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El OnlyFans de mi hija. Su sumisión

Recapitulando un poco, mi hija tiene un OnlyFans y la chantajee con eso en un momento de histeria para tener sexo con ella, pero resultó ser una masoquista que disfruta que su padre la domine.

Esos son mis primeros pensamientos al despertar, ahora sin el sonido de la alarma; afortunadamente me acordé de desactivarla y no tuve que pasar por despertarme para luego volver a dormir. El día anterior fue una locura, tuve sexo con mi propia hija. A ella no pareció importarle.

Ahora en la mañana y pensando fríamente en todo lo que sucedió, el dilema es mucho más fuerte. No sé si debo seguir con esto, a pesar de que sé que todo es consentido, somos padre e hija. Sin embargo, este es el momento perfecto que llevo esperando por años de aburrimiento. Por fin algo en mi vida me causa emoción, algo me hace sentir vivo, aunque sea inmoral, ¿qué importa? Si no se le hace daño a nadie.

Con esa reflexión me levanto de la cama para ir al baño, saliendo de mi habitación y recorriendo ese pequeño pasillo me encuentro con mi hija. Quedo extrañado ya que ella debería estar en clases a esta hora.


—Buenos días, hija. ¿Qué haces en casa?, ¿no deberías estar en clases? —pregunto extrañado.

—Hola, papi. Sí, es que se rompió una tubería y se inundó todo, lo están arreglando. Avisaron esta mañana —responde ella.

—Ah, ok. Bueno, voy a ir al baño y luego a hacer el desayuno

—No te preocupes, papi. Yo lo hago —afirma ella con su característica sonrisa.

—De acuerdo


Terminamos esta pequeña conversación y voy al baño, cuando salgo de hacer mis necesidades voy y me siento en la mesa esperando que mi hija termine de hacer el desayuno. Está haciendo huevo frito con pan tostado, un desayuno sencillo pero clásico. Los sirve y empezamos a comer, hay un ligero ambiente tenso, supongo que ninguno de los dos quiere hablar de lo que pasó el día anterior, así que con valentía empiezo.


—Bueno, supongo que uno de los dos tiene que decir algo. ¿Qué opinas de lo que pasó ayer? —digo con valentía.

—Sinceramente, pa, me encantó. Fue el mejor sexo que he tenido en mi vida —afirma ella sin tapujos.

—Entonces, ¿quieres seguir con eso? Me refiero, a ese juego de ser una sumisa y así —pregunto con cierto miedo a su respuesta.

—Si tú quieres, yo quiero. Reitero, es algo que no sabía que me gustaba tanto. Quiero seguir haciéndolo.

—Perfecto, sin duda fue una experiencia que yo también quiero repetir. Había entrado en un dilema de moralidad, pero si tú quieres, pues yo también. Así que sigamos —manifiesto calmado por sus palabras.

—¡Grandioso! Podremos seguir entonces, tenía miedo de que te retractaras —responde aliviada para comenzar a besarme sin previo aviso


Nuestro beso se alarga bastante, su lengua con la mía se tocan en un baile en el que nuestros sonidos hacen de música marcando su ritmo. Dando vueltas, con mini dolores de mordidas en el labio incluidos, que la emoción del tabú por nuestros roles de padre e hija lo llevan a un nivel superior.

Poco a poco ella se empieza a desnudar, dándome a entender sus intenciones y así yo hacer lo mismo. Comienzo a tocar sus grandes senos, dotados además con una firmeza excelsa; todo mientras la danza de nuestras lenguas continúa. Así, estando los dos como Dios nos trajo al mundo, afirmarla contra la pared y juguetear con su orificio del placer, orificio por el que todos existimos.

Siento su humedad marcando la lujuria que me transmite. Ella con sus delicadas manos toca mi miembro viril que ya está completamente erecto. Así, ya estando listo, la recuesto sobre la mesa.


—Te voy a hacer gozar —digo en la emoción del momento.

—¡Oh, sí, métela! —exclama ella.


Así, con esa petición hecha, deslizo hasta el fondo de su vagina todo mi pene, sintiendo a detalle cada centímetro de su interior. La humedad hizo que más que entrar, se deslizara. Cuando toca el fondo, ella suelta un gemido de placer que pocas veces había escuchado. Posterior a escuchar ese dulce sonido, comienzo a moverme; cada desplazamiento viene acompañado de otro gemido de su parte.

Con este deleite tanto auditivo como sensorial, no logro aguantar tanto, y ella tampoco ya que incluso antes que yo, empieza a apretar alrededor de mi pene, esto en señal de que acabó; al apretar hizo que ya no aguantase más, por lo que me vengo en lo más profundo de su bizcocho de la vida.


—¿Tomas pastillas anticonceptivas? —cuestiono segundos después de acabar cuando se pasa el éxtasis.

—Claro. Si no, te hubiera avisado, no te preocupes —contesta ella aliviando mi preocupación.

—Estoy todo sudado, me voy a ir a bañar —declaro.

—¿Puedo bañarme contigo? —consulta haciendo ojos de cachorrito.

—Sí, pero yo calibro el agua, a ustedes las mujeres les encanta ponerla hirviendo —replico yo.


Así, con eso ya decidido y haciendo caso a su petición, nos vamos a bañar. A pesar de que generalmente es un acto que tiene tendencia a ser sexual, verdaderamente mi intención era bañarme.


—Hace demasiados años que no nos duchábamos juntos —menciona nostálgicamente. 

—Así es. Aunque es normal, creciste y ya no era adecuado bañarnos juntos

—Lo sé, pero, es que me da cierta nostalgia —argumenta ella.

—Supongo que tienes razón en eso.


Terminamos de bañarnos y ella se va a su habitación, cuando yo me seco y me visto, voy a la sala y me pongo a ver TV. Pasan un par de horas en los que simplemente puse Discovery Human Health viendo programas de competencia, cuando de la nada mi hija se coloca delante de mí vestida, en todo sentido, como una prostituta.

Tiene una falda de cuero súper ajustada sin nada abajo, de manera que sentado desde el sofá puedo ver perfectamente su coño. Acompañado con un top oscuro sin sostén que le queda pequeño, el cual debido a que tiene un gran tamaño de senos, salen a relucir la mitad de sus pezones.

Sin decir una sola palabra empieza una coreografía altamente erótica. Mueve sus caderas con una soltura exquisita, con movimientos lascivos propios del sexo. Yo toco su delicado pero exuberante cuerpo al mismo tiempo que ella sigue con su baile. Mi pene se pone tan rígido que me veo obligado a sacarlo del pantalón. Ella ve esto e inmediatamente se pone de cuclillas y se sujeta el pelo.

Empieza a lamer desde la base hasta la punta mojando mi fierro con su cálida lengua, para posteriormente introducirlo en su boca y llevarlo hasta lo más profundo. Estando ahí, tomo el control; sujeto su cabeza para subirla y bajarla a mi antojo. Ella no hace ninguna queja, de hecho se empieza a tocar a si misma. La brusquedad de mis movimientos hace que ella haga ruidos eróticos propios de las felaciones.

Cuando ya estoy plenamente empinado, saco mi pene de su boca arrastrando su cabeza hacia arriba, sujeto su cuello y la tiro sobre el sofá. Ella abre las piernas al caer y yo subo un poco su falda; veo como está húmeda, pero en lugar de meterlo como tradicionalmente haría, lo hago en su cavidad anal.


—¡Ah! —grita ella al sentir dónde lo metí.

—¿Estás bien? —le pregunto yo

—Sí, solo que es mi primera vez anal. No te preocupes, sigue —determina ella con seguridad.

—De acuerdo


Acabo de quitarle sin saberlo la virginidad anal a mi primogénita, a mi única descendencia. Sigo suave para evitar que le duela más, hasta que de la nada dice:

—¡No te contengas, vamos!

Lo cual me da la determinación para seguir con total brusquedad. Con cada movimiento ella gime del placer, pero más del dolor. Sin embargo, sí parece gustarle bastante ya que a pesar de ser por su recto, veo como su vagina se humedece, símbolo de su excitación. Con esta brusquedad sigo durante un rato hasta que no aguanto más, en ese momento saco mi verga y me corro por todo su cuerpo, dejándola bañada en sus hermanos.

Nos recostamos exaltados por todo el acto, exhaustos. En este momento post-éxtasis me doy cuenta que ella está dispuesta a aumentar este juego, a ir a límites insospechados. Se me ocurre una manera de incrementar esto, de darle más excitación.


—¿Cuánto ganas con OnlyFans?

—Depende del mes. Entre 5 mil y 10 mil dólares. El mes pasado gane 8 mil.

—Increíble, ganas más que tu madre y yo juntos.

—Al parecer. Así es la vida, pa. Unos trabajan todo el día mientras que otros por vender fotos ganan hasta el doble o el triple.

—Te propongo algo, ¿conoces el findom?

—No, no sé qué es.

—Básicamente es un juego BDSM en el que una persona tiene el poder financiero absoluto sobre la otra. Quiero aplicarlo.

—Interesante, pero profundiza más en tu idea.

—La idea como tal es que me des todas tus tarjetas y métodos de pago, que cada vez que tengas que comprar algo, me tengas que pedir permiso; la idea es que estés supeditada a mí.

—¡Me encanta la idea! Sería otra forma de que me domines, ¡estaría a tus órdenes completamente, papi!


Ya después de haber determinado esto, ella va a su habitación, saca su cartera y me da todas sus tarjetas de crédito.


—Toma, pa. Eso es todo, no tengo nada más.

—¿Y los pagos por internet?

—Oh, acompáñame para que verifiques como desvinculo todo.


Vamos a su habitación y enciende el ordenador para desconectar una a una cada tarjeta que tiene, ahora tengo absolutamente todo su dinero en mi poder.


—Ahí está, eso es todo. Ahora tienes poder total sobre mí —afirma mientras sujeta mi mano y la coloca en su cuello.


Suena la puerta principal de la casa, señal de que mi mujer llegó. Es mucho más temprano de la hora a la que generalmente llega, así que me toma por sorpresa. Yo salgo rápidamente de la habitación de mi hija y le doy la bienvenida.


—Hola, amor. ¿Qué tal te fue hoy?, ¿y eso que llegaste temprano?

—Es que en el trabajo se fue la luz, un auto chocó contra un poste. 

—Oh, por lo menos hizo que puedas llegar antes.

—Así es. ¿Dónde está Valeria?

—En su habitación, creo que se está cambiando.


Ya después de llegar mi esposa a la casa, mi hija y yo tenemos que actuar normalmente el resto del día, por lo que no sucede nada particular. Mi esposa no parece notar nada raro entre ella y yo todavía.





Como siempre quisiera recordar que la mejor forma de apoyarme es dando puntos, de esa manera es que yo sé cuál saga gusta más y cuál traigo antes que otra. Esta saga debido a su polémica recepción de su primer parte decidí que iba hacer más inconsistente en sus entregas, pero eso puede cambiar. Como última cosa, nunca está demás aclarar que todos mis relatos son ficticios. Muchas gracias por leer hasta el final, ¡que pasen una feliz navidad!

9 comentarios - El OnlyFans de mi hija. Su sumisión

4ntraxdelpiero
Sube fotos
CaesarPn
La historia es ficticia, lamento la confusión. Gracias por comentar.
Exkalyon20 +1
Me encanto el relato, la verdad.
Me gustaría ver una foto, ilustrativa, en determinados puntos estratégicos del relato. No podemos dejar todo a la imaginación.
CaesarPn
Tienes razón, pero me supondría demasiado trabajo a mí además de escribir buscar imágenes relacionadas al texto. Muchas gracias por comentar.
gempablo
y la dirección de su onlyfans? jaja
Cuckofmommy
Otro buen relato como siempre, otra saga tuya que se está volviendo de mis favoritas, sigue con ese buen trabajo! ✨🔥
CaesarPn +1
Muchas gracias por estar siempre apoyando!