Después de un suceso en la ducha con mi hijo, tuvimos una charla donde salió a relucir nuestros deseos, cuando él me espiaba solo o con dos amigos y se masturbaba, yo también le conté que lo había espiado en varias ocasiones, que me había pajeado pensando en su hermosa pija y así estuvimos. Mi hijo tiene 23 años y yo 45, a ésta altura ya no había vuelta atrás y nos ponía caliente la idea de llevar a cabo nuestros deseos. También supe que él se pajeaba con mis tangas desde los 13 años y que me veía como una actriz porno. Yo siempre he vestido con ropa ajustada o corta o bien escotada, en casa anduve siempre en remera y tanga, vestido corto y sin ropa interior y hasta en diminuta bikini. Así que imagino que él estaba siempre a full, aunque yo lo he visto en boxer y sin remera y ahí empezaba a sentir un pequeño cosquilleo entre mis piernas y luego se escapaba un hilito de humedad al pensar en lo que había debajo de ése boxer. Inconscientemente lo deseaba y él a mí, después de la charla quedamos calientes y yo quería hacer realidad sus fantasias y las mías, así que levanté mi vestido y abriendo mis piernas le ofrecí mi concha ya húmeda y muy caliente. Mientras veía crecer un montículo dentro de su boxer.
- hijo va a explotar tu entrepierna....
- acá está mami para ayudar con eso...
Mientras yo me acariciaba,él se acercó a tomar mis tetas primero y después bajar hasta mi entrepierna yo estaba más que caliente, veía a un macho joven, viril, que me deseaba. Empezó a chupar mi conchita y yo gimiendo y empujando su cabeza para que no terminara nunca de lamer, chupar y mordisquear. Sentí dos dedos entrando y saliendo, yo arqueando mi cuerpo y jadeando, sentí un dedo en mi cola y ya estaba ida y preparada para que el primer orgasmo me invadiera. Acabé, mojé su boca, me besó con mis jugos y lo sentí sensual, caliente y tierno. Ahora era mi turno, no tardé en sacar su boxer y liberar su verga ya goteante, grande, con sus hermosos huevos llenos de leche para su mami putona he incestuosa. Con mis labios atrapé su cabeza y mi lengua lo acaricio, bajé por su tronco hasta sus huevos dejando rastros de baba, él gemía, me tomaba del cabello y yo ya estaba chorreando por mi entrepierna otra vez. La metí en mi boca hasta casi la base de su instrumento, no pude tragar todo aún haciendo garganta profunda. Después lo pajeaba de a ratos con mi mano pero más disfrutaba de mi boca tragando su verga y mirándolo con cara de puta, como dice él. En algunos minutos ya con voz jadeante me avisó que el volcán iba a explotar en leche y entonces me monté de frente y me clavé ésa verga que yo tanto había deseado y él por fin sintió el calor y los jugos de la mujer que deseaba he imaginaba. Lo cabalgué por unos cuantos minutos muy salvaje, la calentura nos envolvía, nos besamos, me chupaba y apretaba las tetas y ahí me perdí en un huracán de sensaciones entre mi orgasmo y sus chorros de leche caliente dentro mío, grité, gemi, arañaba el respaldo del sofá mientras sentía que me llenaba, que me inundaba mi sexo siempre hambriento. Quedé así con su pija aún dura dentro mío, lo besé, nos miramos a los ojos, hasta que mis piernas me permitieron pararme y ahí en ése momento fué como si me hubieran sacado un tapón, leche y jugos empezaron a mojar mis muslos aún temblando. Nos fuimos a duchar y empezamos a vivir ésto hermoso que para algunos es prohibido o malo, mi hijo me hizo su amante y yo a él mi macho...
- hijo va a explotar tu entrepierna....
- acá está mami para ayudar con eso...
Mientras yo me acariciaba,él se acercó a tomar mis tetas primero y después bajar hasta mi entrepierna yo estaba más que caliente, veía a un macho joven, viril, que me deseaba. Empezó a chupar mi conchita y yo gimiendo y empujando su cabeza para que no terminara nunca de lamer, chupar y mordisquear. Sentí dos dedos entrando y saliendo, yo arqueando mi cuerpo y jadeando, sentí un dedo en mi cola y ya estaba ida y preparada para que el primer orgasmo me invadiera. Acabé, mojé su boca, me besó con mis jugos y lo sentí sensual, caliente y tierno. Ahora era mi turno, no tardé en sacar su boxer y liberar su verga ya goteante, grande, con sus hermosos huevos llenos de leche para su mami putona he incestuosa. Con mis labios atrapé su cabeza y mi lengua lo acaricio, bajé por su tronco hasta sus huevos dejando rastros de baba, él gemía, me tomaba del cabello y yo ya estaba chorreando por mi entrepierna otra vez. La metí en mi boca hasta casi la base de su instrumento, no pude tragar todo aún haciendo garganta profunda. Después lo pajeaba de a ratos con mi mano pero más disfrutaba de mi boca tragando su verga y mirándolo con cara de puta, como dice él. En algunos minutos ya con voz jadeante me avisó que el volcán iba a explotar en leche y entonces me monté de frente y me clavé ésa verga que yo tanto había deseado y él por fin sintió el calor y los jugos de la mujer que deseaba he imaginaba. Lo cabalgué por unos cuantos minutos muy salvaje, la calentura nos envolvía, nos besamos, me chupaba y apretaba las tetas y ahí me perdí en un huracán de sensaciones entre mi orgasmo y sus chorros de leche caliente dentro mío, grité, gemi, arañaba el respaldo del sofá mientras sentía que me llenaba, que me inundaba mi sexo siempre hambriento. Quedé así con su pija aún dura dentro mío, lo besé, nos miramos a los ojos, hasta que mis piernas me permitieron pararme y ahí en ése momento fué como si me hubieran sacado un tapón, leche y jugos empezaron a mojar mis muslos aún temblando. Nos fuimos a duchar y empezamos a vivir ésto hermoso que para algunos es prohibido o malo, mi hijo me hizo su amante y yo a él mi macho...
10 comentarios - Deseo oculto...