Luego de hacer mi salida de esa habitación y dejar atrás a, probablemente, la chica que más me había hecho sufrir por amor en mi vida hasta ese momento, recién acabada y rogando por mi pija, decidí ir a mi habitación a bañarme y prepararme para previar.
Les conté a los pibes de dónde venía, y, luego de una merecida cagada a pedos, decidimos que previaríamos con las chicas que ellos habían estado la noche anterior, las cuales llamaron Las Chicas Superpoderosas, por sus disfraces.
Golpeamos la puerta con una botella de gin y un pack de birras bajo el brazo, además de unos porritos para pasar el rato. Nos abrieron dos chicas, que luego descubrí que eran las famosas superpoderosas que los pibes venían jodiendo desde la mañana. Entramos y nos pusimos a tomar las birras tranquilos, puesto que era temprano y no habían llegado los invitados (nosotros fuimos antes xq los invitaron a los pibes, yo caí re de colado). Además de nosotros 5 habían dos compañeras más de las chicas superpoderosas, pero estaban re cortadas solas en la cama hablando entre ellas, por lo que ni cabida.
Luego de un rato, que yo aproveché para enrolar mis porritos y mensajearme con Pau, lo cual a esta altura ya era costumbre, tocan la puerta. Desde adentro se escuchaba que se aproximaba un hermoso quilombo, pues se oían muchas voces y música. Sin embargo, al abrirse la puerta, lo que nos encontramos era muchísimo mejor: un grupo de un montón chicas, una más linda que la otra, todas vestidas ultra putonas, pues era la fiesta del estudiante y la ropa promo se estilaba muy reveladora.
Llegaron y revolucionaron la habitación. Encima los pibes estaban medio carameleando con sus chicas respectivamente, por lo que tuve que ponerme la del Diego y hacerme el organizador, además era el único varón. Rápidamente armé una especie de barra y empecé a repartir tragos, y girar porros. Acto seguido nos pusimos a bailar y la sensación fue realmente increíble, bailaba con todas, franeleaba con todas y hablaba con todas al mismo tiempo. De a una por vez, debo haberme besado con 5 de ellas al menos, pero la verdad no recuerdo tanto ya que la cantidad de alcohol que tome ese día fue exagerada.
Una vez en el boliche, arreglé para verme con Pau, pues la extrañaba ya. Bailamos un buen rato solos, hasta que ví el grupo de Julieta y por mi mente pasó una idea que me nubló la vista y me transformó. Parecía difícil lograr que suceda lo que yo quería, pero si había una noche en la que podía lograrlo era esa. Es ahora o nunca me dije a mi mismo. Tenía que cojerme a las dos juntas.
Decidí jugar bien mis cartas y no precipitarme, por lo que compré una botella de champagne y me acerqué con Pau a bailar con el grupo de Juli, aprovechando mi amistad con la mayoría de ellos. Yo sabía que Julieta estaba muy caliente conmigo después de la paja que le hice, por lo que no iba a enojarse por verme con Pau, sino que se iba a calentar aún más. Por este motivo, me aseguré que me mire mientras yo le manoseaba todo el orto y la apoyaba a mi morocha. Cada tanto hacia contacto visual con Juliy me daba cuenta que estaba volviéndose loca.
Lentamente fueron yéndose todos del grupo menos ella. Cuando esto sucedió, ellas se fueron acercando hasta bailar juntas. Parecían amigas de toda la vida, pero yo sabía que las dos estaban calientes, por lo que decidí ir un paso más allá, las agarré de la cintura a ambas y les pedí que me esperen que iba a buscar un trago. Ellas ni se rescataron de mi ausencia y siguieron bailando, cada vez más cerca una de las otra. Aparecí al rato con un vaso de cuba libre en la mano y las ví abrazadas una a la otra bailando pegadas. Observando esto decidí jugarmela completamente, me acerqué por atrás de Juli, que rápidamente me apoyo su culito, y mientras tanto le agarré la mano a Pau y le estampé un beso, por sobre el hombro de la rubia.
En ese momento yo sabía que ya había ganado, Paula y Juli estaban cagandose de risa con la situación, como si fueran dos amigas de toda la vida, y mientras tanto me besaba con las dos y apoyaba y bailaba con las dos. Solamente faltaba el momento de la invitación, pero era cuestión de tiempo hasta que alguna de ellas lo proponga, y, para mí sorpresa, fue Pau, la cual yo tenía vista como la más rescatada.
Yo estaba bailando con una en casa mano, les di una vueltita y las solté para que bailen entre ellas. En ese momento, Pau se abalanzó y le comió la boca sin previo aviso a Juli, que primero se rió como si fuera chiste pero al instante se prendió al beso. Luego de un tiempito besandose, ví como la morocha le decía algo a la rubia y acto seguido, arrancaba a caminar hacia la puerta, agarrándome la mano y arrastrandome con ellas.
Una vez en el hotel, la situación ya era incontrolable, los tres estábamos muy calientes. Ellas iban agarradas de la mano dándose besos y yo iba atrás de ellas admirando sus hermosos culos. Cualquiera que me viera me envidiaría, era un pendejo suertudo que se estaba x comer a una rubia y a una morocha de infarto. Pero para mí era incluso más excitante, por mi historia con ambas: Pau me había vuelto loco con esa sonrisa desde que la ví, y si bien la conocía hace 4 días sentía que me estaba enamorado; por su parte, con Juli tenía una historia de larga data y siempre había sido mi debilidad.
Al llegar a la habitación ellas siguieron besandose, estaban como locas entre ellas, por lo que yo les dejé su espacio y fui a armar uno. Cuando me di vuelta, estaban las dos en ropa interior, por lo que decidí prender el porro y finalmente unirme. Ambas festejaron mi llegada a la cama comiéndome la boca una por vez y desabrochandose los corpiños. Luego comenzaron a bajar dándome besos por mi cuerpo hasta llegar a mi pija. Jamás había experimentado algo así y realmente era la gloria. Tenía a dos pibas que me encantaban totalmente putas chupándome la pija en simultáneo. Encima las dos les encantaba mi pija, y me miraban mientras lo hacían. Alternaban entre mirarme a mi y mirarse entre ellas.
Cuando ya estaba a punto caramelo, les pedí que paren y la agarré a Pau y la senté en mi cara, mirando hacia Juli. Mientras tanto Juli sentó encima de mi pija y comenzó a cabalgarme, mientras se besaban entre ellas. Los gemidos se apoderaron de la habitación, solamente interrumpidos por los ruidos de nuestros cuerpos chocando y los besos entre ellas. Yo no paraba de chuparle la concha y el culo a Pau, mientras que Juli me cogía.
- Te gusta saltar en la pija de mi chico putita?-. Desafiaba Pau a Juli.
- Ay ay si me encanta su pija, pero es mía yo la probé primero-. Respondió la rubia, mientras le daba una cachetada a Pau. - Ahora por irrespetuosa tocame así te dejo la pija toda acabada para vos trolita dale.
Un instante después sentí como la mano de Pau bajaba hacia la concha de Juli y comenzaba a masturbarla, por lo que decidí usar mis manos también y meterle un dedo en el culo a la rubia mientras me la cogía.
El orgasmo que le dimos entre Pau y yo a Julieta fue increíble, una explosión de flujo y un grito que retumbó en todo el hotel nos indicó que entre su mano, la mía y mi pija le habíamos hecho alcanzar el climax de una forma espectacular.
- Ahora es mi turno, quiero que le muestres a esta putita como me cojes bien fuerte-. Me dijo Pau mientras se ponía en 4.
Sin hacerme desear, aproveché lo mojada que estaba por la chupada que le venía dando y se la metí bien fuerte de una.
- Ay hijo de puta me vas a matar, que buena pija tenés por dioooooos-. Gritaba la morocha.
- A ella no le metes un dedito en el culo como a mi?-. Preguntó Juli, ya recuperada del potente orgasmo que había tenido, mientras agarraba mi mano y me chupaba los dedos, preparándolos para la tarea. Acto seguido le metí uno, y como cedía y tenía espacio decidí meter un segundo.
- Ay si si si, me encanta. Quiero que me desvirgues el culo, dale estoy muy caliente-. Me pidió Pau.
Rápidamente le hice una seña a Juli de que se ponga abajo de ella, como haciendo un 69. La rubia aceptó encantada y se puso en posición y comenzó a chuparle la concha a la morocha, que ya volaba de la calentura. Mientras tanto yo aproveché los flujos de su concha y comencé a puertearle el culo bien despacito.
- Ay dios me vas a matar con esa pija hijo de puta, despacito ahh ahhhh ahhh siiii-. Paula no podía parar de gemir mientras mi pija se abría camino en su apretado agujero.
Cuando pude meter la mitad, comencé el mete y saca, cada vez más acelerado. Mientras tanto, Juli no paraba de chuparle la pija y cada tanto chuparme los huevos a mi.
- Dale acabame todo el culo, llenamelo de leche, dale que me acabo ay si ay si AAAAAAAAYYYYYYYY SIIIII-. Paula gritaba desesperada, su cuerpo temblaba sin parar y su culo me apretaba la pija de una forma inigualable. No tardé en acabarle todo adentro, Salvo el último lechazo, que se la saqué y se lo tire en la cara a Juli, que se encontraba muy entretenida comiendole la conchita y haciendo acabar a la morocha conmigo. Cuando la saqué, además se encargo de chuparle todo el culo recién roto, y tragarse toda la leche que de él salía
Cuando terminamos, con Julio decidimos ir a bañarnos, mientras que Pau nos pidió un ratito para descansar. En la ducha comenzamos nuevamente a besarnos y calentarnos, por lo que casi al instante de entrar, ya se encontraba con las tetas contra la pared recibiendo mi pija de atrás. En esa misma posición, ella se masturbaba con mi pija adentro, por lo que no tardó en acabar de nuevo, soltando un grito que atrajo a Pau a la bañera.
-Me puedo unir?-. Exclamó la morocha, con su característica sonrisa que me había vuelto loco. -Quiero chupartela y que nos acabes a las dos juntas.
Julieta se arrodilló, le hizo un espacio y señas con la mano de que se acerque. Luego de un par de cabezazos de cada una, yo ya no daba más y les lechee toda la cara. Esa imagen de las dos chicas que más me habían gustado en mi vida compartiendo mi leche y mi pija, no se me borró nunca mas.
Luego de esto, Julieta decidió que era mejor idea irse a dormir a su habitación, por miedo a lo que pudieran decir todos, por el reciente conflicto con Mateo. Por este motivo, con Paula la despedimos con un buen beso en la boca cada uno, luego nos fumamos la tuca que habia quedado y nos dormimos haciendo cucharita y mimitos.
Realmente el día que peor había arrancando y peor pintaba, terminó siendo por lejos, el mejor día del viaje, además de dar inicio a una linda dinámica entre nosotros tres.
Les dejo la parte 8 muchachos, espero que les esté gustando la serie.
Se agradecen puntos, comentarios y follows!
Que arranquen bien la semana!.
Iker.
Les conté a los pibes de dónde venía, y, luego de una merecida cagada a pedos, decidimos que previaríamos con las chicas que ellos habían estado la noche anterior, las cuales llamaron Las Chicas Superpoderosas, por sus disfraces.
Golpeamos la puerta con una botella de gin y un pack de birras bajo el brazo, además de unos porritos para pasar el rato. Nos abrieron dos chicas, que luego descubrí que eran las famosas superpoderosas que los pibes venían jodiendo desde la mañana. Entramos y nos pusimos a tomar las birras tranquilos, puesto que era temprano y no habían llegado los invitados (nosotros fuimos antes xq los invitaron a los pibes, yo caí re de colado). Además de nosotros 5 habían dos compañeras más de las chicas superpoderosas, pero estaban re cortadas solas en la cama hablando entre ellas, por lo que ni cabida.
Luego de un rato, que yo aproveché para enrolar mis porritos y mensajearme con Pau, lo cual a esta altura ya era costumbre, tocan la puerta. Desde adentro se escuchaba que se aproximaba un hermoso quilombo, pues se oían muchas voces y música. Sin embargo, al abrirse la puerta, lo que nos encontramos era muchísimo mejor: un grupo de un montón chicas, una más linda que la otra, todas vestidas ultra putonas, pues era la fiesta del estudiante y la ropa promo se estilaba muy reveladora.
Llegaron y revolucionaron la habitación. Encima los pibes estaban medio carameleando con sus chicas respectivamente, por lo que tuve que ponerme la del Diego y hacerme el organizador, además era el único varón. Rápidamente armé una especie de barra y empecé a repartir tragos, y girar porros. Acto seguido nos pusimos a bailar y la sensación fue realmente increíble, bailaba con todas, franeleaba con todas y hablaba con todas al mismo tiempo. De a una por vez, debo haberme besado con 5 de ellas al menos, pero la verdad no recuerdo tanto ya que la cantidad de alcohol que tome ese día fue exagerada.
Una vez en el boliche, arreglé para verme con Pau, pues la extrañaba ya. Bailamos un buen rato solos, hasta que ví el grupo de Julieta y por mi mente pasó una idea que me nubló la vista y me transformó. Parecía difícil lograr que suceda lo que yo quería, pero si había una noche en la que podía lograrlo era esa. Es ahora o nunca me dije a mi mismo. Tenía que cojerme a las dos juntas.
Decidí jugar bien mis cartas y no precipitarme, por lo que compré una botella de champagne y me acerqué con Pau a bailar con el grupo de Juli, aprovechando mi amistad con la mayoría de ellos. Yo sabía que Julieta estaba muy caliente conmigo después de la paja que le hice, por lo que no iba a enojarse por verme con Pau, sino que se iba a calentar aún más. Por este motivo, me aseguré que me mire mientras yo le manoseaba todo el orto y la apoyaba a mi morocha. Cada tanto hacia contacto visual con Juliy me daba cuenta que estaba volviéndose loca.
Lentamente fueron yéndose todos del grupo menos ella. Cuando esto sucedió, ellas se fueron acercando hasta bailar juntas. Parecían amigas de toda la vida, pero yo sabía que las dos estaban calientes, por lo que decidí ir un paso más allá, las agarré de la cintura a ambas y les pedí que me esperen que iba a buscar un trago. Ellas ni se rescataron de mi ausencia y siguieron bailando, cada vez más cerca una de las otra. Aparecí al rato con un vaso de cuba libre en la mano y las ví abrazadas una a la otra bailando pegadas. Observando esto decidí jugarmela completamente, me acerqué por atrás de Juli, que rápidamente me apoyo su culito, y mientras tanto le agarré la mano a Pau y le estampé un beso, por sobre el hombro de la rubia.
En ese momento yo sabía que ya había ganado, Paula y Juli estaban cagandose de risa con la situación, como si fueran dos amigas de toda la vida, y mientras tanto me besaba con las dos y apoyaba y bailaba con las dos. Solamente faltaba el momento de la invitación, pero era cuestión de tiempo hasta que alguna de ellas lo proponga, y, para mí sorpresa, fue Pau, la cual yo tenía vista como la más rescatada.
Yo estaba bailando con una en casa mano, les di una vueltita y las solté para que bailen entre ellas. En ese momento, Pau se abalanzó y le comió la boca sin previo aviso a Juli, que primero se rió como si fuera chiste pero al instante se prendió al beso. Luego de un tiempito besandose, ví como la morocha le decía algo a la rubia y acto seguido, arrancaba a caminar hacia la puerta, agarrándome la mano y arrastrandome con ellas.
Una vez en el hotel, la situación ya era incontrolable, los tres estábamos muy calientes. Ellas iban agarradas de la mano dándose besos y yo iba atrás de ellas admirando sus hermosos culos. Cualquiera que me viera me envidiaría, era un pendejo suertudo que se estaba x comer a una rubia y a una morocha de infarto. Pero para mí era incluso más excitante, por mi historia con ambas: Pau me había vuelto loco con esa sonrisa desde que la ví, y si bien la conocía hace 4 días sentía que me estaba enamorado; por su parte, con Juli tenía una historia de larga data y siempre había sido mi debilidad.
Al llegar a la habitación ellas siguieron besandose, estaban como locas entre ellas, por lo que yo les dejé su espacio y fui a armar uno. Cuando me di vuelta, estaban las dos en ropa interior, por lo que decidí prender el porro y finalmente unirme. Ambas festejaron mi llegada a la cama comiéndome la boca una por vez y desabrochandose los corpiños. Luego comenzaron a bajar dándome besos por mi cuerpo hasta llegar a mi pija. Jamás había experimentado algo así y realmente era la gloria. Tenía a dos pibas que me encantaban totalmente putas chupándome la pija en simultáneo. Encima las dos les encantaba mi pija, y me miraban mientras lo hacían. Alternaban entre mirarme a mi y mirarse entre ellas.
Cuando ya estaba a punto caramelo, les pedí que paren y la agarré a Pau y la senté en mi cara, mirando hacia Juli. Mientras tanto Juli sentó encima de mi pija y comenzó a cabalgarme, mientras se besaban entre ellas. Los gemidos se apoderaron de la habitación, solamente interrumpidos por los ruidos de nuestros cuerpos chocando y los besos entre ellas. Yo no paraba de chuparle la concha y el culo a Pau, mientras que Juli me cogía.
- Te gusta saltar en la pija de mi chico putita?-. Desafiaba Pau a Juli.
- Ay ay si me encanta su pija, pero es mía yo la probé primero-. Respondió la rubia, mientras le daba una cachetada a Pau. - Ahora por irrespetuosa tocame así te dejo la pija toda acabada para vos trolita dale.
Un instante después sentí como la mano de Pau bajaba hacia la concha de Juli y comenzaba a masturbarla, por lo que decidí usar mis manos también y meterle un dedo en el culo a la rubia mientras me la cogía.
El orgasmo que le dimos entre Pau y yo a Julieta fue increíble, una explosión de flujo y un grito que retumbó en todo el hotel nos indicó que entre su mano, la mía y mi pija le habíamos hecho alcanzar el climax de una forma espectacular.
- Ahora es mi turno, quiero que le muestres a esta putita como me cojes bien fuerte-. Me dijo Pau mientras se ponía en 4.
Sin hacerme desear, aproveché lo mojada que estaba por la chupada que le venía dando y se la metí bien fuerte de una.
- Ay hijo de puta me vas a matar, que buena pija tenés por dioooooos-. Gritaba la morocha.
- A ella no le metes un dedito en el culo como a mi?-. Preguntó Juli, ya recuperada del potente orgasmo que había tenido, mientras agarraba mi mano y me chupaba los dedos, preparándolos para la tarea. Acto seguido le metí uno, y como cedía y tenía espacio decidí meter un segundo.
- Ay si si si, me encanta. Quiero que me desvirgues el culo, dale estoy muy caliente-. Me pidió Pau.
Rápidamente le hice una seña a Juli de que se ponga abajo de ella, como haciendo un 69. La rubia aceptó encantada y se puso en posición y comenzó a chuparle la concha a la morocha, que ya volaba de la calentura. Mientras tanto yo aproveché los flujos de su concha y comencé a puertearle el culo bien despacito.
- Ay dios me vas a matar con esa pija hijo de puta, despacito ahh ahhhh ahhh siiii-. Paula no podía parar de gemir mientras mi pija se abría camino en su apretado agujero.
Cuando pude meter la mitad, comencé el mete y saca, cada vez más acelerado. Mientras tanto, Juli no paraba de chuparle la pija y cada tanto chuparme los huevos a mi.
- Dale acabame todo el culo, llenamelo de leche, dale que me acabo ay si ay si AAAAAAAAYYYYYYYY SIIIII-. Paula gritaba desesperada, su cuerpo temblaba sin parar y su culo me apretaba la pija de una forma inigualable. No tardé en acabarle todo adentro, Salvo el último lechazo, que se la saqué y se lo tire en la cara a Juli, que se encontraba muy entretenida comiendole la conchita y haciendo acabar a la morocha conmigo. Cuando la saqué, además se encargo de chuparle todo el culo recién roto, y tragarse toda la leche que de él salía
Cuando terminamos, con Julio decidimos ir a bañarnos, mientras que Pau nos pidió un ratito para descansar. En la ducha comenzamos nuevamente a besarnos y calentarnos, por lo que casi al instante de entrar, ya se encontraba con las tetas contra la pared recibiendo mi pija de atrás. En esa misma posición, ella se masturbaba con mi pija adentro, por lo que no tardó en acabar de nuevo, soltando un grito que atrajo a Pau a la bañera.
-Me puedo unir?-. Exclamó la morocha, con su característica sonrisa que me había vuelto loco. -Quiero chupartela y que nos acabes a las dos juntas.
Julieta se arrodilló, le hizo un espacio y señas con la mano de que se acerque. Luego de un par de cabezazos de cada una, yo ya no daba más y les lechee toda la cara. Esa imagen de las dos chicas que más me habían gustado en mi vida compartiendo mi leche y mi pija, no se me borró nunca mas.
Luego de esto, Julieta decidió que era mejor idea irse a dormir a su habitación, por miedo a lo que pudieran decir todos, por el reciente conflicto con Mateo. Por este motivo, con Paula la despedimos con un buen beso en la boca cada uno, luego nos fumamos la tuca que habia quedado y nos dormimos haciendo cucharita y mimitos.
Realmente el día que peor había arrancando y peor pintaba, terminó siendo por lejos, el mejor día del viaje, además de dar inicio a una linda dinámica entre nosotros tres.
Les dejo la parte 8 muchachos, espero que les esté gustando la serie.
Se agradecen puntos, comentarios y follows!
Que arranquen bien la semana!.
Iker.
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