Mí suegra María 3

Luego de aquella extraña y caliente mañana, se abrieron las puertas de una nueva relación morbosa con mi suegra María.
Esa misma noche, fui calentando desde la cena a Lucia, ya que me quedaba a dormir, terminamos cogiendo a pesar de que su madre estaba en la casa, Lucia gritando como siempre con mis provocaciones.
A la mañana siguiente, Lucia ya se había ido al laburo, fui a la sala y ahí estaba María, luciendo su terrible ojete en un jean como siempre.


—Buen día— le dije a ni suegra, pasando por atrás y dándole una nalgada
—Ay! Buen día Luis— respondió ella, dándome una mirada bastante sexy.
Esto me confirmo que a María no le molestaba este tipo de trato, claramente era algo que uno no hacia con la suegra, sabíamos que estaba mal, pero supongo que tanto ella como yo lo ignorábamos.
—Ah estoy re cansado— dije, sentándome.
—Y si.
—¿Cómo y si?
—No dormiste mucho anoche con la otra.
—Ah jaja nos volviste a escuchar? Que nos espías?—le tire en joda.
—No nene, pasa que gritan mucho ustedes.
—Jajaj bueno perdón, estaba motivado pasa.
—Por que?—preguntó María.
—Nada me acorde de cosas que pasaron ayer.
Claramente refiriéndome al orto de mi suegra que vi ayer.
Mi suegra fue a la cocina, yo la seguí desde atrás y cuando la alcance le agarre fuerte una de sus nalgas desde abajo.
Ella se sobresalto un poco.
—Lindo jean.
—Jaja si seguro te gusta el jean.
—Tu culo también.
—Nos llega a ver Lucia y nos mata Luis.
—Entonces tendrá que ser nuestro secreto— le dije.
—Jaja y que seria esto?—preguntó.
—Y nada, son jodas nomas, si ya tenemos confianza, o no?— le respondí, restándole importancia al asunto.
—Jaja nunca conocí a alguien que jodiera así con la suegra— me dijo riéndose un poco.
—Ah paramos entonces?
—Mm como quieras, a mi no me molesta— respondió finalmente María, dándome lugar a seguir jugando con su culo —pero mejor si Lucia no se entera jaja.
—Obvio Mari, queda entre nosotros, y cuando necesites un juez de ropa llamame.
—Ropa normal?
—Mientras mas chica mejor.
—Jajaja bueno dale.
Entonces salí de la cocina, y a la pasada le di otra nalgada al culo de mi suegra.
A partir de ese día, cada que tenia oportunidad, jugaba con el culo de mi suegra, le daba nalgadas, le agarraba el culo, a veces mas, a veces menos, pero nunca desaprovechaba, siempre procurando que mi novia no estuviera cerca.
Por parte de María, no se resistía, solo se reía un poco y le restaba importancia, aunque claramente estaba mal.
Luego descargaba mi calentura con el culo de su hija, a Lucia la vivía garchando mas, y a ella le encantaba, incluso cuando su madre estaba en la casa, empezó a dejarse coger cada vez mas, pretendiendo guardar silencio obviamente, lo cual luego no lograba y terminaba a los gritos, para que luego María la jodiera con eso.
—Che como que ya no puedo ni sestear acá— me dijo María una tarde que yo recién llegaba del laburo y me senté en el sillón a su lado.
—Jaja bueno perdón Mari— le dije, mientras trataba de pasar mi mano entre el sillón y su culo para agarrárselo —es que tengo mas motivación viste.
Ella se puso un poco de lado para permitirme agarrarle una nalga.
—Que culo…
—jaja que mi culo te motiva?
—Obvio, mira lo que es.
—Y luego cobra la otra.
—Jaja y si, aunque le gusta.
—Si ya se, si escucho las cosas que dicen.
—Y, ya no necesitas un juez de ropa?— le pregunte.
—Jajaj no, la verdad no.
—Uy que mala.
—Mala por que? Si vos preguntaste y yo respondí, o queres algo mas?
Mi suegra mi había tirado un palo, de querer, quería cogerla toda ahí mismo, pero no quería cagarla diciéndole eso y que no me dejara tocarla mas.
—Si…quiero ver que tenes puesto.
—Pero si ya lo ves.
—En el culo.
Ella no respondió mas, simplemente se levanto, se puso en cuatro en el sillón y rápidamente se bajo la calza, dejando su culo entangado frente a mí.


—Uff mira lo que es esto— dije, mientras admiraba ese enorme culo blanco bien entangado.
—Jaja como te gusta.
—Obvio— dije, y puse mi mano sobre una de sus nalgas, acariciándola y apretándola.
Ella no decía nada, solo estábamos ahí en silencio.
—A que hora llega Lucia?— me preguntó
—En una hora, por?
—Nada, así me voy.
—Por?
—Y calculo que ya estas bastante motivado, no?
—Jaja la verdad si, la voy a coger toda a tu hija— le dije ya medio caliente.
—Ay Luis no hables así— me respondió con una voz suave.
—No es nada que no hayas escuchado.
—No, pero igual.
—Y por que te irías?
—Mm no se, para no escucharlos.
—Pero si ya estas acostumbrada.
Ah todo esto, yo seguía manoseándole el culo mientras hablábamos .
—Si pero ya aburre un poco.
—Ah que te aburre escucharnos?
—Y si, tantas veces.
—Que, queres ver?— le pregunté
—Jaja queee, yo no dije eso.
—Bueno lo diste a entender.
—No, gracias nene.
—Bueno pero tampoco te vas a ir.
—Y si estoy acá olvídate que la otra afloje.
—Jaja tranqui, yo la hago aflojar, dale quédate.
—Que tanta insistencia? Queres que escuche lo mismo de siempre?
—Mm no, dale, anda a tu cuarto y para la oreja cuando llegue.
—Por que?
—Ya vas a ver, la voy a hacer gritar como nunca la escuchaste a tu hija.
—Apa, que tanta motivación?
—No se nota?— le dije, moviéndome un poco a un lado para que viera mi pija bien dura por mis pantalones.
Ella no dijo nada, solo sonrió y clavó los ojos.
—Dale, vos escóndete en tu cuarto y escucha, te vas a entretener bastante.
—Mm no creo.
—Bueno vos veras, pero si te gusta, me vas a deber una.
—Ay Luis jajaj, bueno dale, ya voy yendo entonces por las dudas— dijo María, amagando con levantarse.
Pero no la deje, colocando mi mano en su espalda para impedirlo.
—Para un poco.
—Que paso?
—Necesito una última motivada?— le dije.
—Cual?
Acerque mi cara a su enorme culo para sentir su olor, y cruzando otra linea, ya no solo amase ese culo, si no que le pase mi lengua por todas sus nalgas, dejándoselas babosas y besándole el culo.
—Mmm ay Luis…— me dijo, con una voz entrecortada.
Me encantaba chuparle aquel enorme ojete a mi suegra.
Ella se levanto y se fue a su cuarto.
Yo la acompañe a un lado, agarrándola del culo hasta su cuarto.
Antes de que entrara, le di otra nalgada, esta vez bien fuerte.
—Ay!
—Jaja entra y disfruta como me garcho a tu hija.