Albañiles en casa (Parte III)

Sabado por la mañana, ya había amanecido caliente, aun no se me había ocurrido que hacer. Tocan el timbre, el Potrillo había llegado, fui a abrirle, me pidió disculpas por ausentarse en la semana y tener que molestarnos un fin de semana, - anda tranqui - le dije.
Ese día hacia un calor tremendo 38 de térmica, a cada rato, le ofrecía agua al pibe porque se me iba a morir laburando con este calor. Se me ocurrió una idea. Pau seguía en la cama, hueveando con el celu, con aire prendido. Le comento…
Yo:- che amor le voy a ofrecer a Enzo que se tire a un toque a la pile aunque sea para enfriar un poco el cuerpo
Pau:- eh? (no entendia nada)
Yo:- si si, que se meta un toque y salga pero aunque sea se refresca
Pau:- le vas a prestar una de tus mallas?
Yo:- no, que se meta en bóxer, slip o lo que tenga debajo, total una vez que sube no lo ve nadie
Pau:- no creo que acepte
Yo:- si, va a aceptar, y de paso chusmeamos a ver si le rinde homenaje al apodo
Pau:- (riéndose) estas locos vos
Sali y me dirigí a la escalera de los obreros, subí y con la vos un poco temblorosa…
Yo:- Enzo…, Enzo te llamas no? (se sorprendio y asintió con la cabeza) no queres tirarte un toque a la pileta para sacarte el calor??
Enzo:- (no entendía nada) pero… no tengo malla don. Vine con lo puesto.
Yo:- te podes meter en boxer si queres, o te cambias en el baño y te metes con ese short que seguro seca más rápido (tenia los típicos pantalones de futbol de la feria, una vez que se mojara se iba a marcar todo).
Enzo:- pero a su señora no le molesta?
Yo:- no tranqui, sigue durmiendo en la cama, yo voy un rato adentro así te refrescas tranquilo y después volves a lo tuyo.
Entre a la casa y me dirigí a buscar a Pau.
Yo:- amor, se va meter, queres chusmear?
Pau:- se hizo la desinteresada pero comenzó a levantarse de la cama.
Le di un beso, y nos fuimos a la segunda habitación (es mas como un estudio, lo uso cuando trabajo desde casa). Pau tenía todo el pelo revuelto, se había puesto una remerita muy corta y estaba con una tanga turquesa (preciosa). El corazón me latía a mil, habíamos escuchado que estaba bajando por la escalera, pero todavía no le veíamos. En eso aparece, tenía puesto su pantalón del manchester city, se acercó a la pileta y salto. A todo esto, yo tenía tomada por la cintura a Pau, y le estaba apoyando mi bulto, que ya estaba encendido. Dio un par de largos y comenzó a salir… No era mito, realmente se podía notar un bulto grande, y ni siquiera estaba parado, el chico es flaco, por lo que ese juguete parecía todavía más grueso. Mis manos que rodeaban la cadera de Pau se fueron hacia adelante, comencé a acariciar su clítoris por encima de la tanga
Yo:- te gusta? (Le susurre al oído)
Pau:- dale amor (no quería responder pero disfrutaba de las caricias, a todo esto Enzo no se demoró y volvió a subir.
Yo:- te gusta o no?? ¿No te gustaría tocarla? (su conchita se había humedecido muy rápido, su cuerpo respondía por ella).
Pau:- mmmm, no se puede (su respuesta me sorprendió)
Yo:- como?? Si vos queres todo se puede amor... (mientras tiraba su cola para atrás para sentir mi verga bien dura entre sus cachetes)
Pau:- ay no se… me estas calentando mucho jajaja no te puedo responder así
Yo:- si queres al mediodia le digo que se tire de nuevo, y lo invitamos a almorzar, si te ve así se le va parar al toque
Pau:- (entre gemidos) como me voy a parecer así para almorzar?
Yo:- te haces la que recién te levantas y venís directo a la cocina sin saber que va a estar el, te parece? (me iba a explotar la verga, pero no quería acabar y bajar la excitación, así que me aleje y deje de frotarme contra su culo, sin embargo, a ella la seguía tocando.
Pau:- ay no sé, mmmmm… es muy zarpado
Yo:- dale amor hacemos eso, vas a ver que después lo disfrutas… (no la deje responder más nada, y deje de acariciarla lentamente)
Pau:- espera, seguí que ya acabo (mientras tiraba su cabeza hacia atrás, lista para entregarse al placer)
Yo:- no, no, mejor que estes calentita, guárdate para después (me aleje de ella, refunfuño pero no insistió, me fui a esperar que se hiciera la hora del almuerzo, mientras preparaba la comida)
Se hicieron las las 12:30, había puesto las pizzas en el horno, volví a subir. Enzo tenía la remera y el el short solo, no se había vuelvo a cambiar. Le ofrecí tirarse otro chapuzón y acepto. Me volvió a preguntar por mi esposa, pero le dije que seguía en la cama. Esta vez bajo casi a la par mío, se sacó la remera y se tiro de cabeza.
Yo:- cuando salgas sécate un poco y venite a almorzar con nosotros que hice pizzas. Te deje una toalla allá (señalando hacia un costado de la pileta).
La voz casi me temblaba y el cuerpo también, Pau estaba en la habitación, supuse que, haciendo tiempo, no sabía si realmente iba a aparecer y como iba aparecer. Al ratito salió Enzo de la pileta, estuvo un rato secándose, se puso la remera y entro, el bulto se le notaba muchísimo, trato de ponerse de forma que no pudiera verlo pq era muy evidente. Me aleje un segundo y Pau no estaba en nuestra habitación, seguramente había ido al estudio a fichar el bulto desde la ventana. ¡Esa idea me volvía loco!
Comencé a sentir los pasos, el corazón se me había acelerado, parecía que se había detenido el tiempo. Cada paso parecía un temblor en mi cabeza.
Pau:- buen dia amor! (se me acerco y me dio un beso, no llegue a ver como estaba vestida hasta que se alejo de mi.)
Era un sueño, había continuado con su look matinal, una remerita pupera sin corpiño y se había cambiado la tanga por otra más chiquita (¿lo habría hecho por que la otra se empapo o quería calentarlo mas a Enzo?)


(su look ese dia)


Yo:- tenemos un invitado gorda. (Guiando mi mirada hacia Enzo)
El pibe no podía creer lo que estaba viendo, el culo de Pau es una cosa increíble, es tremendo, es gordito, redondo, tiene la piel muy suave, y el pendex lo estaba viendo a unos pocos pasos.



Pau:- (se hizo la sorprendida y atino a taparse por delante poniéndose contra mi de frente a Enzo, muy buena actuación por cierto) perdón, no sabía que estabas.
El pibe no sabía que decir, no podía dejar de mirarla.
Yo:- no pasa nada amor, si él ya te vio en bikini, esto es más o menos lo mismo. Saludalo che (toque sutilmente su hombro como para que tomara coraje).
Enzo estaba sentado en una banqueta bastante alta, por lo que Pau tuvo que estirarse y apoyar una de sus manos sobre el hombro de Enzo para poder saludarlo. El de forma natural apoyo suavemente su mano sobre su cintura. Esa imagen quedo grabada en mi retina, mi mujer entangadisima, saludando al pibe en nuestra cocina.
Pau:- me voy a cambiar (dijo con vos temblorosa)
Yo:- quédate asi amor, hace calor, no pasa nada, estamos en confianza.
El pibe no entendía nada realmente, era todo muy surrealista, además no sabía cómo sentarse, intento tapar su bulto con las manos pero era muy evidente, yo miraba para otro lado para que no se diera cuenta, pero con Pau dando vuelta por la cocina en tanga era difícil no calentarse.
Yo:- saco una cervecita?? El día esta ideal.
El pibe asintió con la cabeza mientras Pau revisaba las pizzas dejando a la vista de Enzo su hermoso orto. Nos bajamos una cerveza al toque, se notaba que le gustaba el escavio, le ofrecí otra y no me rechazo, siguió tomando mientras las pizzas ya estaban casi listas.
Enzo:- disculpe don, puedo pasar al baño?
Yo:- no me digas don jaja, pasa tranqui…. Amor explícale donde es
Lo guio por el pasillo hasta el baño, ella iba por delante, el pibe iba con una mano en la pierna, como reteniendo que su amigo no reaccionara. El verla por el pasillo, meneando la cola, yéndose con un pendejo les juro que me tenía re caliente, si me tocaba acababa al toque. Pau le prendió la luz del baño y lo dejo entrar, volvió rápido por el pasillo.
Pau:- ya está amor, me voy a cambiar, ya fue muy lejos el juego, estuvo divertido, caliente, lo que quieras pero ya está…
Yo:- no, dale si recién estamos empezando..
Pau:- no no, después quien lo para al pibe, lo estamos re calentando mal
Yo:- como sabes?
Pau:- ¿no te diste cuenta que el pibe se sostenía con una mano para que no se notara? (asentí con la cabeza), bueno, cuando entro al baño lo soltó y cuando nos cruzamos en la puerta la sentí toda en la panza.
Se imaginarán que ese relato me incinero, me acerque a ella, esta vez yo le apoye el bulto en el abdomen y la agarre de los cachetes de la cola.
Yo:- (susurrando) no te dieron ganas de entrar al baño con él? (mientras la apoyaba más fuerte)
Pau:- (oponiendo una mínima resistencia) dale amor, deja de agarrarme que va a salir y nos va a ver
Yo:- tranqui, yo veo si viene (mientras la agarre mas fuerte de la cola, para que tuviera que ponerse en puntas de pie y sentir mi bulto frotando su pelvis) te gusta que te manosee así no??
Pau:- mmm sii, pero dale amor (ya se había calentado)
Era mi momento, era ahora o nunca, escuche que la puerta del baño se abrió, podría haberle avisado y hacer como si nada pasara, pero decidí seguir a la espera de que Enzo se asomara por el pasillo y se encontrara con la imagen de Pau, de espaldas, en puntitas de pie, siendo manoseada por mi. Pienso que ella sabía lo que se venía, su desinterés en el tiempo transcurrido, me dio indicios de que también quería que él la viera. Comencé a besarla. Oía los pasos por el pasillo, retumbaban más que los de Pau cuando entro a la cocina. Se quedo atónito. Para este momento Pau se había dado cuenta que él estaba detrás de ella, a unos pocos pasos, su única protección era seguir besándome como si nada pasara. El darse vuelta, arruinaría la situación, quedaríamos expuestos, la cuestión debía fluir. Ya estábamos entregados.
Abrí uno de mis ojos para verlo, nuestras miradas se cruzaron, él estaba parado a la salida del pasillo, la verga totalmente erguida dentro del pantalón. Disfrutaba de la vista. No sabía si es que no nos habíamos dado cuenta o era a propósito. Dejé de mirar y comencé a apretar los cachetes de Pau como exhibiéndoselos. Hundía mis dedos en sus glúteos, los separaba, los amasaba, por su agujerito quedaba al descubierto. Ella comenzó a lanzar pequeños gemidos.
Enzo entendió que lo que estaba pasando no era casualidad, volví a mirarlo y había desenfundado, el pantalón ya no cubría su enorme bulto, era grande, larga y gruesa, no sé cuántos centímetros serian, pero claramente era mucho más grande que la mía, estaba masturbándose mientras miraba fíjate el orto de mi esposa. Ni se percató que yo lo estaba viendo. Nunca en mi vida había estado tan caliente. El líquido preseminal comenzó a salir de mi verga a pesar de solo frotarme contra ella con la ropa de por medio.
Habían pasado un par de minutos, ella ya no tenía dudas de que detrás suyo Enzo estaría pajeandose mientras yo exhibo su orto. Dejo de besarme y comenzó a darme chupones en la comisura de los labios, los cachetes, el mentón, llego hasta a mi cuello. allí, se detuvo y comenzó a succionar suavemente mientras con un suave meneo acompañaba mis manos que seguían masajeando sus glúteos. Sus manos apretaban los míos por encima de la malla. Mi cara quedo descubierta, nuestras miradas volvieron a cruzarse, incline mi cabeza hacia arriba, disfrutando de los chupones para que el pudiera seguir mirando sin sentirse intimidado. Había aumentado el ritmo de su masturbación.
El silencio absoluto solo era interrumpido por los chupones de Pau. La verga me iba explotar. Por un momento solté su cola y me desabroche la malla, la deje caer, tome una de las manos de Pau y la guie hacia mi pija. La agarró fuerte. Dejo de chuparme el cuello para mirarme. No hizo falta que dijera una sola palabra. Su cara estaba sonrojada, sus labios hinchados, sus ojos me decían que ya no había marcha atrás, ¿que íbamos a hacer? ¿Cómo seguía esto? Debía tomar la iniciativa...