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Uniformados

# Quiero compartir un recuerdo de mi adolescencia, cuando cursaba en un internado militar. la dinámica era la siguiente, alumnos de varias clases convivíamos en ese lugar donde estudiábamos y demás. Yo cursaba el último año y mi novia el primero. Estabamos ahí toda la semana y los findes aquellos que no estaban sancionados podían salir x horas de acuerdo al desempeño que tuvieran en la semana. Ese finde yo no había salido, mi novia si, pero volvía a eso de las 8. Nos mensajeamos todo el día, calentandonos mutuamente, la verdad que no compartíamos mucho tiempo juntos por la dinámica del lugar y cuando lo hacíamos íbamos a los bifes de una. En fin mi chica llegó, uniformada con una especie de tapado largo que ocultaba la camisa y el saco, una falda que le resaltaba el culito redondito que tenía. Yo estaba con el clásico uniforme camuflado. La saludé y la invite a los salones que estaban vacíos y a oscuras. me asegure que no hubiera nadie y en el pasillo donde estaban los salones nos empezamos a besar. Ella tenía la costumbre de tocarme la verga por arriba del pantalón en cuanto me le arrimaba un poco. Era de manual, me la palpaba toda suavemente mientras me besaba, con la calentura a mí se me ponía redura al toque.
Le desabroché el tapado y el saco, le toque las tetas por arriba de la camisa y después la abrace por la cintura, la apoye contra la pared y le comí el cuello. Me le arrime fuerte, queriendo apoyarle mi pija. Pero ella no sacaba la mano. "Cómo estás!" Me dice con una risita. Yo la suelto. me bajo los pantalones y le muestro como me tenía. Ella me baja el boxer y me toca la pija con los dedos, sin agarrarla. Yo me le arrimo de nuevo, besándola. Era más bajita que yo, mi verga le tocaba la pancita a la altura del ombligo. Estaba toda babosa, ella se percato. Me alejo. Se quejo de haberle mojado la camisa, de la desabrochó. Yo la acaricie por la espalda hasta llegar a desabrocharle el corpiño. Sus dos tetitas que tenían forma de pera quedaron al aire. Y yo sé las chupe toda. Ella ya agarraba mi pija con fuerza, cada tanto me pajeaba y empezaba a respirar más agitada. note como me la agarraba intentando llevarla a su concha, sin sacarse la falda todavía. Pero estaba muy dura y parados era imposible, su conchita quedaba muy abajo.
Vamos le dije, entramos al salón, tenía ventanales grandes en un 1er piso. Ella puso su tapado en el suelo, se acostó encima, y trataba de sacarse la falda, yo me pajeaba y la miraba mordiéndome el labio. Tenía muchas ganas de penetrarla. Ella miraba con fijeza mi pija. Desistió de bajarse la falda, se la subió, se bajó las medias cancan y la bombachita, se resfrego los dedos por el clítoris, estaba con los labios hinchado, abierta. Yo me agache, iba a chupársela toda y ella me freno. Se metía los dedos se los saco y me mostraba, mientras se los llevaba a la boca, como les chorreaba leche. "No me aguanté, perdón" me dice con una cara que era una mezcla de apenada y trola. Yo estaba re caliente, y el enojo me dieron ganas de cogerla más fuerte. Siempre la había tratado "romántico" digamos en el sexo. Hasta esa noche, me le fui encima sin soltarme la chota se la apoye en la vagina con fuerza, se la pase por los labios y se la metí de una hasta el fondo. Su quejidito se lo caye con un beso. Le mordí el labio, fuerte pero sin lastimarla. Le agarre el cuello y empecé a darle. La bombeaba lento pero con fuerza. Al punto de dejarle solo la puntita adentro y ensartarle toda de una. Pla, Pla se escuchaba en el silencioso salón. La agarraba fuerte del pelo mientras le daba. Al oído le dije que hoy le desvirgaba el orto. Ella no dijo nada, se quejaba entre los jadeos. Intentaba no gemir fuerte. Le empujaba con la pelvis para sentirla bien adentro. Se la saqué. Ella se puso de costadito y con un mano se abría la nalga. Se le veía el agujerito, apretadito... Y abajo su conchita chorreaba un poco de leche del otro. Eso me molestó de nuevo. Le apoye la cabeza de la chota en la puerta del ano. Empujé pero no entraba. Le seguí presionando, ella se quejaba mientras sentía que estaba cediendo. Hasta que entró la cabeza, se escuchó un "ayy!". Pero ella se tapo la boca al instante se la empecé a mandar más y más. Le levanté la pierna y empecé a darle. Rápido y fuerte. Ella se empezó a tocar muy rápido, con fuerza hasta que acabamos los dos. Le solté toda la leche y me le pegue con fuerza, apretandole una teta con la mano. La saqué. Le cachetie la nalga con mi pija que ya no estaba tan dura. Me levanté me vestí y le dije que después hablábamos. Me fui dejándola ahí. La ignore un día entero. Arreglamos las cosas finalmente para el otro finde y volvimos a hacerlo en lo que fue uno de nuestros mejores garches, pero eso queda para otra vez. Espero les haya gustado, contactenme si quieren saber de más anécdotas.

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