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Es en situaciones como esa que encuentro que Marisol es a veces una“Napoleón del crimen”.

Porque solo le bastó una llamada a Sonia contándole toda la situación que estábamos viviendo con las vecinas y si acaso le molestaba hospedarla a ella, las niñas y la perrita por el fin de semana, para dejarme campo libre y que ellas aprovecharan de jugar con su hermano.

De más está decir que mi jefa aceptó sin complicaciones, dado que aparte de llevarse bastante bien con mi esposa y tener un amplio departamento con muchas habitaciones, también comparten el morbo de mis avatares libidinosos, siendo que ella se divierte grandemente de tratar de ponerme caliente durante nuestras juntas informativas. Además, nuestros hijos verdaderamente disfrutan de compartir tiempo y juegos juntos.

Claro está, que cuando les dije a mis niñas que yo no podía ir, porque “tenía que trabajar” y sin asimilar que la madre de su hermano Bastián es también mi jefa, el entusiasmo por el paseo disminuyó levemente.

No obstante, no fue lo único que hizo Marisol. Por el otro flanco, ya sabiendo que Brenda no era virgen y que estaban en ese período en donde aprovechaban de tener relaciones la mayor cantidad de tiempo posible, no le fue difícil azuzar a nuestra vecina para que hablase con su novio, que, a su vez, animase a su hermano (exnovio original de Brenda) a salir de jarana durante el sábado, de manera tal que pudieran coger sin dificultades en el departamento de este.

Y, por último, al ver que todo estaba saliendo acorde a sus planes, ella decidió “cortarme el agua” desde la noche del miércoles en adelante (no sin antes, ponerme caliente por las noches), para dejarme completamente ganoso para el sábado.

Fue así como, para el viernes, las piezas calzaban perfectamente como si fueran legos.

Sarah (S): Hey, ¿Cómo estás? ¿Adivina qué? Mi hija se quedará mañana donde su novio, por lo que estaré sola todo el día… y estaba pensando que mi lavamanos del baño no está funcionando bien, por lo que necesitaré un handyman que venga a repararlo. (emoji de sonrisa maliciosa)

Marco (M): No me parece nada mal. En la mía, Marisol quiere ir a visitar a una amiga por el fin de semana.

(S): ¿Por qué? ¿Acaso ustedes pelearon? No los he escuchado tener relaciones en estos últimos días.

(Marisol y yo no pudimos evitar reírnos al leer aquello)

(M): Algo así. Marisol quiere visitar a mi jefa, Sonia, junto con las niñas y el perro, para que puedan jugar y así, ellas pueden conversar tranquilas.

(S): Entonces… ¿Estarás solo el fin de semana?

(M): Así parece.

(Ella no tardó ni 20 segundo en mandar la respuesta)

(S): Sé que es repentino, pero en vista que estaré sola, y que tú estarás solo… ¿Crees que podríamos…?

(S): ¿Estar solos juntos?

(Una vez que los leí, borró los mensajes casi al instante)

(M): No me parece mala idea.

De repente, Marisol y yo escuchamos un clarísimo “Woohoo” que vino de la nada. Ciertamente, nuestras paredes eran delgadas…

Acordamos vernos alrededor de la 1, dado que si bien, Marisol y las niñas se fueron a las 10, Brenda salía alrededor del mediodía.

Sin embargo, ese día tuve una inesperada sorpresa:

o  Señor, ¿Qué hace aquí? –preguntó la joven al abrir la puerta.

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Se veía hermosa. Lo que más recuerdo eran sus labios esponjosos, su piel blanquecina, sus ojitos claros y sus flecos rubios, que todavía mantenían su inocencia.

Pero, por otro lado, su vestido blanco y floreado incitaba al pecado, dado que, aunque le quedaba un poco suelto y holgado, se demarcaba un prominente escote. Por alguna razón, la imaginé que, si estuviese gateando, se apreciaría toda su exuberancia sin mayores problemas…

-   Tu madre dijo que el lavamanos del baño no estaba funcionando bien. – respondí, mostrándole la caja de herramientas.

o  ¡Oh! – exclamó confundida. –Pues, ella se está bañando ahora.

Y cerrando la puerta silenciosamente, me pidió que la siguiera a la sala de basura del edificio.

o  Hay algo que me gustaría consultarle, sin que mi madre lo sepa.

-   Oh, ok. – respondí, levemente azorado, al estar a solas con una “recientemente estrenada” joven adulta, en un lugar discreto y en penumbras.

Lo peor era que tampoco se atrevía de ir directamente al grano, por lo que paseaba dándome la espalda, para no mirarme a los ojos. El problema era que al caminar hacia el pasillo que estaba más iluminado, se contemplaba claramente la silueta de su cuerpo, al transparentarse el vestido, quedando en manifiesto un trasero redondito y unos pechos contundentes y pujantes, que me traían recuerdos de Karen, la colegiala “putita” que conocí en Adelaide.
 
tetona

o  Es solo que no puedo consultarle a mi padre… y Marisol dice que usted es muy comprensivo. – decía, haciendo un remedo con sus manos, en donde sus nervios hacían vibrar sus tiernos senos como si fueran gelatina.

-   Pregunta lo que quieras. – le dije, moviendo la caja de herramientas entre mis piernas y sentir mi pene lentamente comenzar a hincharse.

Ella sonrió agradecida.

o  Verá… es sobre mi novio Matt…

-    ¿Sí? – pregunté poniéndome frente a ella, gesto que la confundió, pero si se seguía sacudiendo de esa manera y bajo un fondo más iluminado que yo, no le iba a prestar atención a sus palabras.

Al verme acercarme de esa forma, Brenda se sintió levemente avergonzada…

o  Es solo que…

-   ¿Sí?

Una vez más, le costó de armarse de valor.

o  Es solo que… amo a Matt… de verdad que lo amo mucho… pero…

-   ¿Sí? – pregunté, al ver que su silencio se extendió.

Dio un suspiro y se serenó.

o  Es solo que… cuando tenemos sexo… yo, a veces…

En esa oportunidad, no le dije nada y esperé a que continuase.

o  A veces… no siento el orgasmo…y sé que él está feliz… pero Marisol dijo que a usted le había pasado antes… y quería saber… si acaso usted sabe… qué puede hacer para ayudarme.

Sus palabras me fulminaron. Estaban en esa etapa donde recién empezaban a conocerse y evidentemente, era un problema, porque había sentimientos involucrados.

o  Marisol dijo… que usted también duraba poco antes… y lo que yo quería saber es… si acaso conoce un método… o algún consejo… para que él pueda mejorar. - consultó, con una mirada suplicante.

Y aunque ahora no niego que esa linda niña me atraía, en esos momentos, pude empatizar con ellos sinceramente.

-   En realidad, son varios factores. Pero lo más importante es la práctica.

o  ¿Práctica?

Mi esposa siempre me ha admirado por mi buena memoria. Sin embargo, aunque claramente tiene sus ventajas, también tiene sus defectos.

En mi caso particular, tiendo a padecer episodios en donde sin querer, revivo situaciones pasadas, tanto buenas como malas, junto con los sentimientos que experimenté en ese entonces. Y si bien, a mi esposa le parece como un intervalo breve en donde levemente me paralizo, la realidad para mí es que revivo todas esas situaciones de golpe.

Pues bien, teniendo en cuenta esta consideración, cuando empecé a explicarle a Brenda, desencadené uno de estos episodios.

Le comenté que cuando Marisol y yo empezamos nuestro noviazgo, Marisol estaba fascinada con mi pene, al punto que me daba mamadas cada vez que podía.

Para mí, con 28 años y siendo mi novia esta preciosa joven 12 años menor que yo, me llenaba de inseguridades y ansiedad, al pensar que cuando eventualmente tuviésemos relaciones, yo no podría satisfacerla sexualmente.

virgen

Por este motivo, aunque al principio me resistía a los cuidados de mi futura esposa, esa misma preocupación me obligó a tomar cartas en el asunto, masturbándola cada vez que me fuera posible.

o  ¿Masturbándola? – preguntó Brenda, impactada por mis palabras.

Afirmé con la cabeza y proseguí con mi relato. No solo me bastaba con masturbarla hasta hacerla acabar y en los lugares más diversos, como parques, cines, su dormitorio, etc.

También me preocupé de lamerla constantemente. Al principio, al igual que a mí, le incomodaba que metiera mi cabeza y mi boca en aquel lugar tan sagrado para ella. Pero con el tiempo, aprendí cuáles eran sus gustos y sus puntos más sensibles para llevarla al orgasmo, sintiéndome completamente satisfecho cuando ella acababa en mis labios.

(Brenda empezó a suspirar intensamente…)

Incluso, cuando perdimos la virginidad juntos, mi preocupación porque Marisol no alcanzara el orgasmo no cesó, en el sentido que le regalé un huevito vaginal bastante parecido al que mi esposa le había entregado a ella.

Aunque al principio, le molestó, con el tiempo fuimos cosechando una gran confianza, al cederme el “control remoto de sus orgasmos” y si bien, Marisol reconocía que estaba a mi completa merced, en realidad, lo usaba lo justo y necesario para hacerla sentir bien.

Vecina Caliente

Cuando terminó ese episodio, noté que las mejillas de Brenda estaban intensamente rosadas, sus hombros tensos y sus manos, entrelazándose inquietasen el área del pubis, con su mirada extraviada en el suelo del cuarto de basura.

-   Pero, por otro lado, también tuve que empezar a masturbarme más yo. – agregué, al notar su inquietud.

Y nuevamente, enfatizo que no lo hice en un aire de morbo, sino que como reacción a haber “vuelto ser el pendejo inmaduro de quien Marisol se enamoró”.

Cuando sus ojos celestes me miraron, le confesé que, en casa, pasaba entre 3 y 5 veces a diario que me masturbaba pensando en mi novia. Incluso, también seguí el consejo de esa película graciosa, en donde recomendaban masturbarse antes de salir en una cita.

Para Marisol, en particular, le encantaba, puesto que le significaba mamarme por más tiempo. Y para cuando Marisol y yo empezamos a vivir juntos, exploramos nuestra sexualidad a una mayor extensión.

o  ¿Qué quiere decir? – preguntó, claramente agitada y con el índice muy cercano a la boca, de la misma manera que su madre se pone cuando está extremadamente caliente.

Insisto que, en esos momentos, yo no sentía morbo, sino que yo lo hacía con el aire de revivir esos sentimientos.

Le comenté que, en ese entonces, ya no solo hacíamos el amor en el dormitorio. También lo hacíamos en el living de nuestro hogar, en el baño, e incluso, en nuestra misma universidad, en vista que yo estaba sacando mi magister y Marisol empezaba a estudiar para ser profesora de historia.

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En particular, ese período fue “frustrantemente adictivo”, dado que al salir yo de mi trabajo, tenía unos cuantos minutos para encontrarme con mi novia y hacerlo antes que empezaran las clases de mi posgrado.

Lo molesto de aquello para mí era que forzadamente, tenía que hacerlo rápido, siendo que quería disfrutar más y más de las caricias y besos de mi amada, por lo que muchas veces era violento e impulsivo, llenándome de remordimientos posteriormente.

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Sin embargo, esas experiencias nos permitieron descubrir que Marisol disfrutaba también del sexo más duro y fuerte.

-     Y que Marisol se calienta más, al sentir que la pueden sorprender disfrutando del sexo, ya sea que la vean o la escuchen.

(Whether they see or listen to her.)

Cuando dije eso, volví de golpe al presente. Porque en efecto, recordé que fue la madre de Brenda la que reclamó porque Marisol hacía mucho ruido en el dormitorio.

Y lo que vi, fue despampanante: La mirada de Brenda también se miraba perdida y con los ojos brillantes, mordiéndose los labios. Pero lo que más llamaba la atención era que ella se había tomado uno de sus senos, acariciándolos por la base, mientras que su otra mano hurgueteaba claramente entre sus piernas.

Pero también me percaté que su mirada se perdía en torno a mi entrepierna, donde tenía una hinchada erección.

-     Pero lo esencial es la práctica. – le dije, aplaudiendo para que volviera a su lugar. – mientras más practiquen, mejor será el resultado.

Brenda se puso tensa, impulsivamente llevándose los brazos a la cintura, como si hubiese sido sorprendida durmiendo en la sala de clases, haciendo que sus majestuosos pechos se sacudieran por un par de segundos.

-     Espero que eso te haya podido ayudar.

o  Mhm… sí… me ha dado mucho que pensar…- me respondió, rascando su oreja, pero con su mirada perdiéndose a la altura de mi cinturón.

Mientras volvíamos al departamento, pensé que al menos, dado que práctica constantemente basquetbol, Matt tiene una buena resistencia…desencadenando mi último episodio de recuerdos…

tetona

“Mi suegra verdaderamente hizo un numerito conmigo.” Reflexioné al llegar a su puerta.

¡Feliz navidad 2023!


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1 comentarios - El siguiente nivel (VI)

lenguafacil +1
Ya extrañaba tus relatos.
Abrazos y espero que hayan disfrutado estas fiestas
metalchono
Gracias. En realidad, ahora que estoy junto a ella, no me enojo tanto para estas fiestas. Pero todavía noto ese brillo porque no coqueteo con promotoras del super o con la profesora de Alicia. Saludos