Desde que conocí a mi suegra siempre había tenido curiosidad por ver su ropa interior, tenía la duda si su lencería era igual de sexy y provocativa que la ropa que siempre llevaba puesta. A lo largo del tiempo pude irme dando una idea con pequeños vistazos que ella accidentalmente me daba, al agacharse y salir un poco el hilo de su tanga, con las blusas transparentes con las que se notaba su Bra, pero nada más que eso, pequeñas muestras de lo que llevaba bajo la ropa pero nunca había podido tener su ropa interior de frente y ponerla entre mis manos, hasta cierto día.
En una ocasión sandrian de viaje algunos días y necesitaban que yo alimentará a sus mascotas así que fui a su casa antes de que se fueran para que me explicarán y me dieran una copia de sus llaves. Recuerdo perfectamente el sentarme en la sala y sentada en el sillón frente a mi estaba mi suegra, llevaba puesto un vestido negro bastante entallado, bien apretado de las tetas y con un buen escote pero eso no era lo mejor, al estar sentada frente a mi y con ese vestidito tan corto podía ver su ropa interior, una tanguita azul que resaltaba perfectamente en su vestido negro. Mientras ella hablaba y me explicaba lo que debía hacer esos días yo no podía quitar la vista de en medio de fue piernas, escuchaba que hablaba pero estaba hipnotizado viendo esa tanga azul de encaje que llevaba puesta, es obvio que debió de darse cuenta como y donde la miraba pero por más que ella trataba de juntar sus piernas era imposible cubrirse con esa ropa tan diminuta
Ese espectáculo termino cuando me dió todas las indicaciones, se levantó y le dijo a mi novia que solo tomaría un baño antes de irse, así que subió a su cuarto y me quedé a solas con mi novia. Los minutos pasaron y mi suegra bajo de su cuarto ya lista para irse así que salimos todos de la casa, ellas subieron a su auto y yo al mío. Una vez que su auto giro en la esquina que ellas tenían que salir di vuelta en u y regrese a su casa, no podía esperar más, tenía una sola cosa en mente y era que al fin podría ver la ropa interior de mi suegra.
Entre a la casa usando las llaves que me habían dejado, estaba algo nervioso, incontables veces había estado en esa casa pero jamás solo. Subí las escaleras hacia el cuarto de mi suegra, abri la puerta y entre, parecía que el corazón se me iba a salir, era una mezcla entre morbo, nervios y excitación ya que jamás había estado en el cuarto de mi suegra. Camine directamente hacia sus muebles y al pasar a un lado de su cama, en el mueble de a lado colgada sobre la manija del cajón estaba la tanga azul que llevaba puesta con aquel vestido negro.
No podia creer que la tanga que mi suegra llevaba puesta hasta hace unos pocos minutos, ahora estaba en mis manos, no sé si era idea mía pero podría jurar que incluso se sentía hasta tibia. Aunque lo más sorprendente era el tipo de lencería que ella utilizaba para el día a día, me daba tanto morbo saber que en un día normal ella suele ponerse ese tipo de tangas, un simple y pequeño pedazo de encaje y por detrás nada más que un diminuto hilo, eso era todo lo que ella usaba por debajo del vestido.
Cuando menos me di cuenta tenía su tanga en la nariz, olía bastante a ella y para ese momento tenía la verga dura como una piedra. Sin perder más tiempo y con su tanga aún en mis manos comencé a buscar su cajón de ropa interior. Me lleve una gran sorpresa al darme cuenta que no solo tenía un cajón con lencería, sino cuatro, cuatro cajones completamente llenos de ropa interior, a simple vista se notaban únicamente brassieres, eso sí, de una gran cantidad de colores y tipos de tela, entre todos los cajones yo diaria que había aproximadamente unos 40 pero en ninguno de los cajones había nada más que bras
Tome uno del cajón y me lleve la sorpresa que en medio del Bra estaba la tanga que hacía juego con el mismo, rápidamente revise todos y me di cuenta de que todos eran coordinados con la tanguita guardada en medio del Bra.
Había conjuntos negros, blancos, rojos, morados, azules, rosas, de encaje, transparentes, satín... Cada uno con una tanga más diminuta que la anterior. Me daba tanto morbo saber que en su día a día mi suegra siempre llevaba ese tipo de lencería, a su edad para ella un día normal era llevar un hilo metido entre las nalgas.
Para ella esa era su ropa normal porque además encontré ligueros, baby dolls y lencería que se ve que solo utilizaba cuando se la iban a coger.
Buscando más hasta fondo de uno de sus cajones encontré un vibrador e incluso una foto de ella desnuda. Para ese momento yo ya estaba con la verga de fuera jalandomela con sus tangas pero al ver su foto no pude resistir más, tome una de sus tangas, una morada que era de las que más me habían gustado y la puse sobre la cama junto a su foto mientras seguía oliendo esa tanguita azul que se acababa de quitar, no pasó mucho hasta que me vine sobre su tanga, parecía como si no me hubiera corrido en semanas, chorros de semen volaron y dejaron manchada la tanga, su foto e incluso sus sábanas y almohada. Tome la tanga y me limpie la verga, quería que quedará completamente llena de mi semen para cuando ella se la pusiera.
Aún faltaba la última sorpresa del día, cuando estaba acomodando toda su ropa interior dentro de sus cajones ví un conjunto que se me hizo familiar, lo saqué y me di cuenta que era idéntico a uno que tenía mi novia. Fui al cuarto de mi mujer al buscar su conjunto y me di cuenta que si eran el mismo modelo, no podía más con el morbo, saber que madre e hija usan la misma lencería, lo primero que se me ocurrió fue intercambiarlos, aunque únicamente pude intercambiar sus tangas ya que el Bra era imposible cambiarlo sin que se dieran cuenta, las tetas de mi suegra jamás cabrian en el Bra de mi mujer y mi novia jamás en la vida llenaría un Bra de la tetona de su madre. Aún así fue tremendo morbo cambiar sus tangas y cogerme a mi mujer con la tanga de su madre y pensando en ella.
A partir de ese día fue cada vez más fácil estar solo en casa de mi suegra y cada que tenía oportunidad pasaba a dar un vistazo a sus cajones, además de que ella se volvió más descarada, dejaba sus tangas colgadas en las manijas de su cuarto o incluso las dejaba colgadas en el baño, como si las dejara ahí a propósito para que yo las viera. Tambien los días que iba a su casa tendia su ropa y colgaba toda su lencería en el patio, tremenda puta como le gusta calentarme, seguro que sabe que me jalo la verga con sus tangas.
Al día de hoy conozco cada uno de los conjuntos que tiene y es un muy buen morbo cuando se asoma por su ropa un pedazo del hilo de su tanga porque al verlo se que conjunto lleva puesto.
En una ocasión sandrian de viaje algunos días y necesitaban que yo alimentará a sus mascotas así que fui a su casa antes de que se fueran para que me explicarán y me dieran una copia de sus llaves. Recuerdo perfectamente el sentarme en la sala y sentada en el sillón frente a mi estaba mi suegra, llevaba puesto un vestido negro bastante entallado, bien apretado de las tetas y con un buen escote pero eso no era lo mejor, al estar sentada frente a mi y con ese vestidito tan corto podía ver su ropa interior, una tanguita azul que resaltaba perfectamente en su vestido negro. Mientras ella hablaba y me explicaba lo que debía hacer esos días yo no podía quitar la vista de en medio de fue piernas, escuchaba que hablaba pero estaba hipnotizado viendo esa tanga azul de encaje que llevaba puesta, es obvio que debió de darse cuenta como y donde la miraba pero por más que ella trataba de juntar sus piernas era imposible cubrirse con esa ropa tan diminuta
Ese espectáculo termino cuando me dió todas las indicaciones, se levantó y le dijo a mi novia que solo tomaría un baño antes de irse, así que subió a su cuarto y me quedé a solas con mi novia. Los minutos pasaron y mi suegra bajo de su cuarto ya lista para irse así que salimos todos de la casa, ellas subieron a su auto y yo al mío. Una vez que su auto giro en la esquina que ellas tenían que salir di vuelta en u y regrese a su casa, no podía esperar más, tenía una sola cosa en mente y era que al fin podría ver la ropa interior de mi suegra.
Entre a la casa usando las llaves que me habían dejado, estaba algo nervioso, incontables veces había estado en esa casa pero jamás solo. Subí las escaleras hacia el cuarto de mi suegra, abri la puerta y entre, parecía que el corazón se me iba a salir, era una mezcla entre morbo, nervios y excitación ya que jamás había estado en el cuarto de mi suegra. Camine directamente hacia sus muebles y al pasar a un lado de su cama, en el mueble de a lado colgada sobre la manija del cajón estaba la tanga azul que llevaba puesta con aquel vestido negro.
No podia creer que la tanga que mi suegra llevaba puesta hasta hace unos pocos minutos, ahora estaba en mis manos, no sé si era idea mía pero podría jurar que incluso se sentía hasta tibia. Aunque lo más sorprendente era el tipo de lencería que ella utilizaba para el día a día, me daba tanto morbo saber que en un día normal ella suele ponerse ese tipo de tangas, un simple y pequeño pedazo de encaje y por detrás nada más que un diminuto hilo, eso era todo lo que ella usaba por debajo del vestido.
Cuando menos me di cuenta tenía su tanga en la nariz, olía bastante a ella y para ese momento tenía la verga dura como una piedra. Sin perder más tiempo y con su tanga aún en mis manos comencé a buscar su cajón de ropa interior. Me lleve una gran sorpresa al darme cuenta que no solo tenía un cajón con lencería, sino cuatro, cuatro cajones completamente llenos de ropa interior, a simple vista se notaban únicamente brassieres, eso sí, de una gran cantidad de colores y tipos de tela, entre todos los cajones yo diaria que había aproximadamente unos 40 pero en ninguno de los cajones había nada más que bras
Tome uno del cajón y me lleve la sorpresa que en medio del Bra estaba la tanga que hacía juego con el mismo, rápidamente revise todos y me di cuenta de que todos eran coordinados con la tanguita guardada en medio del Bra.
Había conjuntos negros, blancos, rojos, morados, azules, rosas, de encaje, transparentes, satín... Cada uno con una tanga más diminuta que la anterior. Me daba tanto morbo saber que en su día a día mi suegra siempre llevaba ese tipo de lencería, a su edad para ella un día normal era llevar un hilo metido entre las nalgas.
Para ella esa era su ropa normal porque además encontré ligueros, baby dolls y lencería que se ve que solo utilizaba cuando se la iban a coger.
Buscando más hasta fondo de uno de sus cajones encontré un vibrador e incluso una foto de ella desnuda. Para ese momento yo ya estaba con la verga de fuera jalandomela con sus tangas pero al ver su foto no pude resistir más, tome una de sus tangas, una morada que era de las que más me habían gustado y la puse sobre la cama junto a su foto mientras seguía oliendo esa tanguita azul que se acababa de quitar, no pasó mucho hasta que me vine sobre su tanga, parecía como si no me hubiera corrido en semanas, chorros de semen volaron y dejaron manchada la tanga, su foto e incluso sus sábanas y almohada. Tome la tanga y me limpie la verga, quería que quedará completamente llena de mi semen para cuando ella se la pusiera.
Aún faltaba la última sorpresa del día, cuando estaba acomodando toda su ropa interior dentro de sus cajones ví un conjunto que se me hizo familiar, lo saqué y me di cuenta que era idéntico a uno que tenía mi novia. Fui al cuarto de mi mujer al buscar su conjunto y me di cuenta que si eran el mismo modelo, no podía más con el morbo, saber que madre e hija usan la misma lencería, lo primero que se me ocurrió fue intercambiarlos, aunque únicamente pude intercambiar sus tangas ya que el Bra era imposible cambiarlo sin que se dieran cuenta, las tetas de mi suegra jamás cabrian en el Bra de mi mujer y mi novia jamás en la vida llenaría un Bra de la tetona de su madre. Aún así fue tremendo morbo cambiar sus tangas y cogerme a mi mujer con la tanga de su madre y pensando en ella.
A partir de ese día fue cada vez más fácil estar solo en casa de mi suegra y cada que tenía oportunidad pasaba a dar un vistazo a sus cajones, además de que ella se volvió más descarada, dejaba sus tangas colgadas en las manijas de su cuarto o incluso las dejaba colgadas en el baño, como si las dejara ahí a propósito para que yo las viera. Tambien los días que iba a su casa tendia su ropa y colgaba toda su lencería en el patio, tremenda puta como le gusta calentarme, seguro que sabe que me jalo la verga con sus tangas.
Al día de hoy conozco cada uno de los conjuntos que tiene y es un muy buen morbo cuando se asoma por su ropa un pedazo del hilo de su tanga porque al verlo se que conjunto lleva puesto.
7 comentarios - Las tangas de mi suegra Claudia