Hola amigos, me gustaría contar un breve relato erótico. Esto sucedió hace un tiempo atrás. Los días de verano son perfectos para salir y hacer algo de deporte. Este día me encontré con una hermosa mujer, se notaba que no era de este barrio, era nueva en esta zona. Siempre esta llegando gente nueva al barrio. Eso esta bien, pero si son mujeres hermosas es mucho mejor, verdad.
Yo me encontré en el medio de estos maravillosos pechos. Recordé esos tiempos cuando me daban de mamar, creo que lacte hasta los 15 años, jajaja. Mi madre tenia unas tetas de infarto, desde pequeño ya me atraían los grandes pechos. Cuando vi estos en la calle, no me lo pensé dos veces en echar una mano.
Decidido a ayudar, recurrí a viejos métodos de apertura manual de coches, una delgada varilla, que siempre llevo en la cajuela de mi coche. Pasa que ayude a mis tíos en este oficio, ellos eran mecánicos, siempre los llamaban para esas cosas.
Lo que me sorprendió fue la forma tan rápida de entrar en su casa. Ella me invito a tomar algo, quería agradecer lo que yo había hecho. Cuando le pedí un vaso con agua, hecho a reír. Soy muy lanzado para estas cosas, pero esta vez no me hizo falta usar estas habilidades.
Los minutos que pasamos dentro de su departamento, fueron pocos, pero efectivos. Al poco tiempo, casi sin mediar muchas palabras, estábamos besándonos y metiéndonos mano, sobre todo en los genitales. Será el calorcito, las bebidas que hicieron su efecto en nuestros cuerpos.
En esta parte si que me sorprendió, me dejo muy sorprendido, estaba claro que me llevaba unos años de ventaja, eso demostraba su experiencia. La verdad no quise preguntar de que parte era, eso no me importaba, pero de que conocía estas técnicas, las conocía.
Estar dentro de esta bella mujer, fue algo placentero, su coñito ajustaba, tenias unas nalgas duras, blancas, grandes, me divertí mucho antes de penetrarla. La braguita negra que llevaba, una locura. Diminuta en la parte de adelante y atrás un hilo, los cordones de mis zapatillas eran mas gruesos.
Pensar que esa braguita solo la movimos para un lado, super practica. La corrimos y entre sin mucho esfuerzo, además que estaba super húmeda. (Esta braguita me la lleve a mi casa, ya que antes de marcharme la vi tirada en el suelo y me la lleve.)
Ese sofá aguanto lo que pudo, era algo duro e incomodo, pero no tenia de donde escoger, era ahí o jugársela y perder la oportunidad. Podríamos haber ido a su habitación, pero por alguna razón no quería subir. Lo hicimos aquí, de igual manera lo disfrutamos.
En perrito fue una locura, sola se estacionó en esa pose. Debo de decir que deje mas de una huella en esas nalgas blancas. Le gustaba que la coja en esa forma. No quiso dar el *, antes de que lo preguntéis, lo intente en serio.
Era una loca gritando, dame mas, dame mas, gritaba. Yo estaba un poco cortado, esta mujer sabia disfrutar del sexo. Yo miraba la puerta de la entrada. Por si alguien viniese, nervios y placer en el estómago. Creo que eso ayudo para aguantarle a esta mujer.
No quería que me corriese dentro de ella. Me lo advirtió en mas de una oportunidad, me daba risa que a cada rato giraba su cabeza y me lo repetía, ¡como te vengas dentro, te castro!! jajajaja
Sólo me quedo obedecer, con lo gustito que uno se queda cuando termina dentro. Pero no había porque correr el riesgo. Deje toda mi lechilla en sus enormes tetas. No quiso tragársela, dice que era muy pronto para esas cosas, que no me conocía lo suficiente, jajajaja joder.
Las fotos son solo temáticas, la tía del relato estaba buena, no tanto como esta actriz, pero si le hacia competencia.
Yo me encontré en el medio de estos maravillosos pechos. Recordé esos tiempos cuando me daban de mamar, creo que lacte hasta los 15 años, jajaja. Mi madre tenia unas tetas de infarto, desde pequeño ya me atraían los grandes pechos. Cuando vi estos en la calle, no me lo pensé dos veces en echar una mano.
Decidido a ayudar, recurrí a viejos métodos de apertura manual de coches, una delgada varilla, que siempre llevo en la cajuela de mi coche. Pasa que ayude a mis tíos en este oficio, ellos eran mecánicos, siempre los llamaban para esas cosas.
Lo que me sorprendió fue la forma tan rápida de entrar en su casa. Ella me invito a tomar algo, quería agradecer lo que yo había hecho. Cuando le pedí un vaso con agua, hecho a reír. Soy muy lanzado para estas cosas, pero esta vez no me hizo falta usar estas habilidades.
Los minutos que pasamos dentro de su departamento, fueron pocos, pero efectivos. Al poco tiempo, casi sin mediar muchas palabras, estábamos besándonos y metiéndonos mano, sobre todo en los genitales. Será el calorcito, las bebidas que hicieron su efecto en nuestros cuerpos.
En esta parte si que me sorprendió, me dejo muy sorprendido, estaba claro que me llevaba unos años de ventaja, eso demostraba su experiencia. La verdad no quise preguntar de que parte era, eso no me importaba, pero de que conocía estas técnicas, las conocía.
Estar dentro de esta bella mujer, fue algo placentero, su coñito ajustaba, tenias unas nalgas duras, blancas, grandes, me divertí mucho antes de penetrarla. La braguita negra que llevaba, una locura. Diminuta en la parte de adelante y atrás un hilo, los cordones de mis zapatillas eran mas gruesos.
Pensar que esa braguita solo la movimos para un lado, super practica. La corrimos y entre sin mucho esfuerzo, además que estaba super húmeda. (Esta braguita me la lleve a mi casa, ya que antes de marcharme la vi tirada en el suelo y me la lleve.)
Ese sofá aguanto lo que pudo, era algo duro e incomodo, pero no tenia de donde escoger, era ahí o jugársela y perder la oportunidad. Podríamos haber ido a su habitación, pero por alguna razón no quería subir. Lo hicimos aquí, de igual manera lo disfrutamos.
En perrito fue una locura, sola se estacionó en esa pose. Debo de decir que deje mas de una huella en esas nalgas blancas. Le gustaba que la coja en esa forma. No quiso dar el *, antes de que lo preguntéis, lo intente en serio.
Era una loca gritando, dame mas, dame mas, gritaba. Yo estaba un poco cortado, esta mujer sabia disfrutar del sexo. Yo miraba la puerta de la entrada. Por si alguien viniese, nervios y placer en el estómago. Creo que eso ayudo para aguantarle a esta mujer.
No quería que me corriese dentro de ella. Me lo advirtió en mas de una oportunidad, me daba risa que a cada rato giraba su cabeza y me lo repetía, ¡como te vengas dentro, te castro!! jajajaja
Sólo me quedo obedecer, con lo gustito que uno se queda cuando termina dentro. Pero no había porque correr el riesgo. Deje toda mi lechilla en sus enormes tetas. No quiso tragársela, dice que era muy pronto para esas cosas, que no me conocía lo suficiente, jajajaja joder.
Las fotos son solo temáticas, la tía del relato estaba buena, no tanto como esta actriz, pero si le hacia competencia.
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