Después de varios días de conversación quedé de encontrarme con un chico (40 y tantos años), fui a su departamento en Córdoba. En mí casa dije que tenía una despedida de año, así que no hubo problema para salir.
Al llegar, me dice Carlos (nombre ficticio): estoy con un amigo pero enseguida se va. Así que subimos, conversamos los tres y Juan (nombre ficticio) no se iba más (jajaja).
En un momento empezaron a hablar de mujeres y mostraban las fotos de las que hablaban hasta que se empezaron a calentar y se les notaba la pija dura en el pantalón… y yo les dije, basta de ver eso que ya están erectos (jajajaja).
Y Juan me dice, y a vos no te calientan estas fotos? O te gusta más ver esto? Me preguntó mientras se agarraba el bulto duro.
Le digo a Carlos, ey que atrevido tu amigo, jejeje
Nos reímos un rato y seguimos boludeando mientras nos tomamos unas frías.
Al rato Carlos me pregunta: no tenés calor? (es que yo estaba de campera y jeans).
Me acerqué y despacito le dije: sí, pero pasa que tengo puesta ropa de mujer abajo (mientras me sonrojaba).
Sacate, ponete cómoda, estamos en confianza… me dice Carlos.
Cómoda? Preguntó Juan.
A lo que Carlos respondió: se me escapó, es que me contó que tiene ropa de mujer debajo del abrigo.
Y bueno, mostrá. Dijo Juan.
Así que me saqué la campera y el jean… debajo tenía corpiño, tanga, calza bien metida y remerita de mujer.
Juan, el amigo que supuestamente ya se iba, no se aguantó y me dió un tremendo chirlo en la cola… me dijo: tenía razón entonces que te gustaba esto…
Y la sacó, y de los pelos me hizo arrodillar… solo me entraba la mitad de su pija dura en la boca.
Mientras me hacía atragantar, le dijo a Carlos: che, no te pedí permiso para meterle la pija en la boca a tu puta.
No es mí puta, respondió Carlos, es la primera vez que nos vemos.
Ah, bueno, entonces ahora es de los dos, dijo Juan.
Carlos se acercó y también me cogió la boca… su pija me entraba toda pero era súper gorda, tenía que abrir la boca a más no poder.
Después de un buen rato de chupar esas dos hermosas vergas, me pusieron sobre la mesa… Juan, sentado en su silla, me rompió la calza, me corrió la tanga y me chupó la cola como nadie (prácticamente me cogió con la lengua) mientras me nalgueaba bien duro (me acuerdo y todavía me duelen los cachetes de la cola). De la otra parte de la mesa, Carlos me atragantaba con su verga gruesa, me agarraba de los pelos y me la empujaba toda… mientras Juan me tenía las manos. Yo estaba entregado, no podía safar de esa cogida.
Hasta que pararon y me llevaron a la cama. Juan me terminó de romper toda la calza, solo me dejó la tanga corrida y me puso en cuatro a la orilla de la cama… pegué un gemido tan de puta porno cuando me metió semejante pedazo, hasta sentí que me salió lechita cuando me ensartó. Y así fueron rotando, mientras uno me cogía la cola, otro me cogía la boca.
Después de un rato me ataron las muñecas junto con los tobillos, me bajaron al piso y ahí quedé cola para arriba… me culiaron re duro en esa posición, me dolía pero gemía de placer, mí pija chorreaba esa babita pegajosa de cuando estás muy caliente, mí cola estaba súper dilatada y también se lubricaba a full.
En un momento, Carlos me estaba cogiendo y paró pero dejándome la pija adentro, sentí algo muy caliente… pensé que me había acabado, pero no, era pis, me llenó el culo de pis y cuando sacó su pija salió todo. Nunca me habían hecho eso, me sentí raro. Después Juan hizo lo mismo pero ya me empezó a gustar. Les pedí que me desaten para arrodillarme y me hagan la lluvia dorada en mí ropa de puta que traía puesta, y lo hicieron… me dió mucho placer.
Juan, que tenía la pija que parecía que iba a explotar, me dijo que me siente y le cabalgue su pija… lo hice, la sentía hasta adentro de la panza, no sé. Ahí me abrazó en su pecho como sujetándome y Carlos me metió su pija también. Me dolió un montón, pero quería que me bombearan las dos sin parar (que delicia, era una fantasía que tenía).
Al ratito ambos se pararon, me pusieron de rodillas y me tiraron leche por toda la cara, el pelo, el pecho y me metían la pija chorreando leche adentro de la boca.
Mí pija también estaba chorreando leche, creo que acabé cuando tuve las dos pijas adentro de la cola.
Nos metimos a la ducha los tres, me volvieron a mear todo. Luego de la ducha, Juan dice: bueno, ahora sí me voy… nos reímos.
Desde esa culiada, borré todas mis fotos, no quería ser más la puta de nadie… estaba reventada, tuve los cachetes de la cola todo rojo por un par de días... No sé por cuánto tiempo me quedó el culo como salido, hasta que se acomodó. Lo que me costaba sentarme.
Pero anhelo otro encuentro así. En cuanto pueda lo voy a repetir. Por ahora, me compré un consolador y voy entrenando mí huequito.
Al llegar, me dice Carlos (nombre ficticio): estoy con un amigo pero enseguida se va. Así que subimos, conversamos los tres y Juan (nombre ficticio) no se iba más (jajaja).
En un momento empezaron a hablar de mujeres y mostraban las fotos de las que hablaban hasta que se empezaron a calentar y se les notaba la pija dura en el pantalón… y yo les dije, basta de ver eso que ya están erectos (jajajaja).
Y Juan me dice, y a vos no te calientan estas fotos? O te gusta más ver esto? Me preguntó mientras se agarraba el bulto duro.
Le digo a Carlos, ey que atrevido tu amigo, jejeje
Nos reímos un rato y seguimos boludeando mientras nos tomamos unas frías.
Al rato Carlos me pregunta: no tenés calor? (es que yo estaba de campera y jeans).
Me acerqué y despacito le dije: sí, pero pasa que tengo puesta ropa de mujer abajo (mientras me sonrojaba).
Sacate, ponete cómoda, estamos en confianza… me dice Carlos.
Cómoda? Preguntó Juan.
A lo que Carlos respondió: se me escapó, es que me contó que tiene ropa de mujer debajo del abrigo.
Y bueno, mostrá. Dijo Juan.
Así que me saqué la campera y el jean… debajo tenía corpiño, tanga, calza bien metida y remerita de mujer.
Juan, el amigo que supuestamente ya se iba, no se aguantó y me dió un tremendo chirlo en la cola… me dijo: tenía razón entonces que te gustaba esto…
Y la sacó, y de los pelos me hizo arrodillar… solo me entraba la mitad de su pija dura en la boca.
Mientras me hacía atragantar, le dijo a Carlos: che, no te pedí permiso para meterle la pija en la boca a tu puta.
No es mí puta, respondió Carlos, es la primera vez que nos vemos.
Ah, bueno, entonces ahora es de los dos, dijo Juan.
Carlos se acercó y también me cogió la boca… su pija me entraba toda pero era súper gorda, tenía que abrir la boca a más no poder.
Después de un buen rato de chupar esas dos hermosas vergas, me pusieron sobre la mesa… Juan, sentado en su silla, me rompió la calza, me corrió la tanga y me chupó la cola como nadie (prácticamente me cogió con la lengua) mientras me nalgueaba bien duro (me acuerdo y todavía me duelen los cachetes de la cola). De la otra parte de la mesa, Carlos me atragantaba con su verga gruesa, me agarraba de los pelos y me la empujaba toda… mientras Juan me tenía las manos. Yo estaba entregado, no podía safar de esa cogida.
Hasta que pararon y me llevaron a la cama. Juan me terminó de romper toda la calza, solo me dejó la tanga corrida y me puso en cuatro a la orilla de la cama… pegué un gemido tan de puta porno cuando me metió semejante pedazo, hasta sentí que me salió lechita cuando me ensartó. Y así fueron rotando, mientras uno me cogía la cola, otro me cogía la boca.
Después de un rato me ataron las muñecas junto con los tobillos, me bajaron al piso y ahí quedé cola para arriba… me culiaron re duro en esa posición, me dolía pero gemía de placer, mí pija chorreaba esa babita pegajosa de cuando estás muy caliente, mí cola estaba súper dilatada y también se lubricaba a full.
En un momento, Carlos me estaba cogiendo y paró pero dejándome la pija adentro, sentí algo muy caliente… pensé que me había acabado, pero no, era pis, me llenó el culo de pis y cuando sacó su pija salió todo. Nunca me habían hecho eso, me sentí raro. Después Juan hizo lo mismo pero ya me empezó a gustar. Les pedí que me desaten para arrodillarme y me hagan la lluvia dorada en mí ropa de puta que traía puesta, y lo hicieron… me dió mucho placer.
Juan, que tenía la pija que parecía que iba a explotar, me dijo que me siente y le cabalgue su pija… lo hice, la sentía hasta adentro de la panza, no sé. Ahí me abrazó en su pecho como sujetándome y Carlos me metió su pija también. Me dolió un montón, pero quería que me bombearan las dos sin parar (que delicia, era una fantasía que tenía).
Al ratito ambos se pararon, me pusieron de rodillas y me tiraron leche por toda la cara, el pelo, el pecho y me metían la pija chorreando leche adentro de la boca.
Mí pija también estaba chorreando leche, creo que acabé cuando tuve las dos pijas adentro de la cola.
Nos metimos a la ducha los tres, me volvieron a mear todo. Luego de la ducha, Juan dice: bueno, ahora sí me voy… nos reímos.
Desde esa culiada, borré todas mis fotos, no quería ser más la puta de nadie… estaba reventada, tuve los cachetes de la cola todo rojo por un par de días... No sé por cuánto tiempo me quedó el culo como salido, hasta que se acomodó. Lo que me costaba sentarme.
Pero anhelo otro encuentro así. En cuanto pueda lo voy a repetir. Por ahora, me compré un consolador y voy entrenando mí huequito.
0 comentarios - Mí primer trío.