Resulta que desde que empecé la facultad hace unos años me hice amigo de una chica llamada Paula, la cual desde un primer momento fue amable y pudimos conectar formando una linda amistad, en la cual nos ayudábamos mutuamente y pasábamos un buen rato.
Esto se mantuvo así por meses, sin que nada del otro mundo pasara, ya que ella estaba de novia y a mi no se me pasaba por la cabeza verla como más que una amiga.
Al menos eso fue durante un tiempo. Resulta que Paula en general usaba ropa algo holgada, sin demasiadas pretensiones, ya que al ser super rubia y de ojos celestes ya llamaba bastante la atención de todos alrededor. Pero un día de calor, por algún motivo, se le ocurrió venir de un top negro apretado que dejaba ver un poco su vientre entrenado y un jean azul apretado, que por primera vez me dejo ver lo más hermoso que vi en mi vida, un orto hermoso, sin ser muy grande, pero redondo y bien formado, como una manzana, ahora entallado en ese pantalón que hasta parecía incomodarle para caminar de lo apretado que era, sumado al top que resalaba su atlética figura y sus pequeños senos, era la imagen perfecta para cualquier hombre que posaba su mirada en esta hermosura, ella me hablaba y reía como siempre, pero yo ya tenía grabado a fuego esa imagen, su culo, mi compañera amiga, paso a ser mi compañera culona.
De ahí en más cada vez que utilizaba ropa ajustada yo andaba con la pija dura todo el día con ella, tratando de disimular y sacarle charla como siempre.
Un día de mucho calor a la vuelta de las clases, esperábamos juntos el colectivo que nos acercaba a nuestras casas, ese día usaba una remera blanca corta bien ajustada, el pelo recogido rubio le brillaba a la luz del sol, unos collares y un choker que me daban ganas de agarrarla de ahí y ahorcarla con eso mientras me cogía ese culazo, eso sumado al pantalón corto de jean blanco que parecía engordarle aun mas el culo manzana que tiene.
En la fila para subir al colectivo atascado yo estaba por detrás mientras ella seguía comentando sobre la clase que teníamos, yo estaba al palo viendo su culo desde arriba ya que soy bastante alto, en un momento una persona me empuja para tratar de subir y sin darme cuenta termino golpeando a Paula con mi pelvis y mi poronga parada justo en el medio de su cola, me quería morir, pasaron mil pensamientos catastróficos en mi cabeza ¿se dio cuenta? ¿Qué va a decir? le pedí perdón al instante, pero ella ni se inmuto y riendo me dijo no pasa nada la gente esta alterada por subir.
De ahí en mas ya no podía mas, la pija se me quería salir del jean de lo caliente que estaba, ya subidos en el colectivo llenísimo, estuve el viaje apretado como sardinas con todos, y por suerte, con mi compañera culona adelante, de a poco al principio le daba toquecitos con la punta del choto en su culo, viendo como se hundía cada tanto mientras mantenía la charla y el colectivo ayudaba por el movimiento, fueron las 15 cuadras mas placenteras de mi vida, al final ya me ayudaba con el envión del colectivo y arrastraba de lado a lado mi miembro en su culito, sintiéndolo firme contra mi.
Estuvimos así el viaje hasta que ella bajó y me despidió con un beso en el cachete como si no hubiese estado todo el rato saboreando su cuerpo después de meses de desear ese par de nalgas, la vi bajarse mientras se hacia espacio entre la gente, me pregunto si alguien más disfruto de ese culazo como yo.
De ahí en más celebro cada vez que compartimos colectivo a casa y puedo mandarme de las mías con ella.
Pd: Miniatura con una imagen que subió a mejores amigos estos últimos días. Me pregunto que opinara el novio.
Esto se mantuvo así por meses, sin que nada del otro mundo pasara, ya que ella estaba de novia y a mi no se me pasaba por la cabeza verla como más que una amiga.
Al menos eso fue durante un tiempo. Resulta que Paula en general usaba ropa algo holgada, sin demasiadas pretensiones, ya que al ser super rubia y de ojos celestes ya llamaba bastante la atención de todos alrededor. Pero un día de calor, por algún motivo, se le ocurrió venir de un top negro apretado que dejaba ver un poco su vientre entrenado y un jean azul apretado, que por primera vez me dejo ver lo más hermoso que vi en mi vida, un orto hermoso, sin ser muy grande, pero redondo y bien formado, como una manzana, ahora entallado en ese pantalón que hasta parecía incomodarle para caminar de lo apretado que era, sumado al top que resalaba su atlética figura y sus pequeños senos, era la imagen perfecta para cualquier hombre que posaba su mirada en esta hermosura, ella me hablaba y reía como siempre, pero yo ya tenía grabado a fuego esa imagen, su culo, mi compañera amiga, paso a ser mi compañera culona.
De ahí en más cada vez que utilizaba ropa ajustada yo andaba con la pija dura todo el día con ella, tratando de disimular y sacarle charla como siempre.
Un día de mucho calor a la vuelta de las clases, esperábamos juntos el colectivo que nos acercaba a nuestras casas, ese día usaba una remera blanca corta bien ajustada, el pelo recogido rubio le brillaba a la luz del sol, unos collares y un choker que me daban ganas de agarrarla de ahí y ahorcarla con eso mientras me cogía ese culazo, eso sumado al pantalón corto de jean blanco que parecía engordarle aun mas el culo manzana que tiene.
En la fila para subir al colectivo atascado yo estaba por detrás mientras ella seguía comentando sobre la clase que teníamos, yo estaba al palo viendo su culo desde arriba ya que soy bastante alto, en un momento una persona me empuja para tratar de subir y sin darme cuenta termino golpeando a Paula con mi pelvis y mi poronga parada justo en el medio de su cola, me quería morir, pasaron mil pensamientos catastróficos en mi cabeza ¿se dio cuenta? ¿Qué va a decir? le pedí perdón al instante, pero ella ni se inmuto y riendo me dijo no pasa nada la gente esta alterada por subir.
De ahí en mas ya no podía mas, la pija se me quería salir del jean de lo caliente que estaba, ya subidos en el colectivo llenísimo, estuve el viaje apretado como sardinas con todos, y por suerte, con mi compañera culona adelante, de a poco al principio le daba toquecitos con la punta del choto en su culo, viendo como se hundía cada tanto mientras mantenía la charla y el colectivo ayudaba por el movimiento, fueron las 15 cuadras mas placenteras de mi vida, al final ya me ayudaba con el envión del colectivo y arrastraba de lado a lado mi miembro en su culito, sintiéndolo firme contra mi.
Estuvimos así el viaje hasta que ella bajó y me despidió con un beso en el cachete como si no hubiese estado todo el rato saboreando su cuerpo después de meses de desear ese par de nalgas, la vi bajarse mientras se hacia espacio entre la gente, me pregunto si alguien más disfruto de ese culazo como yo.
De ahí en más celebro cada vez que compartimos colectivo a casa y puedo mandarme de las mías con ella.
Pd: Miniatura con una imagen que subió a mejores amigos estos últimos días. Me pregunto que opinara el novio.
8 comentarios - Mi compañera culona
Y ahí si le calentaste la concha te va a entregar el orto