A partir del garche en la pelopincho mi cuñadita tomo completamente una actitud mas dominante mas de ir al frente básicamente sin importale absolutamente nada si mi mujer, su propia hermana, podía descubrirnos. De esta forma y casi sin freno ni filtro comenzó a desfilarme en tanga hilo delante mio en la casilla con mucha mas frecuencia, aprovechando el calor del verano como la excusa perfecta, buscaba los lugares mas chiquitos para pasar rosandome y asegurándose que fuera esa cola entangada la que rosara con mi bulto caliente. Es decir llevo la provocación a otro nivel lo que disparaba mi cabeza hacia el fuego de lo prohibido y tentador. Paso a paso ese fuego se fue haciendo cada vez mas y mas incontrolable y por ejemplo al yo llegar del trabajo esperábamos algun minuto de soledad para saludarnos con un beso en la boca. No un pico solamente, un buen beso, un chape con lengua y agarrada de orto. Se nos estaba haciendo inmanejable la calentura el rose se hacia mas y mas intenso y comenzamos a pasar mas tiempo juntos. Primero con cierto disimulo como coincidir en la fila para ir al baño (lo pongo asi para que se entienda osea alguien estaba en el baño y había que esperar para entrar) o tal vez en ir a buscar algo frio a la heladera. Cualquier excusa era buena para tocarse para rosarse calentarse y comernos a besos aunque sea por un par de minutos. Mi luchona no levantaba sospecha pero a medida que la compartida de tiempo con mi cuñada se hacia mas notoria comenzó a ponernos mas el ojo encima. Lo que paralelamente le daba mas excitación al morbo de ser cuñados y estar todo el tiempo provocándonos.
Habrian pasado una o dos noches, no recuerdo bien, del garche en la pelopincho cuando empezamos a jugar decididamente con demasiado fuego. Recuerdo bien la noche, era entre semana, hacia un calor de infierno y en la casilla no se podía estar. La chapa calentaba a punto tal que era un autentico horno. Las camas estaban calientes y no alcanzaba ese viejo ventilador que tiraba aire caliente para alivianar un poco. Mi luchona igual y no se como se quedo dormida. Roncaba y dormia como si hicieran veinte grados, yo completamente en pelotas con la pija al aire y en cuero no podía pegar un ojo. El calor me tenia a mal traer. En ese entonces ya teníamos tele en la pieza y yo miraba expediente futbol una vieja campaña de San Lorenzo. Serian algo asi como las dos de la mañana. Mi cuñadita apareció en ese momento tambaleándose completamente en pedo y con una locura para veinte. Venia de haberse juntado con los vaguitos amigos de la otra cuadra y seguramente se habrían quedado escabiando y anda a saber que mas hasta un rato antes de que apareciera. Tenia una pollerita engomada negra subida hasta el ombligo masomenos y le asomaba la tanguita hilito blanca que tapaba a duras penas su conchita turra. En la parte alta y con el calor el corpiño de la bikini de color celeste le resaltaba muy bien sus pequeñas tetas tamaño limoncito. Por mas hincha cuervo que sea deje de mirar la tele y mis ojos se clavaron automáticamente en la conchita de mi cuñada que se percato enseguida que me distraje de lo que estaba haciendo. “Hola cuña que pedo tengo” dijo soltando una risa extraña y caminando como podía hasta donde yo estaba acostado.
Pese a tener a mi luchona durmiendo a mi lado, mi cuñadita se inclino y me estampo la boca de un beso. Yo no pude frenarla ni tampoco lo intente demasiado, simplemente disfrute de ese beso de ese chape y de como me mordia el labio. Me incorpore un poco sobre la pared de la casilla y seguimos chapando lengua con lengua mientras ella me agarraba la carita como marcando que yo era de ella. Manotio mi verga con su mano izquierda y comenzó a pajearme a apretarla a jugar con mi poronga mientras se me iba poniendo mas y mas dura. Se acerdo a mi oído y sin demasiado disimulo me dijo: “quiero que me cojas”. Caliente como una pava le dije “vamos al baño”, no me iba a perder ese garche por nada del mundo pero no estaba listo para su respuesta. “que baño ni baño garchame aca”. La calentura y la putez me volvían loco pero era demasiado arriesgado asique insisti con el baño. Pero mi cuñadita levantándose y llendose para su cama me volvió a decir: “aca o te quedas caliente”. En ese momento no pensas, o mejor dicho solo podes pensar con la pija de modo que como un acto reflejo me levante detrás de ella y nos tiramos en su cama. Que estaba a duras penas a un metro de la que dormia mi mujer.
Ya en la cama de mi cuñadita comenzamos a besarnos de forma pasional y muy caliente, yo le mandaba una mano directo a su concha que ya estaba bien flujeada empapada. Apretadita la conchita de la nena le cole un dedo mientras seguíamos nuestro fuego de besos. Mientras le colaba el dedo mi cuñadita gemia de lo lindo disfrutaba de todo el momento y yo ya estaba completamente entregado. Luego se saco el corpiño de la bikini y posaba sus tetas sobre mi pecho, yo le pasaba la lengua a esos ricos pezones. Mi cuñadita gemia y me decía “si asi segui asi”. De reojo miraba a mi luchona que dormia plácidamente y volvia a chupar esos ricos pezones. La nena turrita me tiro contra el final de la cama lo mas pegado a la pared de la casilla se saco la tanguita hilito y dejo que mi verga deslice con todo su flujo y se clave hasta el fondo de su conchita estrecha. Mientras mi pija entraba y salía de su concha piel con piel disfrutando de la naturalidad de nuestros cuerpos, mi cuñadita gemia no demasiado fuerte pero gemia. Yo tenia el corazón a mil por hora y creo que sino mori de un infarto ahí es que del bobo ando perfecto. La suavidad del garche en una pendejita borracha y caliente dura menos que el sueldo y rápidamente ya estaba saltándome sobre la verga como puta en celo.
Tenia ella sus brazos cruzados por detrás de mi cuello, me saltaba sobre la verga que daba gusto y gemia cada vez mas y mas fuerte. Mi verga titilaba de toda la calentura e inconscientemente mire para donde mi mujer dormia a ver si seguía todo igual. Mi cuñadita me clavo los ojos me comio fuerte la boca y me dijo al oído: “si se despierta que se despierte que me importa” y automáticamente dio dos gritos fuertes con mi verga adentro. No se si fue la cumbia de mis cuñados del fondo o que pero safe de que se despierte en ese momento. Mi cuñadita disfrutando aun mas mi estado de excitación y nerviosismo al mismo tiempo se divertia mas y me saltaba mas fuerte sobre la verga. Para peor la cama rechinaba como loca. El momento de mas tensión se dio cuando Jesica se movio pero fue como una acomodada dormida y se puso para el otro lado. Nosotros seguimos garchando hasta que con el alcohol que tenia en sangre mi cuñadita tuvo uno de sus mejores orgasmos acabando una banda y llenándome la verga de flujo. Yo no tenia mas para aguantar y dejándome llevar le llene por completo su estrecha concha de leche. Fue una acabada que me dejo la pija temblando, sarpada acabada dentro suyo. Mi cuñadita se durmió desnudita y llena de leche y yo me fui a bañar.
Al dia siguiente y en pleno desayuno nos habíamos quedado solos con mi luchona. No recuerdo de que estábamos hablando pero ella me interrumpió y me dijo: “anoche soñé que te cojias a la sucia de mi hermana”. Yo casi me atraganto con la
tostada.
Foto ilustrativa (no somos nosotros)
Habrian pasado una o dos noches, no recuerdo bien, del garche en la pelopincho cuando empezamos a jugar decididamente con demasiado fuego. Recuerdo bien la noche, era entre semana, hacia un calor de infierno y en la casilla no se podía estar. La chapa calentaba a punto tal que era un autentico horno. Las camas estaban calientes y no alcanzaba ese viejo ventilador que tiraba aire caliente para alivianar un poco. Mi luchona igual y no se como se quedo dormida. Roncaba y dormia como si hicieran veinte grados, yo completamente en pelotas con la pija al aire y en cuero no podía pegar un ojo. El calor me tenia a mal traer. En ese entonces ya teníamos tele en la pieza y yo miraba expediente futbol una vieja campaña de San Lorenzo. Serian algo asi como las dos de la mañana. Mi cuñadita apareció en ese momento tambaleándose completamente en pedo y con una locura para veinte. Venia de haberse juntado con los vaguitos amigos de la otra cuadra y seguramente se habrían quedado escabiando y anda a saber que mas hasta un rato antes de que apareciera. Tenia una pollerita engomada negra subida hasta el ombligo masomenos y le asomaba la tanguita hilito blanca que tapaba a duras penas su conchita turra. En la parte alta y con el calor el corpiño de la bikini de color celeste le resaltaba muy bien sus pequeñas tetas tamaño limoncito. Por mas hincha cuervo que sea deje de mirar la tele y mis ojos se clavaron automáticamente en la conchita de mi cuñada que se percato enseguida que me distraje de lo que estaba haciendo. “Hola cuña que pedo tengo” dijo soltando una risa extraña y caminando como podía hasta donde yo estaba acostado.
Pese a tener a mi luchona durmiendo a mi lado, mi cuñadita se inclino y me estampo la boca de un beso. Yo no pude frenarla ni tampoco lo intente demasiado, simplemente disfrute de ese beso de ese chape y de como me mordia el labio. Me incorpore un poco sobre la pared de la casilla y seguimos chapando lengua con lengua mientras ella me agarraba la carita como marcando que yo era de ella. Manotio mi verga con su mano izquierda y comenzó a pajearme a apretarla a jugar con mi poronga mientras se me iba poniendo mas y mas dura. Se acerdo a mi oído y sin demasiado disimulo me dijo: “quiero que me cojas”. Caliente como una pava le dije “vamos al baño”, no me iba a perder ese garche por nada del mundo pero no estaba listo para su respuesta. “que baño ni baño garchame aca”. La calentura y la putez me volvían loco pero era demasiado arriesgado asique insisti con el baño. Pero mi cuñadita levantándose y llendose para su cama me volvió a decir: “aca o te quedas caliente”. En ese momento no pensas, o mejor dicho solo podes pensar con la pija de modo que como un acto reflejo me levante detrás de ella y nos tiramos en su cama. Que estaba a duras penas a un metro de la que dormia mi mujer.
Ya en la cama de mi cuñadita comenzamos a besarnos de forma pasional y muy caliente, yo le mandaba una mano directo a su concha que ya estaba bien flujeada empapada. Apretadita la conchita de la nena le cole un dedo mientras seguíamos nuestro fuego de besos. Mientras le colaba el dedo mi cuñadita gemia de lo lindo disfrutaba de todo el momento y yo ya estaba completamente entregado. Luego se saco el corpiño de la bikini y posaba sus tetas sobre mi pecho, yo le pasaba la lengua a esos ricos pezones. Mi cuñadita gemia y me decía “si asi segui asi”. De reojo miraba a mi luchona que dormia plácidamente y volvia a chupar esos ricos pezones. La nena turrita me tiro contra el final de la cama lo mas pegado a la pared de la casilla se saco la tanguita hilito y dejo que mi verga deslice con todo su flujo y se clave hasta el fondo de su conchita estrecha. Mientras mi pija entraba y salía de su concha piel con piel disfrutando de la naturalidad de nuestros cuerpos, mi cuñadita gemia no demasiado fuerte pero gemia. Yo tenia el corazón a mil por hora y creo que sino mori de un infarto ahí es que del bobo ando perfecto. La suavidad del garche en una pendejita borracha y caliente dura menos que el sueldo y rápidamente ya estaba saltándome sobre la verga como puta en celo.
Tenia ella sus brazos cruzados por detrás de mi cuello, me saltaba sobre la verga que daba gusto y gemia cada vez mas y mas fuerte. Mi verga titilaba de toda la calentura e inconscientemente mire para donde mi mujer dormia a ver si seguía todo igual. Mi cuñadita me clavo los ojos me comio fuerte la boca y me dijo al oído: “si se despierta que se despierte que me importa” y automáticamente dio dos gritos fuertes con mi verga adentro. No se si fue la cumbia de mis cuñados del fondo o que pero safe de que se despierte en ese momento. Mi cuñadita disfrutando aun mas mi estado de excitación y nerviosismo al mismo tiempo se divertia mas y me saltaba mas fuerte sobre la verga. Para peor la cama rechinaba como loca. El momento de mas tensión se dio cuando Jesica se movio pero fue como una acomodada dormida y se puso para el otro lado. Nosotros seguimos garchando hasta que con el alcohol que tenia en sangre mi cuñadita tuvo uno de sus mejores orgasmos acabando una banda y llenándome la verga de flujo. Yo no tenia mas para aguantar y dejándome llevar le llene por completo su estrecha concha de leche. Fue una acabada que me dejo la pija temblando, sarpada acabada dentro suyo. Mi cuñadita se durmió desnudita y llena de leche y yo me fui a bañar.
Al dia siguiente y en pleno desayuno nos habíamos quedado solos con mi luchona. No recuerdo de que estábamos hablando pero ella me interrumpió y me dijo: “anoche soñé que te cojias a la sucia de mi hermana”. Yo casi me atraganto con la
tostada.
Foto ilustrativa (no somos nosotros)
20 comentarios - Mi cuñadita me garcha al lado de mi mujer (cap 24)