You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Gracias al running

¡Buenas!

Esto que voy a contar pasó en la mañana de ayer domingo, pero para poder comprender lo acontecido es necesario que me vaya un tiempo para atrás.
Toda la vida hice deportes, pero la realidad es que una vez que entre a la vida adulta, practicar una actividad en equipo (siempre jugué al futbol, primero en la liga local, después torneos amateurs) se hizo muy difícil: completar los 7/9 jugadores, que el otro equipo sea competitivo, que los partidos sean entretenidos, etc, se torna complejo con el laburo, la familia, y demás obligaciones.
Es por eso que ya desde el 2015 me fui para el lado del running. Primero corriendo solo por la costa y después en un grupo de entrenamiento. La cosa es fácil: te calzas las zapatillas y listo, no importa si somos 10,15 o dos, la actividad se hace siempre. Y la verdad que correr con otros y con un profe ayuda y mucho; se mejora el ritmo, bajas tiempos y te vas metiendo de a poco en el mundo de las carreras. Primero unos 5 km para probarse, 10 km para medir tiempos, y después el salto a los 21 km (no me anime a los 42 km aún jeje); a veces por asfalto, otras por la laguna, probé alguna carrerita de aventura (no son lo mio). Y obviamente en todo este mundo te cruzas con un montón de gente y un montón de mujeres... Lo que me paso hoy fue en este contexto, pues en mi ciudad hoy se corrió una carrera que convoco a 11 mil personas.
A las 6 am ya estaba en la costa, juntándome con la gente del grupo para hacer los movimientos de calentamiento, ocupando un lugar en la largada y esas cosas. Para las 7 ya estábamos para largar... El grupo en el que corro es grande, cada uno va por su objetivo. Algunos a bajar tiempos, otros a animarse a hacer algo nuevo, otros a probarse la "cabeza", y algunos como yo que solo vamos a pasarla bien. Tengo claro que no voy a ganar, la verdad que los tiempos no me interesan demasiado aunque sí me gusta superarme y eso de hacer sociales no es algo que me parezca muy interesante, yo entreno para despejar la cabeza, es una especie de terapia jeje. La cuestión es que a las 7 am se largo, y ya para las 8:45 hs había terminado... Podría tranquilamente haberme ido a mi casa luego de estirar y eso, pero bue al estar en un grupo no daba irme rápido. Así que me quede a tomarme unos mates, a conversar un rato y a esperar que llegue el resto, cosa que no me interesaba tanto jeje. Sin embargo menos mal que me quede, porque en ese tiempo de espera me puse a conversar con una compañera con la cual no tenia mucha confianza y la cual es protagonista de esta historia.
Ella es L, morocha, más joven que yo, aparentaba unos 26/28 años (luego me entere que tiene 30 recién cumplidos), delgada, lindas piernas, más bien chata de adelante pero con una cola redondita muy linda realmente. Ella iba a un turno de entrenamiento diferente al mio, pero nos cruzamos en algunos fondos y asados, nada de tener mucha confianza. Sin embargo hoy mate va, mate viene, la cosa se hizo amena y pegamos buena onda. Yo que soy un tipo tranquilo, no pensaba nada raro aunque no voy a negar que por momentos la miraba con ojos que no eran solo de "buen compañero", sin embargo no insinué nada o algo menos no lo hice consiente.
La cosa es que ya cuando la carrera estaba terminado, habíamos tomado unos mates, nos habíamos sacado la foto de rigor de todo el grupo, estaba decidido a partir hacia mi casa, y fue ahí cuando L me dijo "se me parten las piernas, ahora que me enfrié me duele todo y para colmo tengo que caminar hasta casa". Realmente de buena onda, sin ninguna doble intención le dije que si quería yo la llevaba, que no me costaba nada, que en todo caso sería demorarme unos minutos más y eso no me iba a cambiar. Ella acepto gustosa, así que después de saludar a los presentes, salimos despacito caminando hacia mi auto.
L no vivía muy lejos de la costa, no eran más de 10/15 cuadras, aunque es verdad que después de una carrera todo cuesta más, así pensé que su malestar era real. En el camino hacia su casa íbamos hablando pavadas, todo muy relajado, nada hacia pensar lo que iba a pasar... Llegamos a la esquina de su domicilio y cuando estaba por bajar, ella me dice "no queres bajar un rato? tomamos unos mates más si no tenes apuro, todavía es temprano"... Mi mujer había salido a una ciudad cercana donde hoy había un evento cultural, así que no tenia que volver a casa a fichar jeje por eso accedí. Estacione, caminamos media cuadra y entramos a su edificio. Ella vive en un segundo piso, y subimos a su dpto. por la escalera, ella adelante mio y yo observando su culito redondo en ese shorcito cortito, gris, que le marcaba todo, ya estaba embobado.
Entramos a su casa, me dijo "ponete cómodo" que ya vengo, voy a pasar al baño... Me senté en una silla del balcón, estaba transpirado y no quería mancharle el sillón ni el respaldo de ninguna de las sillas lindas que tenia en su comedor. No pasaron mas de dos minutos que ella apareció sin la remera de la carrera, solo con un top deportivo, con el pelo suelto y descalza. Cuando me ve afuera me dice "qué haces ahí? Venite para acá, ponete cómodo de verdad" , pero la realidad es que no me dejó ni moverme que me fue a buscar, me agarro de la mano y me sentó en el sillón. "¿No tenes calor?" me preguntó, cosa que me sorprendió. Le dije que sí, que estaba todo pegoteado y que por eso no había querido sentarme ahí para no ensuciar nada, ella se rio y me dijo que no había problema, y me repitió "ponete cómodo" y ahí nomas me agarro los brazos, me los levanto y me saco la remera. Yo estaba anonadado y me deje hacer, ya estaba calentándome mal y el shorcito de correr no dejaba mucho a la imaginación, se notaba todo jeje. L me deja con el torso desnudo y cuando me ve, me dice "mmm sos un hombre de pelo en pecho, me encanta" y sin mediar palabra paso su pierna por encima mio, y en un segundo la tenia montandome. Los dos con el torso desnudo, transpirados, ensimismados y ella besandome con una pasión inusitada. No sé cuanto tiempo paso pero estoy seguro que no habían sido muchos minutos, que sin darme cuenta ya estabamos los dos en pelotas.
L me tocaba el torso, la espalda, me besaba el cuello y yo le tocaba el orto, le chupaba las tetas y con la verga dura se la iba pasando por toda la concha. Cada vez que me movía, L se estremecía y tiraba toda su cintura para atrás y adelante. En un movimiento mágico se la acomodo en la puerta de la conchita, que era una belleza, sin un pelito, con unos labios preciosos, simétricos, y de a poco se fue clavando toda mi verga adentro. Mientras se la metía yo estaba quieto, solo la acariciaba con dulzura y con ganas de sentirla toda, de percibir cada sensación que emanaba de su cuerpo, y la miraba para captar cada cambio en sus rasgos, en sus facciones. Y su carita era puro placer... Una vez que se la clavo toda, L se transformo, empezó a gemir como una desesperada y se movía como una poseída. Yo ya estaba que volaba de calentura, así que mientras le chupaba las tetas y le sobaba el culo, empece a moverme y a meter y sacar, el golpeteo de mis huevos con su cola era una sinfonía. Yo ya estaba sacado, la quería romper toda y cada vez le daba mas fuerte. Ella ya no solo gemía sino que me decía que le encantaba, que la iba a romper toda y eso me calentaba mas aún. De un solo movimiento y sin sacársela, la di vuelta y la puse de espaldas, dejándome todo ese culo hermoso a mi merced. Ella se agarró del respaldo del sillón y solamente me dijo "rompeme toda, dale" y bue, fue una orden que me tomé muy en serio. La taladre con una furia inusitada, realmente la quería partir, y mientras le daba la agarra de la cintura y le di alguna que otra nalgada. La cagada fue que de la carrera y este esfuerzo me empece a acalambrar, así que tuve que bajar el ritmo. Ella ahí nomas, full gauchita, me montó a mi pero de manera invertida, me cabalgaba dejándome su orto a mi vista. Una imagen hermosa ver esos cachetes subir y bajar, subir y bajar, ver la transpiración que le caía por la espalda, todo era muy porno. La cuestión era que yo no daba para más y en un momento de calentura se me dio por ver que onda el agujero del orto de esta piba, no tenia pinta de estar abierto pero fue, con probar no perdía nada. Así que de a poco empece a jugar con el dedo anular pero ella medio que no quería, sin embargo cuando entro la primera falange se volvió loca. Gritaba que iba a acabar, cosa que comprobé casi al instante porque se tensó toda y la humedad que salia de su concha era inmensa, y me pidió "la leche", cosa que fue demasiado para mi. Rápido la saque de encima mio, la tire en el sillón y le acabe toda la espalda y la cola. Fueron unos chorros hermosos.... Ella me miro sobre sus hombros y me dijo "sos un hijo de puta, no acababa así hace mucho. Nunca me dejo tocar la cola, me volviste loca". Me sonreí y no dije nada.
A los 10 minutos ya estaba abajo de su edificio, sin poder creer que gracias a una carrera había logrado un polvo hermoso. Cuando llegue al auto, L me escribió y me dijo que va a hacer lo posible por cambiar cada tanto su horario de entrenamiento para que coincida con el mio, así que puede que esto se repita jejeje.

0 comentarios - Gracias al running