvimos un poco en sí y nos dimos cuenta la locura que estábamos haciendo. Me tapé como pude las tetas con su pantalón que estaba en el piso y ella llevó mi top. Al pasar el pasillo, vimos una noticia que cambió todo.
Estábamos solas en casa.
No medianos palabra, como mejores amigas entendimos perfectamente lo que eso significaba.
Ella de un golpe brusco me giró contra la pared del pasillo poniéndome con las tetas contra la pared y me empezó a colar con violencia los dedos.
Sólo quería escucharme gritar y chillar. Lo lograba, yo sólo podía gritar y pedirle más.
Me llevó de la mano a mi pieza y me dejó en 4. Abrió mi cola con sus manos y empezó a chuparme la cola. Sentía una electricidad que recorría todo mi cuerpo, acompañó cada lengüitazo con varios dedos colados en mi conchita. Me los metía y sacaba con mucha velocidad.
Empecé a sentir cómo un dedo entraba por mi cola. Ahora tenía dedos en mi conchita y también en el culito. Estaba empapada, gimiendo y repitiendo una y otra vez lo mismo.
"Si Bian si, por favor, seguí, si Bian si, por favor seguí....."
Me hizo acabar como una yegua. Caí rendida sobre la cama. Recibí un nalgazo de su parte que me encantó.
Ella se acomodó cerca mío y con el gusto a la leche de su novio aún me dió un beso tierno, como felicitándome. Amaba tener su aprobación.
Ya vuelta en mí misma, la miré y empecé a reír. Le contagié la risa así que estábamos tentadas abrazadas t
otalmente desnudas.
"Me hiciste la cola hija de puta"
Y así nos fuimos a dormir.
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