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Mi turra me garcha en su rancho (cap 4)

Garchando en el rancho de mi turra (cap 4)

Mi principal problema era justificar el desmedido gasto de nafta para poder seguir llendo a ver a mi luchona. Mi retrograda familia monitoreaba todo y en cuanto vean todas las materias no aprobadas la cosa se iba a poner fea. De modo que en vez de pedir anticipadamente que me den la plata de la nafta, saque algunas cosas de casa sin que nadie se de cuenta y las vendí en la feria y en una casa de compra de metales no ferrosos. No había obtenido mucho pero haciendo un cálculo rápido me tenía que alcanzar para ir volver y comprar algo allá.

El día de la cita arranque para el colegio como si nada para no generar ningún tipo de sospecha en casa y como siempre me desvíe por la ruta camino a Virrey del Pino. Ese día tenía un examen y sabía que no iba a poder justificar pero la verdad no me importaba solo quería ver a mi turra. Más de dos horas después entraba a Virrey del Pino. El clima estaba gris y hacia un buen rato había empezado a llovisnar. Las calles de tierra rápidamente se hicieron barro y el pobre 147 había quedado embarrado hasta el capot casi. Había poca gente en la calle solo por ruta 3 veías movimiento después el barrio parecía haberse desaparecido. A pocas cuadras me cruce dos turras que caminaban sin prisa. Encalsadas las dos con una burra de exposición. Mostrando y provocando con esos culos perfectos. Cada turra que veía por la calle me motivaba más para llegar a ver a mi turra. 

Por fin llegué a la esquina de la casa de Jésica pero como el clima estaba feo decidí acercarme hasta la puerta. Espere unos minutos y salio una nena descalsa. Se acercó hasta el auto y me dijo: "dice mi hermana que ahí viene". Léase había conocido alguien de su familia casi sin darme cuenta. Mi luchona salió unos diez eternos minutos después. En dónde su hermanita me lleno de preguntas. Que de dónde era que si era lejos que si el auto era mío que si trabajaba etc etc. Pero cuando la ví salir a Jesica cruzar ese alambrado roto y oxidado todo había valido la pena. Caminaba con firmeza moviendo esa burra de acá para allá. Se había encalsado que daba gusto. Una calsa finita gris que le marcaba todo el Papo. Por dios que concha !!!. El hilo de la tanga hacia un relieve en la calsa incluso dejando ver cómo se marcaba la argolla de metal del hilo. Sentí que mi verga se me paro de golpe. Una remerita corta y una camperita Nike obviamente trucha comprada en la feria pero que le quedaba pintada. Apenas subió al auto nos comimos la boca de un beso. Nos habíamos visto el sábado si pero sentíamos todo ese fuego de las ganas acumuladas de los mensajes picantes que nos mandabamos y ese fuego nos ganó de mano. Transamos ahí frente a su casa un ratito. Con su lengua entrelazada con la mía yo aproveché para apretarle bien el orto. Para levantar un poco si hilito y jugar con el. Para pasarle la mano por esa flor de concha que me había vuelto loco. Jesica respiraba agitada mientras mi mano se deslizaba sobre su calsa por sobre su concha. Casi que dando algún gemido. 

Cuando decidíamos que hacer yo le conté que no tenía mucha plata, tube que blanquear la situación porque no había forma de pagar todo y mi turra súper libre me respondió: "no pasa una vamo al cine y garchamo en casa". Demasiada información en una sola frase. Eso quería decir que iba a conocer a su familia?. Podía ser entonces algo épico garchar ahí o lo dijo por decir?. Muchas preguntas tenía en mi mente. Me límite con una sonrisa a asentir con la cabeza. Mi luchona me abrazo y me dijo: "así conoces a mi mamá q está re gede preguntando". Yo acepte encantado. Quería ver cómo era está movida turra. 

Arrancamos para el cine y sacamos entradas para una pelicula de terror. Película que la verdad no vimos un carajo porque nos dedicamos a chapar la hora y media que duraba el film. Estábamos desatados mal comiéndonos a besos yo tenía la verga durísima bien parada marcada en el joggin. Jesica me la agarraba me la apretaba me toqueteaba y yo más me calentaba. Yo jugaba con el hilito de su tanga. Le apretaba bien el orto en cada chape y disimuladamente comence a meterle la mano por debajo de la remera y aprovechando que estaba sin corpiño le tocaba las tetas los pezones. Teníamos un nivel de calentura tremendo. Jesica gemia suavecito y su concha me pedía a gritos que la ensarte. Una vieja nos miraba torcido pero nosotros seguíamos en la nuestra. Nos soltabamos un poco para disimular y otra ves arrancabamos a manosearnos y comernos a besos mal. Pude sentir hasta el flujo de su concha tocándole por encima de la calsa. Estaba mojadita estaba muy caliente. Yo tenía la verga titilando. Salimos del cine y fuimos rapidito hasta el 147. No pudimos ni arrancar que ya estábamos comiéndonos a besos mal, tocandonos yo le apretaba las tetas y ella mi verga. Mi luchona me bajo el joggin y dejo toda mi verga fuera. Cabezona durísima frente a ella. Se inclino y me la empezó a chupar. Le dió unos besos suaves y después metió una mamada importante. La metió hasta el fondo de su boquita varias veces. Yo gozaba como loco. Mi luchona se incorporó y me dijo: "dale vamo a casa". Yo todo caliente con la pija dura no lo podía creer que me hiciera conocer a la familia en tal estado de calentura. Ideal tener que dar buenas respuestas cuando solo pensas en garchar a tu luchona. 

No les voy a mentir que estaba un poco nervioso camino a la casa de ella pero la calentura me daba seguridad. Así como les cuento. Estacione en la subidita de tierra (ya completamente barro para esa altura) bajamos del auto y cruzamos de la mano el alambrado. La casa era un jardín de infantes con muchos chicos pequeños gritando haciendo kilombo pero con unos parlantes sonando unas cumbias al estilo Tropitango y un sin fin de bellezas como diría el bambino. 
Estéticamente la casa era más bien una casilla. Ladrillo hueco sin revocar en su mayoría pero también se veía al fondo como una pieza echa de madera. Ninguna pieza tenía puerta salvó el baño las demás solo tenía como una cortina. Los muebles me hacían acordar a la casa de mi abuela materna. Muy de época de caño y esos colores ochentosos. La tele en cambio moderna y grande. Arriba de la tele un cuadro de Peron y Evita. (Aclaro que No hago apología a ningún partido político solo describo la situación)
La cantidad de gente era incontable pero básicamente estaba la mamá de mi luchona (María) una señora no tan grande en realidad pero con sobrepeso que se movía con cierto dolor en la rodilla. Madre de ocho hijos en total. Aunque no todos estaban ahí presentes. Muy amable me ofreció algo de tomar me hizo sentarme y me contó de su dolor de rodilla y de como el marido la abandonó cuando los chicos eran chiquitos. No me mato a preguntas solo algunas para saber con quién andaba la hija nada más. 

De los 7 hermanos de mi luchona había tres presentes ese día. Una hermana más grande que se limito a saludarme mirarme con cierto asco por mis rasgos chetos (y eso que estaba muy suavizado eso) y se metió en su dormitorio con sus hijos. El varón apenas más grande que mi luchona jugaba a ser Pablo Escobar el pelotudo y hasta yo me daba cuenta lo exagerado que era. Pero me límite a escuchar sus "fechorías" hasta que la misma madre le dijo "cállate Joel deja de fantasmear". La madre me sonrió y al parecer le caí bien. Y la hermanita más chica que se habla acercado primero. El resto de los pibitos que correteaban por la casilla eran hijos del otro hermano y de los del fondo pero que en realidad algunos eran primos..no se no entendí bien tampoco me importaba. Yo solo quería garchar con mi turra. Nos quedamos un buen rato tomando mates con su madre hasta que mi turra se levantó y me llevo de la mano a "mostrarme su pieza". Apenas cruzamos la cortina yo tenía la verga durísima de caliente. Con todas las ganas de pegarle flor de ensartada. La pieza era chiquita y tenía tres camas. La de mi turra, la de su hermanita más chica y la de una hermana un año más chica que mi turra que todavía no había conocido, de nombre Milagros. No había mesita de luz pero si dos roperos abarrotados de ropa. Había tangas hilo colgadas por todos lados. Seguramente mezcladas las de ella con las de la hermana. 

No pasaron ni cinco minutos que comenzamos a comernos a besos mal. Mi turra me tiró sobre su cama y empezó a besarme como loca. Me pasaba la lenguita por el cuello y me hacía un chupón. Mientras yo sentía el fuego de mi verga toda parada mi luchona me repetía "Sos mío entendés mío" una y otra vez. Me bajo el joggin dejando mi verga parada mal frente a ella. Se bajó la calsa y la tanga y nos metimos debajo de las sábanas. Mi turra se me subió ensima y mientras me seguía haciendo chupones dejo que mi verga toda dura y parada se ensarte en su concha mojadisima. Piel con piel sin forro como tiene que ser. Me empezó a cabalgar suave, mi pija se deslizaba entrando y saliendo de su concha mientras con besos tiernos románticos seguía el ritmo de la cabalgada. Mi luchona me besaba en la boca, pasaba al cuello y cuando se acercaba al oído me daba un gemido acompañado del "sos mío". Yo sentía todo el fuego la calentura de todo día el Pete en el 147 recorrer mi cuerpo. Yo también le hice dos chupones en el cuello y uno en las tetas. Estaba desatado mal saber que estábamos garchando separados apenas por una cortinita del bondi que era la casilla me ponía loco. Si bien mi luchona gemia lo hacía suave y de fondo escuchabas las voces del resto de la casa. Eso me calentaba aún más. En el medio de tanta calentura mi luchona empezó a cabalgarme más fuerte. Intensifico el saltar sobre mi verga. Su flujo se sentia mucho más. Yo le chuponeaba las tetas y ella más me cabalgaba. Me empezó a besar con más violencia me destrozaba el labio con sus besos. Me pasaba la lengua entera por el cuello. Me hacía volar de placer. Mi luchona me apretó fuerte el pecho mientras me saltaba sobre la verga y mirándome fijo a los ojos me repetía "sos mío mío mío" seguido de un "llename de leche bebu". Yo estaba que no daba más y empeze a sentir el flujo de su concha recorrer mi entrepierna. De repente el flujo se volvió dos chorros calientes que me explotaron la cabeza. Me llevaron a otro mundo. Ahí si ya sin dar más me deje llevar y acabe toda absolutamente toda mi leche dentro de su concha. Fue una acabada hermosa. Increíble. Sentía la verga lanzar los chorros de leche bien adentro suyo. Mi luchona gozaba de placer y dió un par de gemidos fuertes que seguro se abran escuchado en el resto de la casa. Nos quedamos así ella sobre mi con mi verga adentro. Dándonos besos y haciéndonos mimos....


Prepárense porque el siguiente garche es con rotura de orto a mi turra.

4 comentarios - Mi turra me garcha en su rancho (cap 4)

eltrozo896 +1
Excelentes tus relatos
Joaquinyjesica +1
Muchas gracias y gracias por el regalito un genio !!
masii_freak +1
10 +++ me dejaste con la pija al 100
Joaquinyjesica
es la idea jajja gracias por el alago
joseevargas91 +1
Muy buenos tus relatos!! Ojalá encuentre así una luchona turra van 10
Joaquinyjesica +2
Gracias genio hay x todos lados tenés q buscar
. Nosotros ya tenemos 3 bendis jaja