La historia comienza así, mientras caminaba por la avenida Providencia a mediado de noviembre de 2014, en la hora nona, luego de un trámite y mirando al comercio del barrio Manuel Montt, me llama la atención una pequeña tienda que se llama “DIVINA PROVIDENCIA” la encuentro interesante, ingreso la tienda en cuestión, en su interior estaba su dueña, al verla a esa guapa mujer fue una atracción fatal, su nombre es Carolina Verónica de Jesús Reveco Cornejo, lo supe tiempo después por una boleta de venta, estaba acompañada con otras personas y una asistente de venta. Lo que más me fascino de la encargada es su hermosa cara y acento, la mire no tenía mal cuerpo, quizás algo delgadita, de no muchas tetas, piernas delgadas, cadera ancha y un sabroso culo de nalgas largas, su estatura es de 168 cm y recuerdo que andaba vestida con una falda azul corta.
Ella estaba entretenida atendiendo a una clienta y yo al ver que no había nadie a mi alrededor, muy cautelosamente me acerque a ella por detrás agachándome de rodillas, mi cara estaba a escasos centímetros de su culo que se veía monumental con su faldita azul corta, pero antes me asegure que nadie me viera y así fue, luego lentamente me acerco y puse mi nariz al medio de sus nalgas de su culo y comienzo a olfatear snifffff, snifffff, “no tenía olor a culo”, pero cuando lo respira al medio de sus nalgas es extrañamente agradable y excitante.
Para ser más discreto me pongo de pies, para disimular comencé ver algunos artículos en ventas, es para asegurar que nadie me viera, lo que estaba haciendo con el culo de Carolina. Luego discretamente me pongo detrás de ella, me inclino de rodillas, me acerco a su culo para olfatear por segunda vez “snifffff, snifffff” comienzo a oler y “no tenia olor a culo” pero fue excitante, hubo segundos que tuve que quitar mi nariz de su culo de nalgas largas de Carolina.
Vuelvo a colocar nuevamente mi nariz en su trasero y comienzo a oler su par de sabrosas nalgas largas, después mi nariz bajaba por el canal que separa sus nalgas, hasta le olí su ano e inhalando muy profundamente y comienzo a descender mi nariz oliendo hasta el hueco donde se une su culo y su vagina (perineo) bajo más mi nariz hasta que mi boca apoyaba la áspera tela azul de su falda y comencé a inhalar su vagina por buen rato, mi nariz estaba muy escasos centímetros de su aparato reproductor por debajo de su corta falda azul, su vagina no tiene olor, es de vagina seca. Esa vez estuve oliendo su trasero por una hora, le olí cada uno de sus rincones de su culo, le volvía a oler su sexo por detrás, su trasero ausentaba de olores y ella jamás se dio cuenta y trataba de evitar de tocar su trasero con mi nariz para que Carolina no se diera cuenta.
Posteriormente me retiro de la tienda muy caliente, me dejó excitadísimo, quería volver a oler el culo de Carolina, pero no fue así. Al regreso de mi casa comencé a masturbarme recordando ese episodio.
Al año siguiente, un día miércoles 9 de diciembre de 2015, regreso a la tienda “Divina Providencia” veo a Carolina detrás de una caja recaudadora. En esa ocasión andaba vestida con una mini falda de color blanco y una polera negra sin mangas cuello redondo. Carolina se ve muy guapa y atractiva, luego ella sale dar instrucciones a una asistente de venta, pero sin dudar me acerco por detrás de Carolina, pero antes me asegure que nadie me viera, me inclino de cintura, acerco mi nariz en la parte inferior de su trasero y comencé a olfatear snifffff, snifffff no tenía olor a culo, alejaba mi nariz y lo volvía acercar a su culo y le olía nuevamente, y no tenía olor a culo, nadie me estaba viendo y yo ahí oliéndole el culo de nalgas largas a Carolina, hubo segundos que tuve que quitar mi nariz de su culo que estaba embutido en su mini falda de color blanco, pero después la volvía a poner hasta la penetré con la punta de mi nariz en una nalga, pero todo se termina cuando Carolina se da cuenta, se incomoda y se puso nerviosa, rápidamente me pongo de pie y lo primero que hago para despistar compré un estuche totoro, pero antes de salir de la tienda me pongo detrás de Carolina, le introduzco mi puño cerrado de mi mano derecha a su culo le hundo sus nalgas, le toco por primera vez su culo, ella se incomoda, pero no me dice nada, tiene un culo bastante blandito y tibio.
Años después, un día lunes 9 de enero de 2017, alrededor de las 11:30 horas fui a visitar nuevamente a “DIVINA PROVIDENCIA”, ingreso a la tienda veo a Carolina que estaba sola ordenando la tienda, la saludé. Nosotros prácticamente estábamos solos y sin público en su tienda (En esa ocasión disfruté lo máximo con ella) Estuve con Carolina por lo menos unos 40 minutos, pero fue lo mejor y tuve la oportunidad nuevamente de oler su trasero por completo y tocar sus nalgas por segunda vez. Ese día estaba vestida con una especie de jumper elasticado negro sin mangas, la que aparece en unas de las imágenes, la observo a Carolina, su jumper le marcaba muy bien su silueta y sus curvas, se apreciaba su cintura, sus caderas y su hermoso fino culo de nalgas largas que pronto lo iba a disfrutar, sin dudar la comienzo a fotografiar su trasero con mi teléfono. Me acerco por detrás de Carolina, veo sus hombros y lentamente voy bajando mirando su espalda inclinándome de rodillas, su culo queda a la altura de mi cara, así que disimuladamente fui acercando mi cabeza poco a poco a su culo, hasta tener mi nariz prácticamente en su culazo snifffff, snifffff comienzo a oler la parte central de sus nalgas su aroma me estremece completamente de placer, debido por su penetrante, fuerte y sabroso olor a menstruación que inmediatamente me excita y se me erecta mi sexo, era un olor maravilloso, fuerte pero a la vez excitante.
Luego me pongo de pie excitadisimo , camino alrededor de la tienda, Carolina se acerca y se coloca a mi lado, discretamente me inclino muy excitado de rodillas mirando los productos que estaba prácticamente en el suelo, en un momento oportuno Carolina me da la espalda me pone todo su culo frente de mí, decidí ser todavía más audaz, y acerqué mi nariz a su trasero comencé a oler profundamente su raja y ano que estaba impregnada de su olor a menstruación, su aroma me excita más, luego comencé a oler su par de sabrosas nalgas largas, después mi nariz bajaba por el canal que separa sus nalgas, todo su trasero olía a menstruación, mi nariz seguía bajando por su canal llegando a su perineo y vagina, mi nariz rozaba la tela de su jumper su olor era más penetrante y sabroso, apoyo mis rodillas al suelo por detrás de ella, me acomodo, giro un poco mi cuello, trato de acomodar mi nariz debajo de su jumper y la comienzo a oler directamente a su vagina, su olor era mucho más fuerte, concentrado y penetrante de su menstruación, hasta que el punto que me embriagó y me provocó una gran excitación al que me provoca una erección en mi sexo y me mojé porque tuve un orgasmo solo oliéndola. Mi nariz quedó impregnado de ese sabroso y fuerte olor a menstruación de Carolina.
Posteriormente me pongo de pie y camino alrededor de la tienda muy excitado y comienzo a mirar los productos que están exhibidos en las vitrinas. Carolina se acerca a mi lado acomodando la mercadería, me da la espalda y ella pierde el equilibrio se va hacia atrás y choca conmigo mi reacción fue poner mi palma de mi mano derecha al centro de su trasero y se hundió por completo sus nalgas, sentí su canal que separa sus nalgas, su culo estaba blandito y frío, pero Carolina me pide perdón y con la otra mano le agarro una de sus caderas y me quedé muy excitado.
Después tuve deseo de oler nuevamente debajo de su jumper, pero me arrepiento de ser pillado, así que me aguanté. Luego me muevo a otro sitio de la tienda y me acerco un poco más donde Carolina, pero ella inconscientemente se aleja de mí, porque estaba acomodando la mercancía, por segunda vez me acerco otra vez a Carolina, me acomodo por detrás de ella y de un sólo golpe de puño de mi mano le pego a su trasero, le toco otra vez su culo, veo mi puño como se hunde rápidamente al centro de sus nalgas y se le va formando una estrella en la tela de su jumper entre sus nalgas, por la presión ejercida de mi puño debido que su trasero es muy blandito y siento nuevamente su canal que separa sus nalgas, pero Carolina no reacciona.
Me alejo de Carolina y me colóco al otro extremo de la tienda, al rato Carolina se coloca a mi lado ella se inclina de cintura, para seguir acomodando la mercancía de bajo de una vitrina, yo me pongo detrás de ella, cuando se levanta su cuerpo se va hacía a mí me coloca todo su culo en mi sexo, le agarro su vientre y le apreto fuertemente, Carolina me pide perdón. Luego para distraer, agarro un jarrón cervecero desde la vitrina y me la llevo, me acerco a la caja recaudadora para pagar, le indico a Carolina es para un regalo, mientras lo preparaba a mi lado se acerca una clienta para hacerle una pregunta a Carolina, mientras ella le responde yo le tomé una fotografía a su rostro, y luego me cobra $15.000, lo pago en efectivo, posteriormente me retiro de la tienda muy caliente. Después de ese episodio durante toda esa jornada estuve muy excitado y caliente. En esa noche me masturbaba muchas veces recordando el olor a menstruación de Carolina y por manosear su trasero.
Meses después durante la tarde del día 11 de diciembre de 2017, me acerco a la tienda “Divina Providencia” por ser víspera de navidad la tienda estaba llena de gente principalmente de mujeres, desde lejos diviso a Carolina Reveco, ingreso a la tienda con mucha dificultad me acerco a ella andaba vestida con jeans levi’s blanco tiro alto, observo su culo, se ve sus nalgas largas, se apreciaba el hueco que se forma entre sus piernas y separa la parte alta de los muslos más conocido como thigh gap y arriba con una camiseta de mangas corta, cuello V color blanco. Inmediatamente tuve ganas de oler su trasero, pero no se pudo porque estaba llena la tienda, me ubiqué justo por detrás de Carolina, apoyo muy suavemente mi puño cerrado de mi mano derecha para sentir la textura de su trasero, su culo estaba con temperatura caliente, ella tira su cuerpo hacia atrás, mi puño de mi mano derecha se hunde en su trasero aplastando con mucha fuerza a sus nalgas, su culo es tan blando que llegué sentir sus huesos del trasero, Carolina me pide perdón, veo su trasero, su jeans blanco quedó manchado con la silueta de mi puño porque tenía mis manos sudadas, ver esa imagen fue muy excitante. Luego agarro una abrecartas para comprarla, me pongo a la fila para pagarla, mientras esperaba en la fila de la caja recaudadora, veo a Carolina que estaba atendiendo a una señora y veo pasar a un hombre detrás de Carolina, la mano del hombre roza su trasero y al rozar el culo de Carolina emite un sonido similar a un silbido, ese momento para mí fue muy excitante, placentero y cautivante, me calentó mucho al ver que otro hombre manosea el trasero de Carolina, pero Carolina Reveco le pide perdón al hombre. Después vuelvo a mirar el culo de la Carolina Reveco mientras iba a la caja recaudadora para cobrarme el abrecartas, su culo todavía estaba manchado en su jeans blanco con la silueta de mi puño.
Después de este episodio salgo de la tienda muy excitado y caliente, luego me devolví a la tienda para dar una nalgada a Carolina pero me arrepiento, me regresé al metro muy caliente recordando lo sucedido con el culo de Carolina, más tarde llego a mi casa y voy al baño a masturbarme pensando en el hombre que manosea el culo de Carolina.
Después fui a visitar al siguiente mes a la tienda “Divina Providencia” era una tarde de enero de 2018. Ingreso a ella, diviso a Carolina y estaba acompañada de otras personas, me saluda. Le miro el culo de Carolina andaba con el mismo jeans tiro alto levi’s blanco, se aprecia sus nalgas largas y el hueco de thigh gap, pero en su jeans no había indicios de la marca de mi puño. Camino alrededor de la tienda mirando los productos en venta, tuve ganas de oler su trasero, pero estaba acompañada de unos clientes, estuve un buen rato al interior de la tienda viendo los productos, Carolina se acerca a mi lado, luego se aleja, esperé un rato que ella se acercara y así fue mientras Carolina conversaba con la asistente de venta y distraídamente me da la espalda, sin dudar puse mi palma de mi mano derecha con los dedos cerrados apoyando en la parte central de su trasero sintiendo su textura áspera del jeans y sus nalgas que estaba muy caliente, luego le aplasto su culo, al que se hunde muy fácilmente la palma de mi mano y siento nuevamente sus huesos de su trasero porque son muy blanditas sus nalgas, Carolina me dice: “ah y perdón” inmediatamente retiro mi mano y veo su trasero y queda estampada la palma de mi mano en su jeans blanco, porque mis manos estaban muy sudadas, ver esa imagen me comienzo a excitar, estuve un buen rato en la tienda, luego le solicité una caja organizador de llaves, que estaba ubicada detrás de la caja recaudadora, Carolina va a buscar la caja organizador de llaves, me da la espalda al sacarlo y veo su trasero y estaba estampada la palma de mi mano sobre la tela blanca de su jeans, me excitó por completo pero Carolina me cobra un valor superior al que estaba en venta. Luego salgo de la tienda con mi sexo erecto por al ver mi mano en su trasero.
A principio del mes de abril de 2019, fui a Divina Providencia, veo a Carolina, andaba vestida con una polera blanca, mangas cortas, cuello redondo y una falda tubo de mezclilla, color negro y zapatillas blanca, se apreciaba su silueta de su cadera y del trasero, posteriormente la fotografié cuando ella estaba detrás de la caja recaudadora. En ese horario vespertino había una aglomeración de clientas y estaba con una asistente de venta de contextura gruesa. Tuve la intención de oler el trasero de Carolina, pero no pude, porque su asistente de venta me observaba con mucha desconfianza, luego compré un producto, diálogo con Carolina y me retiro de la tienda con la fotografía de su rostro.
Después del primer confinamiento por la pandemia del covid-19, un día 29 de abril de 2020, alrededor de las 12:30 horas, estuve realizando un trámite por el barrio Manuel Montt, pasé a visitar por última vez a la tienda en cuestión, ví a Carolina Reveco, siempre guapa. andaba vestida con un pantalón de tela de pierna ancha de cintura alta color negro, veo su culo de nalgas largas que estaba embutido en ese pantalón ancho, se le aprecia el canal que separa sus nalgas “culo cometrapo” estuve con Carolina completamente solos, pero ella estaba con una mascarilla N°95, que le cubría su rostro y en sus manos con guantes quirúrgicos el cual los guantes les quedaban grandes en sus delicadas manos, tuve muchas ganas hacer de lo mío, pero al que no pude oler su culo de nalgas largas, ni manosearlo, ya que me impedía por mi protección sanitaria. Estuve conversando por un buen rato con Carolina, hablamos sobre el estallido social y la pandemia a lo que podía afectar la economía y el comercio en general. Posteriormente ingresaron unos clientes a la tienda, yo buscaba el momento oportuno de darle unas nalgadas, pero no se pudo, luego en la conversación me decía que estaba malas las ventas, no tenía ventas y solo podía abrir la tienda vender los días martes, miércoles y jueves, también me comenta que tenía ahorros en el banco, pensaba cerrar definitivamente su tienda por no ser rentable y no tenía ganancias, le compré un llavero, me quería hacer una rebaja, pero no la acepté, miré sus hermosos ojos verdes profundo por última vez y me retiré de la tienda. Posteriormente de la pandemia la tienda cerró para siempre, nunca volví a ver a Carolina, solo recordar de su hermoso culo la que fue manoseada por mí y por otro hombre, su olor a menstruación, descubrí los más bello pasiones, placeres prohibidas y hasta ahora me excita.
Ella estaba entretenida atendiendo a una clienta y yo al ver que no había nadie a mi alrededor, muy cautelosamente me acerque a ella por detrás agachándome de rodillas, mi cara estaba a escasos centímetros de su culo que se veía monumental con su faldita azul corta, pero antes me asegure que nadie me viera y así fue, luego lentamente me acerco y puse mi nariz al medio de sus nalgas de su culo y comienzo a olfatear snifffff, snifffff, “no tenía olor a culo”, pero cuando lo respira al medio de sus nalgas es extrañamente agradable y excitante.
Para ser más discreto me pongo de pies, para disimular comencé ver algunos artículos en ventas, es para asegurar que nadie me viera, lo que estaba haciendo con el culo de Carolina. Luego discretamente me pongo detrás de ella, me inclino de rodillas, me acerco a su culo para olfatear por segunda vez “snifffff, snifffff” comienzo a oler y “no tenia olor a culo” pero fue excitante, hubo segundos que tuve que quitar mi nariz de su culo de nalgas largas de Carolina.
Vuelvo a colocar nuevamente mi nariz en su trasero y comienzo a oler su par de sabrosas nalgas largas, después mi nariz bajaba por el canal que separa sus nalgas, hasta le olí su ano e inhalando muy profundamente y comienzo a descender mi nariz oliendo hasta el hueco donde se une su culo y su vagina (perineo) bajo más mi nariz hasta que mi boca apoyaba la áspera tela azul de su falda y comencé a inhalar su vagina por buen rato, mi nariz estaba muy escasos centímetros de su aparato reproductor por debajo de su corta falda azul, su vagina no tiene olor, es de vagina seca. Esa vez estuve oliendo su trasero por una hora, le olí cada uno de sus rincones de su culo, le volvía a oler su sexo por detrás, su trasero ausentaba de olores y ella jamás se dio cuenta y trataba de evitar de tocar su trasero con mi nariz para que Carolina no se diera cuenta.
Posteriormente me retiro de la tienda muy caliente, me dejó excitadísimo, quería volver a oler el culo de Carolina, pero no fue así. Al regreso de mi casa comencé a masturbarme recordando ese episodio.
Al año siguiente, un día miércoles 9 de diciembre de 2015, regreso a la tienda “Divina Providencia” veo a Carolina detrás de una caja recaudadora. En esa ocasión andaba vestida con una mini falda de color blanco y una polera negra sin mangas cuello redondo. Carolina se ve muy guapa y atractiva, luego ella sale dar instrucciones a una asistente de venta, pero sin dudar me acerco por detrás de Carolina, pero antes me asegure que nadie me viera, me inclino de cintura, acerco mi nariz en la parte inferior de su trasero y comencé a olfatear snifffff, snifffff no tenía olor a culo, alejaba mi nariz y lo volvía acercar a su culo y le olía nuevamente, y no tenía olor a culo, nadie me estaba viendo y yo ahí oliéndole el culo de nalgas largas a Carolina, hubo segundos que tuve que quitar mi nariz de su culo que estaba embutido en su mini falda de color blanco, pero después la volvía a poner hasta la penetré con la punta de mi nariz en una nalga, pero todo se termina cuando Carolina se da cuenta, se incomoda y se puso nerviosa, rápidamente me pongo de pie y lo primero que hago para despistar compré un estuche totoro, pero antes de salir de la tienda me pongo detrás de Carolina, le introduzco mi puño cerrado de mi mano derecha a su culo le hundo sus nalgas, le toco por primera vez su culo, ella se incomoda, pero no me dice nada, tiene un culo bastante blandito y tibio.
Años después, un día lunes 9 de enero de 2017, alrededor de las 11:30 horas fui a visitar nuevamente a “DIVINA PROVIDENCIA”, ingreso a la tienda veo a Carolina que estaba sola ordenando la tienda, la saludé. Nosotros prácticamente estábamos solos y sin público en su tienda (En esa ocasión disfruté lo máximo con ella) Estuve con Carolina por lo menos unos 40 minutos, pero fue lo mejor y tuve la oportunidad nuevamente de oler su trasero por completo y tocar sus nalgas por segunda vez. Ese día estaba vestida con una especie de jumper elasticado negro sin mangas, la que aparece en unas de las imágenes, la observo a Carolina, su jumper le marcaba muy bien su silueta y sus curvas, se apreciaba su cintura, sus caderas y su hermoso fino culo de nalgas largas que pronto lo iba a disfrutar, sin dudar la comienzo a fotografiar su trasero con mi teléfono. Me acerco por detrás de Carolina, veo sus hombros y lentamente voy bajando mirando su espalda inclinándome de rodillas, su culo queda a la altura de mi cara, así que disimuladamente fui acercando mi cabeza poco a poco a su culo, hasta tener mi nariz prácticamente en su culazo snifffff, snifffff comienzo a oler la parte central de sus nalgas su aroma me estremece completamente de placer, debido por su penetrante, fuerte y sabroso olor a menstruación que inmediatamente me excita y se me erecta mi sexo, era un olor maravilloso, fuerte pero a la vez excitante.
Luego me pongo de pie excitadisimo , camino alrededor de la tienda, Carolina se acerca y se coloca a mi lado, discretamente me inclino muy excitado de rodillas mirando los productos que estaba prácticamente en el suelo, en un momento oportuno Carolina me da la espalda me pone todo su culo frente de mí, decidí ser todavía más audaz, y acerqué mi nariz a su trasero comencé a oler profundamente su raja y ano que estaba impregnada de su olor a menstruación, su aroma me excita más, luego comencé a oler su par de sabrosas nalgas largas, después mi nariz bajaba por el canal que separa sus nalgas, todo su trasero olía a menstruación, mi nariz seguía bajando por su canal llegando a su perineo y vagina, mi nariz rozaba la tela de su jumper su olor era más penetrante y sabroso, apoyo mis rodillas al suelo por detrás de ella, me acomodo, giro un poco mi cuello, trato de acomodar mi nariz debajo de su jumper y la comienzo a oler directamente a su vagina, su olor era mucho más fuerte, concentrado y penetrante de su menstruación, hasta que el punto que me embriagó y me provocó una gran excitación al que me provoca una erección en mi sexo y me mojé porque tuve un orgasmo solo oliéndola. Mi nariz quedó impregnado de ese sabroso y fuerte olor a menstruación de Carolina.
Posteriormente me pongo de pie y camino alrededor de la tienda muy excitado y comienzo a mirar los productos que están exhibidos en las vitrinas. Carolina se acerca a mi lado acomodando la mercadería, me da la espalda y ella pierde el equilibrio se va hacia atrás y choca conmigo mi reacción fue poner mi palma de mi mano derecha al centro de su trasero y se hundió por completo sus nalgas, sentí su canal que separa sus nalgas, su culo estaba blandito y frío, pero Carolina me pide perdón y con la otra mano le agarro una de sus caderas y me quedé muy excitado.
Después tuve deseo de oler nuevamente debajo de su jumper, pero me arrepiento de ser pillado, así que me aguanté. Luego me muevo a otro sitio de la tienda y me acerco un poco más donde Carolina, pero ella inconscientemente se aleja de mí, porque estaba acomodando la mercancía, por segunda vez me acerco otra vez a Carolina, me acomodo por detrás de ella y de un sólo golpe de puño de mi mano le pego a su trasero, le toco otra vez su culo, veo mi puño como se hunde rápidamente al centro de sus nalgas y se le va formando una estrella en la tela de su jumper entre sus nalgas, por la presión ejercida de mi puño debido que su trasero es muy blandito y siento nuevamente su canal que separa sus nalgas, pero Carolina no reacciona.
Me alejo de Carolina y me colóco al otro extremo de la tienda, al rato Carolina se coloca a mi lado ella se inclina de cintura, para seguir acomodando la mercancía de bajo de una vitrina, yo me pongo detrás de ella, cuando se levanta su cuerpo se va hacía a mí me coloca todo su culo en mi sexo, le agarro su vientre y le apreto fuertemente, Carolina me pide perdón. Luego para distraer, agarro un jarrón cervecero desde la vitrina y me la llevo, me acerco a la caja recaudadora para pagar, le indico a Carolina es para un regalo, mientras lo preparaba a mi lado se acerca una clienta para hacerle una pregunta a Carolina, mientras ella le responde yo le tomé una fotografía a su rostro, y luego me cobra $15.000, lo pago en efectivo, posteriormente me retiro de la tienda muy caliente. Después de ese episodio durante toda esa jornada estuve muy excitado y caliente. En esa noche me masturbaba muchas veces recordando el olor a menstruación de Carolina y por manosear su trasero.
Meses después durante la tarde del día 11 de diciembre de 2017, me acerco a la tienda “Divina Providencia” por ser víspera de navidad la tienda estaba llena de gente principalmente de mujeres, desde lejos diviso a Carolina Reveco, ingreso a la tienda con mucha dificultad me acerco a ella andaba vestida con jeans levi’s blanco tiro alto, observo su culo, se ve sus nalgas largas, se apreciaba el hueco que se forma entre sus piernas y separa la parte alta de los muslos más conocido como thigh gap y arriba con una camiseta de mangas corta, cuello V color blanco. Inmediatamente tuve ganas de oler su trasero, pero no se pudo porque estaba llena la tienda, me ubiqué justo por detrás de Carolina, apoyo muy suavemente mi puño cerrado de mi mano derecha para sentir la textura de su trasero, su culo estaba con temperatura caliente, ella tira su cuerpo hacia atrás, mi puño de mi mano derecha se hunde en su trasero aplastando con mucha fuerza a sus nalgas, su culo es tan blando que llegué sentir sus huesos del trasero, Carolina me pide perdón, veo su trasero, su jeans blanco quedó manchado con la silueta de mi puño porque tenía mis manos sudadas, ver esa imagen fue muy excitante. Luego agarro una abrecartas para comprarla, me pongo a la fila para pagarla, mientras esperaba en la fila de la caja recaudadora, veo a Carolina que estaba atendiendo a una señora y veo pasar a un hombre detrás de Carolina, la mano del hombre roza su trasero y al rozar el culo de Carolina emite un sonido similar a un silbido, ese momento para mí fue muy excitante, placentero y cautivante, me calentó mucho al ver que otro hombre manosea el trasero de Carolina, pero Carolina Reveco le pide perdón al hombre. Después vuelvo a mirar el culo de la Carolina Reveco mientras iba a la caja recaudadora para cobrarme el abrecartas, su culo todavía estaba manchado en su jeans blanco con la silueta de mi puño.
Después de este episodio salgo de la tienda muy excitado y caliente, luego me devolví a la tienda para dar una nalgada a Carolina pero me arrepiento, me regresé al metro muy caliente recordando lo sucedido con el culo de Carolina, más tarde llego a mi casa y voy al baño a masturbarme pensando en el hombre que manosea el culo de Carolina.
Después fui a visitar al siguiente mes a la tienda “Divina Providencia” era una tarde de enero de 2018. Ingreso a ella, diviso a Carolina y estaba acompañada de otras personas, me saluda. Le miro el culo de Carolina andaba con el mismo jeans tiro alto levi’s blanco, se aprecia sus nalgas largas y el hueco de thigh gap, pero en su jeans no había indicios de la marca de mi puño. Camino alrededor de la tienda mirando los productos en venta, tuve ganas de oler su trasero, pero estaba acompañada de unos clientes, estuve un buen rato al interior de la tienda viendo los productos, Carolina se acerca a mi lado, luego se aleja, esperé un rato que ella se acercara y así fue mientras Carolina conversaba con la asistente de venta y distraídamente me da la espalda, sin dudar puse mi palma de mi mano derecha con los dedos cerrados apoyando en la parte central de su trasero sintiendo su textura áspera del jeans y sus nalgas que estaba muy caliente, luego le aplasto su culo, al que se hunde muy fácilmente la palma de mi mano y siento nuevamente sus huesos de su trasero porque son muy blanditas sus nalgas, Carolina me dice: “ah y perdón” inmediatamente retiro mi mano y veo su trasero y queda estampada la palma de mi mano en su jeans blanco, porque mis manos estaban muy sudadas, ver esa imagen me comienzo a excitar, estuve un buen rato en la tienda, luego le solicité una caja organizador de llaves, que estaba ubicada detrás de la caja recaudadora, Carolina va a buscar la caja organizador de llaves, me da la espalda al sacarlo y veo su trasero y estaba estampada la palma de mi mano sobre la tela blanca de su jeans, me excitó por completo pero Carolina me cobra un valor superior al que estaba en venta. Luego salgo de la tienda con mi sexo erecto por al ver mi mano en su trasero.
A principio del mes de abril de 2019, fui a Divina Providencia, veo a Carolina, andaba vestida con una polera blanca, mangas cortas, cuello redondo y una falda tubo de mezclilla, color negro y zapatillas blanca, se apreciaba su silueta de su cadera y del trasero, posteriormente la fotografié cuando ella estaba detrás de la caja recaudadora. En ese horario vespertino había una aglomeración de clientas y estaba con una asistente de venta de contextura gruesa. Tuve la intención de oler el trasero de Carolina, pero no pude, porque su asistente de venta me observaba con mucha desconfianza, luego compré un producto, diálogo con Carolina y me retiro de la tienda con la fotografía de su rostro.
Después del primer confinamiento por la pandemia del covid-19, un día 29 de abril de 2020, alrededor de las 12:30 horas, estuve realizando un trámite por el barrio Manuel Montt, pasé a visitar por última vez a la tienda en cuestión, ví a Carolina Reveco, siempre guapa. andaba vestida con un pantalón de tela de pierna ancha de cintura alta color negro, veo su culo de nalgas largas que estaba embutido en ese pantalón ancho, se le aprecia el canal que separa sus nalgas “culo cometrapo” estuve con Carolina completamente solos, pero ella estaba con una mascarilla N°95, que le cubría su rostro y en sus manos con guantes quirúrgicos el cual los guantes les quedaban grandes en sus delicadas manos, tuve muchas ganas hacer de lo mío, pero al que no pude oler su culo de nalgas largas, ni manosearlo, ya que me impedía por mi protección sanitaria. Estuve conversando por un buen rato con Carolina, hablamos sobre el estallido social y la pandemia a lo que podía afectar la economía y el comercio en general. Posteriormente ingresaron unos clientes a la tienda, yo buscaba el momento oportuno de darle unas nalgadas, pero no se pudo, luego en la conversación me decía que estaba malas las ventas, no tenía ventas y solo podía abrir la tienda vender los días martes, miércoles y jueves, también me comenta que tenía ahorros en el banco, pensaba cerrar definitivamente su tienda por no ser rentable y no tenía ganancias, le compré un llavero, me quería hacer una rebaja, pero no la acepté, miré sus hermosos ojos verdes profundo por última vez y me retiré de la tienda. Posteriormente de la pandemia la tienda cerró para siempre, nunca volví a ver a Carolina, solo recordar de su hermoso culo la que fue manoseada por mí y por otro hombre, su olor a menstruación, descubrí los más bello pasiones, placeres prohibidas y hasta ahora me excita.
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