Bien, continúo con el relato de esta experiencia con Susana.
En resumen, como contaba anteriormente, nos habiamos seducido con Susana y a pesar de la diferencia de edad nos lanzamos a tener nuestra aventura.
Luego de ese encuentro de roces que tuvimos en el trabajo de ella, incendiamos el celular con mensajes. Realmente los dos habiamos quedado muy calientes y con ganas de concretar lo que habiamos iniciado. Ella se habia olvidado que tenia cuarenta y tantos y parecia una jovencita incendiada. Yo estaba que volaba ya que habia podido concretar el tocar su cuerpo y con solo eso confirmaba que mi seducción habia dado el resultado que buscaba.
Susana: Me dejaste re caliente, estoy toda mojada.
Yo: Y yo ni te cuento como estoy, me dejaste con una erección tremenda.
Susana: Quiero verte en la noche
Yo: yo igual, pasa que no tengo un lugar.
Gran problema que siempre dio vueltas. El lugar. A decir verdad, no tenia una casa para estar comodo. Los moteles realmente no quedaban cerca y debido a que queriamos estar en secreto, disfrutarlo en privado y que nadie se entere buscabamos algo que solo nos enteremos nosotros. Ella vivia con su hijo mas grande, que aproximadamente tenia mi edad, y yo vivia con mi hermana. Realmente no podiamos juntarnos en nuestras casas. Ninguno de los dos teniamos un vehiculo, una moto o algo para movernos para al menos ir a un motel. Pero la calentura estaba, las ganas estaban y sabiamos lo que queriamos.
Debido a esta imposibilidad nos propusimos al menos poder encontrarnos en algun lugar para tener un poco de esa complicidad para que no se baje la calentura del momento, asi que para darle una vueltita mas de rosca acordamos vernos en la noche en una plaza. Yo propuse vernos en el Boulevard.
Como anteriormente conte, el boulevard era una zona medianamente sombria que aportaba un poco de privacidad, al rededor de la medianoche, no se veian muchas caras y aquellos que deambulaban sabia que era una zona predispuesta a alguna chica de la noche o gente que iba a tomar algo. No era un lugar peligroso, por ese entonces no estaba tan complicado con robos o gente drogandose. Asi que ofrecia un ambiente privado.
Nos encontramos en uno de los puntos donde comenzaba el boulevard, nos veniamos enviando mensajes para coincidir el momento y el lugar. Una vez que nos encontramos nos saludamos como amigos, no hubo grandes aproximaciones. Como queriamos mantenerlo en secreto para nosotros no queriamos que nadie nos vea si quiera andar juntos. Fuimos caminando para la parte central del boulevard hasta un lugar donde habia bancos y mesas de cemento. Estaba un poco oscuro pero la luz de la luna ayudaba a ambientarlo mejor. Nos sentamos uno frente al otro sobre el mismo banco que no tenia un espaldar. Ella se habia vestido casual, sin muchos detalles, un pantalon comodo y una remera con una camperita suave. Yo andaba con un pantalon comodo y una remera negra que a esa edad me quedaba espectacular.
Estabamos de frente y conversabamos de lo sucedido en la mañana y de como intentamos que nadie se entere de lo que paso, de como estabamos llevando nuestra relacion fugaz, y cada vez se nos hacia mas complicidad. Al principio fue un poco timido todo, pero a medida que nos soltabamos buscamos quedar mas cerca uno del otro. Nos perseguia la idea de que alguien nos viera, pero estabamos bien el uno con el otro. Estando mas cerca podia sentir mas fuerte su perfume, mientras hablabamos no podia de sentir atracción a su perfume, era un perfume de esos que lo sentis y pensas que esa mujer esta apostando a todo, que quiere todo. De repente nos dimos un pico y quedamos abrazados. Ya rompimos el hielo de ese instante, y yo estaba enloqueciendo con su perfume. Entre continuar la charla y seguir abrazados nos sentiamos lanzadisimos. Comence a besarle el cuello y ella respondia dejandose besar. Volvi a su boca y nos besamos mas fuerte. Besos de lengua y pequeños roces. Yo comence a sentir una ereccion inevitable, indiscimulable, y ella se sentia a gusto y tambien mostraba exitacion porque sus pechos se ponian mas duros. Era una mujer adulta, con sus pechos grandes y ya se empezaban a caer logicamente por su edad, pero en ese momento se sentian mas duros cada vez que me apoyaba sobre ellos.
La abrazaba por la cintura y cada vez los besos eran mas fuertes, besos de lengua interminables que nos dejaban sin respiracion. Descansabamos nuestras bocas y nos besabamos en el cuello. Una sensacion de no querer dejar de saborear ni su boca ni su lengua ni su piel. Nuestra saliba estaba por nuestra piel, ella respondia con besos en mi cuello tambien. Ya nuestras manos buscaban salir de esa posicion de abrazo y tratar de abarcar mas a cada uno de nosotros. Ella busco el borde de mi remera para tocar mi espada con sus manos. Yo baje mis manos hasta su cadera. Una linda cadera que seria la antesala de una cola grande y redondeada. Donde se unia su pantalon con su remera pude tocar su piel, un pequeño rollo que sobresalia, no era grande, pero era suave y estaba mas fresco que su cuello por estar apenas al descubierto. Mis manos ya tenian el calor de estar entrelazados, asi que apenas pude tocar su piel en ese lugar ella sintio confort con mi mano mas calurosa y recibio mi mano con total regocijo. Se puso mas comoda y nos acercamos mas. Nos habiamos sentado como en canastita, cruzando las piernas y eso ya nos estaba incomodando. Marcaba una distancia prudente inicial que ya no queriamos que continuara asi. Baje mis piernas quedando cada una a cada lado del banco de cemento dejandolas caer. Mis manos que ya estaban en su cintura buscaron traerla hacia mi. Pero ella era mas pesada de lo que yo pensaba y no era facil traerla hacia mi. Ella intento ayudarme y ayudarse ella misma, me abrazo mas fuerte por mi espalda y trato de solivianar su peso para que yo la moviera. En simultáneo, asegure mi fuerza para acercarla llevando mis manos mas abajo para que todo en un solo movimiento coordinado quede como esperabamos, ella con su piernas abiertas sobre las mias y con nuestros sexos bien cerca, nuestros torsos estaban uno pegado al otro solo separados por sus tetas que ya se sentian con pezones punzantes. Nuestros sexos aun no se rozaban porque su pantalon no le permitia estar completamente pegada a mi sexo. Pero ya habiamos pasado otro pequeño limite, estabamos casi pegados y tocandonos por debajo de nuestras remeras sintiendo nuestras manos calurosas rozar nuestras espaldas. No parabamos de besarnos, nuestro pensamiento estaba dividido entre gozar cada roce de nuestras lenguas y bocas y la otra parte pensaba en como dominar nuestras manos para acceder a un centimetro mas de piel explorada. Seguia subiendo mis manos por su espalda hasta llegar a tocar el borde de su corpiño. Al tocarlo vi que estaba bastante tensionado, señal de que estaba deteniendo la caida natural de sus tetas y que su cuerpo en expanción por la exitacion se sentia amarrado. Jugaba con esa zona de su corpiño estirandolo un poco mas para pasar mis dedos entre el corpiño y su piel, haciendo alzar apenas un poco mas sus dos cenos lo que dejaban mas perpendicular sus pezones rozando con mi pecho. Todo lo recibia bien. Ella deseaba que yo hiciera cada cosa que me proponia. Era un juego de roces que nos estaba enloqueciendo. Era todo muy complice. No parabamos de besarnos y queriamos tocar nuestros sexos. Esa experiencia ya la habiamos tenido pero en otra posicion, mi pene ya habia estado ocupando el lugar que dejan ambas nalgas de Susana, pero ahora buscabamos que el roce sea de frente, ella buscaba tener algo que le presione su vagina, que el juego sea con su clitoris. Y eso nos costaba. Pero nos moviamos suavemente intentando alcanzar el roce. Mi boca en su boca saboreando su lengua, mis manos se turnaban entre tocar su cintura y jugar con su corpiño buscando caprichosamente alcanzar el centro de su espalda para encontrar la hebilla de sujesion y con mis dedos inspeccionar cual era su cierra. Ella se daba cuenta de lo que intentaba hacer y se acomodaba mas cerca y encima mio para que yo llegara a ese lugar. Nos besabamos con complicidad y seguiamos tocando nuestra piel. Llegue hasta la hebilla del corpiño y encontre que era uno de esos faciles de abrir, los faciles que con dos dedos haciendo una presion puede liberarse. Comence a jugar con la hebilla y nos sonreiamos entre los besos que no paraban. Ella hacia movimientos como de querer resistirse un poco para complicar el trabajo de mis dedos con la hebilla y que ese momento tenga mas suspenso. Y sucedio. Logro desabrochar su corpiño y liberar esa presion de sus cenos. Se acorto aun mas el espacio que nos separaba y quedamos mas cerca, ya casi pegados.
Al desabrochar su corpiño fue una sensacion de libertad y tambien de alarma. Porque aun en nuestra intimidad estabamos en un lugar publico y los autos pasaban cada tanto. Cada luz de auto nos alarmaba un poquito pero nuestra calentura estaba desatandose cada vez mas.
Sin soltarnos de la posicion que habiamos alcanzado nos frenamos a decirnos que no queriamos que nos descubrieran pero habia que seguir en otro lado. Le propuse irnos detras del escenario del anfiteatro que estaba cerca, donde yo ya habia tenido una experiencia sexual anterior, pero estabamos a una cuadra y ella no queria irse de ese lugar. Me dijo que vayamos detras de unos baños que estaban abandonados que aunque daba un poco mas de claridad era mas dificil ser detectados por los pocos que pasaban por alli.
Buscamos el momento y nos paramos juntos, le ayude a pararse y salir del banco en el que estabamos y nos disidimos de la mano, tal como unos novios, hasta detras de esos baños. Ahi teniamos un poco mas de privacidad y mayor libertad. Ella ya con su corpiño desabrochado y yo con mi pene al palo, volvimos a pararnos de frente para continuar besandonos. La sensacion de su lengua en mi boca era especial. Mis manos volvieron al lugar que habian quedado entre su espalda y su remera, hasta llegar a la altura de su corpiño desabrochado. Con mis dedos segui el perimetro de su corpiño llevando mis manos al frente para tener al fin sus tetas mas liberadas y tocarlas en piel al fin. Eran muy grandes, tal cual unas tetas de una mujer que habia amamantado, grandes, suaves y calientes. Sus pezones realmente estaban duros marcando su exitación. Se contorneo un poco para quedar de espaldas a mi y que yo pudiera seguir apretando esas tetas que mis manos no completaban la totalidad y quedaban rebalsandolas. Ya su cola estaba buscando mi ereccion y presionaba con ella para encontrarla mientras seguia con sus tetas en mis manos y mi boca deboraba su cuello. Estaba lanzada. Dejo una de sus manos sobre las mias como guiandome a que continuara apretando sus tetas y con la otra buscaba mi pene. Le ayude un poco abriendo mi pantalon para que logre tenerla en su mano tal como yo tenia sus tetas en las mias. Apenas la acaricio sus dientes mordian sus labios en señal de satisfaccion por lograr tenerla. Baje una mano a su cadera para hacer mayor presion sobre su cola. Queria sentirla. Comence a bajar suavemente su pantalon para dejar media nalga derecha afuera y volvi a mi pantalon para que mi pene quede al descubierto. Ella saco su mano que guiaba el apreton de tetas para ayudarme a quitarle el pantalon. Ya dejo su enorme culo al descubierto. No podia parar de mirarla, la luz de la luna resaltaba el color palido de su culo explendoroso. Busco que su pantalon y su bombacha lleguen a sus tobillos y con ese movimiento hacia cada vez mas enorme su culo. Baje mi pantalon tambien para dejar mi pene liberado al fin y sin pensarlo busque su vagina. Estaba humedecida por el franeleo constante, pero en buena proporcion, no sobraban liquidos vaginales, eran la cantidad justa. Entre suavemente pero con seguridad y no hubo preambulos. Comence a moverme detras de ella envistiendola con firmeza. Estabamos a full. Pense que no iba a durar tanto por la calentura que llevaba pero mas pasaba el tiempo bombeando y mas me sorprendia de mi tiempo sin parar. Ella acabo un par de veces, porque sentia el chorro de sus liquidos cada vez mas intensos y su vagina apretaba un poco mas por unos segundos. Yo llegue a acabarme y como estaba a full no podia parar de moverme aunque mi pene buscaba descansar. Lo sentimos los dos y sucedio lo mas sorpresivo de toda aquella noche.
Susana: no te acabes del todo, aguanta que yo te limpio.
Se dio vuelta dejando salir mi pene de su vagina, se dio vuelta y se agacho mientras se subia los pantalones. Me agarro el pene que aun estaba erecto y se lo metio de una en la boca. Me hizo una mamada relajadora para no dejar rastros de nada, con su boca proceso todos los liquidos con cada bocado que le daba, no le importo si era mi semen o si era su liquido vaginal o si era su saliba, no dejo nada por fuera. Todo lo saboreo con su lengua venenosa y me dejo impecable, relajado y limpio. Me ayudo a vestirme y sonriendo me dijo, gracias, lo necesitaba mucho, me gusto.
Luego de vestirnos nos quedamos abrazados y sin pensarlo la bese buscando su lengua como una retribucion de haberme hecho una mamada final y nunca habia reparado en saborear nuestros jugos con su boca, le agradeci con un beso de lengua, un gran beso de lengua.
Nos separamos viendo el horario y decidimos irnos cada cual por su lado ya que al dia siguiente ella trabajaba. De camino a nuestras casas nos seguiamos mandando mensajes.
Me escribio: ahora que probe tu pija y la tuve adentro quiero tenerla siempre ahi.
Me fui a dormir, ella tambien. No hizo falta masturbarme para relajarme, habia pasado una noche diferente y placentera. Susana era una tremenda mujer.
En resumen, como contaba anteriormente, nos habiamos seducido con Susana y a pesar de la diferencia de edad nos lanzamos a tener nuestra aventura.
Luego de ese encuentro de roces que tuvimos en el trabajo de ella, incendiamos el celular con mensajes. Realmente los dos habiamos quedado muy calientes y con ganas de concretar lo que habiamos iniciado. Ella se habia olvidado que tenia cuarenta y tantos y parecia una jovencita incendiada. Yo estaba que volaba ya que habia podido concretar el tocar su cuerpo y con solo eso confirmaba que mi seducción habia dado el resultado que buscaba.
Susana: Me dejaste re caliente, estoy toda mojada.
Yo: Y yo ni te cuento como estoy, me dejaste con una erección tremenda.
Susana: Quiero verte en la noche
Yo: yo igual, pasa que no tengo un lugar.
Gran problema que siempre dio vueltas. El lugar. A decir verdad, no tenia una casa para estar comodo. Los moteles realmente no quedaban cerca y debido a que queriamos estar en secreto, disfrutarlo en privado y que nadie se entere buscabamos algo que solo nos enteremos nosotros. Ella vivia con su hijo mas grande, que aproximadamente tenia mi edad, y yo vivia con mi hermana. Realmente no podiamos juntarnos en nuestras casas. Ninguno de los dos teniamos un vehiculo, una moto o algo para movernos para al menos ir a un motel. Pero la calentura estaba, las ganas estaban y sabiamos lo que queriamos.
Debido a esta imposibilidad nos propusimos al menos poder encontrarnos en algun lugar para tener un poco de esa complicidad para que no se baje la calentura del momento, asi que para darle una vueltita mas de rosca acordamos vernos en la noche en una plaza. Yo propuse vernos en el Boulevard.
Como anteriormente conte, el boulevard era una zona medianamente sombria que aportaba un poco de privacidad, al rededor de la medianoche, no se veian muchas caras y aquellos que deambulaban sabia que era una zona predispuesta a alguna chica de la noche o gente que iba a tomar algo. No era un lugar peligroso, por ese entonces no estaba tan complicado con robos o gente drogandose. Asi que ofrecia un ambiente privado.
Nos encontramos en uno de los puntos donde comenzaba el boulevard, nos veniamos enviando mensajes para coincidir el momento y el lugar. Una vez que nos encontramos nos saludamos como amigos, no hubo grandes aproximaciones. Como queriamos mantenerlo en secreto para nosotros no queriamos que nadie nos vea si quiera andar juntos. Fuimos caminando para la parte central del boulevard hasta un lugar donde habia bancos y mesas de cemento. Estaba un poco oscuro pero la luz de la luna ayudaba a ambientarlo mejor. Nos sentamos uno frente al otro sobre el mismo banco que no tenia un espaldar. Ella se habia vestido casual, sin muchos detalles, un pantalon comodo y una remera con una camperita suave. Yo andaba con un pantalon comodo y una remera negra que a esa edad me quedaba espectacular.
Estabamos de frente y conversabamos de lo sucedido en la mañana y de como intentamos que nadie se entere de lo que paso, de como estabamos llevando nuestra relacion fugaz, y cada vez se nos hacia mas complicidad. Al principio fue un poco timido todo, pero a medida que nos soltabamos buscamos quedar mas cerca uno del otro. Nos perseguia la idea de que alguien nos viera, pero estabamos bien el uno con el otro. Estando mas cerca podia sentir mas fuerte su perfume, mientras hablabamos no podia de sentir atracción a su perfume, era un perfume de esos que lo sentis y pensas que esa mujer esta apostando a todo, que quiere todo. De repente nos dimos un pico y quedamos abrazados. Ya rompimos el hielo de ese instante, y yo estaba enloqueciendo con su perfume. Entre continuar la charla y seguir abrazados nos sentiamos lanzadisimos. Comence a besarle el cuello y ella respondia dejandose besar. Volvi a su boca y nos besamos mas fuerte. Besos de lengua y pequeños roces. Yo comence a sentir una ereccion inevitable, indiscimulable, y ella se sentia a gusto y tambien mostraba exitacion porque sus pechos se ponian mas duros. Era una mujer adulta, con sus pechos grandes y ya se empezaban a caer logicamente por su edad, pero en ese momento se sentian mas duros cada vez que me apoyaba sobre ellos.
La abrazaba por la cintura y cada vez los besos eran mas fuertes, besos de lengua interminables que nos dejaban sin respiracion. Descansabamos nuestras bocas y nos besabamos en el cuello. Una sensacion de no querer dejar de saborear ni su boca ni su lengua ni su piel. Nuestra saliba estaba por nuestra piel, ella respondia con besos en mi cuello tambien. Ya nuestras manos buscaban salir de esa posicion de abrazo y tratar de abarcar mas a cada uno de nosotros. Ella busco el borde de mi remera para tocar mi espada con sus manos. Yo baje mis manos hasta su cadera. Una linda cadera que seria la antesala de una cola grande y redondeada. Donde se unia su pantalon con su remera pude tocar su piel, un pequeño rollo que sobresalia, no era grande, pero era suave y estaba mas fresco que su cuello por estar apenas al descubierto. Mis manos ya tenian el calor de estar entrelazados, asi que apenas pude tocar su piel en ese lugar ella sintio confort con mi mano mas calurosa y recibio mi mano con total regocijo. Se puso mas comoda y nos acercamos mas. Nos habiamos sentado como en canastita, cruzando las piernas y eso ya nos estaba incomodando. Marcaba una distancia prudente inicial que ya no queriamos que continuara asi. Baje mis piernas quedando cada una a cada lado del banco de cemento dejandolas caer. Mis manos que ya estaban en su cintura buscaron traerla hacia mi. Pero ella era mas pesada de lo que yo pensaba y no era facil traerla hacia mi. Ella intento ayudarme y ayudarse ella misma, me abrazo mas fuerte por mi espalda y trato de solivianar su peso para que yo la moviera. En simultáneo, asegure mi fuerza para acercarla llevando mis manos mas abajo para que todo en un solo movimiento coordinado quede como esperabamos, ella con su piernas abiertas sobre las mias y con nuestros sexos bien cerca, nuestros torsos estaban uno pegado al otro solo separados por sus tetas que ya se sentian con pezones punzantes. Nuestros sexos aun no se rozaban porque su pantalon no le permitia estar completamente pegada a mi sexo. Pero ya habiamos pasado otro pequeño limite, estabamos casi pegados y tocandonos por debajo de nuestras remeras sintiendo nuestras manos calurosas rozar nuestras espaldas. No parabamos de besarnos, nuestro pensamiento estaba dividido entre gozar cada roce de nuestras lenguas y bocas y la otra parte pensaba en como dominar nuestras manos para acceder a un centimetro mas de piel explorada. Seguia subiendo mis manos por su espalda hasta llegar a tocar el borde de su corpiño. Al tocarlo vi que estaba bastante tensionado, señal de que estaba deteniendo la caida natural de sus tetas y que su cuerpo en expanción por la exitacion se sentia amarrado. Jugaba con esa zona de su corpiño estirandolo un poco mas para pasar mis dedos entre el corpiño y su piel, haciendo alzar apenas un poco mas sus dos cenos lo que dejaban mas perpendicular sus pezones rozando con mi pecho. Todo lo recibia bien. Ella deseaba que yo hiciera cada cosa que me proponia. Era un juego de roces que nos estaba enloqueciendo. Era todo muy complice. No parabamos de besarnos y queriamos tocar nuestros sexos. Esa experiencia ya la habiamos tenido pero en otra posicion, mi pene ya habia estado ocupando el lugar que dejan ambas nalgas de Susana, pero ahora buscabamos que el roce sea de frente, ella buscaba tener algo que le presione su vagina, que el juego sea con su clitoris. Y eso nos costaba. Pero nos moviamos suavemente intentando alcanzar el roce. Mi boca en su boca saboreando su lengua, mis manos se turnaban entre tocar su cintura y jugar con su corpiño buscando caprichosamente alcanzar el centro de su espalda para encontrar la hebilla de sujesion y con mis dedos inspeccionar cual era su cierra. Ella se daba cuenta de lo que intentaba hacer y se acomodaba mas cerca y encima mio para que yo llegara a ese lugar. Nos besabamos con complicidad y seguiamos tocando nuestra piel. Llegue hasta la hebilla del corpiño y encontre que era uno de esos faciles de abrir, los faciles que con dos dedos haciendo una presion puede liberarse. Comence a jugar con la hebilla y nos sonreiamos entre los besos que no paraban. Ella hacia movimientos como de querer resistirse un poco para complicar el trabajo de mis dedos con la hebilla y que ese momento tenga mas suspenso. Y sucedio. Logro desabrochar su corpiño y liberar esa presion de sus cenos. Se acorto aun mas el espacio que nos separaba y quedamos mas cerca, ya casi pegados.
Al desabrochar su corpiño fue una sensacion de libertad y tambien de alarma. Porque aun en nuestra intimidad estabamos en un lugar publico y los autos pasaban cada tanto. Cada luz de auto nos alarmaba un poquito pero nuestra calentura estaba desatandose cada vez mas.
Sin soltarnos de la posicion que habiamos alcanzado nos frenamos a decirnos que no queriamos que nos descubrieran pero habia que seguir en otro lado. Le propuse irnos detras del escenario del anfiteatro que estaba cerca, donde yo ya habia tenido una experiencia sexual anterior, pero estabamos a una cuadra y ella no queria irse de ese lugar. Me dijo que vayamos detras de unos baños que estaban abandonados que aunque daba un poco mas de claridad era mas dificil ser detectados por los pocos que pasaban por alli.
Buscamos el momento y nos paramos juntos, le ayude a pararse y salir del banco en el que estabamos y nos disidimos de la mano, tal como unos novios, hasta detras de esos baños. Ahi teniamos un poco mas de privacidad y mayor libertad. Ella ya con su corpiño desabrochado y yo con mi pene al palo, volvimos a pararnos de frente para continuar besandonos. La sensacion de su lengua en mi boca era especial. Mis manos volvieron al lugar que habian quedado entre su espalda y su remera, hasta llegar a la altura de su corpiño desabrochado. Con mis dedos segui el perimetro de su corpiño llevando mis manos al frente para tener al fin sus tetas mas liberadas y tocarlas en piel al fin. Eran muy grandes, tal cual unas tetas de una mujer que habia amamantado, grandes, suaves y calientes. Sus pezones realmente estaban duros marcando su exitación. Se contorneo un poco para quedar de espaldas a mi y que yo pudiera seguir apretando esas tetas que mis manos no completaban la totalidad y quedaban rebalsandolas. Ya su cola estaba buscando mi ereccion y presionaba con ella para encontrarla mientras seguia con sus tetas en mis manos y mi boca deboraba su cuello. Estaba lanzada. Dejo una de sus manos sobre las mias como guiandome a que continuara apretando sus tetas y con la otra buscaba mi pene. Le ayude un poco abriendo mi pantalon para que logre tenerla en su mano tal como yo tenia sus tetas en las mias. Apenas la acaricio sus dientes mordian sus labios en señal de satisfaccion por lograr tenerla. Baje una mano a su cadera para hacer mayor presion sobre su cola. Queria sentirla. Comence a bajar suavemente su pantalon para dejar media nalga derecha afuera y volvi a mi pantalon para que mi pene quede al descubierto. Ella saco su mano que guiaba el apreton de tetas para ayudarme a quitarle el pantalon. Ya dejo su enorme culo al descubierto. No podia parar de mirarla, la luz de la luna resaltaba el color palido de su culo explendoroso. Busco que su pantalon y su bombacha lleguen a sus tobillos y con ese movimiento hacia cada vez mas enorme su culo. Baje mi pantalon tambien para dejar mi pene liberado al fin y sin pensarlo busque su vagina. Estaba humedecida por el franeleo constante, pero en buena proporcion, no sobraban liquidos vaginales, eran la cantidad justa. Entre suavemente pero con seguridad y no hubo preambulos. Comence a moverme detras de ella envistiendola con firmeza. Estabamos a full. Pense que no iba a durar tanto por la calentura que llevaba pero mas pasaba el tiempo bombeando y mas me sorprendia de mi tiempo sin parar. Ella acabo un par de veces, porque sentia el chorro de sus liquidos cada vez mas intensos y su vagina apretaba un poco mas por unos segundos. Yo llegue a acabarme y como estaba a full no podia parar de moverme aunque mi pene buscaba descansar. Lo sentimos los dos y sucedio lo mas sorpresivo de toda aquella noche.
Susana: no te acabes del todo, aguanta que yo te limpio.
Se dio vuelta dejando salir mi pene de su vagina, se dio vuelta y se agacho mientras se subia los pantalones. Me agarro el pene que aun estaba erecto y se lo metio de una en la boca. Me hizo una mamada relajadora para no dejar rastros de nada, con su boca proceso todos los liquidos con cada bocado que le daba, no le importo si era mi semen o si era su liquido vaginal o si era su saliba, no dejo nada por fuera. Todo lo saboreo con su lengua venenosa y me dejo impecable, relajado y limpio. Me ayudo a vestirme y sonriendo me dijo, gracias, lo necesitaba mucho, me gusto.
Luego de vestirnos nos quedamos abrazados y sin pensarlo la bese buscando su lengua como una retribucion de haberme hecho una mamada final y nunca habia reparado en saborear nuestros jugos con su boca, le agradeci con un beso de lengua, un gran beso de lengua.
Nos separamos viendo el horario y decidimos irnos cada cual por su lado ya que al dia siguiente ella trabajaba. De camino a nuestras casas nos seguiamos mandando mensajes.
Me escribio: ahora que probe tu pija y la tuve adentro quiero tenerla siempre ahi.
Me fui a dormir, ella tambien. No hizo falta masturbarme para relajarme, habia pasado una noche diferente y placentera. Susana era una tremenda mujer.
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