Tras mi nuevo “juego” con mi suegra, estuve bastante tranquilo, los toqueteos siguieron, oportunidad que tenia, le manoseaba bien el orto cuando nadie veía.
Aunque lo que no hice fue pajearme, de hecho, deje pasar una semana hasta que se lo volví a pedir, para ver como reaccionaba ella. Al parecer esperaba que se lo pediría todos los días, cosa que obviamente quería hacer, pero también quería tantearla a ella, ya que mi objetivo al final iba a ser cogerla.
María comenzó a andar mas provocativa en la casa, sobre todo cuando estábamos solos, usando shorts de tela que le dejaban medio culo afuera, sin duda mi suegra culona quería que me calentara.
Todo ocurrió una tarde que estaba en la sala viendo la tv y ella llego de hacer unos mandados, Lucia no estaba.
—Por dios que calor hace—dijo ella.
—Tanto? No parece.
—Y si, para estar adentro con el aire no nene.
—Jaja.
María dejo las cosas en la mesa y amago con irse al cuarto.
—Maria vení acá— le ordene.
—¿Qué pasó?
—Sacate la ropa y quédate en tanga— le dije, ya con la pija afuera.
—Apa y eso?
—Nuestro juego Mari.
—Mm y por que te pusiste así de golpe?
—Por ver ese orto.
—Jaja que paso, antes no me hablabas así.
—Antes no teníamos tanta confianza.
Ella sonrió y dándose vuelta, se bajo el jean, mostrándome ese culo entangado y dejándolo a la disposición de su yerno.
—Ufff María, mira lo que es esto.
Comencé a pajearme mientras miraba el culo de mi suegra, haciéndola ver mi pija casualmente mientras lo hacia.
—Se puede tocar?— pregunte.
—Si ya lo hiciste ayer.
Ahí nomas comencé a amasarle las nalgas con una mano, además de nalguearle ese culo y sacarle varios grititos.
—Acércate mas— le ordene.
Ella lo hizo, lo suficiente para comenzar a lamerle las nalgas y mordérselas.
—Jajaj ay Luis afloja.
—Ni en pedo, es un sueño este culo, ojala hacerle mas.
—Bueno de ahí no pasas nene.
—Mala.
—Jaja agradece que te dejo hacer esto.
—Que decís, bien que te gusta.
—Mmm un poco.
Aumente el ritmo, ya cerca de acabar.
—Uff voy a acabar María, te voy a acabar ese orto.
Los primeros lechazos salieron, embarrándole el culo de leche a mi suegra.
—Mmm como acabaste nene.
—Obvio, esta mortal este culo.
Ella se fue así al baño para limpiarse, yo me quede ahí viendo como se alejaba ese culo.
Esa misma noche, cuando Lucia se durmio, le escribi.
—María.
—¿Qué queres a esta hora?
—Ya sabes creo.
—Jaja dale decime.
—Mandame una foto frente al espejo.
—Como la de la otra vez?
—Te quiero completamente en pelotas, mostrando el culo al espejo— le exigí.
—Jaja ay Luis que degenerado.
—Degenerada vos que te gusta esta— le envié una foto de mi pija.
—Mm no esta media sucia?
—Por que pensas que esta así?
—Que te cogiste a la otra?
—Obvio, siempre pensando en tu culo hermoso suegra.
—Jaja que decis, ahí va la foto.
Era una delicia mi suegra en pelotas.
—Hay Maria, llego a ir ahora y te garcho toda.
—Jaja nooo no podemos.
—Por que?
—Y por Lucia.
—Si no se va a enterar.
—Igual no esta bien.
Ahí me asegure de que Lucia estuviera dormida y sigilosamente salí del cuarto, yéndome al de mi suegra. Cuando entre, la encontré en la cama, con el teléfono en la mano.
—Que haces acá?— preguntó algo preocupada.
—Tranqui, tu hija duerme.
—Se llega a despertar.
—No despierta mas con la cogida que le di.
Obviamente fui en pelotas a su cuarto, ella se fijo en mi pija enseguida.
—Y que queres?— preguntó.
—Me voy a hacer una paja viéndote.
—Ay Luis— dijo, medio resignada, amagando a darse vuelta para mostrarme el culo.
—No, te quiero de frente— la paré —quédate así y mírame.
—Bueno si eso queres.
Me senté frente a ella en la cama y arranque a pajearme ahí mismo, mientras ella se fijaba en los movimientos de mi pija.
—Dale mostrame la concha.
María abrió las piernas y me mostró la concha en todo su esplendor, me daban ganas de dar un salto y clavarla ahí mismo.
Yo seguia, mientras ella miraba concentrada y arrancaba a respirar un poco mas fuerte.
—Dale María, metete dedo— le dije.
—Ay Luis no da….
—Si eso queres, tenes a tu yerno pajeandose frente a vos, es normal que te calentes.
—No es normal jaja.
—Bueno para nosotros si, dale Mari— le dije.
Ella se llevo la mano a la concha y arranco a dedearse suavemente, mientras miraba mi pija.
Estuvimos un rato así, yo estaba re caliente.
—Te gusta?
—Mm si.
—Que putita mi suegra.
—Que decis aaah.
—Que ganas tengo de cogerte, desde la primera ves que te ví ese enorme orto.
María gemía mas fuerte, pero se controlaba para no hacer mas ruido por Lucia.
—Mm no podemos Luis.
—Uff dale Mari.
—No.
—Dale, si tu hija ya es cornuda, vos la hiciste cornuda putita.
Ahí note como mi suegra aumentó el ritmo.
Ya no daba mas, deje de pajearme y rápidamente le metí 3 dedos en la concha y arranque a pajearla. María se estremeció.
—No no salí— me decía, pero no se resistía.
—No, ya no doy mas.
Pare de pajearla y me le pegue, sin aviso alguno, finalmente clave mi verga en la concha mojada de mi suegra.
Arranque a bombear con fuerza.
María gemía y me decía que parara, en voz baja.
—Ahora si María!— le dije, sacándosela y dándola vuelta, dejándola boca abajo.
María ya estaba entregada, aferrándome como nunca lo hice a su culo, la volví a clavar.
—Aaah te gusta puta, la pija de tu yerno.
—Aaah por dios Luis que pija.
—Toda tuya hija de puta, a partir de ahora te voy a coger bien este culo.
—Noo aaah esta Lucia.
—Me chupa un huevo tu hija yo te voy a coger cuando quiera y la voy a cagar cuando quiera con vos.
Ahí Maria se agarro de las sabanas fuertemente.
Yo seguí acelerando hasta que por fin le llene bien la concha de leche a mi suegra, la cual se quedo ahí sin decir nada, respirando agitada.
Yo me senté al borde de la cama, viendo aquella escultura que era mi suegra.
Le pasé la pija por las nalgas para limpiarme los restos de leche y me fui.
Aunque lo que no hice fue pajearme, de hecho, deje pasar una semana hasta que se lo volví a pedir, para ver como reaccionaba ella. Al parecer esperaba que se lo pediría todos los días, cosa que obviamente quería hacer, pero también quería tantearla a ella, ya que mi objetivo al final iba a ser cogerla.
María comenzó a andar mas provocativa en la casa, sobre todo cuando estábamos solos, usando shorts de tela que le dejaban medio culo afuera, sin duda mi suegra culona quería que me calentara.
Todo ocurrió una tarde que estaba en la sala viendo la tv y ella llego de hacer unos mandados, Lucia no estaba.
—Por dios que calor hace—dijo ella.
—Tanto? No parece.
—Y si, para estar adentro con el aire no nene.
—Jaja.
María dejo las cosas en la mesa y amago con irse al cuarto.
—Maria vení acá— le ordene.
—¿Qué pasó?
—Sacate la ropa y quédate en tanga— le dije, ya con la pija afuera.
—Apa y eso?
—Nuestro juego Mari.
—Mm y por que te pusiste así de golpe?
—Por ver ese orto.
—Jaja que paso, antes no me hablabas así.
—Antes no teníamos tanta confianza.
Ella sonrió y dándose vuelta, se bajo el jean, mostrándome ese culo entangado y dejándolo a la disposición de su yerno.
—Ufff María, mira lo que es esto.
Comencé a pajearme mientras miraba el culo de mi suegra, haciéndola ver mi pija casualmente mientras lo hacia.
—Se puede tocar?— pregunte.
—Si ya lo hiciste ayer.
Ahí nomas comencé a amasarle las nalgas con una mano, además de nalguearle ese culo y sacarle varios grititos.
—Acércate mas— le ordene.
Ella lo hizo, lo suficiente para comenzar a lamerle las nalgas y mordérselas.
—Jajaj ay Luis afloja.
—Ni en pedo, es un sueño este culo, ojala hacerle mas.
—Bueno de ahí no pasas nene.
—Mala.
—Jaja agradece que te dejo hacer esto.
—Que decís, bien que te gusta.
—Mmm un poco.
Aumente el ritmo, ya cerca de acabar.
—Uff voy a acabar María, te voy a acabar ese orto.
Los primeros lechazos salieron, embarrándole el culo de leche a mi suegra.
—Mmm como acabaste nene.
—Obvio, esta mortal este culo.
Ella se fue así al baño para limpiarse, yo me quede ahí viendo como se alejaba ese culo.
Esa misma noche, cuando Lucia se durmio, le escribi.
—María.
—¿Qué queres a esta hora?
—Ya sabes creo.
—Jaja dale decime.
—Mandame una foto frente al espejo.
—Como la de la otra vez?
—Te quiero completamente en pelotas, mostrando el culo al espejo— le exigí.
—Jaja ay Luis que degenerado.
—Degenerada vos que te gusta esta— le envié una foto de mi pija.
—Mm no esta media sucia?
—Por que pensas que esta así?
—Que te cogiste a la otra?
—Obvio, siempre pensando en tu culo hermoso suegra.
—Jaja que decis, ahí va la foto.
Era una delicia mi suegra en pelotas.
—Hay Maria, llego a ir ahora y te garcho toda.
—Jaja nooo no podemos.
—Por que?
—Y por Lucia.
—Si no se va a enterar.
—Igual no esta bien.
Ahí me asegure de que Lucia estuviera dormida y sigilosamente salí del cuarto, yéndome al de mi suegra. Cuando entre, la encontré en la cama, con el teléfono en la mano.
—Que haces acá?— preguntó algo preocupada.
—Tranqui, tu hija duerme.
—Se llega a despertar.
—No despierta mas con la cogida que le di.
Obviamente fui en pelotas a su cuarto, ella se fijo en mi pija enseguida.
—Y que queres?— preguntó.
—Me voy a hacer una paja viéndote.
—Ay Luis— dijo, medio resignada, amagando a darse vuelta para mostrarme el culo.
—No, te quiero de frente— la paré —quédate así y mírame.
—Bueno si eso queres.
Me senté frente a ella en la cama y arranque a pajearme ahí mismo, mientras ella se fijaba en los movimientos de mi pija.
—Dale mostrame la concha.
María abrió las piernas y me mostró la concha en todo su esplendor, me daban ganas de dar un salto y clavarla ahí mismo.
Yo seguia, mientras ella miraba concentrada y arrancaba a respirar un poco mas fuerte.
—Dale María, metete dedo— le dije.
—Ay Luis no da….
—Si eso queres, tenes a tu yerno pajeandose frente a vos, es normal que te calentes.
—No es normal jaja.
—Bueno para nosotros si, dale Mari— le dije.
Ella se llevo la mano a la concha y arranco a dedearse suavemente, mientras miraba mi pija.
Estuvimos un rato así, yo estaba re caliente.
—Te gusta?
—Mm si.
—Que putita mi suegra.
—Que decis aaah.
—Que ganas tengo de cogerte, desde la primera ves que te ví ese enorme orto.
María gemía mas fuerte, pero se controlaba para no hacer mas ruido por Lucia.
—Mm no podemos Luis.
—Uff dale Mari.
—No.
—Dale, si tu hija ya es cornuda, vos la hiciste cornuda putita.
Ahí note como mi suegra aumentó el ritmo.
Ya no daba mas, deje de pajearme y rápidamente le metí 3 dedos en la concha y arranque a pajearla. María se estremeció.
—No no salí— me decía, pero no se resistía.
—No, ya no doy mas.
Pare de pajearla y me le pegue, sin aviso alguno, finalmente clave mi verga en la concha mojada de mi suegra.
Arranque a bombear con fuerza.
María gemía y me decía que parara, en voz baja.
—Ahora si María!— le dije, sacándosela y dándola vuelta, dejándola boca abajo.
María ya estaba entregada, aferrándome como nunca lo hice a su culo, la volví a clavar.
—Aaah te gusta puta, la pija de tu yerno.
—Aaah por dios Luis que pija.
—Toda tuya hija de puta, a partir de ahora te voy a coger bien este culo.
—Noo aaah esta Lucia.
—Me chupa un huevo tu hija yo te voy a coger cuando quiera y la voy a cagar cuando quiera con vos.
Ahí Maria se agarro de las sabanas fuertemente.
Yo seguí acelerando hasta que por fin le llene bien la concha de leche a mi suegra, la cual se quedo ahí sin decir nada, respirando agitada.
Yo me senté al borde de la cama, viendo aquella escultura que era mi suegra.
Le pasé la pija por las nalgas para limpiarme los restos de leche y me fui.
12 comentarios - Mí suegra María 5.