Ya llevaba una semana en este nuevo empleo, hacía mi labor a la perfección, pero durante todo el día lo único que recordaba era la imagen de mi amigo Daniel y mi madre María teniendo sexo. Más aún, haberme masturbado mientras veía la escena.
Tenía que hacer algo, investigar. Esa misma mañana había encontrado una media en el piso, no era mía, no era de mi madre ¿Se estaba quedando Daniel en mi casa? Tenía sentido, yo a las 10 PM estaba acostado para poder dormir al otro día.
Se me había ocurrido uno idea, implorarle a mi jefe que me cambiase al horario nocturno, pero que me dejase en un sector diferente a Dani, para que él no se percatase de mí.
Una vez logrado eso, el plan era sencillo: Salir de casa fingiendo que sigo trabajando por la mañana, y luego entrar al turno de noche. Saldría al mismo tiempo que mi amigo, llegar a casa diciendo que estuve fuera y ocupado así que necesitaba dormir, y esconderme dentro del closet de mi madre sin que ella se entere. Así podría averiguar si ella y mi amigo se encuentran por las noches.
Ya estaba preparado, ella recostada mirando la televisión, tapada con su cubrecama. En cuanto el bastardo entrase y comenzase la diversión, saldría de sorpresa para mandarlos a la mierda, a él por mal amigo y a mi madre por perra.
10:30 PM La puerta se abría, mi madre miraba hacia el umbral, lanzando una sonrisa. Mi amigo entraba al cuarto, los tenía donde los quería, era cuestión de salir y encararlos.
Mi amigo comenzaba a desvestirse lentamente - ¿Me estabas esperando? – Dijo él. Mi mamá se destapó, mostrando que estaba utilizando un micro bikini - ¿Vos que pensás? – Respondía mientras se exhibía. Al ver eso me detuve, “vamos a ver hasta donde llegan” dije.
Daniel se bajaba el bóxer, su verga estaba flácida, pero colgando -Salúdala- Le dijo a mi mamá, ella la tomó con sus dedos, tiro su prepucio hacia atrás dejando su glande expuesto y le dio un beso amoroso, el mismo tipo de beso que me daba a mí para despedirme o recibirme. Entre mis piernas, algo se levantaba al ver la escena.
Mi amigo se recostó junto a mi madre, ella se le pegaba - ¿Me la vas a dar? – Consultaba mi mamá. -Si, pero vos sabes como es el asunto. La tenés que mirar y desear un rato- La retaba a ella. -Que forro que sos, hacerme desear asi ¿Qué te pensás que tenés la pija de oro? – Mi madre se molestaba. -Bueno, si no la querés no te la doy- Respondió mi amigo -Te la vas a tener que imaginar mientras te pajeas toda la noche- Concluía. -No, no. No hagas eso- Suplicaba ella con un tono de gatita en penitencia. - ¿Te acordas cuando te mandaba fotos de la pija y vos ya me mandabas videos de todo lo que te pedía? -. -Si me acuerdo, me hacías hacer de todo. Ojalá eso haya quedado ahí-. -Se los mostré a algunas personas, pero en ninguno se te ve la carita, esa cara de putita es mía nada más- Dijo.
Mi mamá empezaba a sobarle la pija a mi amigo - ¿Ya podemos jugar? – Pedía. - ¿Sabes qué? Chúpamela y si lo haces como te digo hoy te hago la cola- dijo.
Cuando escuché eso la pija se me puso tan grande que la cabeza se me salió sola del prepucio ¿Le iban a hacer una anal a mi mamá? ¿Hasta esa confianza tenían?
Mi mamá rebozaba de alegría y se puso en cuatro, pero mirando la pija de Daniel mientras el estaba acostado, se miraban entre ellos a los ojos, yo podía ver todo de perfil, me la agarré, porque sabía que estaba por empezar el acto.
-Agárrala despacito y empezá a pajearla- Ordenó, mi mamá super obediente, el pene de Dani se empezó a parar -Tírame el aliento en la cabeza- Ella lo hacía, mi amigo se calentaba, yo me tocaba -Metete la puntita en la boca- ella lo hizo -Ahora toda la cabeza- María era la mejor de la clase -Sin sacártela de la boca lengüetéame el frenillo y la puntita- veía a mi madre mover la mandíbula y hacer sonidos vocales, mi amigo gemía dando a entender que mi madre podría llevarte al paraíso con la lengua.
-Chúpame el tronco- Ordenó y mi mama lamia la larga verga - Las gordas deben pensar que se come la pija, sino no se entiende como la comen tan bien- Comenzaba a hablar. -Todas las gordas somos chupa pijas, nene- Contestaba ella.
Mi amigo le saco la cabeza y de golpe se puso de pie -Bueno, a tomar la leche- dijo y mi mamá se arrodillo en el piso y saco la lengua. Mi amigo disparó en su boca el equivalente a un shot de leche, mi madre lo saboreaba como si fuese un vino de alta calidad. Tragó con placer y le mostraba la boca a Daniel para que este corroborara que lo había ingerido todo.
-La mejor gorda puta, eso sos- la felicitaba él -Te ganaste el ano- espetó. Mi mamá nuevamente lo celebraba como un gol, rápidamente se puso en cuatro y movería de lado su tanga para que mi amigo pudiese ver por completo su orificio. Ver de frente el culo cerradito de mi madre hacía que mi paja fuese más voraz que nunca.
Mi amigo puso dos dedos frente a la cara de mi madre, ella los introdujo en su boca y luego de varios movimientos los largó completamente empapados en sus babas, esos mismos dedos fueron lo que mi amigo metió dentro de su culo para estimularla y ver su reacción, la cual fue una realmente excitante.
La verga de mi amigo seguía parada, como si no le hubiese costado nada disparar en la boca de mi madre. Con lentitud y precisión puso su pene dentro del ano de mi madre, y así seguían con el acto. Podía ver como los glúteos de mi mamá rebotaban, pensaba que ya estaba viendo todo cuando la mejor parte comenzó.
-Como apretás el culo, me parece que no querés que te la saque-. -Porque no quiero, déjamela adentro, dame duro pero no la saques, me encanta sentirte-. -Que puta que sos, María. Tu hijo duerme al lado y vos pidiéndole al amigo que te rompa el culito-. -Si. No es mi culpa que tengas la mejor pija del país-
Aumentaron el ritmo, estaban por acabar - ¿Querés que te llene la cola de leche? -. -Si, por favor-. Mi amigo empezó a bombear, hasta que los gemidos empezaron a sonar, Daniel sacó su pija, y el chorrito de leche caía por el culo de mi mamá. Yo tambien había acabado, pero para no disparar un chorro usaría una bombacha de mi madre para retener el tiro.
-Por dios, que rico- dijo ella. -La próxima vez, tengo algo planeado. Va a estar muy bueno- Dijo.
Tenía que hacer algo, investigar. Esa misma mañana había encontrado una media en el piso, no era mía, no era de mi madre ¿Se estaba quedando Daniel en mi casa? Tenía sentido, yo a las 10 PM estaba acostado para poder dormir al otro día.
Se me había ocurrido uno idea, implorarle a mi jefe que me cambiase al horario nocturno, pero que me dejase en un sector diferente a Dani, para que él no se percatase de mí.
Una vez logrado eso, el plan era sencillo: Salir de casa fingiendo que sigo trabajando por la mañana, y luego entrar al turno de noche. Saldría al mismo tiempo que mi amigo, llegar a casa diciendo que estuve fuera y ocupado así que necesitaba dormir, y esconderme dentro del closet de mi madre sin que ella se entere. Así podría averiguar si ella y mi amigo se encuentran por las noches.
Ya estaba preparado, ella recostada mirando la televisión, tapada con su cubrecama. En cuanto el bastardo entrase y comenzase la diversión, saldría de sorpresa para mandarlos a la mierda, a él por mal amigo y a mi madre por perra.
10:30 PM La puerta se abría, mi madre miraba hacia el umbral, lanzando una sonrisa. Mi amigo entraba al cuarto, los tenía donde los quería, era cuestión de salir y encararlos.
Mi amigo comenzaba a desvestirse lentamente - ¿Me estabas esperando? – Dijo él. Mi mamá se destapó, mostrando que estaba utilizando un micro bikini - ¿Vos que pensás? – Respondía mientras se exhibía. Al ver eso me detuve, “vamos a ver hasta donde llegan” dije.
Daniel se bajaba el bóxer, su verga estaba flácida, pero colgando -Salúdala- Le dijo a mi mamá, ella la tomó con sus dedos, tiro su prepucio hacia atrás dejando su glande expuesto y le dio un beso amoroso, el mismo tipo de beso que me daba a mí para despedirme o recibirme. Entre mis piernas, algo se levantaba al ver la escena.
Mi amigo se recostó junto a mi madre, ella se le pegaba - ¿Me la vas a dar? – Consultaba mi mamá. -Si, pero vos sabes como es el asunto. La tenés que mirar y desear un rato- La retaba a ella. -Que forro que sos, hacerme desear asi ¿Qué te pensás que tenés la pija de oro? – Mi madre se molestaba. -Bueno, si no la querés no te la doy- Respondió mi amigo -Te la vas a tener que imaginar mientras te pajeas toda la noche- Concluía. -No, no. No hagas eso- Suplicaba ella con un tono de gatita en penitencia. - ¿Te acordas cuando te mandaba fotos de la pija y vos ya me mandabas videos de todo lo que te pedía? -. -Si me acuerdo, me hacías hacer de todo. Ojalá eso haya quedado ahí-. -Se los mostré a algunas personas, pero en ninguno se te ve la carita, esa cara de putita es mía nada más- Dijo.
Mi mamá empezaba a sobarle la pija a mi amigo - ¿Ya podemos jugar? – Pedía. - ¿Sabes qué? Chúpamela y si lo haces como te digo hoy te hago la cola- dijo.
Cuando escuché eso la pija se me puso tan grande que la cabeza se me salió sola del prepucio ¿Le iban a hacer una anal a mi mamá? ¿Hasta esa confianza tenían?
Mi mamá rebozaba de alegría y se puso en cuatro, pero mirando la pija de Daniel mientras el estaba acostado, se miraban entre ellos a los ojos, yo podía ver todo de perfil, me la agarré, porque sabía que estaba por empezar el acto.
-Agárrala despacito y empezá a pajearla- Ordenó, mi mamá super obediente, el pene de Dani se empezó a parar -Tírame el aliento en la cabeza- Ella lo hacía, mi amigo se calentaba, yo me tocaba -Metete la puntita en la boca- ella lo hizo -Ahora toda la cabeza- María era la mejor de la clase -Sin sacártela de la boca lengüetéame el frenillo y la puntita- veía a mi madre mover la mandíbula y hacer sonidos vocales, mi amigo gemía dando a entender que mi madre podría llevarte al paraíso con la lengua.
-Chúpame el tronco- Ordenó y mi mama lamia la larga verga - Las gordas deben pensar que se come la pija, sino no se entiende como la comen tan bien- Comenzaba a hablar. -Todas las gordas somos chupa pijas, nene- Contestaba ella.
Mi amigo le saco la cabeza y de golpe se puso de pie -Bueno, a tomar la leche- dijo y mi mamá se arrodillo en el piso y saco la lengua. Mi amigo disparó en su boca el equivalente a un shot de leche, mi madre lo saboreaba como si fuese un vino de alta calidad. Tragó con placer y le mostraba la boca a Daniel para que este corroborara que lo había ingerido todo.
-La mejor gorda puta, eso sos- la felicitaba él -Te ganaste el ano- espetó. Mi mamá nuevamente lo celebraba como un gol, rápidamente se puso en cuatro y movería de lado su tanga para que mi amigo pudiese ver por completo su orificio. Ver de frente el culo cerradito de mi madre hacía que mi paja fuese más voraz que nunca.
Mi amigo puso dos dedos frente a la cara de mi madre, ella los introdujo en su boca y luego de varios movimientos los largó completamente empapados en sus babas, esos mismos dedos fueron lo que mi amigo metió dentro de su culo para estimularla y ver su reacción, la cual fue una realmente excitante.
La verga de mi amigo seguía parada, como si no le hubiese costado nada disparar en la boca de mi madre. Con lentitud y precisión puso su pene dentro del ano de mi madre, y así seguían con el acto. Podía ver como los glúteos de mi mamá rebotaban, pensaba que ya estaba viendo todo cuando la mejor parte comenzó.
-Como apretás el culo, me parece que no querés que te la saque-. -Porque no quiero, déjamela adentro, dame duro pero no la saques, me encanta sentirte-. -Que puta que sos, María. Tu hijo duerme al lado y vos pidiéndole al amigo que te rompa el culito-. -Si. No es mi culpa que tengas la mejor pija del país-
Aumentaron el ritmo, estaban por acabar - ¿Querés que te llene la cola de leche? -. -Si, por favor-. Mi amigo empezó a bombear, hasta que los gemidos empezaron a sonar, Daniel sacó su pija, y el chorrito de leche caía por el culo de mi mamá. Yo tambien había acabado, pero para no disparar un chorro usaría una bombacha de mi madre para retener el tiro.
-Por dios, que rico- dijo ella. -La próxima vez, tengo algo planeado. Va a estar muy bueno- Dijo.
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