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Hipnotizando a mi familia, momento de mamá

Es un domingo por la mañana, ayer por la noche tuve sexo con mi hermana y me quedé dormido en su cama. Cuando despierto, veo que ella, mi hermana, me está realizando una felación. Le saludo con un —Buenos días—, ella se detiene para contestarme —¿Cómo dormiste, hermanito?— y le respondo con —Bastante complacido, pero sin duda me desperté incluso mejor de lo que dormí—. Ella siguió haciéndome la felación hasta que me vine en su boca.

Nos quedamos acostados un rato, hasta que mi madre nos llama a desayunar. Yo me pongo una camisa, mis pantalones y voy a la mesa; mi hermana llega más tarde con un short ultra corto, que parece que cada vez lo acorta más; claramente no tiene pantys porque se le marca su "camel toe", además de no llevar sostén ya que puedo ver sus pezones erectos. Mis padres, como bien les ordené ayer, no le dijeron nada a mi hermana, aunque sí la miraron mal mientras desayunábamos.

Mientras comíamos noté a mi madre extraña, como si no me quisiera ver y cuando lo hace, tiene una mirada rara. Lógico ya que supongo que sigue sin poder creer lo que vio anoche en la habitación de su hija, a su hijo teniendo sexo con ella, sexo incestuoso entre hermanos proveniente de un hogar tradicional. 

Termino de desayunar y me voy a mi habitación, pienso en cuál es el siguiente paso ahora que tengo a mi hermana disponible para mí. La respuesta es obvia, mi objetivo a partir de ahora es convertir a toda mi familia, a todos mis conocidos femeninos en parte de mi harem. Si ya tengo a mi hermana, el siguiente paso es tener a mi madre. 

Voy con ella mientras lava los platos y le digo que quiero hablar, me responde que espere a que termine. Yo espero pacientemente y cuando termina, nos sentamos en la mesa y ahí la hipnotizo; ya hipnotizada imagino en qué orden darle, se me ocurre hacerle vestir más sexy, igual que hice con mi hermana. Siendo que es una mujer tan reservada que nunca viste provocativamente, a pesar de tener un físico espectacular, me parece una buena idea cambiar eso.

—Madre, es normal que una mujer quiera vestirse provocativa para los hombres, aunque sean familiares, incluso mostrar piel a su hijo. Es más, te debería excitar mostrarme piel sobretodo a mí. De ahora en adelante vestirás de manera sexy para mí y eso te excitará—, ella contesta —De acuerdo, de ahora en adelante me vestiré provocativamente para ti, es mi deber como mujer y sobretodo como madre—.

Satisfecho con esta respuesta, la libero de la hipnosis y me voy a mi habitación. En mi habitación juego un rato con mi play, un poco de FIFA para desestresarme. Luego de un par de horas escucho que mi madre me llama para que le ayude, yo voy y cuando llego la veo con una falda por encima de la mitad de su muslo y una camisa con un gran escote. Esto es primera vez que lo veo en mi vida, ni siquiera sabía que mi madre pudiera tener ropa así. 

Yo, ni corto ni perezoso, halago este atuendo de mi madre. Veo como se pone un poco roja y me replica con un —Gracias, hijo. No sé por qué pero hoy me dió por vestirme diferente—, yo le digo —Deberías seguirlo haciendo, me gustó bastante—. Termino de ayudarla y me voy de nuevo a mi habitación.

Pasa una hora y me aburro de jugar, así que después de pensar en qué podría hacer decido ir a divertirme con mi hermana. Entro a su habitación, sin tocar y nada, para mi fortuna la agarré justo cambiándose de ropa. Hago presencia con un —Hola—, ella se sobresalta y cuando se voltea me responde con otro —Hola—. 

—¿Por qué te estás cambiando?— le pregunto. —Voy a salir con unas amigas— responde. —¿Quién te dió permiso para salir?— digo de forma un poco agresiva. Ella se queda pensando, pero finalmente dice —Pero si no me dijiste que te tenía que preguntar o pedir permiso para salir—. —Bueno, ahora lo sabes. No vas a salir, quiero divertirme contigo—. La agarro del cuello y la tiro a la cama, aprovechando que apenas se había puesto sus pantys.

Ella no pone mala cara al respecto, de hecho, parece alegrarse. —Espero que no tengas ningún problema con esto— le digo, a lo que responde —Ninguno, hermano mío— y por su propia cuenta se quita las pantys. Yo empiezo a tocar su ya húmeda vagina mientras al mismo tiempo manoseo su seno, ella gime levemente lo cual me produce excitación. Con el pene erecto, lo saco y la penetro lentamente, sintiendo toda su calidez.

Pasan unos 6 minutos de pasión, suficiente tiempo para que ella se viniera, pero antes de yo hacerlo, saco mi pene y me corro sobre su cara. Después de le doy una orden muy clara —No te lo limpies—, que ella parece haber escuchado, a pesar de estar en éxtasis acostada en la cama. Pasan unos 2-3 minutos en los que los dos estamos respirando después de lo que hicimos, cuando de nuevo nos llaman a comer.

Yo solo me pongo bien el pantalón y bajo, mi hermana por otro lado se tarda un poco más. Baja igual que en la mañana, con un short ultra corto sin pantys y con un top ultra fino sin sostén. Mi madre, por otro lado, está vestida con esa falda que deja ver sus hermosas piernas blancas, con una camisa de gran escote que deja ver la palidez de sus senos. Ya mi madre no me mira raro mientras almorzamos, aunque ahora mi padre nos mira mal a todos, incluyendo a mi madre.

Cuando termino de comer, veo como mi padre le hace un gesto a mi madre para hablar en su habitación, yo inmediatamente voy a escucharlos. Escucho como le dice —¡Graciela, pareces una puta! Ya sé que nuestra hija está pasando por una fase de rebeldía extraña usando esa ropa tan reveladora, ¿pero a ti qué te pasa? Cámbiate, no quiero que esta casa se convierta en un burdel—. —Cálmate— contesta mi madre, para seguir con —No te preocupes, ¿cuál es el problema con que una mujer revele un poco de piel? Yo no le veo ningún problema—. Mi padre le suelta una cachetada y sigue en su discurso —Graciela, 23 años de casados tenemos, no quiero verte como una puta, menos en mi casa. De jóvenes lo podría haber entendido, pero ya tienes 43 años, ya ni siquiera tienes ese "cuerpo" para presumir—.

Sale entonces mi padre de la habitación y yo hago como que estaba camino al baño, para que cuando veo que ya se ha alejado, entrar yo en ella. Cuando lo hago, veo a mi madre en el piso llorando, sobándose su cara con una gran marca roja en la mejilla. —¿Estás bien?— pregunto sabiendo la respuesta. Contesta entre lágrimas —¿Tú qué crees? Primera vez en la vida que tu padre me ha puesto la mano encima, para de paso decirme que estoy vieja—.

Yo me siento brutalmente mal por lo que le ha pasado a mi madre, así que le hago una afirmación —No te preocupes, voy a hablar con él, no te volverá a dar ni siquiera una reprimenda—. Yo voy directamente a hablar con mi padre, lo hipnotizo y empiezo —Escúchame, de ahora en adelante te dará excitación ver cómo otros ven a tu esposa, aunque sea tu hijo. Te gustará ver como incluso la manosean o incluso tienen sexo con ella. Nunca le volverás a decir nada por como se vista—, él replica con —Bueno, de ahora en adelante me gustará ser cuerneado—. 

Satisfecho con la respuesta que me dió, lo libero de la hipnosis y regreso con mi madre para poder darle las buenas noticias. —Madre, ya no te preocupes más por mi padre, él no te dirá nada por como te vistas—, a lo cual dudosa me dice —¿Seguro?— y yo asiento con la cabeza. La hipnotizo para hacer algo similar a lo que le hice a mi hermana, comienzo manifestando —De ahora en adelante, serás mi puta. Actuarás sumisa ante mí y no importará que orden te de, ni cuando o donde te la de, la acatarás a rajatabla y además eso te causará placer—, a lo cual me garantiza —De acuerdo, acataré de ahora en adelante de manera sumisa cada una de tus órdenes, actuando además como una puta—. 

La libero de la hipnosis y voy a la habitación de mi hermana. Ahí le empiezo a explicar que ahora mi madre también es sumisa a mí, idea que parece encantarle, porque inmediatamente después me besa apasionadamente. Ahí mismo le digo mi plan, quiero hacer de mi familia un harem sumiso a mí, ella entiende perfectamente y acepta ayudarme en cualquier idea que se me ocurra.

Me devuelvo a mi habitación después de todo lo ocurrido, ya estamos cerca de la hora de la cena así que me pongo a jugar play otra vez esperando que me llamen para comer. Después de una hora me llaman, voy y ahí está mi madre, vestida solo un poco más cubierta que mi hermana (la cual parece en todo sentido una puta). Un top holgado que si ves desde abajo podrías ver los pezones de esas enormes tetas y un short ajustado corto que dejan ver el principio de su tremendo glúteo. 

Yo apenas veo a mi madre, le doy una fuerte nalgada sin importarme que esté al frente mi padre, para posteriormente decirle —Que buenas tetas, ma. Como quisiera verlas—, ella me contesta diciendo —Si quieres te las enseño, hijo mío—, pero me niego —No, gracias. Más tarde—. Cenamos sin que nadie haga malas caras, ni mi madre a mi hermana, ni mi padre a mi madre. Por fin este hogar siento que empieza a ser mío. 

Al terminar de cenar, mi madre va a lavar los platos. Yo aprovecho y después de nalguearla, le quito esos mini shorts que tiene y empiezo a lamer su vagina, el lugar de donde salí. Después de un rato, veo que mi madre empieza a gemir, momento en el que mi padre se nos queda viendo. Ahí mismo, con el pene erecto por toda la adrenalina que me genera la situación, penetro a mi madre con mi padre observando a solo unos cuantos metros (seguramente él cree que no sé que está ahí).

Siento la humedad del agujero de mi madre, la escucho gemir con cada penetración. Pasamos unos 7 minutos ahí, en la cocina, momento en el que siento como su coño empieza a apretar más, así que sé que se ha venido. Yo saco mi pene y le ordeno que se arrodille, ella cumple y le hago hacerme una cubana, con sus exuberantes y majestuosas tetas; a los breves segundos me vengo sobre su hermosa cara. Me volteo y exclamo —¿Te gustó, padre?—, momento en el que veo una mancha blanca en el piso, pero no a él. 

Al terminar con mi madre, le agradezco, le ordeno que limpie todo el desorden y me voy a mi habitación, a dormir complacido por todo lo logrado hoy.







El último relato de esta saga fue el más exitoso que he tenido, por eso mismo me ví motivado en sacar este bastante rápido. Recuerden, lo que me motiva a seguir subiendo relatos y lo que determina si sigo con una saga o no son los puntos que dejan. Además, este es mi relato más largo hasta ahora. Agradezco a todos por su apoyo.

2 comentarios - Hipnotizando a mi familia, momento de mamá

sony101971
te dejo +10, espero lo contines más con la mamá.
CaesarPn
Esta historia da para largo, creeme. Muchas gracias por los puntos
Cuckofmommy
Puntos más que merecidos, este relato es de los mejores que he leído, espero sigas con el. 🔥
CaesarPn +2
Claro que sí, la continuación llegará a mediados de la semana que viene o durante el fin de semana