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Mi cuñadita se toca viéndonos garchar (cap 14)

Con el correr del tiempo y de convivir con mi turra esperando el nacimiento de nuestro hijo me fui dando cuenta de algunas cosas que hasta el momento había pasado por alto. Por empezar el haber embarazado a mi turra me daba como una credencial turra algo asi como un titulo que establecía que yo era un digno integrante de la familia, del barrio y del mundo turro. El hecho de haberla embarazado a tan corta edad y en tan poco tiempo era como una categoría superior del mismo titulo.  Eso hacia que en cualquier juntada reunión joda lo que sea siempre se sacará a relucir ese título esa chapa aprobatoria. Mi turra entonces siempre decía cosas como "si me preñó al toque" "ni un mes íbamos juntos y pum embarazada". Yo solamente tenía que poner carita de satisfacción y dejar a la turra alardear por si sola. Mostrar que su macho la había llenado de leche y que esa bendi era un trofeo. 

Pero también empecé a notar que una de mis cuñaditas, la que compartía la pieza con nosotros, me miraba diferente. Cómo si hubiera empezado a respirar un olor a turro macho alfa que le despertara la concha y le pidiera a gritos mi verga. Primero fueron cosas sutiles, una mirada después otra, una sonrisita el decirme "cuña" con más afecto. Incluso el abrazarme cuando volvía del laburo. Por su puesto que yo no era ningún galán ni mucho menos y seguramente en condiciones normales jamás me hubiera dado bola pero el hecho de haberme transformado en el que preñó a la hermana, en el que la llevaba a pasear en el auto, en el que se la garchaba todas las noches hacía explotar un deseo ardiente en su cabeza hacia mi humilde persona. 

Las turras son muy celosas y bastante competitivas si vos lo tenés yo lo quiero y si vos lo querés yo te lo voy a sacar. De modo que Jesica apenas olfateo un poco de cariño extra por parte de su hermanita hacia mi, se puso aún más en hembra villera y marcaba más su territorio. Ya no miraba a la hermana como un ser inofensivo sino que la veía como una putita concha caliente y comenzó incluso a comerme más la boca frente a su hermana a rosarme a apoyarme la cola en mi bulto. Incluso a alardear sobre nuestros garches. Cosa graciosa porque la pendejita dormía en nuestra misma pieza, claramente los debería escuchar. Por otro lado mi cuñadita ni lenta ni boluda comenzó a vestirse mucho más trola, desfilandose delante mío. Aprovechando que ya tenía la colita bien parada bien marcada se ponía unas calsitas azules brillantes bien llamativas (sobre todo en la época) recontra entangada mal. Incluso aveces hasta dejaba el hilito asomar por encima de la calsa para calentar y provocar todavía más. No tenía básicamente nada de tetas pero compensaba al igual que mi turra en no usar corpiño y lucir sus pequeños pezones en remeras blancas o musculosas sueltas. Más de una vez cruzamos miradas y alguna sonrisa. 

No habían pasado muchos días de esta competencia entre turras que Jesica decidió ir un poco más allá. Llevar el juego al siguiente nivel, demostrándole a su hermanita que ella es la hembra que me conquistó y la única luchona que yo iba a tener. Aprovechando la excusa de la llegada del bebé modifico absolutamente toda la pieza o mejor dicho la posición de toda la pieza. Corriendo las camas de tal manera que la nuestra quede completamente pegada a la cama de mi cuñadita. Dejando en teoría espacio del otro lado para la supuesta cuna. Al estar cama con cama fue tan turra de dejar las maderas pegadas cosas que al más mínimo movimiento de una cama choque con la otra. Se entiende? Quería que garchando nosotros mi cuñada en su cama sintiera absolutamente todo. Que le fuera imposible dormir y sepa lo putona que es su hermana. Yo me di cuenta de todo apenas me mostró como "redecoro" la pieza, sabía que lo de la cuna era una excusa pero me excitaba la putez de mi turra. 

Ya bien entrada la noche y apenas mi cuñadita se fue a acostar, "de la nada" le dieron muchas ganas a mi turra de garchar. Se me sentó a upa en la mesa del comedor y me empezó a hacer mimos, y darme besitos en el cuello y en la boca. Fue rápida "quiero que me cojas" me dijo al oído. Nos levantamos, no sin antes llevarnos dos latas de birra, y arrancamos para la pieza. Mi cuñadita estaba acostada apenas tapada con la sabana y se notaba que dormía plácidamente. Mi turra empezó a comerme la boca salvajemente de parados contra la pared sin revoque. Me mordía el labio y me sacaba rápidamente la ropa. Yo le saque la ropa dejándola en tetas esos pezones grandes de turra preñada y con la tanguita hilito blanca frente a mi. Se la saqué despacito y me arrodille para chuparle esa concha flujeada hermosa. Mi turra no solo dió aproposito un golpe con su pie a la cama de mi cuñadita que la despertó sino que ensima puso su pierna sobre la cama. Y me miró como para que empiece a chuparle la concha. Yo tenía la verga paradisima mal titilando cabezona al aire libre. Mi turra con la pierna sobre la cama de mi cuñadita en concha lista para recibir mi lengüita, y mi cuñada despierta a punto de ver la putez de su hermana más en vivo y directo que nunca. 

Yo comencé a chuparle la concha a mi turra mientras ella gemia como putona en celo. Más le pasaba la lenguita más le lengueteaba la concha y Jesica más gemia más gozaba. Yo tenía su concha literal en mi cara y no veía lo que pasaba pero mi turra hundía su pierna más en la cama de mi cuñada asique está seguramente no dormía nada. Yo volaba de calentura no solo por estar chupandole la concha a mi turra sino por toda la situación. Apenas pude mirar más allá de la concha de mi turra lo hice. Mi cuñadita estaba completamente despierta apoyada en la cama contra la almohada con la respiración agitada pero todavía quieta aunque se había destapado y tenía frente a mi su tanguita hilito fuccia. Más loco me puse y más le volví a chupar la concha a mi turra. Yo ya era un turró completo y tenía la verga durísima mientras sin importarme nada le seguía chupando la concha a mi turra. Jesica ya había pasado de gemidos a gritos y su concha estaba empapadisima mal tanto que mientras se la chupaba sentía su flujo cada vez más en mi boca. Cuando levanté la mirada de vuelta mi turra miraba a mi cuñadita. No le decía nada pero mientras yo le chupaba la concha ella la miraba a la hermana como diciéndole ves que yo soy la hembra la preñada yo soy su dueña. Mi cuñada estaba rojisima de la calentura de la excitacion y debería tener la conchita mojadisima mal. Mi turra volvió hacia mi y me dijo "cojeme bebu rompeme la concha". Y para ser aún más hija de puta se puso en cuatro sobre la cama de la hermanita. Está se sorprendió y hasta tuvo que irse un poquito más hacia arriba. Mi turra no le sacaba los ojos de encima y la miraba desafiante como gata en celo. Yo me puse por detrás, y note como mi cuñada me relojeo la verga durísima parada mal antes de que la ensarte toda a mi turra. 

Fue una ensartada hermosa piel con piel sin forro con su concha ya empapada mal flujeando directamente. Mi turra apretó fuerte la sábana de la cama de mi cuñadita y recibía mis vergasos mientras gritaba de placer. Yo que ahora veía toda la escena alternaba mirando la putez de mi turra y la calentura de mi cuñadita. Está volaba de calentura como nosotros y se bajó la tanguita hilito y comenzó a pasarse la manito por su concha empapada. Mi turra la ignoraba y seguia en la suya recibiendo verga y gritando como loba. Yo sentía que iba a estallar y le daba verga a mi turra mientras salpicaba flujo a la cama a de mi cuñada. No sé había escondido para tocarse. Tenía su conchita ahí apretadita chiquita frente a nosotros. Un poquito peludita y se pasaba los dos deditos de su mano bien por la concha hasta que se colo uno. Yo le daba bomba y bomba a mi turra pero tenía los ojos clavados en la concha de mi cuñadita, ella me miraba directo a mi. No me sacaba los ojos de encima. Los gritos de mi turra inundaban toda la pieza. Su flujo caía en la cama de mi cuñada, y yo estaba a punto de acabar, no daba más. Mi cuñadita empezó a gemir suavemente pero entre grito y grito de mi turra se escuchaban sus gemidos de pendejita alsada. 

Sinceramente no pude más la situación me volvía loco mal y acabe llenándola de leche a mi turra, fue una explosión de leche dentro de su concha. Jesica quería seguir garchando de modo que se incorporó de la cama y me empujó hacia nuestra cama. Con su concha toda enlechada se subió ensima mío y me siguió comiendo a besos haciendo que mi verga se deslice dentro de su concha otra vez. Perdí de vista a mi cuñadita teniendo a mi turra ensima pero un par de cabalgadas después un par de gemidos fuertes me hicieron entender que tocándose había acabado. Nosotros seguimos garchando un buen rato hasta que mi turra gritando como loba acabo todo su flujo sobre mi empapando toda la cama nuestra. Gritaba y acababa que daba gusto y nuevamente miraba de costado a su hermanita que seguía caliente mojada y se había vuelto a tocar. Yo me deje llevar y acabe un rato después, otra vez llenandola de leche. La competencia entre hermanas turras había llegado a otro nivel..
Mi cuñadita se toca viéndonos garchar (cap 14)

9 comentarios - Mi cuñadita se toca viéndonos garchar (cap 14)

mdqpablo +1
Que locura de relato
Limaxxx +1
La situación me dejo a miillllll muy bueno!!
Joaquinyjesica
imaginate yo lo q sentia en ese momento jaja
serialbot +2
Las tenes que cojer a todas, ser el macho de la casa y de todas
Marcosferreiraa +2
Te dejoo mas 10, deja fotos de como es tu turra, o de alguien parecida y de vos tambien, pa imaginar la situacióm
Joaquinyjesica
es buena si buscar fotos ilustrativas
carlinodeluxe +1
Por dios que relato amigo!!!! me dejo loco...me imagino esa turrita tocandose...van 10 te los mereces!!!!
Joaquinyjesica
gracias genio si fue una noche sarpada mal
Mauricio_2431 +1
No me vas a dejar con las ganas de leer la culiada a la hermanita... la vez pasada desapareciste dejandome la pija en la mano. jajajajajajaj
Kevinlimon
JAJAJAJAJA QUE IMAGINACION TIENEN