Miadre se separó de su esposo y ya que yo soy mayor de edad y tengo un trabajo estable me propuso que nos fuéramos a vivir juntos, no tuve que pensarlo dos veces, yo ya sostenía relaciones sexuales con ella y ahora que nos íbamos a vivir solos ya no tendría que estar buscando momentos privados para hacerlo.
Así que mi hermana menor se fue con su padre, el ex esposo de mi mamá y pues yo busqué un apartamento para que viviéramos los dos, en un barrio nuevo, donde nadie nos conociera, de esa manera incluso podríamos salir a la calle como una verdadera pareja sin temor al qué dirán. Y pues también podríamos tener sexo y los vecinos metiches que nunca faltan y que saben cuándo uno tiene sexo no se enterarian que me estaba follando a mi propia madre, seríamos una simple pareja más teniendo sexo como cualquier otra.
En fin, llegó el día de la mudanza y nos instalamos en nuestro nuevo hogar, ese día claro en la noche aunque cansados los dos, tuvimos nuestra primera sesión de sexo como una verdadera pareja, fue realmente mágico, la conexión entre los dos, ya no tenía que esconderme para poder follar con ella, ya no tenía que preocuparme por el ruido de sus gemidos, los cuales por cierto siempre me encantaron y me prendían más cuando estaba con ella. Ella como aún esta en sus 40 años sun es fertil así que teníamos que cuidarnos de un embarazo, ella por su parte tomaba píldoras y en nuestros encuentros yo solía usar condón, eran muy pocas las veces en las que no lo hacía y era solo porque ella estaba en sus días más seguros, pero la cosa cambió cuando empezamos a vivir juntos, teníamos sexo casi a diario y los condones se nos acabaron por completo después de unas dos semanas. Era realmente increíble, cuando llegábamos de nuestros trabajos andábamos con poca ropa o desnudos por completo por todo el lugar, así que yo pasaba y le daba nalgadas, le masajeaba los pechos, le metía un dedo en su coño para saborearlo, ella también me agarraba el culo o me manoseaba el pene, cuando estaba muy caliente me empezaba a dar sexo oral mientras veíamos las noticias o una película, éramos una pareja disfrutando de sus primeros días juntos en toda ley, en las noches casi siempre nos bañabamos juntos y muchas veces yo aprovechaba para metersela por el culo usando el acondicionador como lubricante, luego seguimos la faena en la habitación.
Como dije era calentura al máximo todo el tiempo, por eso mismo se nos acabaron los condones relativamente rápido pero eso no impidió que siguiéramos follando como un par de adolescentes, a mi me gusta mucho venirme dentro de ella, bien sea en su vagina o en su culo, lo que me calienta es llenarla de mi semen, pero ya que nos habíamos quedado sin condones y comprar tantos para cubrir nuestra demanda de sexo era algo costoso decidimos que en adelante yo trataría de sacar mi verga antes de venirme o de plano lo haría en su culo, la cosa la pusimos en práctica unos días pero luego con el calor del momento yo no podía evitar el impulso de venirme adentro de ella, llenarle ese delicioso coño de la leche de su propio hijo, y bueno ella tampoco se molestó porque yo lo hiciera, decidimos confiar en las pastillas que ella usaba para planificar.
Luego de casi dos meses de vivir juntos, y de follar por cada rincón de apartamento, en casa mueble que podíamos, en cada posición que se nos ocurria y que queríamos intentar ella empezó a actuar de manera algo extraña, un poco distante y a lo largo de una semana ya no me dejo tener sexo con ella, me pareció raro pero decidí darle tiempo porque pensé que quizá tanta acción ya la tenía agotada, pero un día decidí hablarle y preguntar qué ocurría, me dijo que tenía un retraso y que se había hecho dos pruebas de embarazo y ambas habían salido positivas. Cuando escuché eso no sabía que decir, o que hacer, había embarazado a mi propia madre, así que sería padre y hermano de esa criatura, y ella sería prácticamente madre y abuela. Estuve en silencio un rato pensando en que hacer, o que decir hasta que al fin me animé a hablar y le dije
-Y entonces que vamos a hacer?
-No sé, no crei que esto fuera a pasar
-Y tus pastillas?
-Pues de nada sirvieron
-Y es por eso que has estado rara estos días?
-Si
-Y quieres tenerlo?
-No sé, ya estoy vieja para eso, además que tal que algo malo le pase
-No estás vieja, no digas eso, eres mi mami preciosa y si decides tenerlo será un bebé hermoso
-Quieres que lo tenga?
-Quiero lo que tú quieras hacer
-Si lo tengo, vas a ser papá y hermano
-Ya sé
-Creo que hacer esto en primer lugar fue una mala idea
– Qué? Tener sexo?
-Si, mira lo que pasó
-Estas arrepentida?
-No sé, estoy confundida
-A mi no me parece que haya sido un error
-Por qué?
-La pasamos bien
-Solo por eso? Sólo por el morbo de culiarte a tu mamá
-No fue solo eso, esa es la máxima prueba de amor, y sabes que te amo
-No digas eso ahora
-Es el mejor momento para decirlo, esa criatura es el fruto de nuestro amor, ya sea que decidas tenerlo o no yo te voy a apoyar y te voy a seguir amando siempre
Ella con sus ojos casi a punto de soltar un mar de las se acercó y me besó, yo le correspondí el beso, uno largo y apasionado, lleno de amor verdadero, de ese amor madre e hijo que pocos conocen. Fue inevitable para mí tomarla en mis brazos y fundirnos en ese profundo y húmedo beso, empecé a recorrer con mis manos todo su cuerpo, ella me detuvo para preguntar
-Que haces?
-Te demuestro cuanto te amo
-No deberíamos hacer esto
-Por qué?
-Pues mira lo que pasó?
-Y? Ya llegamos hasta la última instancia de esto, ya no puedes quedar más embarazada, o sí?
-(Con una ligera sonsira) Tonto…
Seguí besándola y manoseandola, empecé a quitarle la ropa y ella igual a mí, hasta que quedamos desnudos y nos dirigimos a la cama, la acosté y me fui a darle sexo oral como no lo había hecho antes, ella gemía y con sus manos se aferraba con fuerza a las sábanas de la cama hasta que en medio de contorsiones y gemidos alcanzó su primer orgasmo. Su vagina estaba inundada en sus propios fluidos, yo me acomodé encima de ella en posición de misionero y la penetre con suma facilidad mientras la miraba directamente a los ojos, empecé a bombear y ella con sus manos me tomó del cuello y me besó apasionadamente mientras yo seguía en lo mío. Así seguimos por un buen rato, ella luego se subió encima mío y empezó a cabalgar mi verga mientras yo masajeaba sus tetas, cuando estaba en eso se me ocurrió decirle
-Si sigues con el embarazo este par va a crecer y no solo el bebé las va a disfrutar
Ella se rió y dijo
-Si sigo con el embarazo me voy a poner gorda y fea y ya no vas a querer culearme como antes
-No digas eso, para mí siempre serás la más hermosa, y ninguna cuca me hace sentir tan bien como siento cuando lo hago contigo, te amo mami
Ella todo el tiempo seguía moviéndose así que cuando me iba a responder soltó un tierno gemido y me dijo
-Aaahh te amo bebé
Normalmente ya estaba acostumbrado a que en el sexo nos llevábamos rudo, era un sexo salvaje, lleno de lujuria, a mi me gustaba y a ella también, y yo usaba frases como «eres una perra» o «te gusta mi verga puta?» Y ella también respondía con cosas como «si mi amor, soy tu puta» o «dame más duro papi, dale duro a tu perra» pero esta vez no fue así, está vez no tuvimos sexo, realmente hicimos el amor, para mí personalmente fue la primera vez que en verdad hice el amor y quien mejor para hacerlo que mi propia madre, quien ahora llevaba en su vientre un hijo mío.
Seguimos por un buen rato lo hicimos de perrito, un 69, luego de pie contra la pared, poses que normalmente suenan quizá un poco guarras, pero que en medio de la pasión del momento no parecían como tal, lo hicimos lento, tomándonos nuestro tiempo, frotando nuestros sudorosos cuerpos uno contra otro en una vorágine de pasión y amor sin igual, manoseando, sientiendo realmente cada centímetro de nuestros cuerpos, y besándonos lenta y muy apasionadamente, al final volvimos a la pose de misionero, ya que yo estaba listo para acabar y como tal esa es mi pose favorita para hacerlo, de nuevo quería dejar mi semen, mi semilla de amor muy dentro de mi madre, y empecé a bombear un poco más rápido, ella ya sabiendo lo que se avecinaba en medio de gemidos y una voz muy sexy me dijo
-Ya te vas a venir bebé aahh aahha
-Si mami ya no aguanto más, quiero venirme
-Si mi amor hazlo ahh, damela toda
-Si mami, aquí voy, te amo
-Aahhh ay amor, yo te amo más, dale a mami toda tu leche, aahhhh ahha preñame otra vez
-Si mami, ya me quiero venir, me haces sentír muy rico
-Aahhh aahh aahh si mi bebé quiero que me la des toda
-AAHH AQUI VOY
Y con un último y fuerte empujón dentro de ella solté una sorprendente gran descarga de semen, todo el tiempo que estuve sin tener sexo con ella y toda la excitación del momento se vieron reflejadas en la gran cantidad de leche que le dejé adentro.
Aún con mi pene dentro de ella hice que nos voltearamos y ella quedó encima mío, exhausta, nuestro sudos se mezclaba y la respiración agitada de los dos era lo único que se escuchaba en la habitación, luego de una buen rato, que mi verga ya había perdido su rigidez y salido del coño de mi madre ella se acostó de lado en la cama y me pidió que la abrasara por detrás, en cucharita, así lo hice, nos cobijamos y nos quedamos dormidos hasta el día siguiente. Cuando nos levantamos pude ver la gran mancha de semen combinado con fluidos de ella que había quedado en la cama.
El día fue totalmente normal, como era domingo salimos como una pareja feliz a comer y a pasear un rato por la cuidad, en la noche al volver a casa ella hablo conmigo en tono serio y me dijo que me amaba pero que no estaba lista para tener un bebé en ese momento, así que iba a interrumpir el embarazo, yo la apoyé totalmente y luego de eso volvimos a tener sexo esa noche y de nuevo me dejó llenarle el coño de leche.
Y así fue, ella interrumpió el embarazo pero me dijo que quizá más adelante y cuando estuviéramos mucho mejor de dinero consideraría la posibilidad de tener un bebé juntos, hasta el día de hoy seguimos follando como recién enamorados, esa experiencia fortaleció nuestra relación y quizá más adelante podamos tener un bebé juntos.
Así que mi hermana menor se fue con su padre, el ex esposo de mi mamá y pues yo busqué un apartamento para que viviéramos los dos, en un barrio nuevo, donde nadie nos conociera, de esa manera incluso podríamos salir a la calle como una verdadera pareja sin temor al qué dirán. Y pues también podríamos tener sexo y los vecinos metiches que nunca faltan y que saben cuándo uno tiene sexo no se enterarian que me estaba follando a mi propia madre, seríamos una simple pareja más teniendo sexo como cualquier otra.
En fin, llegó el día de la mudanza y nos instalamos en nuestro nuevo hogar, ese día claro en la noche aunque cansados los dos, tuvimos nuestra primera sesión de sexo como una verdadera pareja, fue realmente mágico, la conexión entre los dos, ya no tenía que esconderme para poder follar con ella, ya no tenía que preocuparme por el ruido de sus gemidos, los cuales por cierto siempre me encantaron y me prendían más cuando estaba con ella. Ella como aún esta en sus 40 años sun es fertil así que teníamos que cuidarnos de un embarazo, ella por su parte tomaba píldoras y en nuestros encuentros yo solía usar condón, eran muy pocas las veces en las que no lo hacía y era solo porque ella estaba en sus días más seguros, pero la cosa cambió cuando empezamos a vivir juntos, teníamos sexo casi a diario y los condones se nos acabaron por completo después de unas dos semanas. Era realmente increíble, cuando llegábamos de nuestros trabajos andábamos con poca ropa o desnudos por completo por todo el lugar, así que yo pasaba y le daba nalgadas, le masajeaba los pechos, le metía un dedo en su coño para saborearlo, ella también me agarraba el culo o me manoseaba el pene, cuando estaba muy caliente me empezaba a dar sexo oral mientras veíamos las noticias o una película, éramos una pareja disfrutando de sus primeros días juntos en toda ley, en las noches casi siempre nos bañabamos juntos y muchas veces yo aprovechaba para metersela por el culo usando el acondicionador como lubricante, luego seguimos la faena en la habitación.
Como dije era calentura al máximo todo el tiempo, por eso mismo se nos acabaron los condones relativamente rápido pero eso no impidió que siguiéramos follando como un par de adolescentes, a mi me gusta mucho venirme dentro de ella, bien sea en su vagina o en su culo, lo que me calienta es llenarla de mi semen, pero ya que nos habíamos quedado sin condones y comprar tantos para cubrir nuestra demanda de sexo era algo costoso decidimos que en adelante yo trataría de sacar mi verga antes de venirme o de plano lo haría en su culo, la cosa la pusimos en práctica unos días pero luego con el calor del momento yo no podía evitar el impulso de venirme adentro de ella, llenarle ese delicioso coño de la leche de su propio hijo, y bueno ella tampoco se molestó porque yo lo hiciera, decidimos confiar en las pastillas que ella usaba para planificar.
Luego de casi dos meses de vivir juntos, y de follar por cada rincón de apartamento, en casa mueble que podíamos, en cada posición que se nos ocurria y que queríamos intentar ella empezó a actuar de manera algo extraña, un poco distante y a lo largo de una semana ya no me dejo tener sexo con ella, me pareció raro pero decidí darle tiempo porque pensé que quizá tanta acción ya la tenía agotada, pero un día decidí hablarle y preguntar qué ocurría, me dijo que tenía un retraso y que se había hecho dos pruebas de embarazo y ambas habían salido positivas. Cuando escuché eso no sabía que decir, o que hacer, había embarazado a mi propia madre, así que sería padre y hermano de esa criatura, y ella sería prácticamente madre y abuela. Estuve en silencio un rato pensando en que hacer, o que decir hasta que al fin me animé a hablar y le dije
-Y entonces que vamos a hacer?
-No sé, no crei que esto fuera a pasar
-Y tus pastillas?
-Pues de nada sirvieron
-Y es por eso que has estado rara estos días?
-Si
-Y quieres tenerlo?
-No sé, ya estoy vieja para eso, además que tal que algo malo le pase
-No estás vieja, no digas eso, eres mi mami preciosa y si decides tenerlo será un bebé hermoso
-Quieres que lo tenga?
-Quiero lo que tú quieras hacer
-Si lo tengo, vas a ser papá y hermano
-Ya sé
-Creo que hacer esto en primer lugar fue una mala idea
– Qué? Tener sexo?
-Si, mira lo que pasó
-Estas arrepentida?
-No sé, estoy confundida
-A mi no me parece que haya sido un error
-Por qué?
-La pasamos bien
-Solo por eso? Sólo por el morbo de culiarte a tu mamá
-No fue solo eso, esa es la máxima prueba de amor, y sabes que te amo
-No digas eso ahora
-Es el mejor momento para decirlo, esa criatura es el fruto de nuestro amor, ya sea que decidas tenerlo o no yo te voy a apoyar y te voy a seguir amando siempre
Ella con sus ojos casi a punto de soltar un mar de las se acercó y me besó, yo le correspondí el beso, uno largo y apasionado, lleno de amor verdadero, de ese amor madre e hijo que pocos conocen. Fue inevitable para mí tomarla en mis brazos y fundirnos en ese profundo y húmedo beso, empecé a recorrer con mis manos todo su cuerpo, ella me detuvo para preguntar
-Que haces?
-Te demuestro cuanto te amo
-No deberíamos hacer esto
-Por qué?
-Pues mira lo que pasó?
-Y? Ya llegamos hasta la última instancia de esto, ya no puedes quedar más embarazada, o sí?
-(Con una ligera sonsira) Tonto…
Seguí besándola y manoseandola, empecé a quitarle la ropa y ella igual a mí, hasta que quedamos desnudos y nos dirigimos a la cama, la acosté y me fui a darle sexo oral como no lo había hecho antes, ella gemía y con sus manos se aferraba con fuerza a las sábanas de la cama hasta que en medio de contorsiones y gemidos alcanzó su primer orgasmo. Su vagina estaba inundada en sus propios fluidos, yo me acomodé encima de ella en posición de misionero y la penetre con suma facilidad mientras la miraba directamente a los ojos, empecé a bombear y ella con sus manos me tomó del cuello y me besó apasionadamente mientras yo seguía en lo mío. Así seguimos por un buen rato, ella luego se subió encima mío y empezó a cabalgar mi verga mientras yo masajeaba sus tetas, cuando estaba en eso se me ocurrió decirle
-Si sigues con el embarazo este par va a crecer y no solo el bebé las va a disfrutar
Ella se rió y dijo
-Si sigo con el embarazo me voy a poner gorda y fea y ya no vas a querer culearme como antes
-No digas eso, para mí siempre serás la más hermosa, y ninguna cuca me hace sentir tan bien como siento cuando lo hago contigo, te amo mami
Ella todo el tiempo seguía moviéndose así que cuando me iba a responder soltó un tierno gemido y me dijo
-Aaahh te amo bebé
Normalmente ya estaba acostumbrado a que en el sexo nos llevábamos rudo, era un sexo salvaje, lleno de lujuria, a mi me gustaba y a ella también, y yo usaba frases como «eres una perra» o «te gusta mi verga puta?» Y ella también respondía con cosas como «si mi amor, soy tu puta» o «dame más duro papi, dale duro a tu perra» pero esta vez no fue así, está vez no tuvimos sexo, realmente hicimos el amor, para mí personalmente fue la primera vez que en verdad hice el amor y quien mejor para hacerlo que mi propia madre, quien ahora llevaba en su vientre un hijo mío.
Seguimos por un buen rato lo hicimos de perrito, un 69, luego de pie contra la pared, poses que normalmente suenan quizá un poco guarras, pero que en medio de la pasión del momento no parecían como tal, lo hicimos lento, tomándonos nuestro tiempo, frotando nuestros sudorosos cuerpos uno contra otro en una vorágine de pasión y amor sin igual, manoseando, sientiendo realmente cada centímetro de nuestros cuerpos, y besándonos lenta y muy apasionadamente, al final volvimos a la pose de misionero, ya que yo estaba listo para acabar y como tal esa es mi pose favorita para hacerlo, de nuevo quería dejar mi semen, mi semilla de amor muy dentro de mi madre, y empecé a bombear un poco más rápido, ella ya sabiendo lo que se avecinaba en medio de gemidos y una voz muy sexy me dijo
-Ya te vas a venir bebé aahh aahha
-Si mami ya no aguanto más, quiero venirme
-Si mi amor hazlo ahh, damela toda
-Si mami, aquí voy, te amo
-Aahhh ay amor, yo te amo más, dale a mami toda tu leche, aahhhh ahha preñame otra vez
-Si mami, ya me quiero venir, me haces sentír muy rico
-Aahhh aahh aahh si mi bebé quiero que me la des toda
-AAHH AQUI VOY
Y con un último y fuerte empujón dentro de ella solté una sorprendente gran descarga de semen, todo el tiempo que estuve sin tener sexo con ella y toda la excitación del momento se vieron reflejadas en la gran cantidad de leche que le dejé adentro.
Aún con mi pene dentro de ella hice que nos voltearamos y ella quedó encima mío, exhausta, nuestro sudos se mezclaba y la respiración agitada de los dos era lo único que se escuchaba en la habitación, luego de una buen rato, que mi verga ya había perdido su rigidez y salido del coño de mi madre ella se acostó de lado en la cama y me pidió que la abrasara por detrás, en cucharita, así lo hice, nos cobijamos y nos quedamos dormidos hasta el día siguiente. Cuando nos levantamos pude ver la gran mancha de semen combinado con fluidos de ella que había quedado en la cama.
El día fue totalmente normal, como era domingo salimos como una pareja feliz a comer y a pasear un rato por la cuidad, en la noche al volver a casa ella hablo conmigo en tono serio y me dijo que me amaba pero que no estaba lista para tener un bebé en ese momento, así que iba a interrumpir el embarazo, yo la apoyé totalmente y luego de eso volvimos a tener sexo esa noche y de nuevo me dejó llenarle el coño de leche.
Y así fue, ella interrumpió el embarazo pero me dijo que quizá más adelante y cuando estuviéramos mucho mejor de dinero consideraría la posibilidad de tener un bebé juntos, hasta el día de hoy seguimos follando como recién enamorados, esa experiencia fortaleció nuestra relación y quizá más adelante podamos tener un bebé juntos.
1 comentarios - Me voy a vivir con ella