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Dos negros se cogen a mi mujer, otra vez.

Hola a todos, continuamos con la segunda parte del relato.

Al día siguiente de la tremenda cogida que los negros le dieron a mi mujer ella estaba radiante, feliz y emocionada, tuvimos un hermoso día de playa donde ella robo muchas miradas por sus hermosas tetas en la bikini. Fuimos al centro a ver si encontramos a los negros pero no tuvimos suerte, ella no quería ir directamente al galpón ya que no sabíamos con que nos podíamos encontrar, los días transcurrieron y ella no pudo encontrar a sus nuevos amigos así que decidimos disfrutar nuestro último día en Gesell. Cómo todos los días de playa ella se puso esa bikini hermosa que le hace resaltar sus tetas y a la noche nos vestimos formal y salimos a un bar para relajarnos. 
Después de algunos gin tonic ella estaba más que alegré e intento levantarse a la camarera (si, le encantan las chicas también) pero no tuvo éxito, resignada y caliente me dijo que vayamos al galpón de los negros, yo me reía por qué ella realmente estaba muy ebria pero aún así me lo repetía varias veces. Al final ví que iba en serio y tuve que ponerme firme ya que era muy peligroso ir ahí sin invitación y mas de noche, al final ella lo entendió y fuimos al departamento. La tarea principal de un cornudo es cuidar a su pareja. 
Al otro día la note triste, tanto porque ya estábamos preparados para irnos como por el echo de que no pudo repetir el plato de carne negra. Le propuse ir una última vez al centro, para comprar los típicos subeniers y para ver estaba sus amigos, ella acepto y con un apice de ilusión se puso un conjunto rojo y un vestido floreado que hacia que sus curvas se marquen mucho mas. Empezamos con las compras y cuando ya teníamos todo fue denuevo dónde los encontró por primera vez. No pueden imaginar su sonrisa y como se le iluminaron los ojos cuando los vio, parecía una nena en una juguetería. Solo me dejo las bolsas y se fue a “saludarlos” . Yo la veía desde la distancia, se saludaron y al principio ellos no la reconocieron pero enseguida ella los hizo acordarse tocándose un poco las tetas, siempre dentro de los límites de su vestido. Hablaron 5 minutos y ella volvió a mi, yo pensaba en que no pudieron coordinar y ya nos íbamos pero estaba muy equivocado.
-Amor necesito que cargues todo al auto y Des la vuelta para volver al departamento.
-Que paso bebe?
-Los negros bebe! Los negros me los voy a coger de nuevo, pero me dicen que en el depósito hay gente y no pueden llevar a nadie así que vuelvo al departamento para cogérmelos ahí. Además yo ya les conté que estoy casada y me dijeron que no tenían problema en que estés presente.
Yo me quede en blanco cuando me dijo eso, ella no sabía que yo la había espiado anteriormente, así que está sería mi primera vez viendo a mi mujer con un negro. Acepte y lleve las bolsas al auto mientras ella volvía con ellos que ya estaban guardando la mercadería, nunca me sentí tan observado como en ese momento, la situación era muy morbosa para mí, yo sumiso guardando las compras de mi mujer mientras ella iba en busca de dos negros para que se la cojan, juraría que todos en esa avenida me miraban y sabían lo que estaba pasando. Me dejaron los bolsas de ropa para que los guarde y ellos subieron en la parte de atrás del auto y ella se sentó en el medio de ellos dos dejándome a mi solo adelante, el camino de ida estuvo lleno de besos y manoseos por parte de ellos a mi mujer, cuando llegamos al departamento tuve que hablar con el encargado ya que nos quedaremos una noche más por una emergencia mecánica, el encargado miro a mis espaldas y vio a mujer con dos hombres negros y no me dijo nada, pero si me cobró el doble por el poco tiempo de anticipación, subimos por el ascensor y al tomarlo un grupo de pibes nos vio subir y se empezaron a cagar de risa, mi humillación era gigante, era obvio lo que estaba pasando dos negros se estaban por coger a mi mujer y todos lo sabían.
 Al llegar a la puerta del departamento ya estaba subiéndole el vestido, ya no había ningún tipo de decoro, era muy alevoso todo. Cruzamos la puerta y enseguida ella se arrodilló, busco desesperada sus pijas y empezó a chupar. El sonido de sus pijas entrando en la boca de ella no me lo olvido más, ella estaba feliz, estaba tan feliz que la ame, ame como se veía con cada centímetro de pija que entraba en su boca, ame sus ojos brillando por las lagrimas que estás pijas le sacaban en cada estocada, y más la ame cuando me miro los ojos y pude ver en ellos como me decía “gracias”.
Los negros la usaron como quisieron, se acostaron y ella se puso en posición para seguir chupando, cuando sus vergas ya estaba bien duras y lubricadas me pidió los forros y se los puso a cada uno con la boca, no tardo mucho en ponerse en cuatro para que uno la coja mientras se la chupaba al que quedaba, sin dudas ver de cerca como destrozaban a mi mujer es una de las experiencias más hermosas de mi vida, ella totalmente enardecida recibía las embestidas como una campeona hasta que llegó el primer orgasmo, sus piernas fallaron y quedó tumbada sobre uno de ellos, momento que aprovecharon para cogerla de vaquerita, ella fue recuperando la coordinación y empezó a montar mientras que el otro negro empezó a jugar con su culito, ella lo miro y le dijo sin rodeos 
-Empeza despacio, pero romperme el orto. -luego me miró a mí me dijo -amor, pásale el lubricante.
Cosa que hice y el negro le mando bastante cantidad a su culito, empezó bien despacio y ella se bancaba las dos pijas hasta que se la mete hasta el fondo y ella alcanza el segundo orgasmo, y como si de una señal se tratara los dos negros empezaron el baiben de meter y sacar sus pijas de mi mujer, un espectáculo hermoso que desearía que todos los cornudos del mundo vivan. Fue una cogida magistral, en la que mi mujer recibió pija negra a montones. Al final y ya llegando la hora de nuestra despedida los dos negros se turnaron para hacerle la cola, la pusieron en cuatro y ella se dedico a ser cogida por estos dos machos. Cuando se cansaron de usarla la pusieron boca arriba y empezaron a acabarle en la cara, las tetas y la panza, quedo totalmente cubierta y exhausta. 
Cuando todos se recuperaron ella se fue a bañar y me pidió que los lleve a su casa y así lo hice, ellos me fueron dando instrucciones hasta que para mí sorpresa al dejarlos en su casa no era el galpón del otro día, sonreí y pensé “Esta hija de puta se cogió a otros negros “ y era como lo había pensado, al volver a la habitación ella estaba con una sonrisa picara, envuelta en sábanas y preparada para que yo la castigue por portarse mal. 
Al otro día arrancamos viaje y ella estuvo como una sedita, incluso se durmió en el auto, yo iba feliz y analizando todo lo que había pasado. Termine humillado, pagando de más, con mi mujer súper cogida por un total de cuatro negros distintos, realmente era muy afortunado.


El relato fue una situación totalmente real, fue adaptado para que sea más fácil de leer y entender, pero básicamente esas fueron nuestras vacaciones 2023. 

Les dejo una foto de ella para que vean lo que es!


Dos negros se cogen a mi mujer, otra vez.

9 comentarios - Dos negros se cogen a mi mujer, otra vez.

Jor611
Van 10, no sabes cómo sueño que me pase eso
GabOficial +2
Estuviste presente y no sacaste ni 1 foto... flojo de tu parte
GabOficial
no quiero pruebas, como el quiero ver...
y a vos quien te nombro defensor de pobres y ausente? mojado, metete en tus asuntos
ParejaCukcold +1
@GabOficial gracias por comentar, comentarios como los tuyos son los que nos inspiran a subir más.
GabOficial
@ParejaCukcold segui asi... quiero leer y ver mas
gonmardel
Que linda situación...tendrían que volver y ver si los puede juntar a los 4 negros!
pituto02
Gran relato, y como no queres que se la cojan con esas hermosas tetas.
Dante5cu
Hay muy pocas mujeres así! Cada vez más cerradas están! Más conservadoras
RayoMcqueen959
Muy lindo relato
Me imagino lo hermoso que es ver a tu esposa asi
puchin85
terrible hembra tú señora