¡¡¡Ring!!!... ¡¡¡ring!!!... Jane salió desnuda del baño dejando un pequeño camino de gotas en el piso.
¡Halo!... Rafa, ¿Cómo estás? – contestó Jane mientras se secaba.
No… no estoy haciendo nada… claro que puedes venir – respondió con una sonrisa – sí tráelo, no hay problema.
Jena estaba alegre ya que iba a pasar la noche sola, tenía pensado ver una película y posiblemente se tocaría más tarde. Se fue nuevamente al baño entre saltos, evitando dejarlo más mojado de lo que estaba. Ya seca se fue a su habitación, buscó algo que ponerse, se puso su tanga preferida de color negro, y una blusa sin sostén, ya que no le agrada usarlo, - reprime mis tetas – pensaba ella. Se puso una falda de color blanco, que le llega arribita de las rodillas, la cual le encantaba.
50 minutos después…
Tocaron a la puerta, y Jena como una gacela corrió deprisa a abrirle la puerta a sus invitados. Rafa la saludo como de costumbre, y detrás de él estaba su amigo, Marcos. Ella lo saludo dándole la mano, ya que no lo conocía y claro no hay confianza. – pasen pasen, tomen asiento, siéntanse como en su casa – les dijo Jena. Ellos pasaron, pidieron comida y buscaron que película ver. Encontraron una muy interesante, tanto que el silencio abundaba en la sala. Las escenas de suspenso y misterio provocaban que no quitaran la mirada de la pantalla, ni siquiera para comer.
Varios minutos pasaron, hasta que una escena de la película cambió por completo el ambiente. La chica se acercó al protagonista, se hincó al frente de él y le bajó el pantalón. La chica tomó su verga con las dos manos y lentamente se la introdujo en la boca llegando hasta la mitad. La escena era muy explicita, lo cual puso incomodo el momento. Ninguno habló, no hubo ni un solo movimiento, ni para darse un bocado de la pizza que habían pedido. La escena realmente fue corta, pero para ellos, la mamada fue eterna. Para romper la tensión, Jena fue la que hablo.
Los tres rieron, pero… había algo distinto en el ambiente, no era incomodidad por el comentario de Jena, si no más bien, una calentura sexual por el comentario que dejaba volar la imaginación. Rafa empezó a tener pensamientos con su amiga, que ella se la chupaba hasta sacarle la leche, en cambio Marcos tenía pensamientos como – esta chica podrá tragarse toda mi verga –, en cambio a Jena le invadían los pensamientos morbosos, pensaba en chupársela a su amigo, algo que nunca ha pensado ni hecho, las ganas la hicieron sentir un cosquilleo entre sus piernas: - ¿a qué le sabrá?, ¿la tendrá grande?, ¿cómo sabrá su leche? – todos esos pensamientos no la dejaban concentrarse en la película.
En cuanto dijiste eso, no pude evitar pensar, si serias capas de tragarte mi verga por completo.
En ese momento Jena se sorprendió por completo, estaba sonrojada, no sabía que responder, estaba nerviosa, pero ella también se había hecho la misma pregunta. – no me vas a creer, pero… yo me hice la misma pregunta – agrego Jena. No se miraron por unos segundos, hasta que sus miradas se encontraron. – solo hay una forma de saberlo – dijo Jena. Marcos atrapó la propuesta. Sin pena y vergüenza se puso de pie al frente de ella, se bajó el pantalón y se saco la verga. Jena estaba completamente impresionada, su verga era grande y eso que aún no estaba dura, - que tanto va a crecer – pensaba ella.
Jena estaba completamente excitada, quería más su verga y la quería toda. Deseaba que Rafa no volviera o mejor aún, que no estuviese. Ella ya estaba húmeda y Marcos duro como un roble, la verga de él creció unos centímetros más lo cual la impresiono. – si no podía metérmela toda por completo, ahora menos – pensaba Jena. Y si no lograba metérsela por completo, al menos le sacaría la leche. Quería ser bañada con su jugo, con su néctar varonil. Chupó como nunca, lo masturbo, lo succiono, quería la leche ya.
Jena estaba tan sumida en su éxtasis de mamada, que no se percato que Rafa los observaba en la esquina de la sala. Ella dio un brinco, sacándose la verga de la boca mientras dejaba caer una cantidad exuberante de saliva. Ella no sabía que decir o hacer, no solo era incomodo ver a Rafa observándolos, sino también el silencio. Rafa se acercó lentamente hacia ellos, Jena no sabía que iba hacer, tenia miedo, pena, de todo… él se fue hacia atrás de ella y empezó a tocarle las tetas. Jena estaba sorprendida, pero excitada, era una sensación maravillosa, su amigo sabía tocarla muy bien.
Rafa se levantó, se bajó su pantalón, y sacó su verga colocándola muy cerca de su cara. Ella como una reina, acepto el regalo, lo tomo con su mano izquierda y se lo engullo, bueno… intento hacerlo. Tomó los huevos de Rafa intentando hacer presión con ellos, como intentando empujar su verga para que entrara completamente en su boca. Con la otra mano, masturbaba el pene de Marcos, dando movimientos lentos, pero constantes. La excitación de Jena era inmensa, estaba completamente mojada, estaba tan excitada que sus pezones se dibujaban sobre su blusa. Ella quería meterse las dos vergas por donde fuera, pero las quería dentro al mismo tiempo.
Jena se repartía las dos vergas, un rato chupaba una y después la otra, pero las dos recibían la misma cantidad de atención. Rafa levanto a Jena la volteo y la tomo por la cintura. Ella no sabía que le iban hacer, pero estaba tan excitada que no le importaba. Raba se hinco y le subió la falta, su culo era perfecto, redondo exquisito. Él le besaba una nalga y después la otra, y después le daba unas mordidas. En cambio, Marcos no se quedó atrás, levantó su blusa dejando al descubierto sus dos tetas, redondas y suaves, tanto que Jena al dar pequeños brincos de placer, sus dos pechos rebotaban suavemente. Marcos lamía sus pechos, hacia círculos con su lengua sobre sus pezones, les daba pequeñas mordidas, y los succionaba.
Jena estaba en el paraíso, dos hombres le tocaban, la manoseaban y la mojaban aún más. Sentía como sus manos varoniles estaban por todo su cuerpo casi desnudo. Sus manos estaban en sus tetas, sus nalgas, su vagina, ella solo se quedaba quieta, dejando que ellos hicieran lo que quisieran. Rafa la puso de cuatro en el piso, le levanto la falta, hizo la tanga a un lado y lentamente introdujo su gran verga. Jena sentía como ese pedazo de carne le abría su pequeña vagina, sentía que le llegaba hasta el estómago, la tenía completamente hundida. La sensación era tan rica. Jena sentía tanto placer que se quedaba atónita con la boca abierta. En ese momento Marcos aprovechó, he introdujo su verga, hasta dentro de su boca.
Sus ojos se volteaban hacia arriba, estaba en el cielo, más que en el cielo. Una verga le penetraba su vagina, mientras que la otra se la estaba comiendo. Ella quería gemir, gritar del placer, pero el gran trozo de Marcos impedía que hablara. De pronto los dos penes salieron de su cuerpo. Marcos la tomó del brazo y la levanto. Él se acostó en el piso y como un líder, le dio la orden de sentarse sobre su verga. Ella obediente y sin dudar, hizo caso. Se sentó sobre su verga. Lanzo un gemido al aire, la sensación era tan deliciosa. Las paredes de su vagina se abrían, mientras la verga de Marcos entraba. Estaba completamente mojada, su vagina chapoteaba mientras era penetrada.
Jena empezó a cabalgar el pene de Marcos, era como una amazona que iba a la batalla. Movía su cadera hacía adelante y hacia atrás a una velocidad excitante. A su lado estaba Rafa, con su pene duro apuntándole a su cara. Ella empezó a masturbarlo, le daba pequeñas chupadas en la cabeza, mientras le miraba desde abajo. Un cosquilleo invadió el cuerpo de Jena, - me voy a venir – grito con placer. Así que empezó a azotar más fuerte y rápido su vagina contra el pene de Marcos. Ella quería venirse ya, era demasiado el calor que sentía en su vagina.
Miró abajo, se percató que Marcos estaba a punto de venirse, así que él la sujeto con fuerza de la cintura, mientras hacía gestos de placer con su rostro. Él estaba a punto de venirse, ella lo sabía, así que empezó hacer círculos con su cadera, después daba saltos y nuevamente volvía hacer círculos, se movía como toda una diosa del sexo, una experta en sacar leche con los movimientos de su cadera. Ella empezó a sentir una corriente que venía de su vagina y subía por todo su cuerpo. sintió una explosión de placer, un orgasmo tremendo, tanto que la hizo temblar, y dejarse dominar por los espasmos del placer, pero no se vino sola, Marcos lanzo un grito de placer al aire, él se había venido dentro de Jena, la cantidad de semen que expulso su pene, era tanta, que ella sentía el bombazo de presión en el interior de su vagina.
Estaba completamente extasiada, sentir el orgasmo, sentir como el interior de su vagina estaba llena de leche, era toda una locura excitante. Ya al intentar tomar aire, miró a su lado, vio como Rafa se masturbaba dando gestos de placer, Rafa no dio aviso, solo sintió todo el semen caliente en su rostro. Jena solo disfruto el baño, abría la boca mientras gemía y se tocaba las tetas. En cuando el pene de Rafa dejo de expulsar leche, ella se limpio su rostro sin desperdiciar ni una sola gota, todo lo que tenía en su rostro, se lo llevo a la boca.
Estaba agotada, mojada, pero feliz. Se había comido a dos hombres, sintió por primera vez dos vergas dentro suyo, sentir como era rellenada de leche y bañada a la vez. Y lo mejor de la noche es que la amistad entre ella y Rafa, no volvería a ser la misma, ahora sería mejor y más rica. Además, hizo un nuevo amigo.
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